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viernes, 14 de enero de 2022

TIEMPOS APOCALIPTICOS

 



El incensario ardiendo arrojado a la tierra por la ira de Dios

Nota. El Padre Leonardo Catelani ahonda más en el conflicto actual de la Iglesia, es como la noche oscura de la misma o la pasión de la esposa de Nuestro Señor. Injustamente nos han negado el acceso al tercer secreto, pero no han podido suprimir el Apocalipsis, el secreto de la Sallete, los secretos de Fátima, me refiero a los dos ni tampoco los comentarios de los Padres de la Iglesia que juntos conforman entre ellos equipo al cual se une EL Padre Catellani y la mente del Padre que supo amalgamar todo esto para hacernos la entrega de estos tres artículos por el momento.

La verdad siempre ha sido un arma de doble filo, una porque responde a la realidad de los acontecimientos actuales de la Iglesia y otra porque es muy dura de asimilarla y nos genera confusión, desconfianza y angustia, como es que los actuales jerarcas de la Iglesia estén confabulados con quienes quieren entregar el poder al Anti Cristo? ¿No les preocupa la salvación de nuestras almas al promover una doctrina contraria a de Nuestro Señor Jesucristo? Parecería una triste y lamentable pesadilla, pero no lo es, es la cruda realidad. Cerrar los ojos y pretender ignorarla no ayuda en nada, mantenerse inactivo ante esta calamidad que ya es una pandemia mundial es hacerse cómplice de ellos y contribuir a la “destrucción” de la Iglesia verdadera la que recibió y conservo intachable el depósito de la fe durante muchos años, eso es inaudito. No podemos contribuir a la destrucción de la Iglesia verdadera fundada por Nuestro Señor Jesucristo.



«Esta historia de una religión falsa, falseada, falsificada, falluta (de “fallo- Fallere”, caer) la veremos recurrir de nuevo en la visión 16, la Gran Ramera; y la tal religión “fornicaría” es necesaria para que pueda surgir el culto sacrílego, del Anticristo, “que cederá en el Templo de Dios, haciéndose como si fuese Dios”, según predice San Pablo. Lo cual llama Daniel “la abominación de la desolación”, 
(en su momento el templo de Jerusalén quedo desolado tras la última transmigración poco ante de la venida de Nuestro Señor Jesucristo, ceso el culto, los sacrificios y las ofrendas literalmente quedo desolado)   y repite Jesucristo» (Nuestro Señor hablando de la dispersión definitiva de los judíos hecha por los romanos, en esta ocasión no quedo piedra sobre piedra del templo de “salomón” y esta acción es tomada como una figura de la abominación de la desolación en el lugar santo en cuyos días nos encontramos). (Ibíd. p.211).

«No hay en la Escritura mención de otro delito del Anticristo que este de la blasfemia y el sacrilegio máximo (“la abominación de la desolación”) y la iniquidad y tiranía contra los cristianos, que es su consecuencia...» (Si nos damos cuenta ya estamos en esta persecución, pero no abierta como cuando este el Anti Cristo, sino solapada. Unas de las señales inequívocas es la prohibición del santo Sacrificio de la Misa o Misa Tridentina, el “auge” del modernismo promotor de la nueva Misa, la desacralización de lo sagrado, la laicización de la Iglesia actual en aras de unirse al mundo y el marcado anticlericalismo promovido por los obispos y sacerdotes en el mundo y otras tantas que ustedes ven con frecuencia). (Ibíd. p.344).

«La desolación abominable o la desolación, la palabra de Daniel ya aplicada a la tiranía de Antíoco varios siglos antes. También se verificó ahora, el año 70, aunque es dudoso cual fueAhora en el fin de los tiempos sabemos por San Pablo que el Anticristo profanará el Templo de Dios, entronizándose él como Dios; y eso es realmente una horrible profanación». (Castellani, Catecismo para Adultos, ed.  Patria Grande, Buenos Aires 1979, p. 159).

El modernismo es la religión del Anticristo: «El “enciclopedismo” de los sedicentes “filósofos” del siglo XVIII, o sea el “naturalismo religioso” que empezó por el “deísmo” y se prolonga en el actual “modernismo”: la peor herejía que ha existido, pues encierra en su fino fondo la adoración del hombre en lugar de Dios, la religión del Anticristo». (El Apokalypsis, p.136).(Una de las condiciones la encontramos en el rito de la Santa Misa; la de siempre, como también de le llama de espaldas al pueblo y cara a Dios, ahora no es así el sacerdote le da la espalda Dios trino y uno y la cara al pueblo por esta razón en muchas iglesias han quitado el tabernáculo y lo han puesto en otro lugar lo que da a entender que Dios ya no es mas adorado como Él quiere)

Es importante retener que las dos bestia la del mar (Anticristo cap. 13 del Apocalipsis de San Juan) y la de la Tierra (Pseudoprofeta) forman el Anticristo completo, ya que las dos bestias son complementarias entre sí, y se enriquece la visión que podría ser un poco parcial de otro modo, ayudando además a ver mejor, pues podría darse que la bestia del mar se consolida en un poder oculto mundial, (ya de todos es conocido este poder oculto mundial integrado por judíos y masones principalmente) y la bestia de la tierra por un Antipapa, al servicio de la otra bestia«El Anticristo será, pues un Imperio Universal Laico(todos los gobiernos del mundo son actualmente laicos) unido a una Nueva Religión  Herética (san Pío X no duda en llamar al modernismo como la cloaca de todas las herejías y es el que está actualmente en la Iglesia de Jesucristo); encarnados ambos en un hombre o quizá en dos hombres, el Tirano y el Pseudoprofeta». (Cristo ¿Vuelve..., p. 47-48).

San Juan identifica al Anticristo con el espíritu que disuelve o que divide a Jesús «spiritus qui solvit Jesum» (I Jn 4,3), esto es, el espíritu de apostasía (La clásica estrategia del diablo, “divide y triunfaras”. Para un modernista Jesucristo puede ser una de estas dos cosas: Dios para unos y hombre para otros, aunque esta última es la más preferida por ellos porque es la que más se acerca a sus fines humanistas o a los fines del Anti Cristo)

Todo esto implica una falsa Iglesia, pues donde la religión se pervirtió, los que la representan son una Iglesia falsa, hasta con un pseudo Papa o Antipapa, que la dirige, eclipsando la verdadera Iglesia, la de siempre, la siempre fiel a la tradición apostólica romana, por esto la Salette habla del eclipse de la Iglesia y que Roma perderá la fe y será la sede del Anticristo; una falsa Iglesia requiere un falso Papa (Antipapa).

«San Victorino Mártir netamente asevera que la Iglesia será quitada” (“de medio fiet”); pero eso no significa que será extinguida del todo y absolutamente como lee Domingo Soto, O.P.; sino su desaparición de sobre haz de la tierra. Y su vuelta a unas más oscuras y horridas catacumbas». (Ibíd. p. 204).

Si se mira bien esto es en cierto modo un hecho, el culto verdadero ha quedado sepultado, la misa de siempre ha sido relegada de los templos e iglesias; se cumple lo que San Jerónimo dice, comentando a Daniel 12,11 donde se refiere a la abolición del sacrifico perpetuo y a la abominación de la desolación: «Por sacrifico perpetuo entienden aquí los Padres con San Jerónimo, el de la Eucaristía, y todo el culto solemne, que ninguno osará ofrecer públicamente». (Felipe Scio).

Tal como hoy acontece, nadie se atreve a decir la Santa Misa de siempre salvo unos poquísimos sacerdotes fieles a la Tradición de la Iglesia.

La Iglesia quitada, es decir, eclipsada, en el sentido como explica el P. Castellani al referirse a la vuelta de Cristo y a la perdida de la fe: «…porque fe habrá, aunque sean pocos y perseguidos en los últimos tiempos. Pero la fe en este sentido, significa la fe organizada, es decir la Iglesia. La iglesia dice el teólogo Domingo Soto será quitada del medio». (Catecismo para Adultos, ed. Patria Grande, Buenos Aires 1979, p.36).

«En todas las naciones hay grandes catedráticos de la Anti Iglesia, voceros potentes de la impiedad». (Castellani, Los Papeles de Benjamín Benavides, ed. Dictio Buenos Aires 1978, p. 266).

La Anti Iglesia es la que persigue y eclipsa a la Iglesia, pues no la puede totalmente destruir, gracias a la promesa divina: “las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”, ya que siempre habrá un pequeño rebaño. Este pequeño rebaño es más notorio en nuestros días al meditar en escrito anterior, solo falta que nos reduzcan a las "catacumbas", es decir, que nos ocultemos para permanecer firmes en Nuestro Señor Jesucristo y su santa Iglesia. Por ahora las Iglesias, como antes, las tienen ellos, pero nosotros, con la ayuda de Nuestro Buen Padre Dios, tratemos de imitar en esto a los primeros cristianos quienes ya pasaron por esto hasta el martirio.

Por donde vemos como una de las señales anteriores al gran castigo que, a su vez, es anterior a la Parusía, es:

1) La abominación de la desolación en el lugar santo, es decir la supresión del Sacrificio de la Santa Misa en Roma, esto sucedió desde el concilio vaticano II

2) La desacralización de todo lo santo en especial la liturgia católica cuyo centro es el Santo Sacrificio de la Misa.

3) La promoción del falso ecumenismo en que engloba a todas las religiones y credos del mundo.

4) la baja espiritualidad en el modernismo donde el fin de ella ya no es la salvación del alma sino los derechos del hombre.

Entre otras aberraciones que merecerían otro articulo para enumerarlas a todas, trabajo que dejare para mas adelante por ahora dejo estas cuatro a vuestra consideración.

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