Se parecen a los gatos,
con las uñas escondidas
y la carita de beatos.
Los de la A.C.J.M.
ANGOSTURA, SINALOA.-Apareció una partida de 620 libertarios mandados
por el caudillo Andrés Solazar, quien trabó tremenda batalla con el general
callista Tranquilino Mendoza, que fue derrotado y obligado a retroceder
precipitadamente varios kilómetros; en Bácum, región del Yaqui, fue deshecha
una columna callista que pretendía reconquistar algunas posiciones arrebatadas
al callismo semanas antes. En Tenancingo, México, fue aniquilada la guarnición
por un aguerrido y numeroso grupo libertario que antes había triunfado en
Manalco y que después acabó con el refuerzo mandado a Tenancingo. Esto último
ocurrió en Escalerillas y puso en grave alarma a los desmoralizados callistas
de aquel Estado; en Buenavista de Cuéllar, Guerrero, fue derrotada ruidosamente
una fuerza callista que dejó 12 muertos y 13 heridos en poder de Bárcenas,
Trujillo y Velasco, Esta batalla ocurrió en un punto denominado San Andrés; en
Tlaxiaco, Oaxaca, fue deshecha una columna volante de la que murieron el jefe y
19 soldados y se rindió el resto. En las cercanías de Cacahuamilpa fue
aniquilada una escolta de 30 hombres que custodiaba el camino sin tener en
cuenta la habilidad del general libertario Reyes. En Colotlán, Jalisco, fueron
asimismo desarmados 60 callistas que no se creyeron capacitados para resistir
el ataque de los libertarios. En la importante plaza de Jiquilpan, Michoacán,
Sé verificó un encarnizado combate que tuvo como resultado la toma de la ciudad
por los libertarios.
En las goteras de Veracruz fue asaltado el tren de Alvarado se rindió
la escolta. Combates de menor importancia, en los que el triunfo fue casi
siempre de los libertarios: El Remate, Col., Moyalma, Zac., Tapachula, Chis.,
Taxco, Gro., Yerbabuena, Gto., Cerro Chato, Qro., Palma rejo, fal., Chiconamil,
Ver., Goteras de Tehuantepec, Oax., Valparaíso, Zac., Tecpan de Galeana, Gro., Jalostotitlán
y Cuquío, la Cuesta de Sayula, Jal, cercanías de Zamora y Ario, Mich., Mesa
Redonda, [al., Buendía, Dgo., Tlalchinola, Pue., y Barranca de Santa Elena,
Zac. En el mismo período a que se refieren estos informes, fueron tomadas las
poblaciones siguientes: Teconoapan, Gro., Aguililla, Mich., Mineral de
Puertecito, Gto., La Joya, Zac., Venta de Pegueros, Jal., Ixtlahuacán, Ver.,
Coalcomán, Mich., Chapa, Col., Ayo el Grande, Jal., Apaseo, Gto., Tepoxcolula, Gto.,
Zapotiltic, Jal., Dos Vigas, Ver., Quitupan, Jal., San Antonio, Zac., y Villa
Victoria, Mich.
Levantamientos habidos en la última semana: En Malinalco, Méx.,
apareció una partida de gran importancia; en Tepatitlán, Jal., tomaron las
armas 200 campesinos al mando de Primitivo Jiménez; en Mixtepec, Oax., se formó
una fuerza libertaria compuesta de 400 hombres; en Zacapu, Mich, se alzaron
numerosos campesinos al mando del coronel Jesús Méndez; en Guanajuato han aparecido
más partidas por la Laguna y Capadero; en los alrededores de Tulancingo se han
integrado varios grupos libertarios de importancia; en Huauchinango apareció un
fuerte núcleo mandado por Gregario Velázquez ; en San Jerónimo, Oax., se
verificó un levantamiento que hizo trajeran fuerzas callistas del Estado de
Coahuila; en Zacualpan, Méx., se presentó un gran grupo bien montado y armado;
en el Estado de Puebla se integró un recio grupo formado por 600 hombres el
cual estuvo en el pueblo de Santa Cruz, cerca de Lagunillas.
El Boletín de Guerra era y seguía siendo, la publicación más buscada
por todos al mismo tiempo era la que más riesgos presentaba, pues dado su
carácter se ejercían grandes represalias sobre aquel a quien encontraban algún
ejemplar. No obstante esto su distribución era muy amplia y aun se enviaba por
correo a personas que no estaban dentro del movimiento de resistencia porque
sus intereses las mantenían alejadas. Esto exasperaba a la policía y
autoridades militares, empeñadas como estaban en una política de silencio. Impedían
toda publicación relacionada con las actividades de los cristeros y cuando los
hechos eran de tal magnitud que no podían ocultarlos los desfiguraban y
alteraban las circunstancias; se llamaba "bandoleros episcopales" a
los libertadores e invariablemente se anunciaba el "exterminio de la gavilla".
Frecuentemente se desmentían, así El Universal Gráfico dijo un día: "Los
informes recibidos hoy revelan que desde hace varias semanas reina completa calma
en todo el país, según asegura la Secretaría de Guerra y Marina" y junto,
la siguiente noticia:
LOS TRENES DE CIUDAD JUÁREZ DETENIDOS.-En el tramo en que existe
peligro los trenes hacen. el recorrido de día para evitar cualquier
contratiempo. Los trenes que hacen el recorrido entre esta ciudad (México) y
Ciudad Juárez, en un sentido y otro quedaron detenidos anoche, uno en Ciudad
[uárez y otro en León, por órdenes superiores por haberse tenido conocimiento
de que una partida de rebeldes se encontraba a tres kilómetros de la estación
Venadero, capitaneada por el Catorce.
Se hizo del dominio público que el general Cruz, Inspector de Policía,
pidió a los periodistas "colaboración con el presidente Calles, evitando
proporcionar toda noticia que no haya sido confirmada por las autoridades
respectivas, pues lo contrario les costará un dolor de cabeza, y aqui tengo sus
aspirinas", dijo tocando con la mano la pistola que llevaba al cinto.
Entonces tenía a mi cargo la distribución postal del Boletín de Guerra, para la
que me confiaron el directorio secreto de mayor importancia para la Liga
Defensora de la Libertad, pues en él figuraban los nombres y direcciones de
todos los jefes de la Liga en la República y en el extranjero, aun cuando por
precaución, en muchos casos, estas direcciones correspondían a los contactos
con dichos jefes. Esta fue una época feliz para el grupo de muchachas y muchachos
que nos reuníamos en mi casa para rotular los sobres con que enviábamos el
boletín. Usábamos sobres de todas clases, tamaños y' colores: de luto,
cuadrados, largos, azules, corrientes, finos, etc. Rotulábamos a mano y al
echarlos en los buzones cuidábamos de no poner más de dos o tres
simultáneamente, pues la vigilancia era extrema. Mientras doblábamos boletines,
o poníamos timbres, platicábamos y bromeábamos en grande y terminada la tarea
nos divertíamos.
En una ocasión las muchachas andaban llenas de misterios preparando
algo. De pronto, mientras rotulábamos sobres, se dirigieron al piano, e
iniciaron la ofensiva; con música de unas coplas conocidas cantaron:
Los de la A.CJ.M.
se parecen a los gatos,
con las uñas escondidas
y la carita de beatos.
Los de la A.C.J.M.
ya los tenemos tanteados,
son hombres, y por lo tanto,
cínicos y enamorados.
En vista de que los hombres
nos engañan sin cesar,
a freír hongos y a la porra
los tenemos que mandar.
N o me caso, no me caso;
se los digo de verdad;
porque si éstos son los buenos,
los demás cómo serán?
Quedaron satisfechísimas, pues en verdad lo hicieron con mucha gracia y
creyeron habernos apabullado con los versos; pero al vapor preparamos la
réplica. Las hicimos sentarse a trabajar y yendo a nuestra vez al piano,
cantamos con la misma tonada:
Los de la A. C. J. M.
somos hombres de buen gusto;
que nos plazcan las bonitas
no es motivo para susto.
Si con su gracia nos flechan
y nos tiran con sus mañas;
caemos como mosquitos
en traidoras telarañas.
Si el chico que bien las quiere
es pobre y morigerado ...
nada vale para ellas;
es un brujo desgraciado.
Cursis "[lap pers" no queremos
aunque se den regaladas,
sino mujeres cabales,
discretas y recatadas.
Trataron de impedir siguiéramos, pero refugiándonos tras el piano
continuamos:
Mujeres hemos de hallar
con alma y con corazón,
que quieran como queremos:
con lealtad y con razón.
N o me caso, no me caso,
Yo les digo la verdad:
a Las muchachas sin seso
que las quiera su mamá.
Aparentaron ponerse furiosas, por lo que sacando nuestros pañuelos a
guisa de bandera blanca nos dirigimos a ellas cantando el último verso:
Sí me caso" sí me caso
pero ha de ser mi mujer
como las niñas presentes:
un primor que habrá que ver.
Hecha la paz nos obsequiaron con la sorpresa que tenían preparada:
sabrosos antojitos mexicanos y un pastel muy decorado con las siglas de la
A.C.J.M. arriba, y los nombres de ellas alrededor. De estas reuniones
resultaron varios noviazgos de lo más simpático. Estos son los últimos
recuerdos agradables que guardo en mi memoria, sin que los amigos que en ellos
evoco tengan ahora para mí trazos materiales. Los veo en forma maravillosa, sin
10 vulgar y trivial de las relaciones humanas. Sé que estos goces sencillos han
terminado para mí. He acariciado el sueño de volver a ser el estudiante alegre
y sin preocupaciones de antes; pero las penalidades de estos meses, la sangre
vertida, se levantarán como un muro entre los míos y yo. Me resigno. Hace
tiempo he ofrecido mi vida, y abierto mi espíritu a un mundo de pensamientos
desconocidos para los hombres que aún esperan vivir.
LA TARDE DEL DOMINGO 13 DE NOVIEMBRE DE 1927 iba el general Álvaro
Obregón por el bosque de Chapultepec, cuando desde otro automóvil le arrojaron
una bomba de dinamita y dispararon varios tires que poco daño hicieron. La noticia conmovió al país entero, pues era Obregón candidato oficial
a la presidencia, por lo que ya se consideraba sucesor de Elías Calles. Los
enemigos de Obregón se contaban en todos los bandos y muy especialmente entre
sus correligionarios, pues claramente se veía el juego Calles-Obregón para
alternarse en el poder que detentaban. El Inspector General de Policía previno
a los periodistas que la Inspección a su cargo asumía la responsabilidad de
todas las noticias relacionadas con el atentado dinamitero, por lo que debían
terminantemente abstenerse de recurrir a ninguna otra fuente de información. Por
las noticias que dieron a los diarios para su publicación se supo que:
Quienes atacaron a Obregón tripulaban un coche Essex placas 10101, al
cual persiguieron a tiros los guarda-espaldas del mismo general que ocupaban
otro carro, y lo capturaron al fin en Paseo de la Reforma y Avenida de los
Insurgentes, hallaron en él solamente una persona, que después se identificó
como Nahum Lamberto Ruiz, quien se encontraba gravemente herido por bala en la
cabeza. Aprehendieron también al obrero Juan Tirado Arias, quien había ya
bajado del automóvil y al cual dieron fuerte golpe en la cabeza.
Según el parte médico publicado por El Universal, el proyectil que
hirió a Nahum Ruiz "penetró por la región temporal izquierda, hizo saltar el
ojo del mismo lado y salió por la región occipito- frontal. En estado de suma
gravedad se le condujo al Hospital Juárez, donde perdió el otro ojo y allí
quedó en estado de coma". De él dice el Excélsior el día quince:
"Ruiz se encuentra en estado agónico... “y más adelante: "Como Ruiz
está moribundo y no puede pronunciar ni una sola palabra, nada ha dicho".
El día 17 el mismo Excélsior dice: "Ruiz continúa en el hospital,
luchando entre la vida y la muerte. Según hemos sido informados este hombre se
agravó ayer... "; y por fin el 21 dieron la noticia de que había fallecido
el día 20 a las 8 de la mañana. El mismo 21 de noviembre el general Roberto
Cruz entregó un boletín a la prensa dando a conocer el resultado final de la
investigación policíaca, noticia que publicó El Universal Gráfico en edición
extraordinaria que apareció el mismo día, y después todos los diarios de
México, empleando grandes titulares y planas enteras con fotografías: El
boletín oficial dice: Sirvieron de base para los investigadores la aprehensión
de Juan Tirado y Nahum Lamberto Ruiz.. , habiendo logrado herir gravemente a
la segunda de las personas citadas.
Sujeto el herido a severos interrogatorios, tanto en esta Inspección
como en una de las salas del Hospital Juárez, se logró saber que los autores
intelectuales y materiales del atentado, son miembros prominentes de la Liga
Defensora de la Libertad Religiosa, entre los que se cuenta el ingeniero Luis
Segura Vilchis, el sacerdote católico Miguel Agustín Pro Juárez y su hermano Humberto
del mismo apellido. Lograda la captura de éstos, fueron objeto de continuos
careos e interrogatorios y han quedado convictos y confesos como autores del
frustrado asesinato del general Álvaro Obregón, diciéndose de que la propia
Inspección había dado los informes que aparecieron en los diarios, respecto al
estado de coma de Nahum L. Ruiz, y de que no podía pronunciar "ni una sola
palabra", declararon que a la habilidad del agente de la policía Álvaro
Basáil, perseguidor encarnizado de católicos, se debía el éxito de la
investigación, ya que fue quien obtuvo la declaración del herido que acaba de
fallecer, la cual "es la piedra angular de esta investigación" .
Desde que fue hecha la primera curación el lesionado, hubo necesidad de
vendarle la cabeza y los ojos, circunstancia por la que prácticamente quedó sin
vista desde aquel día. Los familiares del herido, señora Luz del Carmen Ruiz,
su esposa, sus tíos y hermanos, al presentarse al hospital atender al herido fueron detenidos e interrogados en la Inspección. No
supieron dar datos sobre la participación de sueudo
en el atentado, pero en cambio proporcionaron el nombre de un íntimo amigo
suyo, cuya personalidad representó el agente ante el lesionado, quien sin vista
no pudo darse cuenta del procedimiento. . . . En pláticas que tuvo con su
supuesto amigo, le hizo algunos encargos para que viera a algunas personas. y
fue entonces cuando Ruiz, según se nos dijo en la Inspección General de
Policía, contestó con voz apagada: -Quien- lo que les digas al ingeniero Segura
y a los señores Pro, que se escondan, puesto que corren peligro.
El boletín informativo de la Inspección declara -según lo hemos ya
transcrito- que los detenidos se hallaban "convictos y confesos como autores del frustrado asesinato
del general Álvaro Obregón", De los mismos periódicos tomamos los
siguientes informes: Excélsior, 15 de noviembre: Tirado terminantemente se ha
negado a declarar y no se le ha sacado alguna revelación. -16 de noviembre: Desde
el lunes último Tirado se encuentra con centinela de vista en uno de los
departamentos altos de la Inspección y ha continuado en su propósito de negarse
a contestar a los interrogatorios que le hacen los jefes policíacos, pues se
concreta a decir que nada sabe, porque al ser capturado se hallaba esperan do
un tren.
17 de noviembre: Juan Tirado sigue guardando silencio, mejor dicho persiste
en afirmar que él no tuvo arte ni parte en el atentado. En la Inspección de
Policía casi se tiene la certeza de que Tirado es uno de los dinamiteros; pero,
a pesar de que, tanto el jefe de las Comisiones de Seguridad como los agentes,
le han interrogado con habilidad, para hacerla caer en contradicciones y
obligarlo de esta manera a confesar de plano su delito, el preso se sostiene
todavía en los puntos de su primera declaración sin permitir que sus palabras
orienten a la policía hacia la verdad de los hechos.
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