¿LOS RECONOCE? SON LOS DE LA SEUDO RESTAURACION
Actualmente
el enemigo ha conseguido, con la Revolución, poner a las almas en estado de
apostasía y de pecado sin precedentes en la historia de la Iglesia ¿En qué momento
el Demonio decidirá hacer la vendimia para el Infierno? Las bombas atómicas están
preparadas; están en manos del socialismo, del liberalismo satánico y de sus
amos, y se presenta la siguiente cuestión: por ejemplo, si Dios ha decidido
detener
la Revolución, con castigos (porque es paradójico que Dios exista y que el mundo
esté en este estado), los jefes de la Revolución, viendo que no pueden terminar
la construcción de su templo masónico, de su torre de Babel, ¿serán fieles a la
consigna de los Jacobinos?: “Haremos de Francia un cementerio, si no podemos
regenerarla a nuestra manera”. (8)
VI.- En
esta situación, el hombre se ve obligado a levantar los ojos al Cielo y a contemplar
la promesa de la Santísima Virgen en Fátima: “Al fin mi Inmaculado Corazón
triunfará”. Humanamente no hay solución, la Revolución está muy fuerte,
tiene todo el poder; hay
demasiados “conservadores” mal formados que caen fácilmente en las trampas de
las pseudo-restauraciones. Los que combaten seriamente en las filas de la
Contra-Revolución son un número reducido, los otros son espectadores.
¿Quiere
Dios Nuestro Señor preparar las condiciones para una intervención admirable de
Su Santa Madre? ¿Condiciones tales que ya no sea posible dudar de que ése sea
el triunfo sobrenatural del Bien sobre el Mal? Porque Satanás, pese a todo, es
el servidor de Dios, «...haciendo lo que él quiere, trabaja para el
cumplimiento de los pensamientos divinos». (9)
Esto nos
lleva a concluir con una última hipótesis histórica.
VII.- Hipótesis sobre la falta de desarrollo
de la cristiandad de la Edad Media debido a la resistencia a la gracia de la
exaltación histórica de la Madre de Dios.
Porque
la gracia no puede perder su fuerza (10). ¿Por qué entonces en lugar de la
expansión de la cristiandad por todos los continentes, el gráfico de la
historia muestra seis siglos de descenso hasta las tinieblas del siglo XX? ¿Puede
suponerse que hubo una resistencia a la gracia? ¿Algunas almas privilegiadas
llamadas a predicar la exaltación histórica de la Santísima Virgen no lo
habrían hecho? ¿Era ésta la condición requerida por la Santísima Trinidad para
cumplir el mandato del Señor: "Id y enseñad a todas las naciones”?
Ya las
resistencias de Lucifer y de Adán precipitaron a los hombres una primera vez en
las tinieblas pre-cristianas, y la Encarnación, y el “Fiat” de la Virgen
nos devolvieron a la luz.
¿Por qué
a finales del Siglo XX la Providencia, de manera extraordinaria llama la
atención de los fieles sobre la Santísima Virgen por medio de las grandes
apariciones de Lourdes, de Fátima? ¿Va a cumplir Ella un papel histórico? ¿La
gracia que los hombres habrían rehusado -rechazo que habría provocado el comienzo
de la Revolución-, la Santísima Trinidad, que no renuncia a su Plan de Amor, la
impondrá en todo su esplendor?
Entonces
algo admirable nos espera, ¿porque no podemos prever lo que Dios hará? Él es el
Ser Superior, nosotros somos seres inferiores. Él hará algo que jamás podremos
imaginar, que nos colmará de un indecible amor.
Además,
estaba profetizado: “... Ella te aplastará la cabeza”.
La
teología atribuye al Padre la Creación, al Hijo la Redención, al Espíritu Santo
la difusión de la Iglesia, y a la Virgen el papel histórico de aplastar la
cabeza de la serpiente y de su obra: la Revolución; y en Fátima la promesa se
hizo: “Al
fin mi Corazón Inmaculado triunfará”. “Venid, oh Madre de Dios, os esperamos,
cumplid lo que la Santísima Trinidad y nosotros esperamos de Vos sólo Vos
tenéis el permiso de Dios para aplastar la cabeza de la serpiente. Venid ya.”
§ 2.-
Dos peligros y dos remedios
Como es
previsible, los próximos años nos pondrán frente a dos situaciones particularmente
peligrosas que nuestra lúcida prudencia debe considerar:
1) La
Pseudo-Restauración que parece querer caracterizarse por la eclosión de una
iglesia conservadora (iglesia liberal mejorada): “tradicionalista” en la
sacristía, e interconfesional en público.
2) La
persecución, por el Estado, de los tradicionalistas como fundamentalistas.
Convicciones
de esta clase pueden obtenerse gracias:
1.- La
formación Contra-revolucionaria: El enemigo estudiado con mayor método. Hay que
substraer este estudio a la discreción personal y hay que guiarlo sistemáticamente
con un curso especial: naturaleza, metamorfosis, métodos...
2.- La
oración mental que es la única y última defensa que queda al católico cuando se
le ha quitado todo. Reconstruir en su interior, todo lo que desaparece en el
exterior. “En la época
del Renacimiento... los mismos espíritus fueron pervertidos...
El sacerdote, el monje y el fiel
deseosos de practicar sus deberes no podían ya encontrar más que en ellos
mismos, en su vida interior, el medio de preservarse o de liberarse de las
malas influencias de las opiniones de la época. (11)
Pese a
contar con la intervención extraordinaria de Dios, nosotros no la podemos “programar”.
Sólo nos queda prever el futuro y preparar a los tradicionalistas a fin de que
perseveren en la defensa de la Fe, incluso en el caso en que la Hermandad
San Pío
X fuese puesta fuera de la ley. (Acción que no ocurrió por sus pésimos arreglos
con los modernistas, ya son parte de ellos aunque digan con gran voz lo
contrario)
Sólo
aquellos que estén firmemente convencidos podrán, con la gracia de Dios, soportar
la Pseudo-Restauración que vendrá y el impacto de la supresión de los apoyos exteriores.
Porque el combate debe continuar a pesar de todo.
Sin
embargo, no excluimos que la Providencia intervenga por medio de ciertos castigos
con el fin de que los pérfidos no puedan llevar a cabo sus proyectos.
18 La Seudo-Restauración
En ambos casos, según mi parecer, la mejor preparación
-además de los medios generales- consiste en una insistencia especial en formar
convicciones profundas, arraigadas, capaces de sostener la fe de los sacerdotes
y de los fieles tradicionalistas, frente a las trampas futuras aun en la
eventualidad de que faltaran los apoyos exteriores, como en las persecuciones
clásicas de la historia de la Iglesia.
Capítulo II.
¿Qué es la Pseudo-Restauración?
§ 1.- La Pseudo-Restauración
Siendo la Revolución un fenómeno histórico que tiene unas
causas y una lógica muy precisas, su
estudio es una ciencia. En su desarrollo histórico, sufrió metamorfosis;
así paralelamente a la sociedad temporal, observamos las mismas
transformaciones en la Revolución en la Iglesia. (12)
La Revolución en la Iglesia es un fenómeno que supera el
pontificado de cada Papa. Cada uno cumple una parte. (13)
El pontificado actual y la gestión de la Congregación para
la Doctrina de la Fe por el Card. Ratzinger, se manifiestan, al menos en parte,
como una pseudo-restauración: mientras que Pablo VI avanzaba dos pasos, el Papa
Wojtila y el Card. Ratzinger, en ciertos puntos, están por hacer un paso atrás.
Es una maniobra típica de la Revolución, indispensable para eliminar,
recuperar, y adormecer a la reacción.
La historia, maestra de vida, enseña que, en la sociedad
temporal durante la Revolución liberal, llamada francesa, Robespierre y los
Jacobinos tendían a las consecuencias más radicales, entre otras el
igualitarismo económico; esta actitud creó violentas reacciones en el ala
burguesa de esta misma Revolución, que solamente quería el igualitarismo
religioso, político y social. Para sobrevivir la Revolución debió dar un paso
atrás: Napoleón combatió a los “extremistas” reintroduciendo la Monarquía, pero
conservando en el Código de Napoleón los nuevos principios de libertad, igualdad,
fraternidad, es decir los derechos del hombre. En efecto, negada la
existencia de la Verdad objetiva, el derecho a practicar públicamente cualquier
convicción de su propia conciencia se impone naturalmente,
de ahí nacen el relativismo y el igualitarismo religioso, civil y político.
(8)
Carrier citado por Mons. Delassus, “Le probléme de l'heure presente”, Lille
1904 pág. 248.
(9) Es
interesante constatar que los mejores enemigos también lo se lo pregunten.
"El
fundador del iluminismo francés, Saint-Martin, sospechaba que Satanás podría no
tener la última palabra en la Revolución. El 6 de enero de 1794, escribía al
barón de Kirchberger: “Yo no he dudado jamás que la providencia no se mezclara
en nuestra revolución y de que no fuese posible que retrocediera (la
revolución). Ahora más que nunca, creo que las cosas llegarán a su término y tendrán
un final muy importante y muy instructivo para el género humano”. (Mons. Delassus, “Le probléme de l'heure presente” T.
II, pág.10).
(10)
Mons. Lefebvre, Sermón del Jubileo Sacerdotal.
(11) P.
Pourrat, “Le spiritualité chretienne”, T. III, cap. I, pág. 5.
(12) Ver
Giancarlo Zizola: “La Restaurazione di Papa Wojtila”, pág. VII. Ed. Laterza.
1985.
(13)
Filipo Gentilioni, “Il manifiesto”, 10.12.1985.
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