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miércoles, 24 de noviembre de 2021

SERMON DEL DOMINGO DE PASCUA de 1984: MONS. MARCEL LEFEBVRE.

 

Nota_ Estimados lectores vuelvo a repetirlo y no me cansare de hacerlo mientras vivía, Mons. Marcel Lefebvre, Manifestó de alguna u otra manera su posición respecto a la tradición de la Iglesia y su rechazo rotundo a todas las “reformas” que emanaron del concilio, entre ellas este ecumenismo feroz que termino con las misiones en suelos paganos. Así lo vuelve a hacer en este sermónPosición que supo trasmitir a todos los que tuvimos la gracia de estar con él en los momentos más álgidos de esta sin igual lucha de David (la Iglesia de siempre) contra Golead (la Iglesia nueva o modernista), nunca lo vimos retroceder o flaquear en su fe como tantos obispos en el mundo de ese momento. Pudo decir como San Pablo lo dijo en su momento: “He combatido el buen combate, he guardado la Fe” es por eso que muero excomulgado por los modernistas o la Iglesia nueva.

 Queridos amigos y hermanos:

Todos sabemos que estamos actualmente ante una situación de la Iglesia que es cada vez mas inquietante. El problema no es de hoy sino desde el Concilio, particularmente desde la aplicación de las reformas conciliares. (alguien me pregunto que, si había algo rescatable del Concilio Vaticano II, mi respuesta fue aquella cita del Evangelio: “¿Puede un árbol malo dar frutos buenos? Saquen ustedes mismos la conclusión) Nosotros sentimos una especie de escalada del ecumenismo hecha por el Papa (en ese momento Juan Pablo II) y los obispos.

Esto no es un misterio-es visto y sabido por todo el mundo- pues la televisión y todos los medios de comunicación social muestran este ecumenismo practicado por las mismas autoridades le la Iglesia (modernista). Este ecumenismo representa para cada uno, estoy seguro de ello, un grave problema de conciencia.

Nosotros hemos decidido permanecer católicos y no tenemos la intención de cambiar. El catolicismo para nosotros significa guardar la Fe, los sacramentos, el Santo Sacrificio de la Misa, el catecismo, todo lo que la Iglesia ha enseñado y legado como una herencia preciosa durante 19 siglos a generaciones y generaciones de católicos.

Nosotros mismos hemos recibido en nuestra infancia, en nuestra adolescencia, en nuestra juventud y en la edad madura esa preciosa herencia y nos hemos apegado a ella como a la pupila de nuestros ojos.

Esta fe y todos los medios que nos han sido legados para mantener y guardar la gracia en nosotros, son necesarios para salvar nuestras almas, para ir al cielo.

No es por otras razones que queremos permanecer católicos: es para salvar nuestras almas. Yo dije el jueves santo en el sermón de la Misa Crismal, que tenemos la impresión de alejarnos cada vez mas de aquellos que practican este ecumenismo insensato y contrario a la fe católica. Pero, debería decir mejor, que debemos permanecer católicos y perseverar en ello hasta el fin de nuestros días. Son ellos los que vemos que se alejan de nosotros todo porque queremos permanecer fieles.

No por nada nuestros padrinos y nuestras madrinas han pronunciado el Credo el día de nuestro bautismo, cuando fuimos confirmados, nosotros mismos pronunciamos ese Credo que nos une definitivamente a la Fe católica.

Ahora bien, hechos desconcertantes se han ido acumulando sobre todo después de los viajes a la India (donde Juan Pablo II se dejo poner en la frente el signo de la diosa india Shiva), Marruecos y Togo y los comunicados que la Santa Sede ha publicado oficialmente estos últimos días. En ellos expresaba la intención de ir con los judíos para rezar con ellos, además su deseo de ir a Taizé para rezar con los protestantes, y que quería- él mismo lo ha dicho públicamente en San Pablo extra muros- hacer una ceremonia que reuniera todas las religiones del mundo para rezar con ellos en Asís por la paz. Dicha reunión se llevará acabo el 24 de octubre en el marco de la Paz proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (O. N. U.).

Vosotros habéis leído eso en los diarios y aquellos que tienen televisión han podido ver y escuchar por sí mismos. ¿Qué pensamos nosotros de todo esto? ¿Cuál debe ser la reacción de nuestra Fe católica? Eso es lo que importa. No se trata de nuestro sentimiento personal o de una especie de impresión de cualquier constatación. Se trata de saber que piensa de ello la Iglesia Católica según lo que se nos ha enseñado, ¿Cuál es la reacción de nuestra fe ante esos hechos? (La reunión de la “religiones” se realizaron puntualmente en Asís, como Mons. lo había dicho meses antes. A partir de esta primera reunión le siguieron otras bajo el pontificado de Juan Pablo II, luego bajo el Pontificado de Benedicto XVI. De eso es testigo quien esto escribe y de la impotencia que se apodero de nosotros al no poder hacer entender al resto de los fieles el peligro inminente que esto traería a sus almas).

Por eso voy a citar algunas frases muy cortas que he recogido del Tratado de Derecho Canónico del canónico Naz. El Derecho Canónico editado bajo la orden del Papa San Pío X y publicado por Benedicto XV, es la expresión de la Ley de la Iglesia y que ha sido suya durante 19 siglos, ¿Qué dicen estos textos respecto a lo que se llama la “Comunicatio in Sacris” ?, es decir, la participación en un rito no católico o donde los no católicos.

Me parece que es eso lo que nos ocupa cuando vemos al Papa y a los obispos participar en cultos no católicos. ¿Qué dice la Iglesia de la Comunicatio in Sacris? Esto esta prohibido participar con los no católicos al tenor del Canon 1258, que dice: “ESTA ABSOLUTAMENTE PROHIBIDO A LOS FIELES ASISTIR O TOMAR PARTE EN LOS CULTOS A CATOLICOS DE CUALQUIER MANERA QUE SEA”. Y, he aquí, como lo explica este comentario oficial de la doctrina de la Iglesia que yo no hice mas que copiar: “La participación es activa y formal cuando un católico participa en un culto heterodoxo, es decir, no católico, con la intención de honrar a Dios por este medio, según la manera de los católicos.” Repito: “La participación es activa y formal cuando un católico participa en un culto no católico con la intención de honrar a Dios por este medio a la manera de los católicos.” Es exactamente ante lo cual nos encontramos.

Yo pienso realmente que los obispos y el Papa tienen la intención de honrar a Dios por el culto no católico del cual participan, me parece que en eso no me equivoco.

“una participación tal esta prohibida bajo cualquier forma- quovis modo- puesto que ella implica la profesión de Fe de una falsa religión y, por consiguiente, renegar de la Fe católica. Y la Santa Sede decretaba en 1889: “Esta prohibido rezar, cantar, tocar el órgano en un templo herético o cismático asociándose a los fieles, aun si los términos y los cantos son ortodoxos”.

No soy yo quien lo ha escrito. Esta con todas sus letras en el tratado de Derecho Canónico del canónico Naz que es una autoridad y que ha sido siempre considerado en la Iglesia como un comentario completamente oficial y valedero.

Aquellos que participan activa y formalmente con los no católicos se presume que adhieren a las ceremonias de estos últimos. Por lo cual el Canon 23,16 los declara “Sospechosos de herejía” y si ellos perseveran son “considerados como herejes”. No hago mas que citar el texto.

¿Por qué esta legislación de la Iglesia? Para ayudarnos a practicar el primer mandamiento que por medio de el profesamos nuestra Fe católica.

Si la profesamos nos es inconcebible profesar otra fe y participar en otro culto. Rezando en otro culto hacemos profesión de honrar al dios que es invocado por ese culto, el de una falsa religión. Un dios que es una construcción del espíritu o que es un ídolo cualquiera, pero que no es el verdadero Dios.

¿Cómo queréis que los judíos recen al verdadero Dios? Ellos están formalmente, esencialmente contra Nuestro Señor Jesucristo, precisamente desde el día de la resurrección de Nuestro Señor y desde antes puesto que le han crucificado, pero de una manera oficial después de la resurrección ellos se han puesto a perseguir inmediatamente a perseguirá los discípulos de Nuestro Señor Jesucristo y esto durante siglos. ¿Qué han hecho los príncipes de los sacerdotes? En lugar de decir nos arrepentimos, nos hemos equivocado adoramos a Nuestro Señor Jesucristo si verdaderamente resucito, ¿Cómo no seguirlo? No.

¿Qué les han dicho a los soldados que custodiaban el sepulcro? “He aquí una gran suma de dinero id y decid en todo Jerusalén que mientras vosotros dormíais los apóstoles vinieron a tomar el Cuerpo de Nuestro Señor.” San Agustín les contesta- pienso que sonriendo-: ¿Cómo han podido afirmar que habían visto a los Apóstoles tomar el cuerpo de Nuestro Señor puesto que ellos dormían? Ellos no han podido ver, es el demonio quien los inspiro y ellos permanecieron bajo su influencia.

¿Qué hacer ante esta situación lamentable de la Iglesia? De la mañana a la tarde y del día a la noche rezar a la Santísima Virgen María para que venga en socorro de su Iglesia puesto que es un escandalo considerable- en el verdadero sentido del término, escandalo quiere decir empujar al pecado- este escandalo del ecumenismo y la participación en el culto de las falsas religiones.

Ellos no tienen mas fe en la Iglesia católica. No creen ya en que no hay más que una religión verdadera, que no hay mas que un verdadero Dios, la Santísima Trinidad.

La fe desaparece cuando el ejemplo y el escandalo proceden de tan alto, de aquel que esta ahora sobre la sede de Pedro y de casi todos los obispos. ¡Pobres de los cristianos que están como librados así mismos, que no tienen suficiente formación cristiana para mantener su Fe católica a pesar de todo! ¡O que no tienen a su lado sacerdotes que les ayuden a conservar la Fe, ellos están desamparados! Ellos pierden la fe, no la practican más, o se comprometen con cualquier secta. Entonces debemos rezar mucho, reflexionar, pedir al Buen Dios que nos guarde la Fe católica, pase lo que pase.

Los acontecimientos no dependen de nosotros. Es como una película de cine que se desarrolla ante nuestros ojos, desde el Concilio vemos deteriorarse la situación año tras año. El sínodo ha dado aún yo diría una nota final aun mas grave que las otras afirmando lo siguiente: “Nosotros continuamos a pesar de las consecuencias” el sínodo a querido ver en el Concilio una obra del Espíritu Santo, un Pentecostés extraordinario.

Es preciso continuar, dicen ellos, continuar en el espíritu del Concilio, sin restricción, sin reprehensión, sin vuelta a la tradición. Nosotros vemos ahora que las etapas se precipitan, que van mas rápido. Por fuerza, puesto que no ha habido objeción luego de estos veinte años de puesta en práctica el espíritu maléfico del Concilio.

De ahora en mas todos aquellos que están de acuerdo con las transformaciones de la Iglesia no tienen razón para no continuar y para hacerlo mas rápidamente. Se esta llegando a la destrucción de la Iglesia.

FIN DEL SERMON

Si meditamos un poco este sermón de Mons. Marcel Lefebvre encontramos lo siguiente:

--La Iglesia actual, es decir la Iglesia Modernista, ha incurrido en herejía hoy más que nunca material y formalmente por todos actos a católicos, por sus alocuciones y por sus mismos escritos del todo contrarios a la tradición de la Iglesia de siempre.

--La posición muy opuesta de Monseñor con respecto a los Papas desde Juan XXIII hasta el actual de “cuyo nombre no me quiero acordad” Francisco en relación a los judíos.

--La condena tajante al ecumenismo actual basado en el Derecho Canónico antiguo no al moderno que, de seguro ya ha sido modificado.

--La permanencia en la Fe de siempre si es preciso hasta dar nuestras vidas, claro con la ayuda de la Virgen Santísima.

 

 

 

  

 

 

 


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