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lunes, 18 de marzo de 2019

ACUÉRDATE QUE NO TIENES MAS DE UN ALMA. SANTA TERESA DE JESÚS




127.- Preguntó Teodoreto por qué razón permitió DIOS que
muriese Abel primero que Adán y que Caín,
que habían nacido
primero, y respondió sabiamente: para publicar desde luego que esto del morir no va por antigüedad, sino que tan presto va el mozo como el viejo, porque ninguno se asegure, y todos estén preparados para lo que les sucediere.

128:- Dos visiones vio S. Juan no fáciles de hermanar: una de un Ángel labriego con una hoz en la mano, a quien otro le ordenó:
echa tu hoz a la mies, que ya está para segarse madura. Otra de otro viñador, con una podadera aguda en la mano, a quien dijo vendimiase las viñas, porque estaban ya maduras las uvas.

129.- Dime, ahora, ¿quién no ve la dificultad de estas sentencias, y que naturalmente es imposible se verifiquen como se pronunciaron? Porque la mies madura por junio, y las uvas para la vendimia por Septiembre, y cuando la mies está blanca y en sazón las uvas están en agraz y muchas veces en flor. ¿Cómo, pues dice el Ángel que vendimie, porque ya es tiempo de coger las uvas, cuando es de segar la mies?

130.- Porque en la casa de DIOS no se atiende a las leyes ordinarias de la tierra, sino que tan presto echa la hoz al mozo, que está en flor y al mancebo, que empieza a madurar, como al viejo cano y seca como mies que se cae de puro madura.

131.- No quiere DIOS que se asegure nadie, ni que piense que tiene larga vida, sino que sepan todos que es breve e incierta, y que anden siempre la barba sobre el hombro, dispuestos para la partida, y a punto para cuando venga el Señor, libres de todos los afectos del mundo, ceñidos con su voluntad, y con luces de santas obras en las manos.

132.- Resumiendo, pues, lo dicho saquemos la última conclusión.
Supuesto que no tienes más que una vida, y esta vida es tan breve, aun cuando en los más robustos llegara a 80 años, y que este soplo de vida pasa tan ligeramente, que no hay vuelo que le alcance, y, lo que es más es, tan lleno de miserias, que más es pena que gozo, y tan incierto, como has visto, pues no bienes un instante seguro, y en gastarla bien te va la vida eterna, la última consecuencia es que desprecies el mundo, portándote como huésped y peregrino en la tierra, que busques el cielo y tomes el camino derecho de la virtud para llegar a él y ser coronado en la gloria...TANTO APROVECHARAS CUANTO MAS FUERZA TE HICIERES.


133.- Estímulo es tan vivo la memoria de la cuenta estrecha que hemos de dar a DIOS, y el rigor del juicio que esperamos, que hace despertar a los pecadores más dormidos, y enfervorizar a los más espirituales en el servicio de DIOS.

134.- NO SE ACABA TODO CON MORIR, sino que después ha de haber cuenta, cargos y descargos, acusación y sentencia.
Porque después de esta vida hay otra, la cual empieza por juicio.
Todos, dice S. Pablo, sin exceptuar a ninguno, conviene que seamos presentados en el Tribunal de CRISTO para que demos cuentas de nuestras vidas, y reciba cada uno la sentencia; conforme a lo bueno o malo que hubiere hecho. De manera que tú y yo, y todos los mortales, hemos de vemos en aquel Tribunal, acusados de nuestras culpas, sin más abogado ni defensor que nuestras obras, esperando la sentencia en que no va menos que la salvación o la condenación eterna.

135.- Yo te ruego que pienses esto de espacio, y de qué manera te hallarás en aquel trance, y qué sentirás cuando saquen a plaza, en presencia de aquel Senado, todas las obras de tu vida, y relaten en voz alta tus pecados, y te veas solo, cercado de acusadores, con tantos cargos cuantos tú sabes, ante un Juez tan recto, que no se amansa con dones, ni recibe excusaciones; tan independiente, que de nadie espera y a nadie teme; tan sabio, que nada se le esconde;
tan severo, que solo mira la justicia; tan 'poderoso, que luego la ejecuta; tan absoluto, que no hay de Él apelación; tan inexorable entonces, cuanto ahora piadoso...

136.- Porque así como en esta vida ninguno le pide perdón que no le alcance, entonces será al contrario; porque cerrará la puerta del perdón, de manera que ninguno le alcanzará, por más que le pida. Mírate allí donde esperas la sentencia de vida o muerte eterna, sin apelación ni réplica, sino que al punto que se pronuncie se ha de ejecutar. No te acuerdes cuando esto lees, de tu vecino, sino sólo de ti mismo.

137.- Porque el protagonista de ese espectáculo, en el gran teatro del Universo, has de ser tú. Tú mismo has de ser el acusado y sentenciado, tú has de verte en este trance, por eso abre los ojos, y hora por ti, y prevente para aquella cuenta, porque no se ha de hacer más que una vez, y, si no sale bien, no podrás enmendarla después.

138... Haz cuenta que ahora te llaman y que te dicen que la des, y mira qué sintieras de verte repentinamente en aquel Tribunal, y qué vida quisieras haber hecho cuando te halles en él.

139.- Cuenta Dionisio Cartusiano que pasó de esta vida un Religioso muy devoto de Nuestra Señora, pero algo descuidado en la observancia de sus Reglas, el cual volvió después a vivir.

140.- Contó que, habiendo sido presentado ante el Tribunal de CRISTO, fueron tantos y tales los cargos que le pusieron, que el pobre se halló atajado, sin tener que responder, y viéndose perdido se arrojó a los pies de la Reina de los Ángeles, y le suplicó afectuosamente que intercediese par él con su benditísimo Hijo y le alcanzase algún tiempo de vida para enmendarse en adelante y satisfacer a esos cargos.

141.- La piadosísima VIRGEN se llegó a CRISTO y estuvo hablando con El secretamente, y testificó una, y muchas veces, que fue tal su congoja y la vehemencia de su temor, aquel breve rato de si lo alcanzaba, o no lo alcanzaba, si lo otorgaba; o no concedía, que le parecía que, aunque fuera su alma como un monte de metal, se deshiciera como cera, por la grandeza del temor, y que no había tormento en todo lo descubierto a que poderle comparar y bien lo demostró la vida que después hizo, porque fue penitentísimo y un dechado de Santidad.

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