(AÑO 1879)
(primera parte)
AGOSTO 1879 (RETIRO). - Nosotros vemos a S.
Miguel como vemos a los ángeles; ellos no tienen cuerpo. Viene al Purgatorio a
llevar todas las almas ya purificadas, porque él es el que las conduce al
Cielo. Sí, es verdad, él está entre los Serafines, como ha afirmado Monseñor.
Es el primer Ángel del Cielo. También nuestros ángeles custodios vienen a
visitarnos, pero S. Miguel es el más bello!. En cuanto a la Santa Virgen, la vemos
con su cuerpo. Ella viene al Purgatorio en el día de sus fiestas y regresa al
Cielo junto con muchas almas. Mientras ella está con nosotros, no sufrimos; San
Miguel la acompaña, pero, cuando él está solo, sufrimos como de costumbre. Cuanto
te he hablado del grande y del segundo Purgatorio, lo he hecho para hacerte comprender.
Con esas expresiones intento decirte que
en el Purgatorio hay diferentes grados. Así, llamo gran Purgatorio el lugar
donde están las almas más pecadoras, en el cual yo estuve dos años sin poder
dar algún signo de mis tormentos, en estos años, durante los cuales has
escuchado lamentarme; tú sabes que es hasta ahora que he comenzado a hablarte. El
segundo Purgatorio, es siempre el Purgatorio, diferente aún del primero, se
sufre también mucho, pero menos que en el primer Purgatorio; en fin hay un
tercer lugar, que es el Purgatorio de deseo. En ese no hay fuego. Están
las almas que no han deseado suficiente el Cielo, que no han amado suficiente
al buen Dios. Yo estoy allí en este momento; y en estos tres Purgatorios hay
todavía muchos grados. Así es que un
alma se purifica, no sufren los mismos tormentos. Todo es proporcionado a las
culpas que se deben expiar. Te sucede ahora esto para darte seriamente al buen
Dios? Desde hace cuanto tiempo estoy detrás de ti para esto!. El retiro ha
estado bueno y dará fruto; el diablo no está contento. El buen Dios ama mucho
al Padre que ha dado los Ejercicios. Dile al buen Padre que le agradezco el
momento que ha prometido hacer por mí en la Santa Misa. De mi parte no seré
ingrata; ruego al buen Dios que le conceda las gracias que él necesita. Haz hecho bien esta noche, de decirle todo lo que te he dicho. San Miguel te lo
ha enviado: la Comunidad no lo ha aprovechado, pero lo que es cierto, es que sobre
todo para ti ha venido él aquí. San Miguel que te ama y te protege desde hace
largo tiempo, ha querido que uno de sus Misioneros conociese todo lo que te he
dicho. El buen Dios tiene sus planes en esto. Los conocerás pronto. Más
adelante podrás también darle noticias más precisas sobre San Miguel. Me
preguntas si el Padre P. es agradable al buen Dios. Te diré esto: que continúe
actuando como ha actuado hasta aquí; él es agradable al buen Dios y lo que el
buen Dios ama más en él es su gran pureza de intención y su espíritu interior,
(como también) su bondad por las almas. Dile que continúe uniéndose siempre más
al Corazón de Jesús. Cuánto más íntima sea su unión, tanto más sus acciones y su
vida entera serán meritorias para el Cielo y de provecho para las almas. No es
una perfección ordinaria la que se espera de él. En las Misiones y en los
Retiros recomienda el ofrecimiento de las acciones de la jornada, porque en el
mundo y hasta en la Comunidad no siempre se piensa en esto suficiente, y así
sucede que muchas acciones, buenas en sí mismas, en el último día no tendrán
recompensa, porque no han sido ofrecidas al buen Dios antes de realizarlas. Que
nunca se desanime, si se ve que su esfuerzo no ha tenido el éxito que él desea;
que piense que el buen Dios está contento y satisfecho de su actividad apostólica,
aunque tenga en su corazón solamente un poco de un amar por un cuarto de
hora!... Lo que te he dicho ahora, el
buen Dios me lo ha dado a conocer, porque él (el Padre P. ) no te ha escuchado
cuando, el otro día le hablaste. Pon en práctica lo que te he dicho. Hazle
saber por escrito todo lo que sabes de mí. No olvides nada y aprovecha todos
los consejos que él te dará al respecto. Como ya te lo he dicho, lo ha enviado
el buen Dios. Él tiene sus grandes planes para actuar de tal modo en tu
cuidado. Sé muy fiel a tosas las gracias que el buen Jesús te hace. Si,
después, como lo espero, el buen Dios me hará conocer otras cosas que interesen
a tu Padre, te lo diré. Agradécele también sus oraciones y dile que no seré
ingrata. Rezaré ahora por él como por ti.
+++
Piensa que el buen Dios
quiere que llegues a ser una Santa. Tú podrás decir que esto no será en un
instante, porque, desde hace cuánto tiempo tu Jesús no te está detrás y yo
igualmente!. Aún, es tiempo, y esta vez tienes que ponerte a trabajar en serio;
tú lo has entendido de modo particular durante
este último Retiro. No interpongas ningún obstáculo a la gracia; déjate
conducir del buen Dios del modo que Él quiera. Pero sobre todo no resistas a
ninguna de sus inspiraciones. Somete la naturaleza y el propio yo; aligera esta
carga, camina siempre adelante sin perder nunca el ánimo. Ruega mucho por mí, a
fin de que pronto alcance el objeto de mi tan persistente y tan grande deseo!. Seré
para ti aún más útil en el Cielo que aquí. El día de la clausura del Retiro has
tenido un buen pensamiento invitándome a
adorar a Jesús presente en tu corazón durante
la acción de gracias. Si lo hubieras hecho siempre, no habría tenido mayor
consuelo. Hazlo al presente y también antes de cada plegaria; Otras veces
ofrece por mí un poco de tu trabajo. Tengo un deseo tan grande ver al buen
Dios. Si, el cuadernito (1) agradó mucho al buen Dios. Este es el medio más
expedito para alcanzar una gran perfección y una unión íntima con Jesús. Espero
desde hace largo tiempo un poco de más amor en todo lo que haces. Cuánto más ama
un alma a Jesús, tanto más sus oraciones y sus acciones son meritorias en su
presencia. En el Cielo será recompensado sólo el amor. Todo lo que se haya
hecho con un fin diverso será nulo y, por consiguiente perdido. Ama siempre al
fin y al cabo a Jesús, como Él desea. Nos darás un gran consuelo.
-
El buen Dios está un poco más contento de mí en este día?
R.
Sí, Él está contento de ti porque buscaste con mayor empeño agradarle. Has
notado su bondad?. Has observado su atención respecto a ti. También Él no te ha
agradado en este día?. Y bien, así es como actuará siempre respecto a ti. Entre
más hagas tú por Él, Él hará más por ti. Estoy tan contenta de ver que realmente quieres amar al buen Dios y trabajar por
conseguir la perfección, si tuviera que permanecer un poco más de tiempo en el
Purgatorio, lo haría voluntariamente, ahora sabes que, mediante tal
sufrimiento, obtendría que alcances el estado en que el buen Dios quiere verte
para cumplir sus planes. No mires nunca atrás por examinar demasiado (meticulosamente
tu conducta). Entrégala enteramente en las manos del buen Dios y camina siempre
adelante Tu vida debe resumirse en dos palabras: sacrificio, amor!. Sacrificio de la
mañana a la noche, pero también, al mismo tiempo, amor!. Si supieras qué es el
buen Dios!. No habría sacrificio que no quisieras realizar, no habría sufrimiento
que no quisieras soportar por verlo un minuto solamente, y entonces estarás tan
satisfecha, tan consolada, aún cuando no lo vieras nunca más! Qué será, pues,
por toda la eternidad? Para ti no existe término medio. Algunas almas,
agarrándose a término medio, se salvarán; pero tú, o serás una gran Santa, o
una gran pecadora; escoge. Acuérdate que un día, en el curso de uno de tus
primeros Retiros, hace mucho tiempo, estuviste fuertemente impresionada de
esto: soy de las almas para las cuales no hay término medio?. O serás de los
Ángeles y de los demonios. Aplícatelo a ti misma. Y después has reconocido bien
que era para ti!
13 AGOSTO.- Tengo tantas cosas que decirte que sólo
tú y el Padre comprenderán. Has pensado darle gracias al buen Dios por
habértelo enviado? Reza por él todos los días.
-Cuál
es el mejor modo de glorificar a San Miguel?
R.-
El
modo más eficaz de glorificarlo en el Cielo y en la tierra es el de recomendar
lo más posible la devoción a las ánimas del Purgatorio y de hacer conocer el gran
oficio que él realiza entre las ánimas purgantes. El es el encargado por Dios
de conducir al lugar de expiación y de introducirlas, después de la expiación,
a las eternas moradas. Cada vez que un alma viene a aumentar el número de los
elegidos, el buen Dios es así glorificado y esta gloria recae, en cierto modo,
sobre el glorioso ministro del Cielo. Es un honor para él presentar al Señor
las ánimas que se disponen a cantar sus misericordias y a unir su
reconocimiento a aquellos de los elegidos por toda la eternidad. No soy capaz
de hacerte comprender todo el amor que el celeste Arcángel tiene hacia nosotros.
El nos anima en los sufrimientos, hablándonos del Cielo. Dile al Padre. que, si
quiere agradar a San Miguel, recomiende insistentemente la devoción a las
ánimas del Purgatorio. En el mundo no se piensa en esto. En la muerte de sus
propios parientes y de los amigos, se hace alguna oración, se llora algún día,
y es bello y termina!. Las ánimas quedan abandonadas; es verdad que lo merecemos,
porque en la tierra no hemos rezado por los difuntos, y la justicia divina nos
da en el otro mundo lo que hemos hecho en esta. Las personas que han olvidado a
las ánimas purgantes, serán a su vez olvidadas y es justo, pero si se les
hubiera sugerido rezar por los difuntos, si se les hubiera hecho conocer un
poco qué es el Purgatorio, quizá hubieran actuado de manera distinta. Cuando el
buen Dios lo permite, podemos comunicarnos directamente con el Arcángel del modo
en que los espíritus y las ánimas se comunican entre sí.
- Cómo festejan a San Miguel en el
Purgatorio?
R.
Cuando en la tierra se festeja un Santo, de esto recibe en el Cielo una gloria
accidental. Aunque no se lo festejare, en memoria de cualquier acto heroico que
él haya realizado en vida o de la gloria procurada al buen Dios en alguna
ocasión, en memoria de esto, él recibe igualmente en el Cielo una recompensa
especial en esta eventualidad; tal recompensa consiste en un aumento de gloria
accidental, unida a la que le procura la memoria que se hace de él en la
tierra. La gloria accidental que recibe el Arcángel es superior a la de los
otros santos, porque la gloria, de que te hablo, es proporcionada a la grandeza
del mérito de quien la recibe, como también el valor del acto que ha merecido
esta recompensa.
- Conoces tú las cosas de la tierra?
R.
Las conozco tanto cuánto quiere el buen Dios y mi conocimiento es limitado, He conocido
algunas cosas respecto a la Comunidad, y basta. Ignoro lo que sucede en el
espíritu de otras personas, con excepción de ti; y esto, lo permite el buen
Dios para tu perfección. Lo que a veces te he dicho respecto de algunas
personas en particular y que te diré ahora, el buen Dios me lo hace conocer
allá por allá; excepto esto, nada más. Algunas ánimas conocen más de esto que
yo. Todo esto es proporcionado al mérito. Así al respecto de los parientes de
tu padre, en este momento no conozco la voluntad de Dios sobre ellos. La
conoceré después?. No lo sé. Ruego al buen Dios por ellos y los encomendaré a
San Miguel.
+ + +
En cuanto a los grados del
Purgatorio, puedo hablarte porque los he pasado. En el gran Purgatorio hay
diversos grados. El más bajo es más tormentoso, es un infierno momentáneo,
están los pecadores que han cometido delitos enormes durante la vida y que la
muerte los ha sorprendido en ese estado, sin tener tiempo de apenas
arrepentirse. Esos están salvados como por milagro, con frecuencia por las
oraciones de parientes piadosos o de otras personas. A veces no han podido ni siquiera
confesarse y el mundo los cree perdidos, pero el buen Dios cuya misericordia es
infinita, les ha dado al momento de la muerte, la contrición necesaria para ser
salvados, en vista de una o de alguna acción que ellos realizaron durante la
vida. Para tales almas, el Purgatorio es terrible. Es el infierno, con la
diferencia que en el infierno se maldice al buen Dios, mientras que en el
Purgatorio se lo bendice y se agradece el haberlos salvado. Después están las
almas, que, sin haber cometido grandes pecados como los primeros, han sido
indiferentes con el buen Dios; durante la vida no han satisfecho el precepto
pascual y, convertidos al punto de morir, con frecuencia no ha ni siquiera comunicarlo,
están en el Purgatorio por su larga indiferencia sufriendo penas inauditas, abandonados,
si no hace algo por ellos, ellos no pueden sacar provecho. Yo he pertenecido a
este grado. En el segundo Purgatorio están las almas de los que muy culpables
de pecados veniales no los expiaron antes de la muerte, o bien de pecados
mortales perdonados, pero de los cuales no han satisfecho plenamente la
justicia divina. Hay también en este Purgatorio diversos grados según el mérito
de las personas. Así el Purgatorio de las personas consagradas o que han
recibido más gracias es más largo y más penoso que el de aquellas del común de
las almas. En fin el Purgatorio de deseo, que es llamado Vestíbulo. Muy pocas
personas lo evitan; para evitarlo tienen que haber deseado ardientemente el
Cielo y la visión del buen Dios, y esto es raro, más raro de lo que se cree,
porque muchas personas, aunque piadosas, tienen miedo del buen Dios y no desean
con suficiente ardor el Cielo. Este Purgatorio tiene su martirio muy doloroso
igual que los otros; es ser privados de la visión del buen Jesús, qué
sufrimiento!
-Se
conocen entre ustedes en el Purgatorio?
R.
Sí, como se conocen las almas. No existe más el nombre en el otro mundo. No
tiene comparación el Purgatorio con la tierra. Cuando las almas son liberadas y
separadas de su envoltura mortal, su nombre es sepultado en la tumba junto con
el cuerpo. Yo te explico muy poco qué es el Purgatorio y tú entiendes un poco
más que los otros, por las luces que el buen Dios te concede. Pero qué cosa es
esto comparado con la realidad?. Nosotros estamos aquí perdidos en la voluntad
de Dios, mientras en la tierra, por muy santo que se sea, se conserva siempre
la propia voluntad. Nosotros no tenemos más. Conocemos y sabemos sólo lo que agrada
a Dios hacernos conocer y nada más.
- Hablan entre ustedes en el Purgatorio?
R.
Las ánimas nos comunicamos entre nosotras cuando el buen Dios lo permite, según
el modo de comunicarse de las ánimas, pero sin palabras. Sí, es verdad que yo
te hablo, pero eres tú un espíritu? Me comprenderías, si no pronunciara las
palabras? En cuanto a mí, porque así quiere el buen Dios, te comprendo sin que
pronuncies las palabras con los labios. Sin embargo se da la comunicación entre
las almas entre los espíritus, aún sin haber muerto. Así, cuando tienes un buen pensamiento, un buen deseo, te
estás comunicando con frecuencia con tu buen Ángel o con cualquier otro santo,
a veces con el mismo buen Dios: ese es el leguaje de las almas.
- Dónde está el Purgatorio?. Es un lugar
estrecho?
R.
Si está en el centro de la tierra cercano al infierno (como lo has visto un día
después de la Santa Comunión). Las ánimas están como en un lugar estrecho, si
se considera la multitud que hay, porque son millares y millares de ánimas,
pero qué espacio se necesita para una anima?. Cada día se juntan muchos millares
y la mayor parte permanecen de Treinta a cuarenta años; otros mucho más tiempo
todavía y otros menos. Te digo esto según el cálculo de la tierra, porque aquí
es otra cosa. Ah, si supieses, si conocieses el Purgatorio y cuando se piensa
que es por propia culpa que se tiene!, Yo estoy desde hace ocho años. Me parece
que han pasado diez mil años!... Oh, mi Dios!. Refiere exactamente todo esto a
tu Padre!... Que aprenda él de mí que cosa es este lugar de sufrimiento, a fin
de hacerlo conocer más adelante. El podrá experimentar así que provechosa es la
devoción a las ánimas del Purgatorio. El buen Dios con frecuencia concede más gracias
por la mediación de estas ánimas sufrientes que por la de los mismos santos.
Que cuando él quiera obtener una cosa con más seguridad, se dirija de
preferencia a las ánimas que más han amado a la Santa Virgen y que, por
consecuencia, esta buena Madre desea liberar, y el mismo podrá decir si no le
va bien. Hay también ánimas que no viven en el Purgatorio propiamente dicho. Asi
yo, durante el día, te acompaño a cualquier parte que vayas, pero cuando te acuestas,
en la noche sufro más; regreso al Purgatorio. Otras ánimas hacen a veces su
Purgatorio en el lugar donde han pecado, al pie del santo altar en el que se
conserva el Santo Sacramento, pero, pero sin embargo ellas llevan, siempre
consigo el propio sufrimiento, un poco menos intenso que en el verdadero
Purgatorio. El Padre(espiritual) ha tenido mucha razón de decir de no buscar
otra cosa más que la santa voluntad del buen Dios en todo lo que hay que hacer.
Esto constituirá para ti la felicidad: ver su voluntad en todo lo que sucede,
penas y gozos. Todo proviene de Jesús igualmente. Oh! Sé buena, doblemente
buena, para agradar al buen Dios, a él que esta bueno contigo!. Ten siempre los
ojos del alma fijos en Él para descubrir sus íntimos deseos. Camina aún más allá,
a fin de agradarlo. Entre más busques hacer algo por Él, más Él te lo hará a
ti. El buen Dios no se dejará vencer en generosidad, al contrario!. Él nos da
siempre más. Sé por tanto ingeniosa para consumirte por su amor y por su
gloria. La inglesa que se ahogó cerca del Monte San Miguel ha ido al cielo
directamente. Ella ha tenido la contrición requerida al momento de la muerte y
al mismo tiempo el bautismo de deseo. Todo ha sucedido así por la intervención
de San Miguel Feliz naufragio!
- En
cuanto al Padre que se ha retirado, San Miguel no está satisfecho, pero el buen
Dios ha dejado a cada uno la propia libertad. El quiere a su servicio
únicamente personas que le hagan libremente la reverencia sin nunca más
volverse atrás. Dile al P. de parte del buen Dios que siga con gran coraje en
todo lo que ha emprendido por Él, pero que sea prudente, es decir, que no haga
más de cuánto permitan sus fuerzas. Yo rezo, ya te lo he dicho, por todas sus
intenciones, y también por él, igualmente que por ti.
- Pío
IX ha ido directamente al Cielo; su Purgatorio ha estado en la tierra.
Cómo sabes tú que M.P. ha ido directamente al Cielo, desde el momento que no lo
has visto pasar por el Purgatorio?
R. El buen Dios me lo ha hecho conocer y es
Él el que otras veces, por su bondad, permite que yo sepa lo que me preguntas, cuando no lo he visto o experimentado por mí
misma. La justicia del buen Dios se detiene en el Purgatorio, es verdad, y no
lo merecemos, pero cree ciertamente que su misericordia y su corazón paterno no
nos deja allí sin alguna consolación. Nosotros deseamos con ardor el completo
recogimiento con Jesús, también Él lo desea así, igual que nosotros. En la
tierra con frecuencia el se comunica de un modo íntimo a algunas almas (porque
quieren escucharlo) y se complace en revelarle sus secretos. Las almas que
reciben sus favores son aquellas que buscan agradarlo en toda su conducta y que
viven y respiran sólo por Jesús y por complacerlo. En el Purgatorio hay almas
muy pecadoras pero arrepentidas, y, no obstante los pecados que tenemos que expiar,
somos confirmadas en gracia y no podemos pecar más: son perfectas. Y bien, así,
así es que las ánimas se purifican en el lugar de expiación, ellas comprenden
mejor a Dios, o mejor dicho, Dios y Ellas se comprenden mejor, pero sin verse.
Sí en el Purgatorio nosotros conocemos al buen Dios más que en la tierra,
nuestras penas no son así tan grandes ni tan atroces; lo que constituye nuestro
principal tormento es la ausencia de Él que es el único objeto de nuestro tan
persistente deseo!
- Cuándo un ánima es destinada a
tener un puesto más bello en Cielo, no tiene también en el Purgatorio un número
más grande de gracias que tantos otros?
R.
Cierto, entre más un alma es destinada a ocupar un puesto elevado en el Cielo,
es por eso mismo, a conocer mejor a su Dios, más basto igualmente es su conocimiento
y más íntima su unión con Él en el lugar de expiación. Todo aquí es
proporcionado al mérito. Los tres amigos de V. P. están en el Cielo desde hace
mucho tiempo.
-
Y bien, Qué hay de las oraciones que el Padre P. ha hecho por ellos?
R.
Las personas que están en el Cielo y por las cuales se ruega en la tierra
pueden disponer estas oraciones para las ánimas a las que deseen aplicárselas.
Es un recuerdo muy dulce para las ánimas de otro mundo ver que parientes o
amigos no le olvidan en la tierra, aunque ellas no tengan más necesidad de
oraciones. Al contrario ellas no son ingratas.
- Los
juicios del buen Dios son muy diferentes de los de la tierra. El tiene en
cuenta el temperamento, el carácter, del que hace algo por ligereza o por pura
malicia. A Él que conoce el fondo del corazón, no le es difícil ver lo que
sucede (en las almas); es muy bueno Jesús, pero sin embargo también muy justo!.
Que
distancia hay entre la tierra que habitamos y el Purgatorio?
R.
El Purgatorio está en el centro del globo. La tierra misma no es quizás un
Purgatorio? Entre las personas que la habitamos, unas lo hacen enteramente mediante la penitencia voluntaria
o aceptada; tales personas, después de su muerte, van inmediatamente al Cielo
otras lo comienzan, porque la tierra es cierto un lugar de sufrimiento, pero
estas almas, no teniendo suficiente generosidad, van a terminar su Purgatorio de
la tierra en verdadero Purgatorio.
- La muerte súbita o imprevista es un
justicia o una misericordia del buen Dios?
R.
Esta clase de muerte a veces es una justicia y a veces una misericordia. Cuan un alma es temerosa y Dios sabes que está preparada y lista para comparecer
delante de Él, para evitarle los horrores que podría tener en el último
momento, la lleva de este mundo con una muerte súbita. A veces el buen Dios
toma las almas en su justicia. Estos no están por esto del todo perdidos, pero
privados de los últimos Sacramentos o recibiéndolos en frío, sin haberse
preparado al último paso, su Purgatorio es muy doloroso y se prolonga más. A otras,
habiendo colmado la medida de sus pecados y habiendo permanecido sordas a todas
las gracias divinas, El buen Dios las toma de la tierra a fin de que no
provoquen todavía más su justicia.
- El fuego del Purgatorio es un fuego
como el de la tierra?
R.
Sí, con la diferencia que el fuego del Purgatorio es un purificador de la
justicia de Dios y el de la tierra es muy tolerable comparado al del
Purgatorio. Es una sombra en comparación del gran bracero de la justicia Divina
- Cómo por tanto, un ánima puede
quemarse?
R.
Por un justo permiso del buen Dios; el alma que ha sido culpable, porque el
cuerpo no ha hecho más que obedecerle (en realidad qué pecado ves cometer a un
cuerpo muerto?.), el ánima sufre como si fuese el cuerpo el que sufriera.
+ + +
-
Dime qué cosa sucede en la agonía y después? El alma está en las luces o en las
tinieblas? Bajo qué forma viene pronunciada la sentencia?
R.
Yo no he tenido agonía, tú lo sabes, pero puedo decirte que en aquel último
momento decisivo el demonio suelta toda su rabia alrededor del moribundo. El
buen Dios para hacer adquirir mayor mérito a las almas, permite que sufran
aquella última prueba, es el último combate: las almas fuertes y generosas, a fin de tener un puesto aún más bello en el Cielo, tienen
con frecuencia, al término de su vida y en las ansias de la muerte, semejante
lucha terrible contra el ángel de las tinieblas (tú has sido testigo), pero de
esto salen victoriosas. El buen Dios no permite que un alma, que se ha dado a
Él totalmente durante la vida, perezca en estos últimos momentos. Las personas que
han amado a la Santa Virgen, que la han
invocado toda su vida, reciben de ella muchas gracias en la última lucha. La
misma cosa se realiza también para aquellas que han sido devotas de San José, de
San Miguel o de cualquier otro Santo. Entonces sobre todo, como ya te he dicho,
se es feliz de tener un intercesor cerca de Dios en aquel penoso momento. Hay otras
que mueren tranquilas, sin pruebas de nada de lo que te he dicho. El buen Dios
tienes sus designios en todo: El hace o permite todo por el bien particular de
cada uno. Como decir y describirte lo que sucede después de la agonía?. No es posible
comprenderlo bien sin haberlo pasado. Sin embargo, trataré de explicártelo lo
mejor que pueda. El alma, al dejar el cuerpo, se halla pérdida, toda acometida
(si se puede decir así) de Dios. Ella se encuentra en una luz tal que en un
parpadear de ojos ve toda su vida y, por consiguiente, lo que merece. Ella
misma en esta visión tan clara pronuncia la propia sentencia. El alma no ve al
buen Dios, pero está anonadada en su presencia. Si es un alma culpable como lo
era yo y que, por consiguiente, he merecido el Purgatorio, ella es de tal manera
oprimida bajo el peso de los pecados que le faltan de expiar que por sí misma
se hunde en el Purgatorio. Entonces solamente se comprende al buen Dios, su
amor por las almas y que desgracia es el pecado a los ojos de su Divina
Majestad San Miguel está allí cuando el alma deja el cuerpo; sólo a él he visto
y ven todas las almas, El es como el testigo y el ejecutor de la justicia
divina. Yo he visto también a mi ángel de la guarda. Esto es para hacerte
comprender como puede decirse que San Miguel lleva las almas al Purgatorio.
porque un alma no se lleva, pero es verdad, en el sentido que él está allí,
presente en la ejecución de la sentencia. Todo lo que sucede en el otro mundo
es un misterio para el tuyo.
-
Y cuándo se trata de un alma que va directamente al Cielo?
-R. Para esta alma, la unión comenzada con Jesús continúa en la muerte; eso es el Cielo, pero la unión del Cielo es más íntima que la de la tierra.
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