Triunfo de la Iglesia en las almas, dominio
del Evangelio
Entonces
será la paz, la reconciliación de Dios con los hombres; Jesucristo será
servido, adorado y glorificado. La caridad florecerá en todas partes. Los
nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia que será fuerte,
humilde, piadosa, pobre, celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El
Evangelio será predicado por todas partes y los hombres harán grandes progresos
en la fe, porque habrá unidad entre los obreros de Jesucristo, y los hombres
vivirán en el temor de Dios.» (...)
Desgracias en los tiempos del Anticristo y
perseverancia de los fieles
“Esta
paz entre los hombres no será larga; veinticinco años de zafras abundantes les
harán olvidar que los pecados de los hombres son la causa de todos los castigos
que ocurren en la Tierra.
“La
Tierra será castigada con todo género de plagas (además de la peste y del
hambre que serán generales); habrá guerras, hasta la última que la harán los
diez reyes del anticristo, los cuales tendrán todos un mismo plan, y serán los
únicos que gobernarán al mundo. Antes que eso suceda, habrá una especie de
falsa paz en el mundo; no se pensará más que en divertirse; los malvados se
entregarán a toda clase de pecados; pero los hijos de la Santa Iglesia, los
hijos de la Fe, mis verdaderos imitadores, creerán en el amor de Dios y en las
virtudes que me son más queridas. Dichosas las almas humildes guiadas por el
Espíritu Santo, Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud de la
edad.
La
naturaleza clama venganza contra los hombres, y tiembla de espanto en espera de
lo que debe suceder en la Tierra encharcada de crímenes. Temblad Tierra, y
vosotros que hacéis profesión de servir a Jesucristo y que interiormente os
adoráis a vosotros mismos, ¡temblad!, pues Dios va a entregaros a sus enemigos,
porque los
lugares santos están en la corrupción. Muchos conventos no son ya casa de Dios,
sino pastizales de Asmodeo. Durante este tiempo nacerá el
anticristo... Hará prodigios y no se alimentará sino de impurezas. ... Se
cambiarán las estaciones... Los astros perderán sus movimientos regulares. La
luna no reflejará más que una débil luz rojiza. El agua y el fuego causarán en
el globo terrestre movimientos convulsivos y horribles terremotos.
ROMA perderá la Fé y se convertirá en la sede del anticristo. Los demonios del aire, con el anticristo, harán grandes
prodigios en la Tierra y en los aires, y los hombres se pervertirán más y más.
Dios cuidará de sus fieles servidores y de los hombres de buena voluntad. El
Evangelio será predicado por todas partes. Todos los pueblos y todas las
naciones conocerán la verdad.
Los
apóstoles de los últimos tiempos
Nuestra
Señora hizo después una descripción sobre la acción de los demonios y del
Anticristo en una tierra devastada por los crímenes de todo orden. Pero Dios,
agrega, tomará bajo sus cuidados a los
fieles servidores y a los hombres de buena voluntad a quienes exhorta a tener
una fidelidad heroica:
Hago
una apremiante llamada a la Tierra, llamo a los verdaderos discípulos del Dios
que vive y reina en los Cielos, llamo a los verdaderos imitadores de Cristo
hecho hombre, el único y verdadero salvador de los hombres. Llamo a mis hijos,
a mis verdaderos devotos, a los que se me han consagrado a fin de que los
conduzca a mi Divino Hijo, los que llevo, por decirlo así, en mis brazos, los
que han vivido de mi espíritu. Finalmente... Llamo a los Apóstoles de los
Últimos Tiempos. Los fieles discípulos de Jesucristo que han vivido en el
menosprecio del mundo y de sí mismos, en la pobreza y en la humildad, en la
oración y en la mortificación, en la castidad y en la unión con Dios. En el
sufrimiento, y desconocidos del mundo. Ya es hora que salgan y vengan a
iluminar la Tierra: Id y mostraos como mis hijos queridos, yo estoy con
vosotros y en vosotros, con tal que vuestra fe sea la luz que os ilumine en
esos días de infortunio. ... Luchad hijos de la luz, vosotros pequeño número...
pues ya está aquí el tiempo de los tiempos, el fin de los fines. La Iglesia se
oscurecerá, el mundo quedará consternado.
En el fin del mundo, Dios enviará a Enoc y
Elías
“La
Iglesia será eclipsada, el mundo estará en la consternación. Pero he ahí Enoc y
Elías, llenos del espíritu de Dios; predicarán con la fuerza de Dios, y los
hombres de buena voluntad creerán en Dios, y muchas almas serán consoladas.
Harán grandes prodigios por la virtud del Espíritu Santo, y condenarán los
errores diabólicos del anticristo. ¡Ay de los habitantes de la Tierra...! Habrá
guerras sangrientas y hambres, pestes y enfermedades contagiosas; habrá lluvias
de un granizo espantoso... ... Tempestades que destruirán ciudades, terremotos
que tragarán países; se oirán voces en el aire; los hombres se golpearán la
cabeza contra los muros, llamarán a la muerte. ... La sangre correrá por todas
partes. ¿Quién podrá resistir si Dios no disminuye el tiempo de la prueba? Por
la sangre, las lágrimas y oraciones de los justos, Dios se dejará aplacar. Enoc
y Elías serán muertos. Roma pagana desaparecerá, caerá fuego del cielo y
consumirá tres ciudades; el universo entero estará preso del terror, y muchos
se dejarán seducir por no haber adorado al verdadero Cristo, que vivía entre
ellos. Ha llegado el tiempo. El sol se oscurece, solo la Fe vivirá.
“Ha
llegado el tiempo. El abismo se abre. He aquí el rey de los reyes de las
tinieblas. Aquí está la bestia con sus súbditos, llamándose el salvador del
mundo. Se elevará con orgullo por los aires para subir hasta el Cielo. Será
sofocado por el soplo de San Miguel Arcángel. Caerá. Y la Tierra, que llevará
tres días en continuas evoluciones, abrirá su seno lleno de fuego. Será hundido
para siempre, (el anticristo), con todos los suyos, en los abismos eternos del
infierno. Entonces el agua y el fuego purificarán y consumirán todas las obras
del orgullo de los hombres y todo será renovado. Dios será servido y
glorificado.»
Nuestra Señora sube al Cielo
Después
de esas palabras, Nuestra Señora agregó: “Hijos míos, comunicaréis esto a todo
mi pueblo”. Y caminó hasta una elevación próxima. Sus pies apenas tocaban el
pasto, sin doblarlo. Al alcanzar la cima, se detuvo mirando con tierna bondad a
los videntes. Comenzó entonces a elevarse insensiblemente hasta la altura de un
metro.
Se
quedó tan sólo un instante, el tiempo suficiente para mirar el cielo, la
tierra, a su derecha y a su izquierda. Después posó sus ojos “tan dulces, tan
amables y tan buenos que juzgué que me atraería hasta su interior, y parecía
que mi corazón se abría al de Ella”, narró Mélanie. La luz que la rodeaba se
volvió más intensa, como envolviendo a Nuestra Señora y poco a poco
desapareció. La luz ascendió suavemente rumbo a la derecha, hasta desaparecer
de la visión de los niños amados de la Virgen.
COLOFON
Los
hechos referidos en el secreto de La Salette no parecen ser dictados en orden
sucesivo, no podemos entenderlos en forma cronológica. A veces se repite lo que
se dijo anteriormente. (“Estilo cíclico", característica Apocalipsis de
San Juan.) Se habla del triunfo definitivo de la Iglesia, después del Juicio de
las Naciones o purificación de la humanidad, en el que todo será renovado y
habrá entonces un solo rebaño y un solo pastor. También se habla del nacimiento
y de la actuación del anticristo. Referirse al anticristo es llegar al máximo
grado de apostasía universal. También hace referencia a los dos testigos, que
condenarán los errores del anticristo y exhortarán al mundo a hacer penitencia.
Testigos que al final serán vencidos y muertos. ( Apoc. cap. XI.) Algunas
profecías ya se han cumplido:
A.-Que
el Papa no saliera de Roma después de 1859, año a partir del cual, vencida
Austria, querían que el Papa abandonase Roma para conseguir la unidad italiana.
B.-La
profecía de Napoleón también se cumplió al pie de la letra: cayó "sobre la
propia espada de la cual quería servirse para obligar a los pueblos a
ensalzarlo"; esa fue Prusia, de ella se sirvió para debilitar a Austria,
la potencia católica. etc.
El
punto central del mensaje de La Salette es que:
1.-
"Vendrán una serie de castigos y catástrofes...", Por causa (o
producto), de los pecados de los hombres.
2.-
"Muchos sacerdotes se apartarán de la sana doctrina." Una triste
realidad hoy en día, de la que nosotros tenemos mucha culpa por no haber rezado
suficientemente por ellos. Y ahora satanás ha cegado las inteligencias de
muchas almas consagradas.)
3.-
"Muchas casas religiosas se apartarán de la verdadera fe." Vivimos en
un desconcierto doctrinal sin precedentes. Nuestra Señora hace referencia al
anticristo, y que Roma perderá la fe y se convertirá en su sede. (Afirmaciones
que no chocan con lo revelado en la Sagrada Escritura.) Dios permitirá a
Satanás tentar a los hombres y al mundo y éste llegará al caos, al desorden y
la desesperación. Y por un acto de su justicia y su misericordia mandará
purificar y renovar al mundo, y a su Iglesia, y la vida en la Tierra continuará
con aquellos hombres justos y orantes que supieron estar vigilantes a los
mensajes marianos y al espíritu cristiano, y vendrá entonces, -como está
profetizado-, el reinado de los Sagrados Corazones de
Jesús y de María.
La
Santísima Virgen clarifica en La Salette los Últimos Tiempos, y hace una
llamada a los verdaderos imitadores de su Hijo, a los "Apóstoles de los
Últimos Tiempos", que ayudarán al triunfo definitivo de Jesucristo, con
Paz y reconciliación de Dios con los hombres, cuando la Santa Iglesia será
piadosa, fuerte, humilde e imitadora de las virtudes de Jesucristo. Según la
tesis de que estamos en los ULTIMOS TIEMPOS, el "Final de los
Tiempos", (no el fin del mundo), y que una purificación dará lugar a la
conversión de los judíos y del mundo, lo fundamental del Secreto de La Salette,
referido a la época actual, es "LA
GRAN APOSTASIA" denunciada ya por Pablo VI: "el humo del infierno se
ha infiltrado en la Iglesia".
Con una especial responsabilidad del clero.
Una crisis espantosa de la Iglesia, una persecución religiosa, y castigos
apocalípticos; castigos también anunciados en Fátima, y en otras apariciones: "Varias naciones serán aniquiladas..."
Con estas
últimas palabras terminamos con el secreto de Nuestra Señora de la Salette,
pero, a la vez, se abre la posibilidad de hablar de los secretos de Nuestra
Señora de Fátima en otra próxima entrega
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