PARA QUE LA DISPUTA NO SE VUELVA DISCORDIA
CONCLUSIÓN (por favor a quienes esto
pregonan poner mucha atención en esta parte de vital importancia)
A pesar de las dos primeras dificultades, todo católico puede pensar que
Pablo VI y Juan Pablo II han incurrido en herejía material, es decir, que son
materialmente herejes.
Pero esto no es suficiente para afirmar que por ello han perdido su cargo.
Entonces, se impone una de dos opiniones: o afirman que Pablo VI y Juan Pablo II son herejes
formales; y entonces se atribuyen un poder que la doctrina infalible de la
Iglesia les niega (y en este caso estarían negando no sólo la infalibilidad del Código de
Derecho Canónico, sino también la de todas las autoridades que afirman el
principio de la inmunidad judicial del Sumo Pontífice que hemos recopilado al
tratar el tema, hecho que mostraría por si sólo temeridad y un cierto
espíritu cismático, que conducen a la herejía); "o no afirman que estos Pontífices sean
herejes formales, y entonces su hipótesis de la sede vacante no reposa sobre la
herejía formal pública y notoria del Papa.
Si para escapar al dilema se argumenta sobre el canon 188, hemos visto que
la interpretación serena del mismo no permite concluir, hoy por hoy, en la vacancia de la
Sede Apostólica, puesto que su interpretación en el sentido de herejía pública y notoria
hace caer en la primera posición del dilema planteado, y aún no se han dado
otras de las circunstancias previstas por dicho canon.
La hipótesis de la vacancia
actual de la Santa Sede es, pues, una opinión que se puede proponer a título
académico y bajo la reserva del juicio de la Iglesia. Pero
fundar sobre ella principios de acción y pretender imponerlos a los demás en
conciencia es, al menos, temerario.
Además, los litigios y querellas para imponer o hacer
aceptar esta hipótesis son:
"Inútiles, puesto que el
comportamiento práctico de los católicos fieles no depende en modo alguno de
dicha opinión. La conducta de los mismos es conforme a la doctrina de la
Iglesia y a las nociones de obediencia y de infalibilidad pontificia.
Nocivos, pues divide a los católicos por cuestiones opinables,
nada ciertas y, en la práctica, inútiles.
Visto que la hipótesis de la Sede vacante tiene en su
contra tres serias dificultades y que las contiendas que provoca son inútiles y
nocivas; considerando que existen documentos y hechos provenientes de las más
altas autoridades de la Iglesia que dan lugar a la reserva y rechazo; teniendo
en cuenta que en esos casos, no sólo es posible, sino necesario y un deber
desobedecer; es momento de hacer una exhortación a conservar la unidad en torno
a aquellos dos obispos que representan lo que Roma significa y tendría que ser
para los católicos. Tenemos dos obispos, Monseñor Marcel Lefebvre y Monseñor
Antonio de Castro Mayer, que con el espíritu, con la sabiduría y la fortaleza
propia de los Apóstoles, conservan la Fe y la Tradición y han asegurado por las
consagraciones episcopales de junio de 1988 la sucesión apostólica y la
transmisión de la doctrina y de la gracia. Sin hacer culto de la persona, sin
sectarismo ni capillismo, sigamos a los pastores y
utilicemos los medios que la Providencia nos concede. Permanezcamos junto a
nuestros pastores.
APENDICE
Presentamos algunos hechos
históricos que pueden ejemplificar todo lo dicho anteriormente. El análisis de
estos hechos no es completo ni exegética ni históricamente; sólo se orienta al
caso que nos ocupa y a modo de ejemplo.
1) San
Pedro y San Pablo en Antioquía: referencias Hechos 15,1-35 y Gálatas
2,1121. Comentando el pasaje de la epístola a los Gálatas, Santo Tomás dice que
"el Apóstol San Pablo se enfrentó a
Pedro, no en cuanto a la autoridad del poder, sino en cuanto al ejercicio de la
autoridad".
El Santo doctor agrega que "San Pedro era reprensible porque pensaba que no debían
observarse las prescripciones legales y, sin embargo, por temor desordenado,
abandonaba la verdad simulando, y de su simulación se seguía el engaño de los
fieles".
Termina el Aquinate diciendo que "el
motivo de la reprensión no es leve, sino justo y útil, por el peligro en que
estaba la verdad evangélica, y que el modo de la reprensión fue el conveniente
por haber sido público y manifiesto, porque la simulación constituía un peligro
para todos".
2) San Atanasio y el Papa
Liberio: es conocido por todos que el Papa Liberio firmó una fórmula
semiarriana y que excomulgó a San Atanasio.
Los católicos fieles gustan mencionar estos
dos episodios de la historia de la Iglesia y apoyarse sobre el ejemplo del
Santo doctor para justificar su actitud de enfrentamiento ala Roma moderna...continuara.
N. B. Dice un dicho: “De lo bueno poco”. Sí, es poco lo
que sobre este tema subo, pero sin embargo es muy profundo y muy digno de tomar
en cuenta. No se puede dejar pasar sin meditarlo y pensar en sus consecuencias
ya no en el orden natural sino en el sobre natural. Por amor a Dios VERDAD
ABSOLUTA y por el bien de vuestras almas depongan sus actitudes sectaristas
sobre este tema y y retornen a recto juicio que mucha necesidad tenemos los católicos
de unirnos para el buen combate, pero no prestarnos a las susurraciones del
Demonio cuya meta ya la ha logrado que no es otra mas que la división.
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