III
LA SANTA MESA.
Un año después de la ascensión de Cranmer a la plenitud del poder
eclesiástico, uno de los protestantes extranjeros, que invadieron a Inglaterra,
escribió con gran regocijo a Bullinger, que había sucedido a Zwinglio en Zurich.
"Arae
fada sunt heree", las aras se han convertido en pocilgas. (11)
Esto no era del todo cierto, ya que, en varios lugares, piadosos sacerdotes y
congregaciones habían conservado los antiguos altares. Pero en noviembre de 1550,
Cranmer, por medio del Consejo Privado, publicó un edicto que ordenaba que todos
los altares debían ser destruidos en todo el Reino.
En adelante, siempre que se celebrase el rito de la Santa Eucaristía,
debía usarse una mesa de madera. Con esta orden iba la explicación de Cranmer,
la cual, como dice Philip Hughes en su obra definitiva "The Reformation in
England" (12), "no deja duda de que una religión había sido
sustituida por otra". Las "consideraciones" (13) advierten que: "La forma de
una mesa es el uso correcto de la Cena del Señor. Porque el uso de un altar es
hacer un sacrificio de esa Cena; mientras que el uso de la mesa es servir a los
hombres para que coman en ella.
Si nosotros venimos para alimentarnos sobre El,
espiritualmente a comer su cuerpo y espiritualmente a beber su sangre, que es
el verdadero uso de la Cena del Señor, nadie puede negar que la forma de una
mesa es más apta para representar la mesa del Señor; que la forma de un
altar"
Cranmer trata después de explicarnos por qué conservó la
palabra "altar" en su nuevo Prayer
Book, y dice que por esa palabra entiende "la mesa
en que se distribuye la Santa Comunión", ya que puede llamarse un
altar, porque allí se ofrece "nuestro sacrificio
de alabanza y de acción de gracias".
Cuando uno de los obispos (14) se resistió a remover los altares en su
diócesis, fue encarcelado y depuesto de su sede. En Londres, las alteraciones
fueron inmediatas y arrolladoras. El obispo, que había sido uno de los
capellanes de Cranmer, determinó hacer una nueva mesa lo más alejada, lo más inaccesible
a los no comunicantes. Una crónica contemporánea (15) nos dice que en la
Catedral de San Pablo, "él removió la mesa a la mitad del coro superior y
puso sus extremos mirando al oriente y al occidente y, después del Credo,
extendió un velo para que nadie pudiese ver a los que recibían la comunión; y
cerró las rejas de hierro del coro, en la parte norte y en la parte sur con
ladrillos y argamasa, para que nadie pudiese quedarse en el coro". Ya no había Presencia
Real, ni Sacrificio, era lógico el eliminara los que atendían a los ritos
eucarísticos y no comulgaban en ellos. Por eso Cranmer, ordenó "que no hubiese
celebración de la Cena del Señor, a no ser que hubiera un buen número de
comunicantes con el sacerdote, a su discreción; y
que si no había más de veinte personas, en la parroquia, de discreción, no
habría comunión, a no ser que cuatro, o tres al menos, comulgasen con el
sacerdote. Y, para quitar la superstición, que
cualquier persona tenga o pueda tener en el pan y en el vino, bastará que el
pan sea el ordinario para comer en la mesa con otra comida, aunque sería más
conveniente buscar el mejor y más puro pan de trigo. Y si quedase algo del pan
o del vino, el cura se lo llevará para su propio uso".
"que no hubiese celebración de la Cena del Señor, a no ser que hubiera un buen número de comunicantes con el sacerdote..." |
(Con cuanto pesar comprobamos que estas reformas dictadas por un hereje
en 1500 se estén aplicando al pie de la letra en estos momentos ya que, al
cambiar el rito del sacrificio de la Misa según el Concilio de Trento y aplicar
el “nuevo rito” están invalidando la Santa Misa, se suprimieron las misas
privadas y, me pregunto, ¿dónde está el famoso ex opere
operato propio de la Misa de Siempre? Ahora NO HAY MISA SINO HAY FIELES QUE
COMULGUEN CON EL SACERDOTE negar esta horrible realidad es no querer
aceptar los hechos que, cada día, golpean nuestro entendimiento y, nos
desconciertan. El pan que se utiliza en la misa moderna, acaso no ha sufrido
también alteraciones? Los sacerdotes modernistas en su afán de emular a Cranmer
también utilizan pan ordinario, alguien puede negarlo? Los ejemplos de esta
clase sobran. No es acaso la destrucción del Sacrificio de la Misa y la
invalides de la misa nueva?)
"La última piedra que debía echarse encima del
montón, bajo el cual está escondida la antigua fe de la Santísima Eucaristía
-la frase es de Phillp Hughes fue la prohibición de arrodillarse para recibir
la Sagrada Comunión. ¿Qué era esto
sino una idolatría? Una rúbrica fue luego añadida en el nuevo Prayer Book, en
la que se explicaba "que no se pretendía con esto significar que una
adoración se daba o se debía dar al pan y vino sacra mental, que materialmente
se recibía, o a una real o esencial presencia del Cuerpo natural o de la Sangre
de Cristo, como si estuviesen allí presentes". (17).
A medida que el tiempo pasó, la mesa fue más mesa, pudiendo utilizarla
en otros fines. Se dieron explícitas instrucciones para que "la santa
mesa, en cada uno de los templos, fuese colocada en el lugar que tenían los
antiguos altares, excepción de los casos en que el sacramento de la comunión
debía distribuirse. En estas ocasiones, la mesa debía ser colocada en lugar conveniente
dentro del cancel; para que el ministro pudiese ser oído con más facilidad por
los comunicantes en su oración y la administración. y los comunicantes pudiesen,
en mayor número, comulgar con el dicho ministro. Y, después de la comunión, la
misma santa mesa debía ser colocada nuevamente en su lugar".
Fueron los puritanos los que, en el siglo siguiente, llevaron a su lógica conclusión el trabajo de Cranmer, no sólo para recibir sentados la comunión, sino para usar la santa mesa como un mueble adecuado en el que colocasen sus sombreros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario