ESCULTURA SACRÍLEGA DE LA MADRE DE DIOS SANTA MARÍA DE GUADALUPE
TODO BUEN CATÓLICO Y MARIANO ESTA OBLIGADO A
DEFENDER A NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE DE LOS AGRAVIOS QUE RECIBE AUN HOY DÍA MAS QUE NUNCA DE LOS ENEMIGOS DE LA IGLESIA, OTRA RAZÓN POR LA QUE DEBE
DEFENDERLA ES PORQUE LOS CRISTEROS DE UN SIGLO ATRÁS EN NUESTRA PATRIA DIERON
SU VIDA POR ELLA. POR SUPUESTO QUEDAN EXCLUIDOS LOS “CATÓLICOS” TIBIOS,
LIBERALES, MODERNISTAS Y ANEXAS CUYA OPINIÓN ES EXECRABLE A LOS OJOS DEL HIJO
DE DIOS Y MARÍA DE GUADALUPE.
NO ES UN FANATISMO LOS QUE NOS MUEVE A
DEFENDERLA PORQUE ESO SE DA EN OTRAS RELIGIONES QUE NO FUERON FUNDADAS POR
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, POR LO TANTO QUIENES ESTO OPINAN SON SIMPLEMENTE
IGNORANTES DIGNOS DE VITUPERIO PORQUE SU IGNORANCIA EN PLENO SIGLO DE LAS “LUCES”
DEMUESTRA SU BAJEZA EN EL CONOCIMIENTO HUMANO.
POR ULTIMO SON TAMBIEN REPROBABLES LOS QUE,
GUIADOS POR EL RESPETO HUMANO, SE AVERGUENZAN DE SU MADRE SANTISIMA SIN TENER
EN CUENTA LA FRASE LAPIDARIA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO: TODO EL QUE ME NEGARE
EL LA TIERRA, YO LE NEGARE EN EL CIELO Y, TODO EL QUE ME DEFENDIERE EN LA
TIERRA YO LE DEFENDERE EN EL CIELO” ATENTAR Y NEGAR A LA MADRE DE DIOS ES NEGAR
A DIOS MISMO HECHO HOMBRE, O SI SE QUIERE, AL HOMBRE DIOS.
POR LO TANTO PROTESTAMOS ENERGICAMENTE CONTRA
EL MAMARRACHO QUE SE HA LEVANTADO EN LA CALLE FEDERALISMO UTILIZANDO PARA ELLO
EL DEBER DE GUADALUPANOS, LA CONSTITUCION MEXICANA APELANDO AL LA DEMOCRACIA
QUE TANTO CACAREAN LOS POLITICOS DEL PAIS Y A NUESTRO DERECHO DE LIBRE
EXPRESION.
VER EL ARTE DONDE NO EXISTE ES INSULTAR TAMBIÉN A LOS GRANDES PINTORES Y ESCULTORES COMO MIGUEL ÁNGEL, RAFAEL, DONATELO,
EL GRECO Y OTROS TANTOS CUYO NOMBRE QUEDA MANCHADO POR LOS IGNORANTES EN EL
VERDADERO ARTE DE LA ESCULTURA Y LA PINTURA.
ESCRITO POR UN SACERDOTE DR. EN TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA
LA RAZÓN TEOLÓGICA DE MI DEFENSA ESTA EN ESTE
ARTICULO TEOLÓGICO DE SAN JUAN EUDES:
Todas estas cosas nos manifiestan claramente
que, así como el amabilísimo Corazón de la Madre del Salvador
coopera con El de varias formas al comienzo y al desarrollo de la obra de
nuestra salvación, coopera también de diversas maneras a su cumplimiento. Por
esto, lo que San Juan Damasceno dice del vientre sagrado de la Reina de las
Vírgenes, se puede decir con mayor razón de su corazón virginal, llamándole:
"Comienzo, medio y fin de toda clase de bienes" (12).
De ahí
que San Agustín, San Jerónimo, San Juan Damasceno, San Efrén, San Germán, Patriarca
de Constantinopla, San Bernardo y varios otros santos Padres y señalados
Doctores la llamen ayuda y cooperadora, con su Hijo, de nuestra Redención, la
fuente de nuestra Salvación, la esperanza de los pecadores, la mediadora de
nuestra reconciliación y nuestra paz con Dios, redención de los cautivos,
alegría y salud del mundo; y aseguran que en Ella, de Ella, y por Ella, Dios ha
rehecho y reparado todas las cosas; que nadie se salva sino por ella y que Dios
no otorga ninguna gracia a nadie sino por ella. He aquí sus propias palabras.
Dice San Agustín: "La Madre del género humano llenó el mundo de pena y de
miseria: la Madre de nuestro Señor ha traído la salud al mundo. Eva es la madre
y el origen del pecado: María es el manantial, la madre de la gracia. Eva nos
causó la muerte: María nos dio la vida. Aquélla nos h i r i ó , ésta nos
curó" (13.)
Y,
otra vez: "Vos sois después de Dios, la única esperanza de los pecadores.
Por Vos esperemos obtener de Dios, Virgen bienaventurada, el perdón de nuestros
pecados; por vuestra mediación esperamos recibir los dones y favores de su
Divina Bondad" (14).
Y San
Jerónimo: "Tengamos grande veneración a aquella que es la fuente de
nuestra salvación" (1 5).
Y San
Juan Damasceno: "Vos habéis venido a este inundo, oh Virgen Santa, para
trabajar y cooperar con vuestro Hijo a la salvación de todo el universo"
(16). Escuchemos a San Efrén: "Por ti somos reconciliados con Dios; tú
eres la redención de los cautivos; la salvación de todos. Dios te salve, paz,
gozo y salud del mundo. Dios te salve mediadora nuestra gloriosisima"
(17).
He
aquí ahora a San Germán, Patriarca de Constantinopla, que habla de esta manera
a la Reina del cielo: "Nadie se salva, sino por ti, ¡oh Madre de Dios!
Nadie es librado de ningún peligro, sino por ti, ¡oh Virgen María! Nadie ¡oh
amadísima de Dios! recibe un don de su mano que no pase antes por las vuestras"
(18).
Y el
Beato Amadeo: "As como
todos los hombres están muertos en Eva, así todos serán vivificados en María; y
como el crimen de Eva perdió al mundo, la fe de María lo reparó" (19).
Con
razón, dice San Bernardo, todas las criaturas vuelven sus ojos hacia ti: pues
en ti, de ti y por ti la dulce mano del todopoderoso ha rehecho y reparado la
obra, que el pecado había arruinado (20).
Por
cuya causa este mismo santo la llama: "Inventora de la gracia, mediadora
de la salvación, restauradora de los Siglos » (21).
"Lo
que fue perdido y condenado por Eva fue salvado por María", dice Inocencio
III (22).
ENTRE EL TEMPLO EL REFUGIO Y...
Y
Ricardo de San Victor: "María deseó, buscó y obtuvo la salvación de todos;
hasta por ella fue obrada la salvación de todos: por esto es llamada la
salvación del mundo" (23).
No es
que el Salvador, dice San Bernardo, no fuese solo más que suficiente para
realizar la obra de nuestra salvación: "Mas como el hombre y la mujer habían
sido causa de nuestra ruina, as! era también conveniente que el hombre y la
mujer cooperasen a nuestra reparación (24). Lo cual se realizó, sin embargo, de
una manera infinitamente distinta: operando el Hombre-Dios nuestra redención
como causa primera y soberana y por sus propios méritos; y cooperando su santa
Madre como causa segunda y dependiente de la primera, y por los méritos de su
Hijo, y de la manera dicha.
Podría
hacer hablar aquí sobre este tema a muchos otros Santos Padres e ilustres
Doctores.
Mas
basta lo dicho para mostrar cómo ha obrado Dios nuestra salvación, no solamente
in medio terrae, en medio de esta tierra santa de que aquí hablamos, es decir,
en el Sagrado Corazón de María, Madre de Jesús; sino también por este mismo
Corazón, que cooperó con su divina bondad en todas las maneras susodichas,
habiendo recibido una tal plenitud de gracia, dice el Doctor Angélico Santo Tomás,
que fué suficiente para cooperar con su hijo a la salvación de todos los
hombres (25). Por lo cual San Buenaventura asegura que su Corazón es la fuente
de la salud universal (26).
Entremos
en los sentimientos del Santísimo Corazón de Jesús y de María, con respecto a
este negocio. Entreguemos nuestro corazón al espíritu de amor, de caridad, de
celo, que anima y abrasa a este Divino Corazón para el cumplimiento de esta
obra, a fin de cooperar con él por el fervor de nuestras reaciones, por la
santidad de nuestras obras y por todas las maneras que nos sea posible, a la salvación
de las almas que le son queridas, y especialmente a la salvación y
santificación de la nuestra, no omitiendo ninguna diligencia que podamos
nosotros poner para hacerla agradable a los ojos de la Divina Majestad. De este
modo imitaremos al amante Corazón de nuestra Santa Madre, en el cual y por el
cual la todopoderosa mano de Dios ha obrado nuestra salvación.
...EL SANTUARIO DE GUADALUPE
§ 4. LOS MODOS DE LA COOPERACIÓN
Habiendo
determinado el Padre Eterno, enviar a su Hijo a este mundo y hacerle hombre, no
sólo para salvar a todos los hombres, sino también para hacerlos dioses, pudo
no hacerle nacer de una Madre, dándole un cuerpo, desde el momento de la
Encarnación, tan perfecto corno el que dio al primer hombre, y uniendo este
cuerpo hipostáticamente a la persona de su Hijo. Mas el deseo infinito que
tiene de manifestarnos las maravillas de su amor, hace que él no se contente
con que su Hijo sea hombre; quiere también que sea Hijo del hombre y que tenga
una Madre sin padre en la plenitud de los tiempos, así como tiene un Padre sin
Madre desde la eternidad.
Quiere
no solamente elevar la naturaleza humana al más alto trono de la gloria,
uniéndole a la naturaleza divina con una unión tan estrecha, que sea igualmente
verdadero decir que Dios es Hombre y el Hombre es Dios; sino que la quiso
enriquecer de los tesoros incomprensibles, dándoles un Hombre-Dios, y una Madre,
de Dios. Quiere, ¡oh Bondad inconcebible!, que tengamos un Dios por Padre, un
Hombre-Dios por hermano, y una Madre de Dios por Madre nuestra. A este fin
escogió una Virgen toda inmaculada y toda santa de la raza de Adán, que ,se
llama María, hija de Joaquín y Ana, para asociarla con El a su divina
Paternidad, y hacerla Madre del mismo Hijo del que El es Padre. La ha hecho
participante de su divina virtud, por la cual El produce este mismo hijo desde
toda la eternidad en su seno adorable, dándole el poder de engendrarle en su
seno virginal de ¿una manera tan maravillosa y tan verdadera, ,que, lo mismo
que este Padre Divino dice a su -Hijo en el día de la eternidad: "Tú eres
mi hijo, hoy te he engendrado yo' (27), esta Divina Madre lo puede decir
también en el día de su Encarnación: "Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado
hoy dentro de mí"; tu Padre adorable te hace nacer de su Divina Substancia
en tu generación eterna, y yo te he hecho nacer de mi propia substancia en tu
generación temporal. No tienes nada en tu divinidad que no lo hayas recibido de
tu Padre; y no tienes nada en tu humanidad según el cuerpo, que no lo tengas de
mí. Toda tu divinidad es de tu Padre, y toda tu humanidad según la carne es
mía.
Sí,
dice San Agustín: "La carne de Jesucristo es la carne de María" (28).
¿Qué se sigue de aquí? Escuchad: he aquí maravillosas consecuencias: Si la
carne de Jesús es la carne de María, ¿quién puede negar que la herida de la
lanza que hirió el sagrado costado del Divino Corazón de Jesús, a fin de sacar
de él hasta la última gota de su sangre para rescatarnos y para manifestarnos
los excesos de su amor, no será la herida del Corazón de María? Si la carne de Jesús es carne de
María, ¿quién podrá negar que todas las llagas de que está llena esta santa
carne, desde la cabeza hasta los pies, todos los dolores que sufrió, toda la
sangre que derramó, y la muerte cruelísima que padeció, no serán las llagas,
los dolores, la sangre y la muerte de María? ¿Y quién podrá dudar que
esta divina María que no forma más que un solo Corazón y una voluntad con su
Hijo Jesús, no habrá ofrecido con El todas estas cosas a Dios, por el mismo fin
que El las ofreció, es decir, por nuestra redención, y que así, de este modo,
no haya Ella cooperado con El de una manera muy excelente a la obra de nuestra salvación?
Es verdad que los méritos infinitos de las lágrimas, de las acciones, de las
llagas, de los dolores, de la sangre, y de la muerte del Salvador, por los
cuales satisfizo a Dios en rigor de justicia por nuestros pecados, y por los
cuales nos adquirió la felicidad eterna, tienen su precio y su valor por la
unión hipostática de su carne divina con su Persona adorable; mas también es
verdad, que la Bienaventurada Virgen, no solamente nos ha dado esta Santísima
Carne, formada de su substancia virginal, sino que también según varios grandes
teólogos cooperó con las Tres Divinas Personas en la unión íntima que se
realizó entre esta misma carne con la Persona del Verbo en el momento de la Encarnación
(29).
ESTA EXPRESIÓN DEL "ARTE" ATENTA CONTRA LA VERDADERA NOCIÓN DE ARTE Y LA CONTRADICE
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