IMAGEN MILAGROSA DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE.
El 12 de diciembre de 1531 se apareció
por primera vez la imagen milagrosa de la Virgen de Guadalupe. Según la
historia, un indio de nombre Juan Diego fue visitado varias veces por la Virgen
María. Ella le dijo que fuese donde el obispo para que se construyera una
capilla. Sin embargo, el obispo no le creyó a Juan Diego. El obispo le pidió a
Juan Diego que le dijera a la Virgen que le diese una señal como prueba de que
en verdad era la Madre de Dios quien se le aparecía. En respuesta, la Virgen le
dijo a Juan Diego que juntará algunas rosas y las pusiera en su tilma para
presentárselas al obispo.
En cuanto así lo hiso las rosas cayeron
al suelo y la imagen de Guadalupe se imprimió milagrosamente en su tilma.
Todavía existe hasta el día de hoy, 481 años después y puede visitarse en
México. El primer aspecto milagroso de la imagen que quiero discutir es el
hecho de que no existe un bosquejo o dibujo debajo de la imagen. La fotografía
infrarroja ha demostrado que no hay un bosquejo de la imagen de Guadalupe. Ello
es un milagro, porque como lo explicó el Dr. Phillip Callahan, un investigador
de biofísica de la Universidad de Florida, “es inconcebible que un artista del
siglo XVI haya podido pintar un retrato sin que primero hiciera un bosquejo en
él”. Hacer un bosquejo antes de pintar un retrato se remonta a la antigüedad.
Por lo tanto, el hecho que haya una imagen tan delicada con detalles y
características tan precisas, además de aparecer en una áspera fibra de cactus,
es inexplicable cuando se toma en cuenta que no tiene un bosquejo.
Un siguiente aspecto milagroso de la
imagen de Guadalupe que quiero discutir es acerca de su resistencia. La tilma
está hecha de una áspera fibra de cactus. Este tipo de tela normalmente se
desintegra entre 15 a 30 años, no obstante la imagen de Guadalupe sigue ahora
permaneciendo por 481 años sin ninguna grieta de desvanecimiento o incluso
rendijas en la cara o en la imagen principal. Esto es un milagro. Esto es aún
más extraordinario cuando se considera que la imagen ha sido expuesta al humo
de las velas por muchos años, algo que aceleraría el proceso deterioro. De
hecho, ha habido intentos de hacer imitaciones de la imagen de Guadalupe, pero
han fracasado.
“Un ejemplo famoso fue el de un
oponente a la aparición de nombre José Ignacio Bartolache… Con el fin de tratar
de desacreditar la naturaleza milagrosa de la imagen, hizo una copia exacta en
un material de arpillera y con gran anuncio la colgaron en la capilla
construida donde se apareció la Virgen María. Sin embargo, a los 7 años, la
pintura se volvió tan descolorada que era difícil poder verla de manera que un
8 de junio de 1796 fue colocada silenciosamente en la sacristía”. Esta cita
está tomada del libro “Mother for a New World: Our Lady of Guadalupe” [Madre
para un Nuevo Mundo: la Virgen de Guadalupe], del Hermano Herbert Leie, página
394. Entonces, ha habido intentos de reproducir imitaciones de la imagen pero
han fracasado estrepitosamente.
Con respecto a la milagrosa resistencia
de la imagen, la siguiente cita es relevante. Viene del mencionado Dr. Phillip
Callahan, él señala que: “La mantilla es de un azul turquesa oscuro. Esto nos
presenta un fenómeno inexplicable porque todos esos pigmentos se conocen por
estar sujetos a la decoloración, especialmente en climas templados. Las
pinturas murales de los indios mayas están muy descoloridas. El manto azul de
la tilma de Guadalupe, sin embargo, es suficientemente brillante como si
hubiese sido pintado hace una semana”. De manera que los colores están
milagrosamente frescos y brillantes. También hay otro hecho increíble:
“En 1778, una cantidad considerable de
ácido nítrico se derramó sobre la imagen de Guadalupe. El trabajador huyó
aterrorizado pensando haber dañado seriamente el más preciado tesoro de su
país, pero, para asombro de todos, sólo aparecieron leves manchas que aún se
pueden ver en la esquina superior derecha”. Esta cita viene del libro “The
Tilma and its miraculous image: a handbook on Guadalupe” [La Tilma y su imagen
milagrosa: un manual sobre Guadalupe], de Janet Barber, páginas 61 a 62.
También está el hecho que en 1921 una
bomba fue escondida entre unas flores que se colocaron en el altar bajo la
imagen de Guadalupe. La bomba explotó y dañó severamente un crucifijo, sin
embargo, el vidrio que contiene la imagen de Guadalupe milagrosamente no sufrió
daño alguno.
Otro aspecto milagroso de la imagen es
acerca de las estrellas. Algunas personas han concluido que las estrellas, así
como los rayos del sol y la luna, fueron añadidas y que la imagen original era
más simple. El Dr. Phillip Callahan es alguien que sostiene esta opinión. Él
todavía cree que la imagen es milagrosa, pero que la imagen original era más
simple. Yo creo que está equivocado en este punto por dos razones. En primer
lugar, el Dr. Juan Homero Hernández y el P. Mario Rojas Sánchez descubrieron en
1983 que las estrellas en la imagen corresponden exactamente a las
constelaciones del cielo invernal del 12 de diciembre de 1531.
Lo que es muy interesante es que las
constelaciones aparecen como se ven desde fuera de los cielos, en otras
palabras, se ven a la inversa. Es como si tuviésemos una imagen de alguien que
mira desde fuera del universo. Se trata de una foto del cielo y la tierra, del
mismo momento en que Juan Diego vio a la Virgen. Eso se vuelve aún más
sorprendente cuando se considera que las flores en la túnica de nuestra Señora
corresponden a los volcanes en México. Esto se discute en detalle en la página
77 del libro “Handbook of Guadalupe” [Guía sobre Guadalupe], publicado por la
Academy of the immaculate. En otras palabras, la parte interior de la imagen
milagrosa, que tiene muchas facetas en su manera de instruir y causar
admiración, representa la tierra, y el manto color turquesa en la parte exterior
con las estrellas de las constelaciones representan milagrosamente el cielo. Es
una imagen del encuentro entre el cielo y la tierra cuando la Virgen se le
apareció a Juan Diego el 12 de diciembre de 1531; capturada milagrosamente y
que todavía sigue presente en una fibra de cactus, casi 500 años después.
Pero lo que es aún más sorprendente es
que las estrellas sólo aparecen en el manto de la imagen y no sobre la túnica,
y como dije, las estrellas que aparecen corresponden a las constelaciones en el
cielo en el día del 12 de diciembre de 1531. Pero si la gente superpusiera la
imagen de Nuestra Señora al cielo de ese día, coincidiría con las estrellas
donde aparecerían si su túnica se hubiese llenado de estrellas; esto hace que
el milagro sea aún más estupendo. Porque la constelación corona-borealis significa corona del norte, representa
una corona que aparecería justo en la frente de Nuestra Señora. Eso significa
que María tiene una corona y que ella es la reina del cielo. La constelación de Virgo, que significa la pureza
virginal aparece sobre el área de su corazón, significando su corazón
inmaculado y virginal. Y la constelación Leo,
el león, aparece sobre su vientre. El león representa a Jesucristo que es el
León de la tribu de Judá. Esto significa que Cristo Rey está presente en su
seno, y todavía hay más. Todo esto nos muestra la inteligencia divina y por
cierto infinita que está detrás de esta producción milagrosa. Además de todos
esos hechos, la segunda razón por la que creo que el Dr. Callahan está
equivocado en opinar que las estrellas fueron añadidas, es que él dice que las
estrellas fueron agregadas en el siglo XVII. Sin embargo, sabemos que esto no
es cierto porque hay una copia de la imagen de la Virgen de Guadalupe de 1570
que fue usada en Lepanto. Esta imagen corresponde precisamente con la imagen
que ahora vemos. Esto significa que si las estrellas fueron añadidas, tuvieron
que haberlas agregado entre 1531 a 1570, lo que es muy poco probable. Además,
hay una famosa pintura de la imagen del código civil. Esto se remonta quizás a
tan sólo unos años después de la aparición de Nuestra Señora en 1531. Y esta
pintura muestra los rayos del sol y corresponde mayormente a la imagen que
tenemos ahora. Todo esto comprueba que las estrellas y los rayos del sol y la
luna formaron parte de la imagen original.
Algunos están desconcertados por el
hecho de que, si bien el rostro no parece mostrar ni siquiera una pequeña
grieta o desvanecimiento, los rayos del sol, las estrellas y la luna muestran evidencias
de descamación. Tengo una opinión acerca de esto y creo que ello se ajusta con
lo que aprendemos en la Sagrada Escritura con respecto a las estrellas y el sol
y la luna. Se nos dice en:Lucas 21, 33: “El cielo y la tierra pasarán, pero
mis palabras no pasarán”. Por tanto, tiene sentido que veamos la evidencia
de las estrellas, la luna, los rayos del sol en la imagen desvaneciéndose
porque en realidad los cielos pasarán, pero la Virgen en sí y la imagen
principal que la rodea y a su rostro son incorruptibles porque ella brillará
para siempre en el paraíso. Esa podría ser la razón de que veamos evidencia de
la descoloración de las estrellas, etc., pero no las facciones o
características de la Virgen.
El siguiente aspecto milagroso que
quizás sea la característica más milagrosa de todas es acerca de los ojos de la
imagen. Es un hecho que se ha descubierto la imagen de un hombre con barba en
los ojos de la Virgen. Se descubrió la primera vez en 1928 y después en 1951, y
fue posteriormente confirmado por la ciencia moderna y la intensa
investigación. La imagen del hombre con barba que tiene incluso pelo
corresponde a la imagen de Juan Diego, el indio que vio originalmente a la
Virgen. En otras palabras, la imagen de Juan Diego está capturada microscópicamente
en los ojos de la Virgen. Por supuesto, ningún pintor humano podría siquiera
concebir la necesidad de colocar imágenes microscópicas de Juan Diego en los
ojos de la Virgen sólo para luego ser descubiertas por los avances de la
ciencia moderna. Además, es simplemente imposible que algún pintor humano
pudiera realizar esto porque las imágenes son claramente muy pequeñas como para
pintarlas. Y la presencia de estas imágenes en los ojos es de lo más
maravilloso porque las imágenes corresponden exactamente lo que ocurre en el
ojo humano cuando está viendo algo. Jody Brant Smith, un no católico que
estudió la imagen de Guadalupe junto con el Dr. Callahan, explica: “Antes de
que pudiera entender la importancia de su descubrimiento yo necesitaba conocer
algo acerca de la fisiología del ojo humano. En particular lo que se denomina
principio Purkinje-sanson. En términos más simples, la ley Purkinje-Sanson dice
que cuando vemos algo, ese algo se refleja en cada ojo. No sólo en un lugar,
sino en tres lugares diferentes. Esta triple reflexión es causada por la
curvatura de la córnea del ojo. Dos de las reflexiones son siempre del lado
derecho y una siempre está al revés”. Esto está tomado del libro “Not Made by
Hands” [No es hecho por manos], de Thomas Sennott, página 58. Los reflejos de
Juan Diego en el ojo de la Virgen corresponden precisamente con la ley de
Purkinje-Sanson. Los múltiples reflejos se encuentran exactamente donde se
encontrarían en un ojo humano que mira a una persona. De hecho, la ley
Purkinje-Sanson muestra que, cuando un ser humano ve algo, debido a los
diferentes ángulos de la curvatura de la córnea, las distintas imágenes
reflejadas están aparentemente distorsionadas en grados diversos y en las
imágenes en del ojo de la Virgen de Guadalupe, “hay una perfecta colocación de
acuerdo con este principio de distorsión de las figuras, incluso coincidiendo
con la predicha curvatura de la córnea”. Es decir, las imágenes aparecen
exactamente donde aparecerían en un ojo humano. Eso significa que lo que tenemos
en la imagen de Guadalupe que sigue fresco hoy en la tosca fibra de cactus es
la reproducción visual de ese encuentro celestial de 1531. Y esto es cierto en
muchos niveles.
La imagen milagrosa no sólo captura lo
que vio Juan Diego, ella captura la visión de la Virgen y el encuentro entre el
cielo y la tierra con las estrellas como ellas aparecieron en el cielo de ese
día. Pero también en los recovecos microscópicos en el ojo de la Virgen esta
imagen tan increíble captura exactamente lo que la Virgen vio, de la misma
manera en que sería capturada en vuestro ojo si usted viera a otra persona en
su habitación. Y aún hay más.“En 1981, el Dr. José Tonsmann, un ingeniero de
sistemas, electrificó a los amantes de María de Guadalupe al anunciar que sus
ampliaciones computarizadas de las fotos de sus ojos habían revelado figuras
microscópicamente pequeñas que él sugiere podrían ser el obispo Zumárraga, Juan
Diego, el intérprete Juan Gonzales, una mujer negra, un familiar indio, un niño
pequeño y un hombre”.
En otras palabras, este ingeniero
informático, cuando reveló la imagen del ojo muchas veces descubrió la
presencia de prácticamente una habitación llena de personas capturadas en el
ojo de la Virgen.“El Dr. Jorge Escalante Padilla, un cirujano oftalmólogo, considera
que esos reflejos pertenecen al tipo que ha sido descrito por Sherning en la
superficie posterior de la córnea y por Vogt y Hess en el centro del lente.
Esos reflejos son muy difíciles de detectar. El Dr. Escalante informó también
el descubrimiento de pequeñas venas en ambos párpados de la imagen. En la
década de 1970, un óptico japonés que estaba examinando los ojos se desmayó.
Cuando se recuperó él dijo que ‘los ojos estaban vivos y lo miraban’”.Esto está
citado en, “los últimos hallazgos científicos sobre las imágenes en los ojos,
un manual de Guadalupe” de Janet Barber p. 90.
De manera que este óptico japonés se
desmayó porque él pensó que los ojos eran humanos y lo estaban mirando. Tenemos
muchas personas capturadas microscópicamente en los recovecos de la imagen del
ojo: esto es una prueba innegable de que la imagen es milagrosa. Sólo Dios
puede hacer una cosa así.
Por otra parte, “los oftalmólogos han
testificado que si bien los ojos son opacos, ambos ojos en la imagen muestran
profundidad y se llenan de luz cuando se apunta la luz del oftalmoscopio dentro
de ellos. Ellos afirman que es imposible producir con pintura tales reflexiones
en ojos que ofrecen tan pequeño espacio con la Virgen mirando hacia abajo y en
un material tan tosco como la tela”. Esto es de la misma fuente que acabamos de
citar. Los hallazgos científicos sobre los ojos de la imagen no dejan ninguna
duda de que la imagen es de origen divino. Y fue creada por Dios para dejar al
mundo un don inapreciable: una foto de ese encuentro de la Madre de Dios con
Juan Diego.
El siguiente aspecto milagroso que
quiero discutir se refiere al rostro de la Virgen. Es notable que a cierta
distancia Nuestra Señora parece ser una nativa americana, pero a otra distancia
ella parece tener una piel más clara, y de hecho, de ascendencia europea. Esta
milagrosa característica tiene la intención de mostrar la unidad de dos
pueblos, que estaban entonces reunidos como uno en la verdadera fe de Cristo,
en la nueva nación que recién se había librado de la cultura diabólica azteca. De
hecho, el Dr. Philip Callahan explica que la imagen logra producir ese efecto,
de parecer que es de diferentes colores a distintas distancias, sólo por un
rasgo milagroso que vemos en la naturaleza. Él dice: “A una distancia de 6 o 7
pies [que serían como dos metros], el tono de la piel se vuelve en lo que
podría ser un tono ‘indio-oliva’, un tono gris verde. Parece que de alguna
manera el aspecto gris y pastel blanco del pigmento del rostro y las manos se
combina con la superficie de la tela rugosa. Esta técnica sería un logro
imposible de las manos humanas. Sin embargo, ello ocurre a menudo en la
naturaleza, en la coloración de las plumas de las aves, y en las escamas de las
mariposas y en los élitros de los escarabajos de colores brillantes”.
De manera que lo que él está diciendo
es que esta característica milagrosa del cambio de colores a diferentes
distancias es algo que vemos en la naturaleza de los escarabajos y en las
plumas de las aves y en las escamas de las mariposas. Y que ello ocurre en la
tilma y de una manera milagrosa el pigmento se combina con la superficie áspera
de la tela para darle un efecto diferente. Sin embargo, sigue siendo bella y
delicada a cualquier distancia. ¡Esto es simplemente un milagro!
Y ningún artista humano habría podido
lograr un efecto como ese. Ello fue creado por Dios, al igual como creó las
escamas de las mariposas. La siguiente característica milagrosa que quiero
mencionar concierne a la temperatura. Es notable que sin importar cuál sea la
temperatura ambiente, la imagen se mantiene a una temperatura de 36,5 grados
Celsius o 98,6 grados Fahrenheit (que es la temperatura normal del cuerpo
humano). Esto está citado en Janet Barber, “La Tilma y su Imagen Milagrosa”.
Como resultado de la imagen milagrosa,
8 a 9 millones de personas se bautizaron en la fe católica en los años
siguientes a su aparición en 1531.También vale la pena mencionar que Martín
Lutero, quien por su rebelión contra la Iglesia católica y su creación de un
nuevo tipo de falso cristianismo, dio a luz a un sinnúmero de sectas que
arrancaron de la Iglesia católica cinco millones de personas, había nacido en
1483. Hernán Cortés nació solo dos años después, en 1485. Hernán Cortés
fue el hombre que derrocó al imperio azteca, haciendo posible la milagrosa
conversión de millones que se facilitó por la imagen de Guadalupe. El evento
más importante de la vida de Lutero estaba ocurriendo casi exactamente al mismo
tiempo en que Hernán Cortés conseguía derrocar el imperio azteca. Es como si en
el mismo momento en que millones de personas estaban siendo arrancadas en
Europa de la verdadera Iglesia, Dios lo estaba componiendo haciendo que se
introdujera en ella el doble de personas en el Nuevo Mundo. La imagen de
Guadalupe es uno de los milagros más prodigiosos de la historia humana. Tal vez
Dios lo hizo en México porque el imperio azteca fue sin duda la cultura más
malvada de la historia humana. Él quería contrarrestar ese nivel de maldad con
un bien mayor.
La imagen dio testimonio de la verdad
de la fe católica, porque en su mensaje Nuestra Señora dirigió al pueblo al
obispo de la Iglesia católica de la época y a la fe católica tradicional: que
quienes buscan la verdad y los que aman la verdad y los que aman a Cristo,
abrazan este mensaje y la única verdadera fe de Jesucristo, la fe católica.
Otro aspecto milagroso de la imagen de
Guadalupe se refiere a la lectura de la imagen: “Los indios vieron algo en la imagen de
Nuestra Señora que los españoles no comprendían. En esa época los indios
escribían en jeroglíficos. De manera que para ellos, la imagen era una carta
jeroglífica. El hecho que los nativos leyeran la imagen es lo más importante en
la comprensión del propósito de las apariciones de Nuestra Señora. Para los
indios la imagen representaba una hermosa señora de pie frente al sol, una
señal que para ellos era mayor que Huitzilopochtli, que era asociado con el sol
y a quien ellos adoraban. La media luna o la luna bajo sus pies demostraba que
su dios de la luna, Tezcatlipoca, era menos que nada, puesto que Ella estaba de
pie sobre ella. Las estrellas que ellos tanto admiraban eran sólo una parte o
una porción de su manto. En su garganta había un broche con una pequeña cruz
negra en el centro, recordándoles que ese era el emblema de los frailes
españoles y que había uno más grande que Ella”. Esto viene del Padre Herald
Rahm, “Am I Not Here” [¿No estoy yo aquí?], p. 56.
Como podemos ver, la inteligencia – que
construyó la imagen milagrosa de Guadalupe, que trasmitía exactamente el mensaje
que los indios necesitaban oír y ver para enterrar sus falsas nociones acerca
de Dios y sus prácticas idólatras – era infinita y más allá que cualquier
humano pueda imaginar. La lectura de la imagen hizo que muchos indios
abandonaran sus ídolos y se convirtieran a la fe católica.
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