BASILICA DE SAN PEDRO. VATICANO
Artículo 9
EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA
125. —Así como vemos que
en un hombre hay una alma y un cuerpo, y sin embargo son diversos sus miembros,
así la Iglesia Católica es un cuerpo y tiene diversos miembros. Ahora bien, el
alma que vivifica este cuerpo es el Espíritu Santo. Por lo cual, tras de creer
en el Espíritu Santo, se nos manda creer en la santa Iglesia Católica. Por lo
cual, se añade en el Símbolo: "en la Santa Iglesia
Católica".
Acerca
de esto es de saber que la Iglesia es lo mismo que congregación. Por lo cual la
Santa Iglesia es lo mismo que la asamblea de los fieles, y cada cristiano es como
un miembro de esta Iglesia, de la que dice el Eclesiástico (51, 31): "Acercaos a mí,
ignorantes, y congregaos en la casa de la instrucción".
Pues
bien, esta Santa Iglesia posee cuatro cualidades: porque es una, porque es santa, porque es
católica, esto es, universal, y porqué es fuerte y firme.
126. —En cuanto a lo
primero, es de saberse que aunque diversos herejes han inventado diversas
sectas, sin embargo no pertenecen a la Iglesia, porque están divididas en
partes; pero la Iglesia es una. Cant 6, 8: "Única es mi paloma, única mi
perfecta".
Ahora
bien, de tres cosas proviene la unidad de la Iglesia.
127. —Primero, de la unidad de la fe. En efecto, todos los cristianos
que pertenecen al cuerpo de la Iglesia, creen lo mismo. I Cor I, 10:
"Tened todos un mismo lenguaje, y que no haya escisiones entre
vosotros". Y Ef 4, 5: "Un solo Dios, una fe, un bautismo".
128. —En segundo lugar, de la unidad de la esperanza, porque todos han sido
afirmados en la misma esperanza de llegar a la vida eterna. Por lo cual dice el
Apóstol en Ef 4, 4: "Un solo cuerpo y un sólo espíritu, como una es la esperanza
a que habéis sido llamados".
129. —En tercer lugar de
la unidad de la caridad, porque todos (los
cristianos) se unen en el amor de Dios y entre sí en el amor mutuo. Juan 17,
22: "Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros
somos uno". Tal amor, si es verdadero, se manifestará en la mutua solicitud
y en la mutua compasión.
Ef 4,
15-16: "Por la caridad, crezcamos en todo por aquel que es la cabeza,
Cristo: de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda
clase de junturas que llevan la nutrición según la actividad propia de cada una
de las partes, realizando así el crecimiento del cuerpo para su edificación en
el amor". Porque cada uno debe servir al prójimo con la gracia que le ha
sido dada por Dios.
130.—Por lo cual nadie
debe menospreciar ni sufrir el ser arrojado y apartado de esta Iglesia; porque no hay más que una
Iglesia en la que los hombres se salven, así como fuera del arca de
Noé nadie pudo salvarse.
131. —B) Acerca de lo
segundo es de saberse que hay también otra congregación, pero es la de los
perversos. Salmo 25, 5: "Odio la Iglesia de los perversos".
Esta
es mala. Pero la Iglesia de Cristo es santa. Dice el Apóstol en I Cor 3, 17:
"El templo de Dios es santo, y vosotros sois ese templo". Por lo cual
se dice: (Creo) "en la Iglesia Santa".
Los
fieles de esta congregación son santificados por tres realidades:
132. —Primeramente, así
como una iglesia, al ser consagrada, materialmente es lavada, así también los fieles
han sido lavados en la sangre de Cristo. Apoc I, 5: "Nos amó, y nos lavó de nuestros pecados
en su sangre". Hebr 13, 12: "Jesús, para santificar con su
sangre al pueblo, padeció fuera de la puerta".
133. —En segundo lugar,
por la unción: así como una iglesia se unge con aceite, así también los fieles
son ungidos con una unción espiritual para ser santificados: de otra manera no
serían cristianos: Cristo, en efecto, es lo mismo que el Ungido. Pues bien,
esta unción es la gracia del Espíritu Santo. 2 Cor 1,21: "El que nos ha ungido es Dios";
y I Cor 6, II: "Habéis sido santificados en el nombre de Nuestro Señor
Jesucristo".
134. —En tercer lugar
por la inhabitación de la Trinidad.
Porque
cualquiera que sea, el lugar en que Dios habite es santo. Por lo cual dice el
Génesis, 28, 16: "Verdaderamente este lugar es santo". Y el Salmo 92,
5: "La santidad conviene a tu casa, Señor".
135. —En cuarto lugar
por la invocación de Dios. Jer 14, 9: "Tú, Señor, estás entre nosotros, y
por tu Nombre se nos llama".
136. —Por
lo tanto, debemos guardarnos de manchar nuestra alma, que es templo de Dios,
por el pecado, después de semejante santificación. Dice el Apóstol en I Cor 3,
17: "Si alguno profana el templo de Dios, Dios lo aniquilará".
137. —C) Acerca de lo
tercero es de saber que la Iglesia es católica, o sea universal: primeramente
en cuanto al lugar, porque existe en todo el mundo, contra lo que dicen los
Donatistas. Rom I, 8: "Vuestra fe es celebrada en el mundo entero".
Marcos 16, 15: "Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a todas las
creafuras".
Por lo
cual antiguamente Dios era conocido solamente en Judea, y ahora lo es en todo
el mundo.
Ahora
bien, esta Iglesia tiene tres partes. Una existe en la tierra, otra en el
cielo, y la tercera en el purgatorio.
138. —En segundo lugar,
es universal en cuanto a la condición de los hombres, porque nadie es rechazado,
ni señor, ni esclavo, ni hombre, ni mujer. Gal 3, 28: "Ya no hay ni hombre
ni mujer".
139. —En tercer lugar,
es universal en cuanto al tiempo.
En
efecto, algunos dijeron que la Iglesia debe durar hasta cierto tiempo. Pero
esto es falso. Porque esta Iglesia empezó en el tiempo de Abel y durará hasta
el final de los siglos. Mt 28, 20: "Sabed que yo estoy con vosotros todos
los días hasta el fin del mundo". Pero después de la consumación de los
siglos (la Iglesia) permanecerá en el cielo.
140. —D) Acerca de lo
cuarto debemos saber que la Iglesia es firme. Se dice que una casa está firme
si primeramente tiene buenos cimientos. Pues bien, el principal fundamento de
la Iglesia es Cristo. Dice el Apóstol en I Cor 3, I I: "Nadie puede poner
otro cimiento que el ya puesto, el cual es Jesucristo". Fundamento secundario
son ciertamente los Apóstoles y su doctrina.
Por
eso la Iglesia es firme. Por lo cual, en Apoc XXI se dice que la ciudad tenía
doce fundamentos, y que estaban escritos en ella los nombres de los doce Apóstoles.
Y por esto se dice que la Iglesia es apostólica.
De
allí también que para significar la firmeza de esta Iglesia, Pedro ha sido
nombrado su cabeza.
141. —En segundo lugar
es patente la solidez de la casa, si sacudida no puede ser destruida. Ahora
bien, la Iglesia nunca puede ser destruida:
---Ni
por los perseguidores; al contrario, en el tiempo de las persecuciones más
creció, y perecieron los que la perseguían y los que ella misma combatía. Mt 2
1, 44: "Aquel que cayere sobre esta piedra se estrellará y aquel sobre el
cual ella cayera, será aplastado"; — Ni por los errores, pues cuantos más
errores sobrevengan, tanto mejor se manifiesta la verdad. II Tim 3, 8:
"Hombres de mente corrompida; réprobos en cuanto a la fe; pero no
progresarán más"; — Ni por las tentaciones de los demonios. En efecto, la
Iglesia es como una torre, en la cual se refugia cual quiera que lucha contra
el diablo. Prov 18, 10: "El nombre del Señor es una torre fortísima".
Por lo cual el diablo se esfuerza principalmente por destruirla; pero no
prevalece, porque el Señor dijo, según San Mateo16, 18: "Y las puertas del
infierno no prevalecerán contra ella", como diciendo: te harán la guerra,
pero no te vencerán.
De
aquí que solamente la Iglesia de Pedro (de la que vino a formar parte toda
Italia, cuando los discípulos fueron enviados a predicar) siempre fue firme en
la fe. Y mientras en otras partes o es nula la fe, o está mezclada con muchos
errores, la Iglesia de Pedro, en cambio, se robustece en la fe y limpia está de
los errores. Y no es de admirar, porque el Señor dijo a Pedro, según San Lucas
22, 32: "Yo he rogado por ti, Pedro, para que no desfallezca tu fe".
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