Breve biografia del autor del libro:
Estudió
en el Pontificio Seminario Conciliar de Villa Devoto. Se doctoró en teología y
filosofía en Roma y pronto comenzó su prolífica obra sobre historia y economía.
El 20 de diciembre de 1930 fue ordenado sacerdote.
En 1934
participó en la creación de la Acción Católica Argentina.1
A partir
de su trabajo en la parroquia Nuestra Señora de la Salud del barrio de
Versailles de la ciudad de Buenos Aires dio el puntapié a una iniciativa de
campamentos juveniles parroquiales, que se difundió entre otros colegas del
sacerdocio. Años después, promovió la creación de la Unión Scouts Católicos
Argentinos (USCA), que lo eligió como su primer secretario. El 7 de abril de
1937, dicha asociación scout fue reconocida por el cardenal Santiago Luis
Copello, obispo primado de la Argentina, como asociación privada de fieles de
la Iglesia católica.2 Fue también uno de los fundadores del Ateneo Popular de
Versailles, un club con gran trayectoria deportiva y social, que presidió hasta
su muerte.3
Entre
1943 y 1956 fue director de las revistas Nuestro Tiempo y Balcón.3
En los
años sesenta, el padre Meinvielle fue el guía espiritual del Movimiento
Nacionalista Tacuara, un grupo integrado por jóvenes.1
Uno de
los discípulos de Meinvielle fue el escritor anticomunista Jordán Bruno Genta,
autor de Guerra contrarrevolucionaria: doctrina política (Buenos Aires, 1965).1
Otros discípulos de Meinvielle fueron el ideólogo nacionalista católico
argentino Alberto Buela Lamas41 y su hermano, el sacerdote Carlos Buela, que en
1984 fundaría el Instituto del Verbo Encarnado, y (autor de un opúsculo in
memoriam de Meinvielle).21
En julio de 1973 sufrió un accidente al ser atropellado por una camioneta de la municipalidad de Lanús mientras cruzaba la avenida Nueve de Julio.1 Estuvo un mes hospitalizado y falleció el 2 de agosto de 1973.
Nota del editor_ En México actualmente el enemigo del genero humano ha levantado cortinas de humo y a infundido un temor grande como el covi en muchos de sus habitantes. Admito, por otro lado, que es motivo de preocupación este tema, pero, ¿la falsa derecha engañosa y perversa no contribuye a solidificar el comunismo en México? La historia esta llena de ejemplos aleccionadores, uno de ellos es la revolución francesa que, en su interior ya contenía el germen el sistema comunista, analicen sus falsos postulados. Para quienes nos los recuerdan son; Igualdad, Fraternidad y Libertad, el comunismo toma como su eslogan la Igualdad de clases, la “democracia” los demás.
Introducción del autor
El gran hecho, que se ofrece a las generaciones que habitan este siglo nuestro planeta, es el avance sostenido e incontenible del comunismo ateo. La teoría comunista comenzó a elaborarse después del año cuarenta del siglo pasado. Pero esta teoría, hecha acción, recién comenzó a principios de 1900. Lenin y los revolucionarios rusos, financiados ya desde entonces por la banca judía norteamericana, realizaron una obra titánica de envenenamiento y adiestramiento de las clases obreras de Rusia que había de lograr el completo éxito con la revolución de octubre de 1917. Es claro que el comunismo no se implanto, en virtud de motivaciones puramente económicas. Fue una revolución específicamente política, a base del poder político, que conto con el apoyo de la banca judía Kuhn Loeb and Co. De los Estados Unidos y con la ayuda del ejercito alemán. El poder político removió y movilizo todos los resentimientos del pueblo ruso desquiciado y entrego a esa noble nación a la camarilla revolucionaria que encabezaban Lenin y Trosky. Desde entonces, el comunismo dispuso de una poderosa plataforma para expandirse sobre el globo. Mientras se consolidaba en Rusia, apelando a métodos gigantescos de organización y usando sin escrúpulos y en escalas nunca vista los medios más expeditivos de eficacia policial, montaba una poderosa maquinaria de acción revolucionaria encargada de propagar por todo el mundo el comunismo ateo.
Con la segunda guerra mundial, y siempre a base del poder
político, el comunismo logro insospechados beneficios y triunfos en la Europa
Oriental y en Asia. Con la complicidad manifiesta de potencias que se exhiben
como comunistas, el comunismo conquisto, prácticamente sin lucha y como si
recibiera un regalo, bastas regiones y pueblos de Europa y de Asia en especial
China. Ya hoy es dueño de la mitad de la tierra y amenaza por extenderse
rápidamente por África e Hispanoamérica y se encuentra a las puertas mismas de
Estados Unidos y Europa Continental.
Aquí surge una pregunta: ¿Qué encanto y que singular
atractivo ofrece el comunismo para que los pueblos se echen en sus brazos?
Porque esta suficientemente documentado que es un inmenso y terrible régimen
carcelario que somete a la gente a un trabajo despiadado sin proporcionarles
las legítimas satisfacciones y goces que ha encontrado siempre el hombre en las
mas diversas civilizaciones. ¿Qué razón puede explicar que los pueblos abracen,
en forma rápida y en gran escala, un sistema de vida que contraría las
aspiraciones más legítimas y elementales del bienestar humano?
A esta pregunta, que debe formularse todo hombre
responsable que desee conocer la razón de un fenómeno social como lo es el
comunismo, no cabe ni una sola respuesta que solo pueda dar la teología de la historia.
Decimos: “la teología de la historia”, vale decir, la historia y la historia de
nuestros días, vista a la luz de las enseñanzas de la revelación cristiana.
Cristo nos ha traído un mensaje que debe iluminar a todo hombre que viene a
este mundo.
Este mensaje es propagado, en forma autorizada en su integridad,
por la Cátedra romana en la que se prolonga el magisterio de Cristo. La vida
del hombre y por lo mismo su historia -historia de los individuos sobre todo,
historia de los pueblos se ha de ajustar a la enseñanza del Señor, que se puede
resumir en aquella palabra del Evangelio: "Buscad
pues primero el reino de Dios y su justicia y todo 10 demás se os dará por
añadidura", y añade el Señor: "No
os inquietéis, pues, por el mañana; porque el día de mañana ya tendrá sus
propias inquietudes; bástale a cada día su afán". (San Mateo, 6, 33).
Aquí el Señor, único Maestro autorizado de la humanidad,
le dice al hombre, sea individuo, sea pueblo: ¿quieres ser feliz? Pues bien, lo
serás si buscas como fin primero de tu vida el reino de
Dios. Si diriges tus esfuerzos en servir a Dios, lograrás sólo entonces
lo lograrás, lo que te es indispensable para la
felicidad en este mundo. Si en cambio vives preocupado primeramente por tu felicidad
en este mundo andas inquieto pensando en el mañana de tu vida, ni serás feliz
en este mundo ni lo serás tampoco en el otro.
Esta palabra de Cristo -palabra como todas las suyas de
Vida eterna- tiene valor y vigencia para la historia de los pueblos cristianos,
que son por otra parte los pueblos rectores del mundo. ¿Qué ha de pasar con los
pueblos cristianos si llega un momento en su historia que, lejos de tomar en
serio la palabra de su Señor de dedicarse a la propagación de su reino por el
mundo, se entregan a la erección de la ciudad del Hombre, ponen todas sus energías
para edificar la ciudad del mañana en la que le sean solucionados todos sus problemas?
Si la palabra de Cristo tiene valor debe ser tomada en serio, habrá de acaecer
necesariamente que esa ciudad, lejos de proporcionarle al hombre su felicidad,
traerá su ruina y desgracia, ruina y desgracia, por otra parte, en la medida en
que el hombre proponga la búsqueda del reino de Dios y se concentre en su
propio bienestar.
Ahora bien; el comunismo no es más que la etapa, que
estamos al presente viviendo, de un proceso en el cual los pueblos que han
conocido y practicado el Mensaje cristiano han promovido
una Revolución contra este Mensaje. Esta es La Revolución
anticristiana. Cristo dijo: "Buscad primero el
reino de Dios". Y los pueblos cristianos le contestan: "De ninguna manera. Buscaremos primero nuestro
bienestar. Edificaremos la ciudad del Hombre", Y he aquí que, desde
hace casi cinco siglos, la Europa cristiana ha comenzado a volver sus espaldas
al Evangelio, a su propagación, y se ha dedicado a empresas puramente
materiales, Primero se ocupó del Humanismo, después del Capitalismo y hoy del
Comunismo.
FUENTE: R. P. JULIO MENVIELLE
El Prof. Jordan Bruno Genta no fue un discípulo del P. Meinvielle, coincidirán en muchisimas cosas pero el recorrido de ambos va por caminos diferentes.
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