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lunes, 26 de septiembre de 2016

EL MANUSCRITO DEL PURGATORIO

(AÑO 1880)
(segunda parte)


AGOSTO 1880.- Cuántos actos inútiles, cuántas jornadas enteramente nulas, sin amor por Jesús, sin pureza de intención; y todo esto es perdido, porque no será tomado en cuenta para el Cielo. SALMO 63.- Ese es el Salmo aplicable al tiempo presente.  Tú no diriges la pureza de intención como el buen Dios quiere. Así en vez de ofrecer de modo vago tus acciones, podrías hacerlo con más fruto, determinando mejor tu intención. Por ejemplo, al tomar el alimento, di: “Jesús mío, nutre mi alma con tu santa gracia, como ahora yo nutro mi cuerpo”; cuando des clase: “Jesús mío, instruye mi alma, como instruyo a mis alumnos”; al lavarte la cara, las manos: “Jesús mío, purifica mi alma, como yo lo hago por mi cuerpo” y similarmente por cada una de tus buenas acciones. Habitúate a hablar a Jesús de corazón siempre: que Él sea el impulso de todo lo que haces o dices me entiendes? Nunca debes excusarte. Qué puede pasarte al ser creída culpable cuando no lo eres?. Y si reconoces haber faltado, humíllate y cállate. No te excuses ni siquiera mentalmente.

2 SEPTIEMBRE. RETIRO. Esta mañana has dicho a tu Padre que experimentas gran repugnancia al escucharme, que preferirías mucho más ser como todas las otras. En el transcurso del año has escrito la misma cosa. Con frecuencia lo has dicho a la Madre Superiora. Por qué afanarte tanto? No es quizás el buen Dios el que permite todo esto? Tú no lo insinuaste para nada. Aprovecha estas gracias y no te lamentes más. No has oído todo lo que oirás ni visto todo lo que verás. Dícelo a tu Padre. Dile también que yo no soy el diablo, El ni siquiera lo piensa. Eres tú que siempre tienes este temor. Cálmate y aprovecha mucho el Retiro. Tienes que comenzar desde este momento a cambiar el tenor de vida. No más otras reflexiones, otras vueltas sobre ti misma. Esto es amor propio y nada más. Abre más bien le corazón a la gracia, únete a Jesús y ocupes más el tiempo tan precioso en preguntar por qué esto, por qué aquello?. El buen Dios te reserva grandes gracias, como también a quien en su bondad el envía para decirte lo que desea de ti. Adora sus designios sin buscar entenderlos. Tu Padre dirá no pocas cosas para ti en su prédica, sin siquiera pensarlo. Jesús permitirá esto; aprovéchate con mucho arrepentimiento en este santo Retiro, decisivo para ti. Sólo las acciones hechas con gran amor, bajo la mirada de Dios, para cumplir su santa voluntad, tendrá recompensa inmediata en el Cielo, sin pasar por el Purgatorio. Qué ceguera al respecto hay en el mundo!

SEPTIEMBRE. - El retiro termina para toda la Comunidad, pero para ti no tiene que terminar. Continúalo todo el año y siempre en tu corazón; aún en medio de tus grandes ocupaciones, ten siempre un lugarcito acostumbrado, donde te recojas corazón a corazón con Jesús, y allí, no lo pierdas nunca de vista. El año pasado estuviste muy distraída; en el presente no debe ser más así. Has prometido al buen Dios, como otras veces a tu Padre, que comenzarás una vida nueva; a toda costa tienes que mantener la palabra. Eso te costará, pero quizás después te costará menos? No!. Ay de mí!. Todo pasa tan rápido y nosotros juntamente, sin advertirlo!. Ya desde hace largo tiempo Jesús te está detrás. Después de todas las gracias que Él te ha dado, no le negarás el total abandono de ti misma en sus adorables manos. Si quisieras lo dejarías actuar, y pronto serías una santa. y una gran santa quiere Él que seas. Tu Padre no te ha dicho quizás también una vez, en su nombre, un día de estos, que para ti no hay término medio? Cuántas personas ya te lo han dicho, y tú te quedas indiferente con iguales cosas que deberían ser sagradas para ti. Este vez me parece que has prestado mayor atención y que estás impresionada por tales palabras, repetidas nuevamente. Reflexiona con frecuencia, es una cosa seria. Jesús, ya te lo he dicho, espera de ti sólo un pequeño esfuerzo y Él hará el resto. Sé muy generosa. Qué cosa no obtendrías del buen Dios, si estuvieras como Él quiere verte. Qué unión más íntima desea Él contraer con tu alma!. Qué gozo quiere concederte!. Si supieras Oh Qué bueno es Jesús contigo!. Examina con frecuencia en tu corazón las gracias de elección que Él te ha hecho. La Madre Superiora te ha dicho que sobre todo para ti ella había llamado a tu Padre, de nuevo, este año; tú no lo has creído suficientemente, pero es verdad, ella ha seguido en esto las inspiraciones del buen Dios que ha querido que tú lo conocieras mejor y que él también te conociera más. Aprovéchate de esta nueva gracia que no será la última; pon en práctica todo lo que él te ha dicho; tú eres libre de tratar con él; ábrele siempre bien tu espíritu; que él te pueda leer como un libro. Si él te conociera como te conozco yo!. No se te comprende antes de conocerte; para esto es necesario un poco más de tiempo. Todos los pensamientos que has tenido ayer al respecto son pensamientos diabólicos. El demonio quiere impedir el bien; no lo hará si no lo escuchas. Cuida muy preciosamente las grandes gracias del Retiro; ellas nunca te abandonarán. No tengas miedo de sacrificarte desde la mañana a la noche por hacer la voluntad de Dios. Él te recompensará grandemente.

- Por qué he experimentado una conmoción tan fuerte al oír la primera palabra del Rev. Padre?

R. Esto era ya un principio de las gracias que debías recibir durante este retiro. Hay entre las almas una cierta atracción, de la que no se toma en cuenta en la tierra. El buen Dios ha hecho el alma de tu Padre y la tuya la una para la otra: de aquí, esa impresión involuntaria que has experimentado al escucharlo y que quizás experimentarás también en el futuro. Ruega mucho por el Padre que Jesús te regala a fin de ayudarte a levantar tu espíritu hacia Él. Él necesita de gracias más fuetes, más grandes que otros, para no desanimarse nunca. Con frecuencia tiene jornadas muy duras, muy pesadas para la naturaleza. Su vida es dura, penosa. Tienes que ayudarlo con tu oración. Lo has hecho pero todavía no es suficiente. Tienes que ofrecer según su intención tu trabajo, alguno de vuestros sufrimientos externos, cualquier sacrificio; en una palabra únelo a lo que haces, y únete a lo él hace. Jesús tiene grandes designios sobre él, como sobre ti; por eso ha permitido que te dirijas a él y que seas libre para abrirle tu espíritu. Considéralo como tu Padre; ámalo, sé sumisa a él como una verdadera hija y el buen Dios estará contento. No tomes a mal si te digo todas estas cosas hasta ahora lo has hecho todo poco a poco; pero yo debo decírtelas y tú igualmente las dirás al Rev. Padre. Entiendes? El retiro ha agradado mucho al buen Dios y muy provechoso para las almas. Jesús ve con placer a las almas religiosas volverse nuevamente a Él, buscarlo como su único fin. Para esto las ha llamado a su servicio, pero qué fácil es en la tierra olvidarse aún de cuánto hay más sagrado!. Un Buen retiro ayuda a las almas a reemprender su primera fuerza: eso ha hecho el Retiro que has tenido. Esto ha consolado el corazón tan bueno de Jesús. Son pocos los instantes que hemos de pasar en la tierra comparados con el gozo sin fin de la eternidad? En la muerte no creerá nunca haber hecho demasiado!. Sé muy generosa no te escuches a ti misma. Mira siempre al fin al que Jesús te llama: la santidad, el amor puro. y desde ahora camina siempre adelante sin mirar nunca atrás!. La cruz, la gran cruz, la que te desgarra el corazón es la herencia para los amigos de buen Dios. El día pasado te lamentabas con Jesús por haberte enviado no pocas penas este año!. Es verdadero porque encuentras tal cruz tan pesada?. Porque no amas suficiente!. Oh tú no has terminado con las cruces. Lo que has tenido hasta aquí es sólo el preludio de lo que te espera. No te he dicho quizás que sufrirás siempre en cuanto al cuerpo y en cuanto al espíritu y con frecuencia en cuanto al uno y en cuanto al otro juntos?. No se da la santidad sin sufrimientos!. Pero cuando dejes actuar libremente la gracia en ti, cuando Jesús posea tu voluntad y lo hagas dueño absoluto, la cruz, por muy pesada que sea no pesará más. El amor absorberá todo. Desde ahora sufrirás y sufrirás mucho, porque no es en un instante que el alma llega a desvincularse de cada cosa para no actuar más que por el puro amor. Jesús ve con complacencia tu esfuerzo. Oh!. Si se lo conociera mejor en la tierra!. Al contrario, se lo olvida!. Tú al menos, ámalo!. Compénsalo! Que vuestro esfuerzo vaya siempre creciendo , a fin de complacerlo. Trabaja sin descanso para llegar pronto (y ser ) lo que él quiere ver!.
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16 SEPTIEMBRE. En este día estás un poco más satisfecha de ti misma y Jesús también, porque te esforzase por complacerlo y por unirte más a Él. Pero no creas que ya llegaste; esto es apenas el inicio de la unión que Él quiere contraer con tu alma. Oh!. Qué poco se comprende en la tierra, no es verdad?, qué renuncia exige Jesús de un alma que Él quiere toda suya!. Se cree que se ama, se imagina ser sin más una Santa por el hecho que así se siente, así paree, un poco de más amor sensible que de ordinario, pero toda esta sensibilidad natural no es nada. Se necesita que el alma se eleve, se separe poco a poco de todo lo que la rodea y sobre todo de sí misma, de su amor propio, de sus pasiones a fin de llegar a la divina unión divina y Jesús sólo sobre todo lo que cuesta a la naturaleza llegar allá!. Se necesita hacer más de un sacrificio, se necesita que el corazón se rompa para sacar todo amor humano; esto es difícil! Qué pocas son las almas que comprenden tales cosas! Tú que las comprendes un poco por una gran misericordia de Jesús, tú a quien Él ama tanto, encamínate animosamente por esta senda de abnegación y de muerte a ti misma. Considera con frecuencia toda la ternura que Él ha tenido para ti, cómo ha dado a buscarte desde lejos, cómo ha vencido todas las dificultades encontradas en tu camino. El ha hecho más por ti que por ningún otro! Cada día te colma de sus gracias de elección. Considera otras veces como ha actuado en tu cuidado en estos últimos días; igualmente, Él espera de ti una gran generosidad, más que de tantos otros, a los que no ha concedido tantos favores, y de los que no pide una perfección tan grande. Él espera también una dedicación a toda prueba, y sobre todo mucho amor. Necesitas que tu espíritu, tu corazón se pierda en Él, que trabajes únicamente por complacerlo. Tienes que elevarte sobre la tierra y sobre todo lo que te rodea para abismarte en su santa voluntad. Debes llegar a no perderlo nunca de vista, ni siquiera un minuto. No creas por esto que estás atada al punto de no poder atender tus obligaciones!. No, (más bien) verás poco a poco que es todo lo contrario y que el alma más unida a Jesús será también la más exacta en el cumplimiento de todos sus deberes; es verdad que a quien lo ama, actúa por ella. Él no es más por así decirlo, que uno con ella. Piensa si estás bien dirigida y ayudada en lo que debes hacer!. Qué bien puede hacer a su alrededor un alma interior; no hay nada que ella no haga; todo que es hecho de otra manera es inútil. El alma unida a Jesús manda en su Corazón, es la dueña, Él no le niega nada. Habría tantas cosas que decirte al respecto, pero no me comprenderás. Tienes que esperar el momento querido por Dios. Si quieres, no tardarás en lograrlo. Jesús tiene gran deseo de unirse totalmente a ti. Pero no puedes todavía comprenderlo en este momento. Sé muy vigilante sobre ti misma; es tan bueno amar a Jesús; es tan consolador pasar inmediatamente, sin transición, de la unión íntima de la tierra a la unión todavía más íntima del Cielo. Reflexiona sobre todo lo que te he dicho. Una sola de tus acciones ofrecida por mi alivio, con pureza de intención, cuando estás muy unida a Jesús, me consuela más que muchas oraciones vocales. Entre más rápido te perfecciones, más rápido igualmente vendrá mi liberación. Es verdad que la Madre Superiora ha sufrido mucho en estos últimos días, pero un día de gran sufrimiento, igual a los que ella experimenta a veces, es de mayor provecho para su alma y para toda la Comunidad que diez días o más de buena salud, en los cuales pueda actuar y hacer todo lo que depende de los deberes de su cargo.
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29 SEPTIEMBRE.- Sí, conozco todas las penas de Padre; por eso, a tu pregunta de si habrá un poco de mejora después de los sufrimientos padecidos, respondo que no, sin agregar otro particular, porque no quiero hacerte estar temerosa. Estarás inquieta sabiendo tales sufrimientos, y porque lo tendrás en tu pensamiento delante del buen Dios, también más de lo acostumbrado, sin duda por una inspiración particular, he creído que es mejor que él mismo te haga conocer todas las aflicciones que él experimenta. Jesús se lo tendrá en cuenta; las almas que tanto lloran en este momento se encuentran en el Purgatorio, pero por poco tiempo, sobre todo el sacerdote al que el buen Dios quiere recompensar y los dos jóvenes que quiso preservar tomándolos de este modo, los que a lo mejor pudieron llegar a ser malvados. Dile que se consuele al pensar que Jesús lo ama mucho y le reserva, con preferencia de tantos otros, un lugar especial en su Corazón. Allí el debe andar preparado para reponerse y fortalecer el ánimo para continuar lo que ha emprendido por su divino Señor.

2 OCTUBRE. - Di más veces al día:”Oh Dios mío, cumple sobre mí tus designios y concédeme no interponer ningún obstáculo con mi conducta. Jesús mío, quiero lo que Tú quieras, porque Tú lo quieres, como lo quieras y en tanto cuanto lo quieras!”.

DOMINGO 3 DE OCTUBRE.- Oh si te fuese dado comprender cómo Jesús es tratado con indiferencia y desprecio en la tierra, no sólo por el común de la gente, como es insultado, escarnecido, puesto en ridículo, también por aquellos que deberían amarlo!. Así la indiferencia se halla en la Comunidad, entre los Religiosos y las Religiosas, su pueblo elegido; allá donde Él debería ser tratado como Amigo, como Padre, como Esposo, en el presente no se le considera más que como un extraño. Se encuentra también, esta indiferencia, entre el clero. Al presente más que nunca, Jesús es tratado por los sacerdotes de igual a igual. Ellos que deberían temblar, pensando en la majestuosa misión a ellos confiada, lo más frecuente es el cumplimiento con frialdad, con tedio!. Cuántos hay si  poseen espíritu interior? Su número es pequeño. Aquí, en el Purgatorio, los sacerdotes que expían su indiferencia y su vida sin amor son numerosos. Su negligencia culpable debe ser expiada mediante el fuego y la tortura de varias clases. Juzga de todo esto que el buen Dios, tan bueno, tan amable con sus creaturas, no encuentra quien lo ame y lo compense. Ay de mí!, Qué pocos hay! Ese es el gran sufrimiento del Corazón de Jesús: la ingratitud entre los suyos; sin embargo su Sagrado Corazón está todo lleno, todo rebosante de amor y Él no busca más que entregarlo. Jesús quisiera hallar almas muertas a sí mismas; derramar en ellos su amor a torrentes, más de lo que no ha hecho todavía por ningún otro aquí. Oh! Qué pocos son, por consiguiente, los que comprenden en la tierra a Jesús, su misericordia, su amor!. Se busca conocer y profundizar en todo, excepto en lo que hace la verdadera felicidad!. Qué tristeza!. Nunca debes disgustarte, ni exterior, ni interiormente. Haz lo posible por evitar cualquier contrariedad. Si, no obstante eso sucede, por descortesía o por malicia, supongo, no se hace lo que se debería, permanece en calma; una vez cometida la falla, en el momento que no hay remedio para qué espantarse? Habría así dos fallas en lugar de una.

14 OCTUBRE.- Durante mi acción de gracias. La más pequeña infidelidad de parte tuya, el más pequeño olvido, la mínima indiferencia por Jesús, es muy sentida por Él, y causa mayor dolor a su corazón tan bueno, tan amante, que una injuria de parte de un enemigo. Vigílate siempre con gran diligencia sobre ti misma: no te perdones nada. Que pueda venir Jesús a reposar con gozo en tu corazón, a fin de que lo compenses de todas las amarguras, que el mundo le da. Actúa con Él como con el mejor de los padres, como con el más afectuoso de los esposos. Consuélalo, repara con tu amor, con tu ternura, las injurias que recibe cada día. Debes hacer tuyos los intereses de su gloria con gran corazón. Olvídate de ti misma delante de Él y cree que haciéndolo así, tus propios intereses vendrán a ser suyos y Él hará por ti mucho más que si te ocupases de ti misma.

16 OCTUBRE.- Una persona hace un bello acto con las almas que le son confiadas, corregirlas, preocuparse por infundir en ellas un poco más de piedad: no tendrá éxito más proporcionalmente a su interioridad. Sólo el que más de su piedad vierta de su corazón; en el caso contrario, si ella no es como debe ser, si no está unidad a Jesús, su palabra llegará a la oreja, pero no al corazón, y su esfuerzo no será bendecido. Considera si es buena cosa estar unida a Jesús. Sí, no es verdad?... Y está en esto solamente la verdadera felicidad en la tierra.

NOVIEMBRE 1880. - Cuando tengas que corregir a una persona que ha faltado levemente o aún gravemente, hazlo con mucha dulzura, con firmeza a veces, cuando la falta lo exige, pero con pocas palabras y nunca por pasión, porque el reproche hecho de tal modo daña al alma del que lo hace y del que lo recibe. Al corregir una jovencita evita todo, por ejemplo, echarle en cara las faltas pasadas. Esto es un defecto bastante común y que disgusta al buen Dios. Los que actúan de tal modo cometen un pecado. Quién les ha dicho a hechos que lo que ellos reprueban no está ya perdonado?. Por qué motivo volver a lo mismo?. El buen Dios no ha dado igual ejemplo. Continuamente se debe humillar de las propias culpas y recordarlas incesantemente delante de Nuestro Señor, con dolor de corazón, pero no tienes nunca que regresar al pasado de nadie. Un alma cristiana y, con mayor razón, un alma religiosa, si quiere complacer a Nuestro Señor, actuará respecto al prójimo como desea que Jesús actúe con ella. Guarda bien esto, y cuando llegue la ocasión, ponlo en práctica fielmente. No permitas nuca que te atrapen excesivamente los deberes, no las cosas y las preocupaciones de la vida, tanto que tu alma pierda la libertad y le impidan unirse en cada instante a Jesús, y poder conocer y cumplir siempre su voluntad. Si sufres, acepta el sufrimiento con resignación porque es permitido por Jesús, el cual del mal que deja hacer, saca el más grade bien. Camina con toda sencillez al pie del tabernáculo y allí, confía a Jesús los pesos de tu corazón, lo que a veces te parece muy pesado de llevar: su corazón aligerará todo. Al contrario, si gozas con aquellos gozos sobre todo que se experimentan en raros intervalos en servicio del buen Dios, acéptalos con humildad y compunción, y piensa que la tierra no es la morada de reposo, sino un lugar de exilio, de fatiga y de sufrimiento de muchas clases! Deja que todo pase a tu alrededor, sin que pierdas tu tranquilidad. Nada te detenga. Tu única alegría, tu único reposo debe hallarse en Jesús; trabaja por Él sólo, que su amor te de ánimo; nunca podrás hacer demasiado por un Dios tan amable!. Entre más te separes de todo lo que te rodea, más Jesús te colmará de sus gracias de elección, de sus caricias divinas. Con frecuencia experimentarás una gran indiferencia por cosas que, en un tiempo, te habrían impresionado; también esto es una misericordia de Quien te ama y que desea verte en aquel desasimiento que Él espera de las almas que quiere exclusivamente suyas. Jesús permite que estas almas privilegiadas experimenten un cierto disgusto por todo eso que no es Él. Él las hace encontrar disgusto en lo que no se refiere a Él directamente, porque con esto quiere hacerlas llegar a vaciar su corazón de todo lo humano que se encuentra a fin de colmarlas con sus gracias y hacerlas rebosar de su amor.


NOVIEMBRE.- El día de Comunión, en que se celebra antes una Misa, puedes tomar colación un poco antes de las ocho. Que no pasen más de tres minutos. Te digo esto porque el buen Dios quiere que prolongues la acción de gracias lo más posible. Haciendo así, tendrás un cuarto de hora más. El primer cuarto de hora será para ti como de costumbre. Cuántas cosas debes decir a Jesús, no es verdad?. El segundo cuarto de hora será para Él. Puedes también continuar así aún durante las Horas Menores y en una gran parte de la Santa Misa. Pide el permiso a la Madre Superiora, Verás cuántas gracias!. Por un favor especial de Jesús, las Sagradas Especies permanecen en ti un largo tiempo 39 después de la Santa Comunión; aprovéchate, siempre, con compunción en esos instantes felices, en los que, con Quien al que el Cielo no consigue contener, todo puedes obtener. Qué amor el de un Dios por su pobre creatura hasta abajarse para tratar con ella, como un amigo con el amigo!. Por tanto debes adorar, dar gracias, pedir y reparar de modo particular por todas las injurias que Jesús recibe en el mundo en estos tristes tiempos!. Es tan ofendido el buen Jesús!. Oh! ámalo mucho. Tú sabes que Él te ama: lo has experimentado!. Estando todavía en la tierra, no puedes comprender lo que el buen Dios exige de un ánima que expía sus culpas en le Purgatorio. Tú crees que muchas plegarias, por otra parte bien hechas, pondrán un ánima así de rápido en posesión de la felicidad eterna!. No es así. Quién puede escrutar los juicios del buen Dios?. Quien puede comprender la pureza Él exige de un ánima, antes de admitirla en la participación de su eterna felicidad? Oh, si se supiera, si se reflexionara en todo esto mientras se está en la tierra, qué vida se llevaría!. Revisa seriamente cuántos pecados veniales comete al día una persona negligente, poco solícita de su salvación, toda dedicada a las cosas de la tierra. Cuántos minutos consagra al buen Dios? Lo piensa al menos con atenta consideración? Y bien, esos 365 días iguales en un año. y si son muchos años semejantes, tal persona muere con el alma cargada de una multitud de pecados veniales no perdonados, porque ella no ha hecho caso. Apenas, apenas tiene el alma así agobiada un pequeño indicio de amor, cuando viene a rendir cuentas de su vida a Quien se la pide. Por eso esta vida casi nula, es que tiene que comenzar la expiación, vida sin amor de Dios, sin pureza de intención. El alma debe vivir por Dios, no ha vivido por Él; tiene por tanto, que recomenzar su vida y esto entre sufrimientos inauditos!. En la tierra ellas no han aprovechado la misericordia divina. Era esclava de su cuerpo; una vez en el lugar de purificación, debe satisfacer hasta el último céntimo y adquirir su primer esplendor, esto en cuanto a las almas indiferentes de su salvación, pero en cuanto a las aún más pecadoras, es totalmente otra cosa. Ama mucho al buen Dios para no ser obligada a venir aquí a adquirir su amor mediante los sufrimientos sin méritos. Los sufrimientos en la tierra, las penas son meritorias, no las dejes escapar: sobre todo ama!. El amor cubre muchos pecados y también los evita porque no se quiere provocar disgustos a Quien se ama; por eso el alma que verdaderamente a Jesús está continuamente en guardia y evita todo eso que podría ofender su mirada divina. Muchas ánimas del Purgatorio están asignadas a ti para ser liberadas del lugar de su sufrimiento. Ruega con todo el corazón por ellas.

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