PRIMERA VERDAD
DIOS EXISTE
DIOS EXISTE
(continuación)
SEXTA PRUEBA:
LOS HECHOS CIERTOS DE LA HISTORIA.
LOS HECHOS CIERTOS DE LA HISTORIA.
12. P. Los
hechos ciertos de la historia, ¿prueban la existencia de Dios?
R. Sí; porque un ser puede manifestarse de tres maneras: puede mostrarse,
hablar y obrar. Ahora bien,
Dios se mostró a nuestros primeros padres en el Edén, a Moisés en el Sinaí
Habló a los patriarcas y a los profetas. Hizo sentir su acción en el curso de
los siglos, y los milagros del Antiguo y del Nuevo Testamento, comprobados por
la historia, son hechos que demuestran la acción y la existencia de Dios. Hay
dos maneras de conocer la verdad:
1º descubrirla uno mismo;
2º recibirla de otro.
El hombre sabe
o cree. Sabe cuando alcanza la verdad con las solas facultades
de su alma, la inteligencia, la razón, la conciencia, el sentido íntimo,
los órganos del cuerpo; cree, cuando se adhiere al testimonio de otros. El
medio más fácil para conocer a Dios es el testimonio de la historia. La Biblia, considerada como un simple
libro histórico, está revestida de todos los caracteres de veracidad
exigidos por la ciencia. Por más que los racionalistas clamen, es tan imposible
poner en duda los hechos históricos de la Biblia, como lo es negar las victorias
de Alejandro Magno o Napoleón. Ahora bien, según la Biblia, Dios se mostró de
varios modos: habló a nuestros primeros padres, a Noé, a los patriarcas,
a los profetas Pero es evidente que para mostrarse y hablar es necesario existir. Las
milagrosas obras sensibles que ningún agente creado puede hacer por sí mismo,
no son más que las obras de Dios. Por consiguiente, los milagros que nos
cuenta la Biblia son otras tantas pruebas de la existencia de Dios.
SÉPTIMA PRUEBA:
LA NECESIDAD DE UN SER ETERNO.
LA NECESIDAD DE UN SER ETERNO.
13. P. ¿Cómo
se prueba la existencia de Dios por la necesidad de un ser eterno?
R. Existe algo en el mundo; ahora bien, si no existiera un ser
eterno, nada podría existir; luego existe un ser eterno. Es así que ese ser eterno es Dios;
luego Dios existe.
1º Que existe
algo es evidente.
2º Si desde
toda la eternidad no hubiera existido nada, nada existiría tampoco ahora.
Los seres no podían darse a sí mismos la existencia, puesto que no existían. No
podían recibirla de la nada, porque la nada es nada y no produce nada. Por consiguiente,
era necesario que existiera un primer ser eterno, para dar la existencia
a los otros.
3º Este ser
eterno es Dios. El ser eterno, por el hecho de existir desde toda la eternidad,
posee un atributo, una perfección infinita: la eternidad, que es una duración sin principio ni fin. Pero, como
los atributos de un ser no pueden ser superiores a su naturaleza, a su esencia,
al modo que el brazo del hombre no puede ser más grande que el hombre mismo, se
sigue de aquí que el ser eterno,
por el hecho de poseer un atributo infinito, posee también una naturaleza, una
esencia infinita; luego es infinito en toda clase de perfecciones. Lo que es
infinito bajo un aspecto lo es bajo todos. Es así que el ser infinito es Dios.
Luego Dios existe.
4º Puesto que
este ser eterno ha existido siempre, no ha podido recibir la existencia por
medio de otro: estaba solo. Tampoco se la ha podido dar a sí mismo, porque
nadie se puede crear a sí mismo, luego es necesario que este primer ser exista
por la necesidad de su propia naturaleza; es el ser que nosotros
llamamos necesario. Dios es el
ser necesario, que existe porque le es esencial la existencia, como le es
esencial al círculo el ser redondo y al triángulo tener tres ángulos.
14. P. ¿Podemos
comprender a un ser eterno y necesario?
R. No, no podemos comprender su naturaleza, porque es infinito y, por
consiguiente, está por encima de todo entendimiento finito. Tan imposible es
comprenderle, como encerrar en la cavidad de la mano la inmensidad del mar. Sin
embargo, nosotros estamos ciertos de la necesidad de su existencia. Como
ya hemos visto, un ser no puede existir sino por sí mismo o producido por otro;
no hay término medio entre estas dos maneras de existir. Ahora bien, los seres
que pueblan el universo no pueden existir por sí mismos, porque existir por sí
mismo es existir necesariamente y desde toda la eternidad. Pero, ¿quién
no ve que sería absurdo suponer que todos los seres del universo existen necesariamente?...
Fuera de eso, no es posible que todos los seres sean producidos, porque
si todos fueran producidos, porque si todos fueran producidos, no hallaría
ninguno que les diera la existencia, y entonces ninguno existiría. Luego existe
un ser que no ha recibido la existencia de otro, que la tiene por sí
mismo, que es necesario, eterno; y este ser eterno y necesario es aquél a quien
todo el mundo llama Dios. Este argumento se puede presentar en una forma más
científica, de la siguiente manera:
P. ¿Puede probarse la existencia de Dios por la existencia de un Ser necesario?
R. Sí; se prueba de una manera científica la existencia de Dios con
este sencillo argumento:
a) Existe un
ser necesario,
b) Este ser
necesario es Dios; luego Dios existe.
A) EXISTE UN SER
NECESARIO
1º que existe algo es evidente, y
los mismos ateos no lo niegan: Nosotros existimos
2º Un ser no puede existir sin
una razón suficiente de su existencia. Este principio es de una
evidencia tal, que el probarlo, además de ser ridículo, sería inútil, ya que
nadie lo discute.
3º La razón suficiente de la
existencia puede ser de dos clases: o a la naturaleza propia de cada
ser, o una causa externa. Luego todo ser existe o por virtud de su propia
naturaleza, por sí mismo, o es producido por otro. Este principio también
es evidente, pues no hay otra manera posible de existir.
4º El ser que existe por sí mismo
en virtud de su propia naturaleza, existe necesariamente, no puede menos
de existir; y puesto que la existencia forma parte de la naturaleza de
dicho ser, no puede carecer de ella. Es evidente que un ser no puede menos de
tener su naturaleza, su esencia, lo que la hace ser lo que es. Por tanto, si la
existencia forma parte de su naturaleza, existe necesariamente, y por lo mismo,
se llama el Ser necesario. Al contrario, el ser que debe su existencia a
una causa externa, no existe sino dependientemente de esta causa, en cuanto que
ha sido producido por ella. Podría no existir, y por eso se llama ente
contingente o producido por otro.
5º No es posible que todos los
seres sean contingentes o producidos. Y, a la verdad, el ente
producido no existe por su sola naturaleza: no existiría jamás si no fuera
llamado a la existencia por una causa extraña a él. Luego, si todos los
seres fueran producidos, no habría ninguno que les hubiera dado la
existencia. Por consiguiente, si no hubiera un Ser necesario, nada
existiría. Es así que existe algo; luego existe también un Ser necesario.
B) EL SER NECESARIO
ES DIOS
He aquí los
caracteres principales del Ser necesario:
1º El Ser necesario es
infinitamente perfecto.
El Ser
necesario, por el mero hecho de existir en virtud de su propia naturaleza, posee
todas las perfecciones posibles y en grado eminente; tiene la plenitud del ser,
y el ser comprende todas las perfecciones: es pues, infinitamente perfecto. De
la misma suerte que un círculo posee esencialmente la redondez perfecta,
así el Ser necesario posee esencialmente la existencia perfecta, la plenitud
del ser; y habría contradicción en decir: el Ser necesario es finito,
como la habría en decir que el círculo no es redondo. Luego el Ser
necesario posee todas las perfecciones, y en grado tal que excluyen toda
medida, todo límite.
2º No hay más que un solo
Ser necesario.
El Ser
necesario es infinito; y dos infinitos no pueden existir al mismo tempo. Si son
distintos, no son infinitos ni perfectos, porque ninguno de los dos posee lo
que le pertenece al otro. Si no son distintos, no forman más que un solo ser.
3º El Ser necesario es
eterno.
Si no hubiera
existido siempre, o si tuviera que dejar de existir, evidentemente no existiría
en virtud de su propia naturaleza. Puesto que existe por sí mismo, no puede
tener ni principio ni fin ni sucesión.
4º El Ser necesario es
inmutable.
El Ser
necesario no puede mudarse, porque nunca cambia su razón de ser y la causa de
su existencia, que es su naturaleza misma. Por otra parte, mudarse es adquirir
o perder algo, mientras que el Ser perfecto no puede adquirir nada,
porque posee todas las perfecciones; y no puede perder nada, porque
entonces dejaría de ser perfecto. Es pues, inmutable. Por consiguiente, también
es independiente, es decir, no necesita de nadie, se basta a sí mismo,
porque es el Ente que existe por sí, infinito, perfecto, inmutable.
5º El Ser necesario es un
espíritu.
Un espíritu es
un ser inteligente, capaz de pensar, de entender y de querer; un ser que no
puede ser visto ni tocado por los sentidos corporales. Todos los hombres han
distinguido naturalmente la sustancia viva, activa, inteligente, de la sustancia
muerta, pasiva, incapaz de moverse. A la primera le llamaron espíritu, y
a la segunda, cuerpo o materia. El Ser necesario es un espíritu
esencialmente distinto de la materia. Y en verdad, si fuera corporal,
sería limitado en su ser como todos los cuerpos. Si fuera material,
sería divisible y no sería infinito. Tampoco sería infinitamente perfecto,
porque la materia no puede ser el principio de la inteligencia y de la vida,
que son grandes perfecciones. Luego el Ser necesario es una sustancia espiritual,
absolutamente simple. Pero como estos caracteres del Ser necesario son
idénticamente los mismos que los atributos de Dios, debemos concluir que el Ser
necesario es aquél a quien todo el mundo llama Dios, y que Dios
existe.
DEFINICIONES DEL CONCILIO VATICANO I
Vamos a
exponer aquí las definiciones de la Iglesia, no como un argumento contra los
incrédulos, sino para hacer resaltar la perfecta armonía existente entre las
enseñanzas de la religión católica y la razón. “La santa Iglesia Católica,
Apostólica y Romana cree y confiesa que hay un solo Dios verdadero y vivo,
creador y señor del cielo y de la tierra, omnipotente, eterno, inmenso,
incomprensible, infinito en su entendimiento y voluntad y en toda perfección;
el cual, siendo una sola sustancia espiritual, singular, absolutamente simple e
inmutable, debe ser predicado como distinto del mundo, real y esencialmente,
felicísimo en sí y de sí, e inefablemente excelso por encima de todo lo que fuera
de Él mismo existe o puede ser concebido”.
Cánones:
1º [Contra todos los errores
acerca de la existencia de Dios creador]. Si alguno negare al solo Dios verdadero
creador y Señor de las cosas visibles e invisibles, sea anatema.
2º [Contra el materialismo.]
Si alguno no se avergonzare de afirmar que nada existe fuera de la materia,
sea anatema.
3º [Contra el panteísmo.] Si alguno
dijere que es una sola: y la misma la sustancia o esencia de Dios y la de todas
las cosas, sea anatema.
4º [Contra las formas especiales
del panteísmo.] Si alguno dijere que las cosas
finitas, ora corpóreas, ora espirituales, o por lo menos las espirituales, han
emanado de la sustancia divina, o que la divina esencia por manifestación o
evolución de sí, se hace todas las cosas, o, finalmente, que Dios es el ente
universal o indefinido que, determinándose a sí mismo, constituye la
universalidad de las cosas, distinguida en géneros, especies e individuos, sea
anatema.
5º [Contra
los panteístas y materialistas.] Si alguno no confiesa que el mundo y todas
las cosas que en él se contienen, espirituales y materiales, han sido
producidas por Dios de la nada según toda su sustancia, sea anatema. Tal es la
fe de la Iglesia, la cual afirma la existencia de Dios espíritu puro, distinto
del mundo y creador de todas las cosas; ella condena el materialismo, las diversas
formas de panteísmo y todos los falsos sistemas modernos. Veremos que el
sentido común los condena también como la Iglesia.
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