CAPITULO 2
SI PUEDE DEMOSTRARSE LA EXISTENCIA DE DIOS
6.-1. Estado de la cuestión.
Se trata de saber si la existencia de Dios, que, como acabamos de
ver, no es evidente con relación a nosotros, puede ser demostrada con certeza por la simple razón natural, aun prescindiendo de las luces de la fe.
ver, no es evidente con relación a nosotros, puede ser demostrada con certeza por la simple razón natural, aun prescindiendo de las luces de la fe.
7.-2.Errores.
Los principales errores que en el transcurso de los siglos han ido apareciendo en torno a esta cuestión son los siguientes:
EL
AGNOSTICISMO
niega
la
aptitud de
la inteligencia humana
para conocer
las
verdades
suprasensibles,
principalmente
la
de Dios. Presenta
múltiples
formas:
a) EL POSITIVISMO
No admite
como
objeto de
ciencia sino los
hechos
del conocimiento
sensible
externo
e interno
y su
coherencia
según
determinadas
leyes.
La existencia
de las
causas
suprasensibles,
principalmente la existencia de
Dios,
es del todo
incierta.
b) EL CRITICISMO de
Kant
afirma que
el objeto
de la facultad cognoscitiva -llamada
razón teórica- lo constituyen únicamente
los
fenómenos
sensibles.
Las cosa que exceden los
sentidos
no
pueden ser alcanzadas
por la razón.
Según
Kant, la
existencia de
Dios
en el orden teó- rico no
puede
afirmarse
ni
negarse;
pero es un
postulado de la razón
práctica exigido por la
vida
moral con
el fin
de
establecer
la debida
proporción entre
el
mérito
y la recompensa
de las
buenas
obras.
e) EL PRAGMATISMO de W. James
Mide a la
verdad
por su
mera
utilidad
práctica.
No podemos
juzgar
en
teoría
si
Dios existe, pero es una verdad práctica, puesto que tenemos necesidad de El.
Dios existe, pero es una verdad práctica, puesto que tenemos necesidad de El.
d) EL SENTIMENTALISMO
afirma
que la
existencia
de Dios,
más que demostrarse,
se siente, ya
sea mediante una facultad instintiva o sentido común (Reid),
ya con
un
sentido interno y afecto del corazón (Jacobi), ya con la intuición del corazón y el sentido religioso (modernistas, inmanentistas y pseudornísticos).
sentido interno y afecto del corazón (Jacobi), ya con la intuición del corazón y el sentido religioso (modernistas, inmanentistas y pseudornísticos).
e) EL EXISTENCIALISMO
Rechaza las
esencias
inmutables
de las
cosas y se preocupa
únicamente
de la
existencia
personal de
cada uno.
No puede
compaginarse con el dogma católico, ya se trate del
existencialismo ateo, ya del que niega el valor del raciocinio metafísico.
EL TRADICIONALISMO
Incide en el error por caminos distintos, exagerando
el elemento sobrenatural en perjuicio de las fuerzas de la
razón. Enseña que la revelación
divina se requiere necesariamente para
el conocimiento cierto
de Dios. La idea de Dios, procedente de la revelación primitiva, la recibimos de
nuestros padres y se nos transmite por tradición oral. La Iglesia ha rechazado estos errores (cf. D. 1622ss; 1649ss; 1785ss; 1806), que fueron patrocinados por Bonald, Lamennais, Bautain, Bonnety, Ventura, etc. Con el tradicionalismo hacen coro, aunque con diversos matices, muchos protestantes y jansenistas.
3. Doctrina católica. Las recogen
las siguientes conclusiones:
Conclusión la:
La
existencia de Dios no puede demostrarse por ningún argumento "a
priori". (Completamente cierta).
8.-La razón es sencillísima. Demostración "a priori"
es aquella que demuestra alguna cosa por sus
causas. Por lo mismo, afecta únicamente a los efectos. Ahora bien: Dios no es efecto de nadie, ya que, como veremos, es
la Causa Primera de todo cuanto existe. Luego es
imposible demostrar la existencia de Dios por ningún argumento "a priori".
Conclusión 2":
Tampoco puede
demostrarse su existencia real por el llamado argumento ontológico o "a
simultaneo". (Doctrina común Y cierta en teología).
9.- El llamado argumento ontológico, pro- puesto por San Anselmo, fue repetido, con distintos matices,
por Descartes, Leibnitz y otros filósofos. He aquí las tres principales formulaciones:
SAN ANSELMO.
Todos los hombres cuando hablan de Dios quieren expresar bajo
este nombre el ser más perfecto que se puede pensar o imaginar. Ahora bien: si éste
ser careciera de existencia no sería el más perfecto que se puede pensar o imaginar, porque cualquier ser existente, por el mero hecho de existir, ya sería más
perfecto que él. Luego en el concepto mismo de Dios está implicada su existencia real. Cualquiera que entienda bien lo que significa la palabra "Dios" deducirá inmediatamente su existencia real. Por consiguiente, la existencia de Dios es evidente para todos los hombres; sólo el necio puede decir "no hay Dios'".
DESCARTES.
Tenemos idea clara de un Ser infinito al que llamamos Dios. Ahora bien: esta idea incluye forzosamente la existencia real de ese Ser, porque el ser no-existente no puede llamarse infinito. Luego Dios, Ser infinito, existe realmente.
LEIBNITZ. Concebimos perfectamente que la existencia de Dios es posible; pero si de hecho no existiera, no sería posible que existiese jamás, ya que a Dios nadie puede crearle. Luego
Dios existe realmente.
CRÍTICA. Estos argumentos, al parecer tan claros, y sencillos, son, sin embargo, inadmisibles. Hay en ellos un tránsito ilegítimo del orden ideal al real. Partiendo de una idea no se puede llegar sino a otra idea; la existencia ideal de Dios. Para demostrar la existencia real de Dios es preciso partir de las cosas reales, con el fin de ascender, por vía de rigurosa causalidad, hasta la Causa Primera que las ha creado todas.
Conclusión
3":
La
razón humana
puede
demostrar
con toda
certeza
la
existencia
de
Dios
Creador
y Señor
de todo
cuanto existe. (De fe divina,
expresamente definida).
11. Consta expresamente por:
a) LA SAGRADA ESCRITURA.
He aquí algunos textos del todo claros y expresivos:
"Vanos son por naturaleza todos los hombres que care- cen del conocimiento de Dios... , pues de la grandeza y
hermosura de las criaturas, por razonamientos, se llega a conocer al Hacedor de éstas" (Sap 13, 1-5).
"...no son excusables, porque si pueden alcanzar tanta ciencia y son capaces de investigar el universo, ¿cómo no conocen más fácilmente al Señor de él?" (Sap 13,9).
"Porque desde la creación del mundo, lo invisible de Dios, su eterno poder y
su divinidad, son conocidos mediante las criaturas. De manera que son inexcusables" (Rom. 1,20).
c)
EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA.
Lo enseñó siempre así y lo definió expresamente el Concilio Vaticano I en la siguiente
forma:
"Si alguno dijere que el Dios uno y verdadero,
Creador y Señor nuestro, no puede ser conocido con certeza por la luz natural de la razón humana por medio de las cosas que han sido hechas, sea anatema" (D.1806).
e) LA RAZÓN TEOLÓGICA.
Como veremos en el capítulo siguiente, por vía de rigurosa causalidad, o sea, partiendo de las cosas creadas y remontándonos a la Causa Primera de la que proceden todas ellas, puede demostrarse con toda certeza la
existencia real de Dios como Creador y Señor de todo cuanto existe.
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