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viernes, 16 de marzo de 2018

El nuevo arsenal nuclear ruso restaura la bipolaridad del mundo





Los expertos se interrogaban sobre la posible evolución del orden mundial hacia un sistema multipolar o simplemente tripolar. Pero los rapidísimos avances de la tecnología militar rusa imponen el regreso a una organización bipolar. Aquí pasamos revista a las enseñanzas de los 3 últimos años, hasta el momento de las revelaciones que hizo el presidente Vladimir Putin el 1º de marzo de 2018.
Regreso al punto inicial del juego. Cegado por una superioridad que creyó eterna, Estados Unidos no vio venir el regreso de Rusia a la posición de gran potencia militar.
usia y sus aliados se habían comprometido, durante el segundo trimestre de 2012, a desplegar en Siria una fuerza de paz en cuanto se concluyera el acuerdo de Ginebra.

Pero el contexto cambió totalmente cuando Francia reactivó la guerra contra Siria, en julio de 2012. Rusia había dado los pasos necesarios para que la ONU otorgara su reconocimiento a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) y así poder desplegar en Siria soldados musulmanes, principalmente de Kazajstán, pero nada llegó a hacerse en ese sentido. A pesar de los pedidos de ayuda de Damasco, Moscú se mantuvo en silencio por un largo periodo. Habría que esperar aún 3 años, antes de que llegara a Siria la aviación rusa y comenzara a bombardear las instalaciones subterráneas de los yihadistas.

Durante esos 3 años se produjeron diversos incidentes militares entre Rusia y Estados Unidos. El Pentágono se quejó, por ejemplo, de la extraña agresividad de los bombarderos rusos que se aproximaban a las costas estadounidenses. En Damasco, todos trataban de explicarse el silencio ruso, preguntándose incluso si Moscú había olvidado sus compromisos. Pero no era esa la causa de aquel silencio. Rusia estaba conformando en secreto un nuevo arsenal y se hizo presente sólo cuando pensó que estaba listo.

Desde el inicio de su intervención, las fuerzas armadas rusas instalaron un sistema que no interfiere los sistemas de mando de la OTAN sino que los desconecta en un radio de 300 kilómetros a partir de la ciudad siria de Latakia. Posteriormente, desplegaron ese mismo sistema en la región del Mar Negro y en Kaliningrado. Además de sus nuevos aviones, Rusia utilizó misiles crucero dotados de mayor precisión que los de Estados Unidos y que fueron lanzados por la marina de guerra rusa desde el Mar Caspio. El mes pasado [febrero de 2018], Rusia puso a prueba, en el campo de batalla, aviones multipropósito con capacidades hasta ahora desconocidas.

Según los generales estadounidenses presentes en el terreno, ahora resulta que el ejército ruso dispone de fuerzas convencionales más eficaces que las de Estados Unidos. Pero sus homólogos del Pentágono siguen convencidos de la superioridad estadounidense, creyéndola eterna, y todavía albergan dudas sobre el progreso ruso. Según estos últimos, es simplemente ridículo comparar las fuerzas armadas rusas con las de Estados Unidos, por ser el presupuesto militar estadounidense 8 veces superior al de la Federación Rusa. Sin embargo, en la ciencia militar la comparación entre los desempeños de dos ejércitos rivales nunca se ha limitado al monto de sus presupuestos, algo que Vladimir Putin señaló al mencionar la calidad excepcional de los soldados rusos en relación con los de Estados Unidos.

En todo caso, si las fuerzas armadas de la Federación Rusa son un poco mejores en materia de guerra convencional, también es cierto que no pueden desplegarse simultáneamente en varios teatros de operaciones y que Washington conserva su superioridad nuclear.

La entrada en guerra, el 24 de febrero de 2018, de la infantería rusa en la Ghouta Oriental, o sea en las afueras de Damasco, es sin dudas resultado de un acuerdo con Estados Unidos, que se ha comprometido a no implicarse más en Siria y, por tanto, a no reproducir en suelo sirio el acoso que Washington orquestó contra el Ejército Rojo en el Afganistán de los años 1980. Es también muestra de que el Pentágono teme ahora que el ejército ruso le pague ahora con la misma moneda en otros lugares del mundo.

Y es precisamente en este contexto que el presidente Putin viene a cuestionar la superioridad nuclear de Estados Unidos. En su intervención ante el Parlamento, el 1º de marzo de 2018, el presidente ruso anunció que su país posee ahora un asombroso arsenal nuclear.

Los programas que anunció ya eran más o menos conocidos desde hace tiempo, pero los expertos creían que aún pasaría mucho tiempo antes de que llegaran a su fase operativa, fase que ya alcanzó la mayor parte de ese armamento. Habría que preguntarse como se logró esto sin que los servicios de inteligencia estadounidenses pudiesen detectarlo. Así sucedió, por ejemplo, con el Sukhoi-57, que ya pasó su bautismo de fuego –en condiciones de combate–, hace 3 semanas, aunque la CIA no esperaba verlo listo antes del año 2025.
Vladimir Putin dio a conocer el nuevo arsenal de la Federación Rusa. El misil intercontinental Sarmat, nombre de un antiguo pueblo ruso que consideraba iguales a mujeres y hombres, retoma la técnica de la «cabeza orbital», que ya había garantizado la superioridad soviética en los años 1970 y que la Unión Soviética había abandonado debido a la firma y ratificación [sólo por parte de la URSS] de los acuerdos SALT II. Pero el Senado estadounidense nunca ratificó los acuerdos SALT II, provocando así su caducidad. El tipo de misil llamado de «cabeza orbital» tiene alcance ilimitado. Su cabeza se sitúa primero en órbita y, en el momento de su uso, reingresa a la atmósfera terrestre y se precipita sobre el blanco designado. Los tratados que prohíben la nuclearización del espacio prohíben poner una carga nuclear en órbita de forma permanente. Pero no prohíben hacerla salir al espacio durante una etapa de su trayectoria. Eso es lo que hace el misil Sarmat y, en el estado actual de los conocimientos resulta imposible interceptarlo durante esa etapa de su trayectoria. O sea, el misil Sarmat es disparado, sale al espacio durante parte de su recorrido y reingresa en la atmósfera cuando se abate sobre su objetivo en cualquier lugar del planeta.
El misil Kinzhal (Daga) se lanza desde un bombardero para alcanzar una velocidad hipersónica, o sea al menos 5 veces la velocidad del sonido. Esa velocidad hipersónica lo hace, evidentemente, imposible de interceptar. Ya fue puesto a prueba exitosamente, hace 3 meses.
Rusia dispone también de un motor nuclear miniaturizado al extremo de poder garantizar el desplazamiento de un misil crucero dotado de una carga nuclear. Los misiles crucero son capaces de seguir trayectorias imprevisibles y este nuevo motor nuclear les garantiza una autonomía de vuelo prácticamente infinita, lo cual implica un alcance ilimitado.
Instalado en un drone submarino, ese motor nuclear de nuevo tipo permite al artefacto submarino no tripulado desarrollar una velocidad varias veces superior a la de los submarinos clásicos y transportar una carga nuclear considerable a través de largos trayectos. Además del efecto destructivo de su impacto, esa carga nuclear es capaz de provocar un tsunami, o sea una ola de 500 metros de altura a lo largo de cualquier costa oceánica.
Rusia está desarrollando también el proyectil hipersónico Avangard. Además de transitar por el espacio exterior como el misil intercontinental Sarmat y de ser capaz de desarrollar una velocidad hipersónica similar al Kinzhal, el Avangard se caracteriza por sus posibilidades de modificar su trayectoria durante la fase de vuelo.


Estas nuevas armas rusas han sido concebidas para burlar y convertir en algo inútil el «escudo antimisiles» que el Pentágono ha venido desplegando, creando una base tras otra, a través del mundo desde unos 40 años. No es un problema de superioridad en cuanto a fuerza sino de concepción técnica. El principio mismo del «escudo antimisiles» no constituye una defensa válida ante este armamento.
Peor aún, el presidente Putin anunció también un arma laser cuyas características no especificó y que al parecer es capaz de interceptar parte de los vectores estadounidenses existentes.
Por el momento, los estados mayores de los países miembros de la OTAN dicen no creer ni una palabra de esos anuncios, que les parecen cosa de ciencia ficción.

Pero la Historia nos ha enseñado que Rusia, donde en vez de póker se juega ajedrez, no suele recurrir a la exageración o el engaño cuando se refiere a su arsenal. A menudo ha dado a entender que algún arma en fase de estudio ya estaba en fase operativa, pero nunca anunció oficialmente tener «listo para el combate» un armamento que aún no lo estuviese. Las más de 200 nuevas armas utilizadas en Siria son más que convincentes en cuanto al avance tecnológico de los científicos rusos.

Los enormes progresos de Rusia privan a Estados Unidos del privilegio de poder asestar el primer golpe. En lo adelante, en caso de guerra nuclear, los Dos Grandes podrán “golpearse” mutuamente. Estados Unidos dispone de un número considerablemente más elevado de misiles con cargas nucleares y Rusia será capaz de interceptar muchos de ellos. Dado el hecho que cada uno de los Dos Grandes dispone de capacidades nucleares suficientes como para destruir el planeta varias veces, los dos se ven de nuevo teóricamente en condiciones de igualdad en ese tipo de enfrentamiento.

Del lado estadounidense, el complejo militaro-industrial está estancado desde unos 20 años. El proyecto más gigantesco en toda la historia de la aviación militar –el avión de combate F-35 estadounidense– supuestamente debía reemplazar simultáneamente los F-16, los F-18 y los F-22. Pero Lockheed Martin no ha sido capaz de concebir los programas informáticos previstos y el F-35 existente no satisface en realidad los requerimientos iniciales, así que la US Air Force se plantea la necesidad de retomar la producción de los aparatos que antes planeaba desechar.

El presidente Donald Trump y su equipo han decidido atraer hacia Estados Unidos nuevas mentes para redinamizar la producción de armamento y obligar al lobby militaro-industrial a satisfacer las necesidades del Pentágono, en vez de seguir vendiéndole cosas viejas rediseñadas. Pero necesitará al menos 20 años para recuperar el retraso acumulado.

Los progreso técnicos de Rusia no sólo modifican el orden mundial, restableciendo –contra todo pronóstico– un sistema bipolar sino que también obliga a los estrategas a “repensar” las maneras de hacer la guerra.

La Historia nos ha enseñado que son pocos los hombres que perciben de inmediato los cambios de paradigma en el campo militar. En el siglo XV, cuando franceses e ingleses se enfrentaron en la batalla de Azincourt, los caballeros franceses –que apenas podían moverse con sus pesadas armaduras– sufrieron una aplastante derrota ante los arqueros a pie ingleses, que incluso estaban en condiciones de inferioridad numérica… porque los jefes franceses se empeñaron en seguir la vieja táctica de recurrir a la caballería pesada subestimando el combate a distancia mediante el uso de flechas y obuses. Aún después de Azincourt, a lo largo de 100 años más, los caballeros metidos en sus pesadas armaduras siguieron cayendo ante los arqueros en los campos de batalla.

En otro ejemplo mucho más reciente, desde la derrota de Saddam Hussein, en 1991, durante la operación “Tormenta del Desierto”, no se han visto batallas de tanques. Pero casi ningún ejército ha sabido interpretar lo sucedido. En 2006, la victoria de los pequeños grupos de combatientes del Hezbollah libanés frente a los tanques israelíes Merkava mostró fehacientemente la vulnerabilidad de ese tipo de equipamiento. Pero no son muchos los países que han sacado conclusiones de esos hechos, con excepción, por ejemplo, de Australia y Siria. Hasta Rusia sigue construyendo fortalezas rodantes que no resistirán el impacto de los RPG –también rusos– correctamente utilizados.

El arsenal ruso es invencible, al menos para quien trate de combatirlo con métodos tradicionales. Interceptar misiles hipersónicos, por ejemplo, resulta impensable. Quizás habría que tratar de controlarlos antes de que alcancen esa velocidad. Las investigaciones militares tendrán entonces que reorientarse hacia el control de los sistemas de mando y de comunicaciones del adversario… otro sector donde los rusos también tienen la ventaja.

Thierry Meyssa


sábado, 3 de marzo de 2018

"Armas que nadie más tiene": Putin presenta los innovadores avances del ejército ruso






El presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, ha declarado durante su discurso anual que "el creciente poderío militar de Rusia es una firme garantía de la paz en nuestro planeta", y ha asegurado que ese potencial contribuirá a mantener "un equilibrio estratégico y un balance de fuerzas en el mundo".
En un mensaje dirigido a las dos Cámaras de la Asamblea Federal, el presidente ha destacado que todo el desarrollo del arsenal ruso se realiza  "en el marco de los acuerdos vigentes en el ámbito del control del armamento" y que "sigue siendo un factor clave de la seguridad internacional desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta hoy día".
"Nunca ocultamos nuestros planes; hablamos de ellos abiertamente para llamar al diálogo a nuestros socios", recordó Putin, remontándose a la primera década del siglo XXI, y señalando que "a pesar de todos los problemas económicos, financieros e industriales a los que nos enfrentamos Rusia ha permanecido y permanece como la mayor potencia nuclear".
Putin también se ha dirigido a quienes, a lo largo de los últimos 15 años, "han tratado de impedir el desarrollo del país, también en el ámbito militar" a través de restricciones y sanciones. "Todo lo que han intentado evitar al realizar esa política ya ha ocurrido. Y no se ha podido contener a Rusia", ha declarado el presidente.
"Es algo fantástico": innovación en armamento
Una parte de la comparecencia presidencial ha consistido en la exhibición de imágenes del nuevo armamento del ejército ruso. "Rusia ha desarrollado y sigue perfeccionando dispositivos de superación de defensa antimisiles, modestos en su precio pero altamente eficaces, con los que equipamos todos nuestros sistemas de misiles balísticos intercontinentales", ha detallado Putin, puntualizando que "esta clase de armamento no la tiene nadie en el mundo".
Una de las innovaciones más destacables es el Sarmat, un misil intercontinental de más de 200 toneladas, capaz de portar ojivas nucleares –incluyendo cabezas hipersónicas– y de atacar objetivos tanto a través del Polo Norte como del Polo Sur.
Rusia también ha desarrollado un tipo de armamento estratégico que no utiliza trayectorias balísticas de vuelo, por lo que no puede ser neutralizado por los sistemas de defensa antimisiles. Una de estas armas consiste en un sistema energético nuclear de pequeño tamaño que se instala en los misiles alados y tiene un alcance de vuelo varias veces mayor que otros misiles.
La marina rusa, por su parte, ha creado un vehículo submarino no tripulado para desplazarse a gran profundidad, capaz de cubrir distancias intercontinentales. Su velocidad supera varias veces la de los submarinos, torpedos y buques de superficie más rápidos. "Es algo fantástico", comentó Putin al respecto, durante la presentación.
Estos vehículos submarinos no tripulados pueden ser equipados con cargas convencionales o nucleares, lo cual les permitiría atacar un gran espectro de objetivos.
Ni nuevo misil con sistema energético nuclear ni el vehículo submarino no tripulado tienen nombre aún, por lo que Putin ha animado a su audiencia a enviar propuestas al Ministerio de Defensa.
La importancia de las armas hipersónicas
En su discurso, el presidente ruso ha señalado la importancia de las armas hipersónicas y las ventajas militares que ofrecen, destacando que es comprensible que "los principales ejércitos del mundo intenten obtener este armamento ideal", y ha anunciado que "Rusia ya dispone de él".
En efecto, el sistema hipersónico Kinzhal entró en servicio en los aeródromos del Distrito Militar Sur en diciembre del año pasado.
Las características técnicas del avión portador permiten llevar el misil al punto de su lanzamiento en cuestión de minutos, y a su vez, el misil vuela con una velocidad 10 veces superior a la del sonido, pudiendo maniobrar en todos los tramos de su trayectoria. Esto le permite superar todos los sistemas de defensa existentes, llevando cargas convencionales y nucleares a 2.000 kilómetros de distancia.
Otro de los misiles presentados durante el discurso presidencial fue el Avangard, igualmente capaz de alcanzar velocidades hipersónicas y maniobrar en las densas capas de la atmósfera terrestre.
Su temperatura en la superficie podría alcanzar los 2.000 ºC. El aspecto de este misil no pudo revelarse "por razones por todos conocidas”, tal como explicó el propio Putin.
Sistemas láser y otros avances
El ejército ruso desarrolla desde 2017 sistemas láser de combate, cuya existencia, en opinión del presidente "multiplica las posibilidades de Rusia a la hora de garantizar su seguridad".
Además, en las fronteras rusas se ha implementado un área de radiolocalización única del sistema de alerta de ataque con misiles.
Por otra parte, han entrado en servicio 80 nuevos misiles balísticos en las diferentes secciones de las Fuerzas Armadas rusas, mientras que 12 divisiones del ejército han sido equipadas con misiles balísticos intercontinentales Yars.
"Un nuevo escalón"
Vladimir Putin ha expresado su confianza en que todo lo expuesto durante su comparecencia anual "haga volver a la realidad a todo potencial agresor" y ha señalado que "las acciones hostiles contra Rusia", como el despliegue del sistema antimisiles y el acercamiento de la infraestructura de la OTAN a sus fronteras, "pierden eficacia militar, y se vuelven injustificablemente costosos desde el punto de vista financiero".
La presentación de los nuevos avances armamentísticos y la aseveración del presidente de que Moscú responderá a cualquier uso de armas nucleares, tanto contra su país como contra sus aliados, "demuestra claramente el alto nivel del desarrollo tecnológico y económico de Rusia", según ha manifestado a RT el militar y director del sitio web elespiadigital.com, Juan Antonio Aguilar.
Este mismo especialista ha indicado que el evidente progreso mostrado durante el discurso del presidente sitúa al mundo en en "un nuevo escalón", en el cual Rusia habla "de tú a tú" a EE.UU.
actualidad.rt.com/actualidad/264322-putin-revela-nueva-arma-nada-resistir






Los diarios mas importantes comentaron sobre este tema lo siguiente:
The  telegraph dice:
Vladimir Putin afirma que Rusia ha desarrollado armas nucleares "invulnerables" a la defensa de misiles de EE. UU.
Vladimir Putin dijo que Rusia ha probado las armas nucleares de alta tecnología invulnerables a la defensa de misiles de Estados Unidos en un discurso desafiante antes de presentarse a la reelección este mes.

En un discurso sobre el estado de la nación a altos funcionarios, Putin hizo su declaración más contundente sobre el poderío militar de Rusia. Dijo que el país estaba desarrollando una nueva generación de armas mortales capaces de penetrar las defensas de misiles, incluyendo un misil de crucero de propulsión nuclear con "alcance ilimitado", un drone nuclear submarino y una cabeza explosiva hipersónica "prácticamente invulnerable" que viaja "como una bola de fuego".

Moscú también ha probado su esperado misil balístico intercontinental pesado Sarmat, que volará más lejos y llevará más ojivas que sus predecesores, dijo.
The Independependet dice:
Por su parte Bloombert comenta:
finalmente the washingtonpost comenta en sus titular sobre Europa:
“Putin afirma que Rusia está desarrollando armas nucleares capaces de evitar las defensas de misiles”

 




viernes, 2 de marzo de 2018

Putin presenta armamento nuclear que hace inútil el escudo antimisiles de EEUU





El presidente de Rusia, Vladímir Putin, presentó hoy armamento nuclear como el misil balístico Sarmat con "alcance prácticamente ilimitado" y que convierte en "inútil" el escudo antimisiles de EEUU.
"Nadie en el mundo tiene algo igual, por ahora. ¡Es algo fantástico!", afirmó Putin durante el discurso sobre el estado de la nación.
Su discurso estuvo acompañado de vídeos proyectados en una pantalla gigante con infografías de la trayectoria del misil sobrevolando territorio estadounidense e imágenes de ensayos de esos cohetes.
"Insisto, ningún país en el mundo tiene, a día de hoy, las armas que tenemos nosotros. Fin de la cita", subrayó y aseguró que a partir de ahora "el sistema antimisiles estadounidense será inútil y no tendrá ningún sentido".

Y remachó: "Antes de que tuviéramos los nuevos sistemas de armamento, nadie nos escuchaba. ¡Escuchadnos ahora!", afirmó.

Por si hubiera alguna duda, Putin aseguró que, si en un futuro algún país consiguiera desarrollar armamento como el de Rusia, "para entonces nuestros muchachos ya habrán inventado algo más".

El Sarmat (SS-X-30 Satan-2, según la OTAN) es un misil intercontinental pesado capaz de portar 10-15 ojivas nucleares.

"Nuestros colegas extranjeros, como ustedes saben le han puesto un nombre notablemente amenazante, Satán", destacó.

También desveló que el Ejército ruso dispone ya desde el pasado año de "complejos con armas láser" y "armas hipersónicas", y citó los nuevos misiles de crucero que tiene un alcance ilimitado.

"No les he mostrado hoy todas las armas que tenemos. Por hoy, es suficiente. Confío en que todo lo dicho en mi mensaje sirva para calmar a cualquier agresor potencial", aseveró.