El 4 de
octubre, en el marco de la promoción del Sínodo Amazónico, que se desarrolló
del 6 al 27 de octubre en Roma, fundado en el manido
pretexto “ecológico” -recordemos que el lema Papa Francisco (Bergoglio)
favorito es“salvaguardar
nuestra casa común”, (y que lo de “salvar el alma” cuya
misión fue, es y será prima lex salus animarum mandada por Nuestro Señor
Jesucristo?
Ya no
es prioridad ahora debemos estar acordes con el calentamiento global y la
ecología) y emulando con esto, como de costumbre, al reuniones
interreligiosas realizadas en Asís que terminaron
con Benedicto XVI), Francisco
emulando a sus antecesores en este maratón modernista, organizó una ceremonia
religiosa de carácter sincrétista -en la que se mezclaron rituales indígenas
con oraciones cristianas- en los jardines vaticanos.[1]
Durante
dicha ceremonia, un grupo de aborígenes rindió culto, bajo la dirección de una
sacerdotisa nativa, a la “Pachamama” o “Madre Tierra”, con cánticos,
prosternaciones y ofrendas de alimentos, y a una “diosa de la fertilidad”,
representada por la imagen de una mujer desnuda embarazada -que el servicio de
prensa pretendió, en un primer momento, hacernos creer que se trataba de la
Santísima Virgen María ( ¿a quién quieren engañar con
este sortilegio o sofisma? fui misionero entre los indios
guaranies y ellos sabían distinguir muy bien entre lo pagano y
lo católico para Jesucristo tienen un nombre especial y para la
Virgen madre de Dios otro muy diferente completamente diferente a la
"madre tierra") Cabe
añadir que esa estatuilla pagana también estuvo presente en una procesión
organizada en la basílica de San Pedro el 7 de octubre, en presencia de
Francisco, y que, además, fue expuesta al culto durante todo el sínodo en una
iglesia romana, Santa María en Traspontina.
Para
quienes podrían ilusionarse pensando que esto no es más que un simple tributo
pagado a la corrección política o un desafortunado desliz, explicable por la
confusión doctrinal reinante, se vuelve necesario establecer que el obrar de
Francisco[2] responde
rigurosamente a los principios modernistas que profesa, totalmente relativistas
y naturalistas. Transcribo unas citas suyas que ilustran este punto[3]:
«Si un
niño recibe su educación de los católicos, protestantes, ortodoxos o judíos,
eso no me interesa. A mí lo que me interesa es que lo eduquen y le quiten el
hambre.» esto está en contradicción con la
máxima del Evangelio:
"Buscad primero el reino de Dios y su justicia y lo demás se
os dará por añadidura) a la religión tiene
derecho a expresar su opinión al servicio de las personas, pero Dios nos ha
creado libres: la injerencia espiritual en la vida de la gente no es posible.» (Oh Tempora o mores, oh
tiempos oh costumbres aquellas donde la verdadera religión iluminaba
al mundo, hoy nada de eso quedo en la iglesia modernista que esta siempre
evolucionando alejándose cada vez de Dios y conduciendo las almas al
infierno)
«Dialogar
no significa renunciar a sus propias ideas y tradiciones, pero sí a la
pretensión de que sean únicas y absolutas.» (Y
dale con la misma cantaleta sin duda, sin
equivocarme, que su cometido como buen
modernista es terminar con la tradición dos veces milenaria de la religión
verdaderamente católica)
«El
proselitismo (Esto no es lo mismo que apostolado ni evangelización
cuyo fin es la salvación de las almas) es una
solemne necedad, (Claro
que es una solemne necedad a lo Bergoglio por que la palabra proselitismo solo
se da en los partidos políticos y entre los protestantes) no tiene
sentido. Es necesario conocerse, escucharse y hacer que el conocimiento del mundo
que nos rodea crezca.»
«No hay
que pensar que el anuncio evangélico deba transmitirse siempre con determinadas
fórmulas aprendidas (Dogmas
establecidos con claridad para evitar equívocos o
la manipulación de ellos por caprichos de quienes los quieran altera
a su antojo) o con
palabras precisas que expresen un contenido absolutamente invariable (Adiós Sagradas
Escrituras, dado que su lenguaje no admite distorsiones de
ninguna índole, como dice el dicho: "Al pan pan y al vino vino”. De
ahora en adelante se debe utilizar un lenguaje ambiguo que permita la
"variedad" de la libre interpretación)
«Este
buscar y encontrar a Dios en todas las cosas deja siempre un margen a la
incertidumbre (Pobre
san Francisco que en la naturaleza y en las flores encontraba a las
perfecciones divinas y le asían elevar su alma a Dios. Adiós al
Concilio de Trento que decía: "Quien diga que por la inteligencia del
hombre, este no pude deducir la existencia de Dios en las criaturas o
naturaleza, sea anatema" disculpen no tengo el texto preciso de esta cita,
pero más o menos dice lo mismo) Debe
dejarlo. Si una persona dice que ha encontrado a Dios con certeza total y ni le
roza un margen de incertidumbre, algo no va bien. ("Vuelve
la burra al trigo"» dice otro dicho.)
Por otro
lado, y sin ánimo de provocar, pues comprendo que el asunto es delicado y
podría herir susceptibilidades, pregunto: este hecho tan lamentable y
escandaloso de la promoción del culto de la “Pachamama” en la
mismísima Roma, ¿es peor, acaso, que las múltiples invitaciones efectuadas por
Juan Pablo II y Benedicto XVI a las religiones idólatras a “rezar” por la paz
en Asís?
Con los
templos católicos cedidos a falsos cultos y la jerarquía eclesiástica incitando
a los pobres infieles a que invocasen a sus ídolos ya que esperasen de ellos la
obtención de la paz para el género humano, confortándolos así en las tinieblas
del paganismo, lejos del único y verdadero “Príncipe de la Paz” (Is.
9, 6). Esto es algo tan grotesco que habla por sí mismo…la pruebas están al
alcance de quienes quieran investigar, recuerdo que la estatua del bien
alimentado buda estaba encima del tabernáculo, sagrario o como lo quieran
llamar. a lo que quiero legar que esto de la "Pachamama" es una
prolongación de aquello.
Y con el
agravante de que esas dichosas asambleas fueron convocadas y organizadas nada
menos que por los supuestos Vicarios de Jesucristo en
la tierra, como si toda religión fuese de suyo un camino bueno y válido para
dirigirse a Dios, para orarle y para rendirle el culto que le es debido-al
margen de la buena intención que puedan tener sus miembros-.
Personalmente,
debo reconocer que, ante la situación actual, no puedo dejar de pensar en la
advertencia que hiciera Nuestro Señor, cuando, refiriéndose a los tiempos
pre-parusíacos, nos alertaba acerca de la aparición de “falsos Cristos”,
quienes, de ser esto posible, lograrían engañar“incluso a los
elegidos” (Mt. 24, 24).
Sin
olvidar a la bestia de la tierra, descrita por San Juan, que tiene“dos cuernos semejantes
a los de un cordero”, pero que habla“como dragón” (Ap.
13,11), refiriéndose inequívocamente a una impostura religiosa de alcance
mundial, en la que el dragón, para poder seducir a la humanidad, se reviste de
la apariencia del cordero. Y bien sabido es que el cordero representa a Cristo,
y el dragón, a Satanás…
¿Puede,
acaso, existir un mayor “misterio de
iniquidad”, al decir del Apóstol (2 Tes. 2, 7), que contemplar la “abominación
de la desolación en el lugar santo” (Mt. 24,
15), profetizada por Daniel y retomada por Nuestro Señor en su discurso
escatológico? Soy consciente de que estas palabras sólo se aplicarán con
propiedad al “hombre de
pecado” (2 Tes. 2, 3), durante la “gran
tribulación” (Mt. 24, 21), pero todo parecería indicar
que los sucesos actuales son como el “tipo” de este doble anuncio profético que
aún está por verificarse.
A decir
verdad, los constantes episodios “ecuménicos” e “interreligiosos” organizados por los papas
conciliares no deberían asombrarnos demasiado, puesto que, para el modernismo -que no es sino la versión “cristianizada” de la
ancestral gnosis panteísta, como la cábala lo es en el judaísmo-, la
religión es un mero producto del subconsciente. Dios se revela en las profundidades de la
conciencia humana, y los “dogmas”, (Término
acuñado por los modernistas en su filosofía, filosofía que viene del
iluminismo) por tanto, son expresiones relativas y cambiantes de esta
experiencia primordial, conceptualizada y manifestada desde la cosmovisión
propia de cada cultura.
De ahí
que cada religión, a pesar del particularismo “dogmatico” que necesariamente la
caracteriza, limitándola, y que por ende no debe ser “absolutizado”, sea un
medio legítimo de expresar lo divino y de ponerse en contacto con la misma
divinidad, que reside en el hombre, manifestándose progresivamente, y tomando
conciencia de sí misma en el devenir histórico. Hegelianismo en estado puro, en
definitiva. Y esto, naturalmente, abarca todo tipo de manifestación religiosa,
por falsa y aberrante que sea, la de la “Pachamama” incluida.
No faltaría más… (continuara)
Nota aclaratoria_
las frases encerradas entre corchetes ( ) son explicativas en donde se da el
verdadero sentido católico refutando las palabras del Pontífice, es decir, por
un lado el error voluntario de Francisco y por otro el verdadero sentido de la
doctrina católica y vimilenaria, me disculpo por si he errado en algo y rueguen
por mí.
Arturo Vargas meza
Pbro. Pido también disculpas al autor de este artículo por haberlo aumentado
con mis comentarios que creía necesarios para la buena comprensión de los
fieles de habla hispana.
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