viernes, 14 de agosto de 2020

¿"TIENEN OJOS Y NO VEN, TIENEN OÍDOS Y NO OYEN, TIENEN BOCA Y NO HABLAN"? LA SEUDO RESTAURACION

 

¿LOS RECONOCE? SON LOS DE LA SEUDO RESTAURACION

Actualmente el enemigo ha conseguido, con la Revolución, poner a las almas en estado de apostasía y de pecado sin precedentes en la historia de la Iglesia ¿En qué momento el Demonio decidirá hacer la vendimia para el Infierno? Las bombas atómicas están preparadas; están en manos del socialismo, del liberalismo satánico y de sus amos, y se presenta la siguiente cuestión: por ejemplo, si Dios ha decidido

detener la Revolución, con castigos (porque es paradójico que Dios exista y que el mundo esté en este estado), los jefes de la Revolución, viendo que no pueden terminar la construcción de su templo masónico, de su torre de Babel, ¿serán fieles a la consigna de los Jacobinos?: “Haremos de Francia un cementerio, si no podemos regenerarla a nuestra manera”. (8)

VI.- En esta situación, el hombre se ve obligado a levantar los ojos al Cielo y a contemplar la promesa de la Santísima Virgen en Fátima: “Al fin mi Inmaculado Corazón triunfará”. Humanamente no hay solución, la Revolución está muy fuerte,

tiene todo el poder; hay demasiados “conservadores” mal formados que caen fácilmente en las trampas de las pseudo-restauraciones. Los que combaten seriamente en las filas de la Contra-Revolución son un número reducido, los otros son espectadores.

¿Quiere Dios Nuestro Señor preparar las condiciones para una intervención admirable de Su Santa Madre? ¿Condiciones tales que ya no sea posible dudar de que ése sea el triunfo sobrenatural del Bien sobre el Mal? Porque Satanás, pese a todo, es el servidor de Dios, «...haciendo lo que él quiere, trabaja para el cumplimiento de los pensamientos divinos». (9)

Esto nos lleva a concluir con una última hipótesis histórica.

 

 VII.- Hipótesis sobre la falta de desarrollo de la cristiandad de la Edad Media debido a la resistencia a la gracia de la exaltación histórica de la Madre de Dios.

 

Porque la gracia no puede perder su fuerza (10). ¿Por qué entonces en lugar de la expansión de la cristiandad por todos los continentes, el gráfico de la historia muestra seis siglos de descenso hasta las tinieblas del siglo XX? ¿Puede suponerse que hubo una resistencia a la gracia? ¿Algunas almas privilegiadas llamadas a predicar la exaltación histórica de la Santísima Virgen no lo habrían hecho? ¿Era ésta la condición requerida por la Santísima Trinidad para cumplir el mandato del Señor: "Id y enseñad a todas las naciones”?

Ya las resistencias de Lucifer y de Adán precipitaron a los hombres una primera vez en las tinieblas pre-cristianas, y la Encarnación, y el “Fiat” de la Virgen nos devolvieron a la luz.

¿Por qué a finales del Siglo XX la Providencia, de manera extraordinaria llama la atención de los fieles sobre la Santísima Virgen por medio de las grandes apariciones de Lourdes, de Fátima? ¿Va a cumplir Ella un papel histórico? ¿La gracia que los hombres habrían rehusado -rechazo que habría provocado el comienzo de la Revolución-, la Santísima Trinidad, que no renuncia a su Plan de Amor, la impondrá en todo su esplendor?

Entonces algo admirable nos espera, ¿porque no podemos prever lo que Dios hará? Él es el Ser Superior, nosotros somos seres inferiores. Él hará algo que jamás podremos imaginar, que nos colmará de un indecible amor.

Además, estaba profetizado: “... Ella te aplastará la cabeza”.

La teología atribuye al Padre la Creación, al Hijo la Redención, al Espíritu Santo la difusión de la Iglesia, y a la Virgen el papel histórico de aplastar la cabeza de la serpiente y de su obra: la Revolución; y en Fátima la promesa se hizo: “Al fin mi Corazón Inmaculado triunfará”. “Venid, oh Madre de Dios, os esperamos, cumplid lo que la Santísima Trinidad y nosotros esperamos de Vos sólo Vos tenéis el permiso de Dios para aplastar la cabeza de la serpiente. Venid ya.”

 

§ 2.- Dos peligros y dos remedios

 

Como es previsible, los próximos años nos pondrán frente a dos situaciones particularmente peligrosas que nuestra lúcida prudencia debe considerar:

1) La Pseudo-Restauración que parece querer caracterizarse por la eclosión de una iglesia conservadora (iglesia liberal mejorada): “tradicionalista” en la sacristía, e interconfesional en público.

2) La persecución, por el Estado, de los tradicionalistas como fundamentalistas.

Convicciones de esta clase pueden obtenerse gracias:

1.- La formación Contra-revolucionaria: El enemigo estudiado con mayor método. Hay que substraer este estudio a la discreción personal y hay que guiarlo sistemáticamente con un curso especial: naturaleza, metamorfosis, métodos...

2.- La oración mental que es la única y última defensa que queda al católico cuando se le ha quitado todo. Reconstruir en su interior, todo lo que desaparece en el exterior. “En la época del Renacimiento... los mismos espíritus fueron pervertidos...

El sacerdote, el monje y el fiel deseosos de practicar sus deberes no podían ya encontrar más que en ellos mismos, en su vida interior, el medio de preservarse o de liberarse de las malas influencias de las opiniones de la época. (11)

Pese a contar con la intervención extraordinaria de Dios, nosotros no la podemos “programar”. Sólo nos queda prever el futuro y preparar a los tradicionalistas a fin de que perseveren en la defensa de la Fe, incluso en el caso en que la Hermandad

San Pío X fuese puesta fuera de la ley. (Acción que no ocurrió por sus pésimos arreglos con los modernistas, ya son parte de ellos aunque digan con gran voz lo contrario)

Sólo aquellos que estén firmemente convencidos podrán, con la gracia de Dios, soportar la Pseudo-Restauración que vendrá y el impacto de la supresión de los apoyos exteriores. Porque el combate debe continuar a pesar de todo.

Sin embargo, no excluimos que la Providencia intervenga por medio de ciertos castigos con el fin de que los pérfidos no puedan llevar a cabo sus proyectos.

18 La Seudo-Restauración

En ambos casos, según mi parecer, la mejor preparación -además de los medios generales- consiste en una insistencia especial en formar convicciones profundas, arraigadas, capaces de sostener la fe de los sacerdotes y de los fieles tradicionalistas, frente a las trampas futuras aun en la eventualidad de que faltaran los apoyos exteriores, como en las persecuciones clásicas de la historia de la Iglesia.

Capítulo II.

¿Qué es la Pseudo-Restauración?

§ 1.- La Pseudo-Restauración

 

Siendo la Revolución un fenómeno histórico que tiene unas causas y una lógica muy precisas, su estudio es una ciencia. En su desarrollo histórico, sufrió metamorfosis; así paralelamente a la sociedad temporal, observamos las mismas transformaciones en la Revolución en la Iglesia. (12)

La Revolución en la Iglesia es un fenómeno que supera el pontificado de cada Papa. Cada uno cumple una parte. (13)

El pontificado actual y la gestión de la Congregación para la Doctrina de la Fe por el Card. Ratzinger, se manifiestan, al menos en parte, como una pseudo-restauración: mientras que Pablo VI avanzaba dos pasos, el Papa Wojtila y el Card. Ratzinger, en ciertos puntos, están por hacer un paso atrás. Es una maniobra típica de la Revolución, indispensable para eliminar, recuperar, y adormecer a la reacción.

La historia, maestra de vida, enseña que, en la sociedad temporal durante la Revolución liberal, llamada francesa, Robespierre y los Jacobinos tendían a las consecuencias más radicales, entre otras el igualitarismo económico; esta actitud creó violentas reacciones en el ala burguesa de esta misma Revolución, que solamente quería el igualitarismo religioso, político y social. Para sobrevivir la Revolución debió dar un paso atrás: Napoleón combatió a los “extremistas” reintroduciendo la Monarquía, pero conservando en el Código de Napoleón los nuevos principios de libertad, igualdad, fraternidad, es decir los derechos del hombre. En efecto, negada la existencia de la Verdad objetiva, el derecho a practicar públicamente cualquier

convicción de su propia conciencia se impone naturalmente, de ahí nacen el relativismo y el igualitarismo religioso, civil y político.

(8) Carrier citado por Mons. Delassus, “Le probléme de l'heure presente”, Lille 1904 pág. 248.

(9) Es interesante constatar que los mejores enemigos también lo se lo pregunten.

"El fundador del iluminismo francés, Saint-Martin, sospechaba que Satanás podría no tener la última palabra en la Revolución. El 6 de enero de 1794, escribía al barón de Kirchberger: “Yo no he dudado jamás que la providencia no se mezclara en nuestra revolución y de que no fuese posible que retrocediera (la revolución). Ahora más que nunca, creo que las cosas llegarán a su término y tendrán un final muy importante y muy instructivo para el género humano”. (Mons. Delassus, “Le probléme de l'heure presente” T. II, pág.10).

(10) Mons. Lefebvre, Sermón del Jubileo Sacerdotal.

(11) P. Pourrat, “Le spiritualité chretienne”, T. III, cap. I, pág. 5.

(12) Ver Giancarlo Zizola: “La Restaurazione di Papa Wojtila”, pág. VII. Ed. Laterza. 1985.

(13) Filipo Gentilioni, “Il manifiesto”, 10.12.1985.

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