Nombrado
en 2014, antes de la intervención militar de Rusia contra los terroristas,
Staffan de Mistura es un diplomático proestadounidense que supuestamente
tendría que favorecer la paz en Siria en nombre de la ONU. Cuatro años después
de su nominación, de Mistura sigue tratando de buscar subterfugios por cuenta
de las potencias occidentales.
En el
terreno, la guerra está llegando a su fin y sólo queda la región de Idlib por
liberar del control de los terroristas. Sin embargo, los occidentales vuelven a
la carga. Ahora acaban de presentar sus exigencias al enviado especial de la
ONU, Staffan de Mistura. Por supuesto, Estados Unidos rechaza el proceso de paz
encabezado por Rusia, sólo porque los estadounidenses no han sido partícipes.
Mientras tanto, el Reino Unido y Francia pretenden imponer en Siria
instituciones que les permitirían controlar el país por debajo de la mesa.
l
enviado especial del secretario general de la ONU para Siria, Staffan de
Mistura, recibió en Ginebra una delegación del Grupo de Astaná (Irán, Rusia y
Turquía). Después, el 14 de septiembre, de Mistura se reunió con una
representación del Small Group (el “Pequeño Grupo”, o sea Arabia Saudita,
Egipto, Estados Unidos, Francia, Jordania y Reino Unido).
Del
lado de los occidentales, el embajador James Jeffrey y el coronel Joel Rayburn
encabezaban la delegación estadounidense mientras que el embajador y ex director
de la DGSE (la Dirección General de la Seguridad Exterior, o sea el servicio
francés de inteligencia para el exterior) Francois Senemaud presidía la
delegación de Francia.
Cada
delegación del Pequeño Grupo entregó a la ONU un documento secreto con sus
exigencias, con vistas a influir en las negociaciones entre los sirios. La
televisión Russia Today reveló el contenido del documento occidental [1].
Anteriormente, hace dos semanas, el diario ruso Kommersant había revelado las
directivas internas de la ONU [2].
-
Primera observación, el punto 3 del documento del Pequeño Grupo retoma la
directiva interna de la ONU:
«No
habrá asistencia internacional para la reconstrucción en las zonas controladas
por el gobierno sirio sin un proceso político creíble que conduzca
inevitablemente a la reforma constitucional y a elecciones bajo la supervisión
de la ONU, de manera satisfactoria para los potenciales donantes.» [3]
Aunque
ha participado en algunas reuniones del Pequeño Grupo, Alemania no parece haber
estado representada en la reunión con de Mistura. El día anterior, el ministro
alemán de Exteriores, Heiko Maas, había emitido una declaración contraria al
punto mencionado. Justo antes de reunirse con su homólogo ruso, Serguei Lavrov,
el jefe de la diplomacia alemana había anunciado en Twitter que Alemania está
dispuesta a participar en la reconstrucción de Siria «si existe una solución
política que lleve a elecciones libres» [4] [5]. O sea, para el Pequeño Grupo,
y para la ONU, la reconstrucción no puede comenzar mientras los potenciales
países donantes no hayan alcanzado sus objetivos de guerra, pero Alemania
estima que la reconstrucción puede realizarse al mismo tiempo que el proceso de
reconciliación política.
-
Segunda observación: los diferentes interlocutores internacionales mencionan la
resolución 2254 del 18 de diciembre de 2015 [6]. Pero el Pequeño Grupo
extrapola el sentido de ese texto. La resolución del Consejo de Seguridad
estipula que la redacción de una nueva Constitución siria es únicamente una cuestión
de los sirios que debe discutirse entre los sirios mientras que el Pequeño
Grupo afirma que la Constitución debe ser redactada única y exclusivamente por
un comité controlado y supervisado por la ONU.
El
objetivo es, evidentemente, echar abajo las decisiones adoptadas en Sochi, o
sea destruir lo que se hizo durante los últimos meses y oponerse así al papel
de Rusia en la solución de la crisis [7]. Estados Unidos quiere conservar su
rango de potencia indispensable mientras que Reino Unido y Francia pretenden
continuar su proyecto colonial.
-
Tercera observación: el Pequeño Grupo no sólo pretende transferir a Ginebra la
responsabilidad de redactar la Constitución, hasta ahora en manos de Sochi,
sino que ya anuncia su propia visión de cómo tendrá que ser la nueva
Constitución: una copia de la Constitución que Washington impuso a Irak y que
actualmente mantiene ese país inmerso en una crisis permanente, lo cual
beneficia enormemente a las potencias occidentales. Según la Constitución que
pretenden imponer a Siria, los poderes del presidente serían exclusivamente
protocolares, los del primer ministro serían simplemente inexistentes a nivel
regional y los del ejército serían limitados.
Las
potencias coloniales mantienen su poder en el Medio Oriente gracias a
democracias de fachada. Siempre logran conformar gobiernos que no representan a
los pueblos. Desde 1926 en el Líbano y desde 2005 en Irak, las instituciones
han sido concebidas sobre todo para impedir que esos países vuelvan a
convertirse en Estados-naciones. El Líbano fue dividido en comunidades
religiosas. Irak fue dividido en regiones separadas donde predomina una
comunidad religiosa. Israel, mientras tanto, tampoco tiene un gobierno
representativo, pero no por causa de su Constitución –que no la tiene– sino
debido a su sistema electoral.
-
Cuarta observación: la resolución 2254 del Consejo de Seguridad estipula que
las elecciones deben desarrollarse bajo la supervisión de la ONU. Pero el
Pequeño Grupo considera que el órgano encargado de organizar elecciones tendrá
que trabajar diariamente bajo las órdenes de la ONU, principalmente en lo
tocante a eventuales denuncias de fraude.
Las
potencias occidentales se reservarían así la posibilidad de anular los
resultados de las elecciones si esos resultados no corresponden a lo que ellos
quieren: bastaría con la presentación de una denuncia de fraude y con
declararla válida. El Pueblo sirio tendría derecho a votar… si acepta caer en
la trampa que le tienden y, además, a condición de que luego vote por los individuos
ya designados para gobernarlo.
En
Europa, los europeos están en busca de su soberanía. En Siria, el Pueblo está
luchando por su independencia.
Thierry
Meyssan
[1]
“Declaración de
Principios del Pequeño Grupo para Siria”, Red Voltaire,
18 de septiembre de 2018.
[2]
«Parámetros y
principios de la asistencia de la ONU en Siria», por Jeffrey D.
Feltman, Red Voltaire, 3 de septiembre de 2018.
[3] “There will be no
international reconstruction assistance in Syrian-governement-held areas absent
a credible political process that leads unalterably to constitutional reform
and UN-supervised elections, to the satisfaction of potential donor countries”.
[4] “Wenn es eine
politische Lösung in #Syrien gibt, die zu freien Wahlen führt, sind wir bereit
Verantwortung beim Wiederaufbau zu übernehmen”
[5]
«Alemania toma posición
contra la directiva Feltman», Red Voltaire, 14 de
septiembre de 2018.
[6]
«Resolución 2254 (Plan
de Paz para Siria)», Red Voltaire, 18 de diciembre
de 2015.
[7]
«Consenso entre sirios
en Sochi», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de
febrero de 2018.
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