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miércoles, 2 de marzo de 2016

LA CONTINENCIA - San Agustín

CAPÍTULO IV
La continencia, incompatible con la autosuficiencia.


10. Para no apartarnos de la continencia debemos velar contra la insidia de las sugestiones diabólicas, sin presumir de fuerzas propias. Porque maldito quien confía en un hombre . ¿Y quién ha de ser ese sino el hombre? Quien la ponga en sí, siendo hombre, no podrá afirmar con verdad que no la pone en el hombre. ¿Y qué es vivir según el hombre sino vivir según la carne? Escuche, pues, quien se sienta seducido por el orgullo humano y tiemble si carece de sentido cristiano. Oiga, pues: si viviereis según la carne, moriréis .


11. Quizá replique alguien: "No es lo mismo vivir según la carne que vivir según el hombre. El hombre es criatura racional, el alma racional es su atributo, y en eso se distingue del bruto; en cambio, la carne es nuestra parte ínfima y terrena, por lo cual vivir según la carne no es cosa buena. Quien vive según el hombre, no vive según la carne, sino según su específico atributo, a saber, según la razón con que aventaja al bruto". Tal discusión pudiera ser de algún interés en la escuela de los filósofos. Pero para entender nosotros al Apóstol de Cristo hemos de atender al estilo cristiano. Todos aquellos cuya vida es Cristo creyeron, sin duda alguna, que el Verbo de Dios asumió al hombre entero, no privado de alma racional, como algunos herejes pretendieron. Y, sin embargo, leemos: el Verbo se hizo carne. ¿Qué significa aquí carne sino hombre? Y toda carne verá la salvación de Dios. ¿Qué quiere decir sino todo hombre? A ti vendrá toda carne. ¿Quién ha de venir sino todo hombre? Le diste poder sobre toda carne. ¿Sobre quién sino sobre todos los hombres? Por las obras de la ley no se justifica ninguna carne. ¿Qué quiere decir esto sino que no se justificará hombre alguno? Es lo que en otro lugar dice más claramente: no se justifica el hombre por las obras de la ley. Reprende a los Corintios diciendo: ¿es que no sois carnales y camináis según el hombre?  Les llama carnales, y, con todo, no dice que caminan según la carne, sino según el hombre. Aunque bien se ve que quiere decir "según la carne". Si fuese culpa el vivir según la carne y virtud el vivir según el hombre, no les reprendería diciendo: camináis según el hombre. Reciba el hombre la reprensión, cambie la intención, evite la sanción. Escucha, hombre: no camines según el hombre, sino según aquel que hizo al hombre; no te apartes de aquel que te hizo a ti ni siquiera para buscarte a ti. Eso lo dijo un hombre que, sin embargo, no vivía según el hombre: porque no soy idóneo para pensar por mí algo como de propia cosecha, sino que mi capacidad viene de Dios. Mira si podía vivir según su propia humanidad quien tal cosa pudo asegurar con verdad. Es que cuando el Apóstol avisa al hombre para que no viva según el hombre, devuelve a Dios el hombre. Quien es hombre y no vive según el egoísmo, sino según Dios, no vive ni siquiera según él mismo. Mas cuando su egoísmo no se destrona, dice el Apóstol que vive según la carne, porque al nombrar la carne, como ya mostré, se sobrentiende la persona. Del mismo modo se entiende todo el hombre cuando se cita a sola el alma. Y así se dice sométase toda alma -es decir, todo hombre- a los poderes superiores . Y también: setenta y cinco almas -es decir, setenta y cinco hombres- bajaron a Egipto con Jacob. No vivas según tú mismo, ¡oh hombre! Ahí precisamente pereciste, pero te buscaron. Repito: no vivas según tú mismo; ahí pereciste y te encontraron. No condenes la naturaleza carnal cuando oyes decir: si viviereis según la carne, moriréis. Del mismo modo pudo decir: "Si vivís según vosotros, moriréis", y hubiese dicho bien. En efecto, el diablo carece de carnalidad; y, no obstante, por querer vivir según él mismo, no permaneció en la verdad. No es, pues, maravilla lo que de él dice con verdad la Verdad, pues el diablo vive según él mismo: cuando habla mentira, de lo suyo habla.

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