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miércoles, 29 de agosto de 2018

UNA VEZ SE DIJO, PERO SIEMPRE OLVIDAMOS




PARA TENER PRESENTE SIEMPRE Y NO OLVIDAR

En 1946, el P. Garrigou-Lagrange, advirtió en su artículo de referencia en contra de la Nueva teología moderna: Aquellos que han tratado de asistir a las clases de los maestros del pensamiento modernista con el fin de convertirlos, se han dejado convertir por ellos”.
Cuan tan difícil es, en la actualidad, la vocación del sacerdocio Católico porque contra viento y marea debe, como su principal deber guardar la fe, conservar la doctrina de Nuestro Señor Jesucristo, salvaguardar el sacerdocio y proteger el Danto Sacrificio de la Misa. Si, humanamente, se mira es del todo imposible cumplir con la mayor fidelidad esta vocación y conservar estos magníficos tesoros encomendados en manos frágiles y débiles, en vasos de barro. Pero, sin duda alguna, que Dios Nuestro Señor es el que con su omnipotencia nos hace aptos para esta vocación, nos sostiene, nos cuida, y, con gran confianza, permite y entrega todo cuanto he dicho como antaño eligió a San Pedro para la gran misión de Pontífice de su Iglesia.
Pero una gran tormenta con impresionantes olas se ha levantado sobre nosotros católicos de los últimos tiempos, como jamás la ha habido en la historia de nuestra sufrida Iglesia Católica, tempestad que jamás imaginamos, tempestad que nos deprime, entristece, desanima y desalienta y nos produce hastió a tal grado de postrarnos en tierra como a Jesucristo en el huerto de los Olivos, porque nos oculta al sol de justicia dejándonos en las sombras más densas en donde la gran confusión reina y no nos faltan ganas de abandonar la nave de la verdadera Iglesia al ver, con gran desconsuelo, cuantas pobres almas se han tirado al vacio o se han entregado no a la oscuridad sino a las tinieblas exteriores como dijo Nuestro Señor a Judas: “Lo que has de hacer, hazlo pronto” y San Juan nos dice: “Y cuando salió judas era de noche.”
La noche actual por ser obra del maligno, puesto que es su costumbre según San Juan: “El enemigo llego de noche y sembró la cizaña” la cizaña han sido, a través de la historia de la Iglesia, las herejías de todos los colores y sabores, o sea, para todos los gustos, así como aquel mana que cayó del cielo con el cual Dios alimento a los judíos en el desierto, el cual se acomodaba al gusto de cada uno.
Pero este mana no tiene su origen en el cielo sino en el infierno, me refiero al modernismo que es la cloaca (expresión usada por San Pío X en su Encíclica Paccendi Gregis) de todas las cizañas y ha generado ésta gran tempestad y, que han dicho sobre ella nuestros santos Pontífices de Pio doce para abajo?
He aquí las palabras de San Pió X:
Hablamos, venerables hermanos, de un gran número de católicos seglares y, lo que es aún más deplorable, hasta de sacerdotes, los cuales, so pretexto de amor a la Iglesia, faltos en absoluto de conocimientos serios en filosofía y teología, e impregnados, por lo contrario, hasta la médula de los huesos, con venenosos errores bebidos en los escritos de los adversarios del catolicismo, se presentan, con desprecio de toda modestia, como restauradores de la Iglesia, y en apretada falange asaltan con audacia todo cuanto hay de más sagrado en la obra de Jesucristo, sin respetar ni aun la propia persona del divino Redentor, que con sacrílega temeridad rebajan a la categoría de puro y simple hombre.
Añádase que han aplicado la segur no a las ramas, ni tampoco a débiles renuevos, sino a la raíz misma; esto es, a la fe y a sus fibras más profundas.
Por fin, y esto parece quitar toda esperanza de remedio, sus doctrinas les han pervertido el alma de tal suerte, que desprecian toda autoridad y no soportan corrección alguna; y atrincherándose en una conciencia mentirosa, nada omiten para que se atribuya a celo sincero de la verdad lo que sólo es obra de la tenacidad y del orgullo.
Y como una táctica de los modernistas (así se les llama vulgarmente, y con mucha razón), táctica, a la verdad, la más insidiosa, consiste en no exponer jamás sus doctrinas de un modo metódico y en su conjunto, sino dándolas en cierto modo por fragmentos y esparcidas acá y allá, lo cual contribuye a que se les juzgue fluctuantes e indecisos en sus ideas, cuando en realidad éstas son perfectamente fijas y consistentes.
Pio VI condeno estas falsas doctrinas modernistas, así lo refiere san Pio X. “Las teorías de donde estos errores manan, venerables hermanos, son ciertamente las que solemnemente condenó nuestro predecesor Pío VI en su constitución apostólica Auctorem fidei. Para no hacer más larga la exposición citaremos las palabras de Pio IX EN VOCA DE San PioX
Pio IX: “«Esos enemigos de la revelación divina, prodigando estupendas alabanzas al progreso humano, quieren, con temeraria y sacrílega osadía, introducirlo en la religión católica, como si la religión fuese obra de los hombres y no de Dios, o algún invento filosófico que con trazas humanas pueda perfeccionarse»(14). (No olvidemos el documento del Sylabus errorum donde el mismo Papa codena los errores modernistas tan en boga hoy día)
CONCILIO VATICANO_ «Ni, pues, la doctrina de la fe que Dios ha revelado se propuso como un invento filosófico para que la perfeccionasen los ingenios humanos, sino como un depósito divino se entregó a la Esposa de Cristo, a fin de que la custodiara fielmente e infaliblemente la declarase. De aquí que se han de retener también los dogmas sagrados en el sentido perpetuo que una vez declaró la Santa Madre Iglesia, ni jamás hay que apartarse de él con color y nombre de más alta inteligencia.» (O sea no a la evolución de los dogmas ni a la elucubración de los Seudo filósofos que alimentan estas doctrinas perversas conpendiadas en el modernismo)
PALABRAS DE MONS. LEFEBVRE_ Les pregunto: ¿dónde están las verdaderas notas de la Iglesia? ¿Están en la Iglesia oficial (no se trata de la Iglesia visible, se trata de la Iglesia oficial) o en nosotros, en lo que representamos, lo que somos? Queda claro que somos nosotros quienes conservamos la unidad de la fe, que desapareció de la Iglesia oficial. Un obispo cree en esto, el otro no; la fe es distinta, sus catecismos abominables contienen herejías. ¿Dónde está la unidad de la fe en Roma? ¿Dónde está la unidad de la fe en el mundo? Está en nosotros, quienes la conservamos.
el santo Papa Pió X, en la encíclica “Pascendi”, condena estos términos de “tradición viva”, de “Iglesia viva”, de “fe viva”, (Un retorno a las reformas de Cranmer 1n el año 1500, quienes quieran conocer esta reforma en este blog se encuentran artículos que hacen referencia a ella) etc., en el sentido que los modernistas lo entienden, es decir, de la evolución que depende de las circunstancias históricas. La verdad de la Revelación, la explicación de la Revelación, dependerían de las circunstancias históricas.
¿”Es necesario, obligatoriamente, salir de la Iglesia visible para no perder el alma, salir de la sociedad de los fieles unidos al Papa”? No somos nosotros, sino los modernistas quienes salen de la Iglesia.
¿Salir, por lo tanto, de la Iglesia oficial? En cierta medida, ¡sí!, obviamente. Todo el libro del Sr. Madiran “La Herejía del Siglo XX” es la historia de la herejía de los obispos. Es necesario, pues, salir de este medio de los obispos, si no se quiere perder el alma. Pero eso no basta, ya que es en Roma donde se instala la herejía. Si los obispos son herejes (incluso sin tomar este término en el sentido y con las consecuencias canónicas), no es sin la influencia de Roma. Si nos alejamos de esta gente, es absolutamente de la misma manera que con las personas que tienen el SIDA. No se tiene deseo de contraerlo. Ahora bien, tienen el SIDA espiritual, enfermedades contagiosas. Si se quiere guardar la salud, es necesario no ir con ellos. (¡Cuan tan claro y prciso es el lenguaje de los que aman la verdad y mueren por ella!)
El cardenal Ratzinger, por otra parte, no lo oculta: adoptaron ideas, no de Iglesia, sino del mundo y consideran un deber hacerlas entrar en la Iglesia. Ahora bien, las autoridades no cambiaron ni una iota sus ideas sobre el Concilio, el liberalismo y el modernismo. Son anti-tradición, tal como debe entenderse y como la Iglesia lo comprende. Eso no entra en su concepción. (Las advertencias de estos santos varones de Dios no pueden, sin detrimento del alma, ser dejadas de lado ni dejar que pasen desapercibidas u olvidadas so pretexto de ser saludables advertencias que quedaron en el pasado y ahora estamos viviendo momentos modernos, la verdad es ayer, hoy y siempre. Quien, por desgracia, incurra en una de las acciones antes dicha sepa que se enfrenta directamente contra Dios la verdad misma quien dijo: “El que a vosotros escucha a Mi me escucha y a quien vosotros desprecia a Mí me desprecia.” Sentencia del VERBO eterno hecho hombre y de Dios nadie se burla. Así pues quien trate con temerario desprecio estos textos que contra el modernismo escribieron estos santos varones sepa que se juega la propia salvación de su alma. Esto será quizá una de las tantas preguntas que, el día de nuestro juicio, el justo juez nos haga y, que le responderemos? Porque no las conocíamos, por los amigos, por la “parroquia” etc. Sin lugar a dudas nos dirá: “Yo deje el cielo por tí, Yo deje a mi madre por ti y dejaría otras tantas cosas por ti y tú no fuiste capaz de dejar todo eso por Mí hijo ingrato.” Quien esto escribe no quiere entrar en componendas con Nuestro Señor en ese momento tan importante y único en la vida de un hombre. Si el adherirse a la Verdad Única es entrar en conflicto con este mundo, bienvenido sea ese conflicto con tal de no dejar a Nuestro Señor Jesucristo)

Una vez de haber señalado de forma sucinta al enemigo de la Iglesia Católica verdadera, por estas linternas puestas por Nuestro Señor no debajo de la mesa sino sobre el celemín, hablemos un poco de quienes recibiendo esta misma encomienda de salvaguardar la fe y todo lo que en este punto hemos dicho más arriba,(Me refiero, no sin pesar del alma, no solo a los Obispos y sacerdotes sino también a los fieles de los que, según Mons. Pozzo, la fraternidad busca su salvación, pero por el contrario junto con ellos  se han arrojado temerariamente en manos de esta gran tempestad. Relatare en forma lo más sintetizada posible los principales acontecimientos que sellan esa alianza de la Fraternidad con la Roma modernista. (A estas alturas me pregunto, importa mucho una miserable firma cuando ya se están realizando cosas más graves que ese garabato?)
 No será vuestro servidor quien exponga la posición de la Fraternidad ante Roma lo cual, en lo particular,  se opone diametralmente a las advertencias de los Papas antes mencionados y al fundador de la misma Congregación.
Pretender que la Roma apostata cambie su rumbo es una utopía que ya está produciendo graves consecuencias y solo es el inicio.



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