B. Esmyrna (2, 8-11)
Y al Ángel en la Iglesia de Esmyrna
escríbele: He aquí lo que dice el Primero y el Último
El que fue muerto y revivió.
Esto dice el Llevante la espada
La bifilada, la aguda: -
"Se dónde tu habitas
Donde el trono de Satán -
Y te agarras a mi nombre y no has renegado mi
fe
Ni siquiera durante los días de Antipas
El mi mártir, el mi fiel
Que fue matado entre vosotros -
Donde Satán señorea".
La
edad de Lactancio, San Ambrosio y San Agustín, y de la muchedumbre de los Doctores,
había guardado la fe incluso en el tiempo anterior, el tiempo de las persecuciones:
la Iglesia se enfrentaba ahora a otra prueba no menos peligrosa y más sutil, la
pululación de las herejías. Está "teniéndose firme, con fuerza" (krateis)
del nombre de Cristo, estásosteniendo el nombre de Cristo, en medio de la misma
Sede de Satán, es decir, en el corazón del paganismo; y lo que es más de notar,
arrebatándole a Satán sus arsenales, la cultura y las letras, que los apologistas
y Doctores convertidos convierten , asimilando y catalizándola; trabajo que
culmina en la vasta digestión de toda la sabiduría étnica en La Ciudad de Dios
de San Agustín.
Pero yo tengo contra ti alguito -
Que albergas allí algunos sostenientes la
doctrina de Balaam: -
El que doctrinaba a Balak
A arrojar escándalo en la faz de los hijos de
Israel: -
"Comer idolothites y fornicar". [6
Referencia
a las innúmeras herejías, más abajo simbolizadas concretamente en los consabidos
"Nicolaítas", en la figura del profeta que traicionó su misión ante
el Rey Balak. [7] más conocido vulgarmente por su burra que habló (patrona de
muchas "poetisas" modernas) que por sus profecías. En cuanto a las
mismas herejías, San Juan cita para cifrarlas el decreto del Primer Concilio de
Jerusalén – donde estuvo presente – que apartó a los cristianos de la
contaminación del ambiente pagano mandándoles simplemente no comer de carnes
sacrificadas, por la razón ya indicada; y no ser complacientes en lo referente
a los concubinatos, que eran legales entre los paganos del tiempo – como vemos
en la historia de San Agustín –y los "amores ancillarii ", como dice
el Santo, que eran uso vulgar y corriente; liberando en cambio a los neófitos
de la – pretendida – obligación de circuncidarse.
Todas
las herejías en general tienen esas dos partes, un
relajamiento en la moral y una contaminación con lo idolátrico, que
caracterizaban el Nicolaísmo.
El
término salteño "alguito" traduce exactamente el olíga griego:
algunas pocas cosas.
Así tú también albergas
Quienes tienen la doctrina de los Nicolaítas -
Semejantemente -
Conviértete pues -
Si no, vengo contra ti rápido
A pelear contra ellos
Con la espada de mi boca.
Las
herejías de este tiempo trajeron la elaboración de la doctrina evangélica, y su
coalescencia en una teología coherente y científica por obra de los libros de
los Doctores; mas tradujeron la desintegración del Imperio, por obra sobre todo
del Arrianismo, que fue la más poderosa, y duró cinco siglos. Ellas son
innumerables y tocan puntos de más en más sutiles de la doctrina trinitaria y
la cristología; mas el fondo de todas ellas es la
racionalización del Cristianismo, y el intento de podar y suprimir el misterio
, lo cual muestra la influencia del paganismo: reducir
los misterios de Dios a la medida del hombre; a lo cual el Arrianismo
añadía una intensa actividad política, aprovechamiento de la religión para las
ambiciones personales: todo lo cual las aparenta a los nicolaítas primigenios.
El Arrianismo penetró en el Ejército romano –después de haber contaminado a
varios emperadores – y fue adoptado y protegido por numerosos
"comandantes", que rompieron sus lazos con el centro político, y
comenzaron a proceder independientemente, originando la formación de los
diferentes "reinos" de la Europa Moderna. El ideal del Imperio
permaneció sin embargo en la esfera superior de la política europea, inspiró a
Carlomagno, creó el Sacro Romano-Germánico Imperio, y movió a los grandes
estadistas europeos casi hasta nuestros días.
El que tiene oídos que oiga
Lo que el Espíritu
Dice a las Iglesias: -
"Al Victorioso le daré del Maná Escondido
-
Y le daré una piedrita blanca
Y en la piedra un nombre escrito nuevo
Que nadie lo sabe sino el que lo recibe".
Imagen
tomada de las tésseras personales que daban entrada a los banquetes gremiales.
Se conjetura que las sociedades gremiales artesaniles y profesionales – el
origen de los gremios del Medioevo se remonta a la antigüedad romana – eran el baluarte
de la herejía nicolaíta, como dicen Ramsay y Swete. La piedrita signada y el
maná secreto opondrían pues las reuniones cristianas (ágapes) y la Eucaristía,
a los convites gremiales gentílicos. Mas lo patente es que este
"premio" designa directo la vida de la gracia ("nombre
nuevo"), el libro de la Vida ("que nadie más que el recibidor lo
sabe") y la vida eterna; que está indicada, como hemos dicho en todos
estos prometidos "premios" finales, menos uno.
D. Thyatira (2,18 al fin)
Y al Ángel el de la Thyatírica Iglesia
escríbele:
Thyatira
es la Iglesia del Dominio, desde Carlomagno hasta Carlos V de Alemania y I de
España, el Emperador de la Contrarreforma. La Iglesia Católica sube a su apogeo
entonces. Son los años de la Alta Edad Media, de las Cruzadas, de las
Catedrales, de la Suma Teológica y la Divina Comedia, de la Reconquista de
España, de los grandes Descubrimientos y Conquistas, de la Reunión de la Tierra
de Dios; pero también los años de la represión religiosa, de la Inquisición, de
la Muerte Negra, de la gran Rebelión Religiosa y las guerras religiosas y
nacionales …
Esto dice el Hijo de Dios
El que tiene sus ojos como llama ígnea
Y sus pies semejantes al bronce:
Cristo
ya está reconocido como hijo de Dios en todo el mundo civilizado, esta Edad es
la edad "fiel", "llena de buenas obras", como reza la prez
divina que sigue; mas Cristo tiene ojos de fuego para ver la corrupción oculta
que la recorre en el fondo, como a todas las otras, "pues somos de carne
humana – y no hay pellejo de aceite – que no tenga su botana"; y tiene
pies de bronce para deshacer a esta Edad como a las otras, cuando la corrupción
haya predominado. Cada una de las Iglesias tiene su prez y su reproche; y una
amenaza sigue al reproche, y un premio es prometido después a los
"Victoriosos" del reproche, que superándolo irán a constituir la "Iglesia"
(o sea la Edad) siguiente: "el residuo", los "restantes",
que dice tantas veces la Escritura.
Conozco tus obras y tu caridad
Y tu fe y tu servicio y tu paciencia
Y tus obras últimas mayores que las primeras.
Por
hendíadis, "conozco tus obras de caridad, y cómo tu fe te da paciencia
para perseverar en mi servicio, y cómo ella crece y aumenta..." pues esta
Edad se divide en Baja y Alta Edad Media, la primera en que la Iglesia padece
lucha terrible ("el siglo de hierro del Pontificado"), la segunda en
la cual la lucha y la "paciencia" producen un florecer cristiano de
plenitud incomparable (pleióna toón prootoón); desde Juana de Arco y San
Fernando hasta Isabel la Católica y Santa Teresa. La prez divina a esta Iglesia
es tal como en ninguna otra; y su nota principal, fidelidad y caridad , es
exactamente el reverso del reproche a la Iglesia de Éfeso.
Pero
tengo contra ti que
Toleras a la hembra Jezabel
Que se autodenomina profetisa
Y enseña el error a mis siervos
"Fornicar y comer idolothites" .
Conforme
al uso de los recitadores de estilo oral – lo mismo que Homero, por ejemplo –
San Juan repite siempre la misma fórmula para designar a la Herejía; y esa
fórmula es el rescripto único del Concilio Apostólico de Jerusalén; y contiene
los dos elementos permanentes de toda herejía cristiana, una relajación moral y
una contaminación intelectual de paganismo. "Jezabel" simboliza las herejías de
la Edad Media, principalmente la intromisión del gobierno feudal en la
Iglesia, y la intromisión de la Iglesia en la política (el obispo Cauchon de
Rouen …);; verdadera y nefasta herejía que se llama cesaropapismo opapocesarismo.
Nada mejor, como símbolo de la famosa Lucha de Investiduras , que atruena con
sus choques todo el Bajo Medioevo, que la soberbia Reina que hizo asesinar a
Naboth para alzarse con su viña, y pervirtió al rey Akab, y fue arrojada al
final por Jehú de su balcón, pisoteada por sus caballos y devorada por los
perros. [8] Jezabel
es el tipo de la mujer proterva, cruel y lasciva en el Antiguo Testamento;
y esa "jurisprudencia" de la Edad Media – los "juristas"
que aguijaron a Felipe el Hermoso, por ejemplo – se le parece no poco, pues
pervertía a los Monarcas, justificándoles todos sus caprichos.
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