MONS. LEFEBVRE
Cuantos
fieles, cuantos sacerdotes jóvenes, cuantos obispos han perdido la fe desde la adopción
de esas nuevas reformas. No se puede contrariar a la naturaleza y a la fe sin
que ella se tome su venganza.
Señora
Y Señores; esta tarde hablare de la misa evangélica de Lutero y sus semejanzas
asombrosas del nuevo rito de la misa con las innovaciones rituales de Lutero ¿porque
estas consideraciones? Porque nos las inspira la idea de ecumenismo que
presidio la reforma litúrgica, según palabras del propio presidente de la comisión,
porque si se probare esa nueva filiación del nuevo rito, existe de verdad el
problema teológico, es decir, el problema de la fe no puede dejarse de
plantear. Pues bien los documentos históricos de la reforma litúrgica de Lutero
resultan muy instructivos para explicar la reforma actual.
Para comprender
con claridad cuáles fueron los motivos de Lutero en esas formas litúrgicas debemos
recordar brevemente la doctrina de la Iglesia referente al sacerdocio y el
Santo Sacrificio de la Misa, el Concilio
de Trento en su sesión 22° NOS ENSEÑA que Nuestra Señor Jesucristo para no poner
fin con su muerte a sus sacerdocio instituyo en la ultima sena un sacrificio
visible destinado a aplicar la virtud salvadora de su redención a los pecados
que cometemos todos los días con ese fin estableció que sus apóstoles y sus
sacerdotes fueran sacerdotes del Nuevo Testamento instituyendo el sacramento
del orden que imprime el carácter sagrado e indeleble a esos sacerdotes de la
nueva alianza. Ese sacrificio visible se cumple sobre nuestros altares por una acción
sacrificial por la cual Nuestro Señor, realmente presentes bajo las especies
del pan y del vino se ofrece como víctima a su Padre y al ingerir esa victima
comulgamos en la carne y en la sangre de Nuestro Señor Jesucristo, ofreciéndonos
también en unión a Él. Así pues la Iglesia nos enseña que el sacerdocio de los
ministros es esencialmente diferente al sacerdocio de los fieles que no tienen
sacerdocio, pero que forman parte de la Iglesia que requiere absolutamente del celibato
y una señal externa que los distinga de los fieles, o sea al habito sacerdotal.
MARTIN LUTERO
El acto
esencial del culto realizado por el sacerdote es el Santo Sacrificio de la Misa
que difiere del sacrificio de la Cruz en que este fue incruento y aquel cruento
se cumple por un acto sacrificial realizado por las palabras de la consagración
y no por un simple relato memorial de la pasión o de la cena. Por ese acto
sublime y misterioso se aplican los beneficios de la redención a cada alma y también
a las almas del purgatorio. Y eso se expresa admirablemente e en el ofertorio. La
presencia real de la víctima se hace por tanto necesaria y se opera por el
cambio de la substancia del pan y del vino en la substancia del cuerpo y la
sangre de Nuestro Señor. Por consiguiente se debe adorar la Eucaristía y tener
por ella un inmenso respeto de ahí la tradición de reservar a los sacerdotes el
encargarse de la Eucaristía. La Misa del sacerdote solo en la cual es el que
solo comulga es pues un acto público, un sacrificio del mismo valor que todo
sacrificio de la Misa y soberanamente útil
al sacerdote y a todas las almas. Por eso la Misa privada es algo
recomendado y deseado por la Iglesia. Estos
son los principios de dan origen a las oraciones, a los cantos y a los ritos
que han hecho de la misa latina una verdadera joya preciosa cuya piedra
preciosa en el canon.
No
puede leerse sin emoción, a cerca de eso dijo el Concilio de Trento. Como conviene
tratar santamente las cosas santas y como ese sacrificio es la más santa de todas
para que fuese ofrecido y recibido dignamente la Iglesia Católica instituyo
muchos siglos atrás el santo canon de tanta pureza que no exalte de el tanta
santidad y que no eleve a los espíritus de quienes se ofrecen. En efecto se
compone de las palabras mismas del Señor, de las tradiciones de los apóstoles y
de las piadosas instrucciones de los Santos Pontífices.
Veamos
ahora como Lutero realizo su reforma, es decir, su misa evangélica, como el
mismo la llama, y con que espíritu. Para eso recuremos a una obra de León
Cristiani que data de 1910 y, que por tanto, está libre de que se sospeche de
alguna influencia de las reformas actuales. Esa obra se titula del
protestantismo al luteranismo nos interesa por las citas que trae de Lutero o
de sus discípulos que trae sobre el tema de la reforma litúrgica. Este estudio
es muy instructivo ya que Lutero no vacila en manifestar el espíritu liberal
que lo anima.
CONCILIO VATICANO II, PABLO SEXTO Y JUAN XIII
Ante todo,
escribe, suplico amigablemente a todos los que quieran seguir la presente
ordenanza del servicio divino no ver el ella una ley obligatoria que, por ello,
esclavice a ninguna conciencia, que cada uno la adopte cuando y como donde le
plazca asi lo quiere la libertad. El culto se dirigía a Dios como homenaje, de
ahora en adelante se dirigirá al hombre para consolarlo e iluminarlo. El sacrificio
ocupaba el primer lugar, ahora lo suplantara el sermón ¿qué piensa Lutero sobre
el sacerdocio? En su obra la misa privada busca demostrar que el sacerdocio católico
es una invención del demonio, para ello
invoca un principio en lo sucesivo fundamental, lo que no está en la Escritura
es un agregado de Satanás. Ahora bien la Escritura no conoce en sacerdocio
visible, no conoce más que un sacerdote, un pontífice, el único Cristo, con Cristo
todos somos sacerdotes. El sacerdocio es a la vez único y universal ¿Qué locura
quererlo acaparar por unos pocos? Toda distinción jerárquica entre los
cristianos es digan del Anticristo. Por lo tanto malditos sean los pretendidos sacerdotes.
En 1520, escribe, su manifiesto a la nobleza
cristiana de Alemania en la cual ataca a los romanonistas y pide un concilio
libre. La primera muralla alzada por los romanistas es la distinción entre clérigos
y laicos. Se ha descubierto, dice, que el Papa, los obispos , los sacerdotes y
los monjes componen el estado eclesiástico, en tanto que los príncipes, los
señores los artesanos y los campesinos forman el estado secular. Eso es una
pura invención y mentira, en verdad todos los cristianos son el estado eclesiástico,
entre ellos no hay más que una diferencia, o distinción, si el Papa o un obispo
dan la unción . hace tonsuras u ordena o consagra se viste de distinta forma
que los laico; puede ser que su ídolo tramposo sean ungidos, pero no pueden
hacer un cristiano o eclesiástico. Todo lo que sale del bautismo puede jactarse
de ser consagrado sacerdote, obispo o Papa aunque no convenga a todos esa función
de esa doctrina de esa doctrina Lutero saca consecuencias contra el habito eclesiástico
y contra el celibato. El mismo y sus discípulos dan el ejemplo, abandonan el
celibato y se casan. ¿Cuantos hechos derivados de las reformas de Vaticano II,
se asemejan a las conclusiones de Lutero? El abandono del habito eclesiástico,
los numerosos matrimonios aprobados por la Santa Sede, o sea, la ausencia de
todo carácter distintivo del sacerdote y el laico.
continuara...
No hay comentarios:
Publicar un comentario