SIRIA ANTES Y DESPUES
Thierry
Meyssan cuestiona la narración que la prensa occidental y los medios de las
monarquías difunden al mundo desde hace 7 años sobre el inicio de las
hostilidades en Siria. El autor analiza los hechos en base a nuevos elementos
que han salido a la luz pública desde aquel momento. Como toda ciencia, las
ciencias políticas se acercan a la verdad cuando uno se interroga sobre
conclusiones anteriores e integra nuevas observaciones al razonamiento sobre
los hechos.
Los
occidentales están viendo la batalla de Daraa como el símbolo del fracaso de lo
que ellos apoyan. Esa interpretación es correcta, pero no en el sentido que
ellos le dan. Es necesario retomar los acontecimientos que desataron las
hostilidades.
A
partir del 4 de febrero de 2011, una misteriosa cuenta de Facebook identificada
como «Syrian Revolution 2011» llamó a realizar manifestaciones contra la
República Árabe Siria todos los viernes, día de la gran plegaria musulmana.
Utilizando única y exclusivamente símbolos sunnitas, aunque decía expresarse en
nombre de todos los sirios, esa cuenta de Facebook marcó la pauta de los
acontecimientos durante varios años.
Según
la televisión qatarí Al-Jazeera, 15 adolescentes, y posteriormente 8 de sus
compañeros, fueron arrestados en Daraa el 16 de febrero de 2011 por haber
pintado en las paredes consignas hostiles al presidente Assad. Aquellos
adolescentes fueron supuestamente torturados y el responsable local de la
seguridad habría insultado a sus padres. Hasta el día de hoy, aunque se
confirmó que varios menores fueron detenidos durante algunas horas por la
policía, nunca llegaron a demostrarse las torturas ni los insultos. Los videos
y entrevistas divulgados por la prensa británica y estadounidense son
ciertamente espantosos pero no tienen nada que ver con los reportajes qataríes
originales, ni con lo que se comprobó en el lugar de los hechos.
El
22 de febrero del mismo año 2011, el senador estadounidense John McCain,
también presidente de una de las ramas de la NED (la National Endowment for
Democracy [1], uno de los servicios secretos de lo que se conoce como los
«Cinco Ojos» [2] está en Líbano. Allí pone en manos del diputado libanés Okab
Sakr, seguidor del clan Hariri, el envío de armas a los grupos antigubernamentales
que operan contra Siria. También visita la localidad libanesa de Ersal, donde
decide implantar lo que será una base de retaguardia de los yihadistas.
DARAA
El
15 de marzo, en Daraa, ciudad tradicionalmente favorable al partido Baas, se
produce una manifestación de funcionarios cuyos participantes presentan varios
reclamos a los que el presidente y el gobierno sirio responden, el 17 de marzo,
con la adopción de importantes medidas de carácter social.
También
en Daraa tiene lugar, el viernes 18 de marzo, a la salida de la mezquita
al-Omari, una manifestación islamista. Los participantes gritan «Alá, Siria,
libertad». Pero ese reclamo no es la denuncia de una dictadura. La «libertad»
que reclaman los manifestantes de la mezquita al-Omari es la «libertad» para
aplicar la sharia, o sea la ley islámica correspondiente a la interpretación
más literal del Corán. Durante esa manifestación varios policías y manifestantes
son abatidos por disparos de origen desconocido. Lo más probable es que, como
ya había sucedido en Venezuela [3], en Libia y en otros países, en Daraa hubo
francotiradores de una tercera parte encargados de disparar simultáneamente
contra manifestantes y policías para crear una situación de guerra civil que
debía justificar la intervención extranjera. A partir de ese momento, crece la
violencia. El Palacio de Justicia y sus archivos son incendiados y un grupo de
amotinados ataca, no lejos de la ciudad, una instalación de la inteligencia
militar destinada a la vigilancia de las tropas israelíes presentes en el Golán
ocupado.
El
senador McCain reconoció posteriormente que estaba en contacto permanente con
los cabecillas yihadistas –incluyendo los líderes del Emirato Islámico (Daesh)–
y comparó la estrategia estadounidense contra Siria con la agresión de Estados
Unidos contra Vietnam, o sea toda alianza es aceptable con tal de liquidar al
enemigo [4]. Ante la evidencia acusatoria de una grabación de sus conversaciones
telefónicas, el libanés Okab Sakr reconoció haber supervisado el envío de
armamento a los yihadistas que operaban contra Siria [5]. Por su parte, el
general saudita Anwar al-Eshki (negociador oficial de Arabia Saudita ante
Israel) se jactó posteriormente de que Riad había enviado previamente armas a
la mezquita al-Omari [6]. Aunque fueron los únicos que se beneficiaron con
aquellos hechos, los israelíes siguen negando su papel en el ataque contra el
centro de la inteligencia militar siria encargado de vigilar la actividad
militar israelí en el Golán ocupado.
Sea
cual sea la interpretación que se haga de esos hechos, lo cierto es que están
muy lejos de ser resultado de un movimiento popular y que son más bien fruto de
una maniobra bien preparada y orquestada en la que estuvieron implicados en
aquel momento al menos Estados Unidos, Arabia Saudita e Israel.
Según
la prensa occidental, la «caída» de la «cuna de la revolución» marca el fin de
toda esperanza de «derrocar a Bachar al-Assad». Pero, ¿no sería más justo decir
que la República Árabe Siria, su pueblo, su ejército y su presidente acaban de
liberar la «cuna de la agresión externa»?
Thierry
Meyssan
[1]
«Las redes de la injerencia “democrática”», por Thierry Meyssan, Red Voltaire,
21 de noviembre de 2004; «La NED, vitrina legal de la CIA», por Thierry
Meyssan, Red Voltaire, 11 de octubre de 2010.
[2]
The Five Eyes, o sea los “Cinco Ojos” es la denominación que recibe en el mundo
de los servicios de inteligencia el conjunto de los servicios de espionaje
electrónico y escucha de las comunicaciones internacionales a nivel mundial
implantado por Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
Nota de la Red Voltaire.
[3]
El 11 de abril de 2002 se produjo en Caracas, la capital de Venezuela, el
incidente conocido como los “Sucesos del Puente Llaguno”, donde partidarios y
opositores del presidente Hugo Chávez, así como miembros de las fuerzas del
orden y simples transeúntes, cayeron abatidos por disparos de origen
desconocido generándose así un enfrentamiento cuyo saldo final fue de 19
muertos y 72 heridos de ambos bandos. Para una información pormenorizada y
fidedigna sobre esos hechos, ver el documental de Ángel Palacios Puente
Llaguno, claves de una masacre. Nota de la Red Voltaire.
[4]
«John McCain reconoce que está en contacto permanente con el Emirato Islámico»,
Red Voltaire , 20 de noviembre de 2014.
[5]
«Diputado libanés dirige el tráfico de armas hacia Siria», Red Voltaire , 5 de
diciembre de 2012.
[6] “Saudi admits that Syrian
Revolution was armed”, VoltairenetTV.
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