I-El
Concepto de Cristo Rey.
Los conocimientos que al
estudiar las creaturas acumulamos, los podemos referir y aplicar a Dios conforme a esta ley: si incluyen una perfección, ésta se encuentra en Dios en grado infinito; si
incluyen imperfección, de cualquier orden, tal conocimiento de ningún modo
puede convenir a Dios, si no es en sentido puramente negativo. Así la bondad
que palpamos y nos cautiva en las creaturas, podemos y debemos referirla y
aplicarla a Dios en grado infinito; por el contrario la ignorancia, el pecado,
no sólo no pueden encontrarse en Dios, sino que repugna en El la existencia de
cualquiera imperfección y del mal moral.
Ahora bien; el Cap.
primero nos ha proporcionado conocimientos claros, siquiera sea abstractos,
acerca de la realeza entre los hombres. De esos mismos conocimientos vamos a
hacer escala para subir al claro y distinto conocimiento de la potestad regia
de Cristo.
Supuesta, en estos
momentos, la existencia de la Realeza de Jesucristo, nos preocupa sólo esclarecer el modo como esa realeza se verifica en el Dios hecho hombre. Es decir cómo se realiza el concepto humano de rey en el Dios Hombre. Con esto
hemos llegado a la cuestión culminante de esta primera parte de nuestro
estudio: el concepto metafísico de la Realeza-de Cristo, o en otras palabras:
los constitutivos esenciales de ese concepto.
Antes de
analizar así los constitutivos esenciales como los accidentales de la Realeza
de Cristo, conviene recordar lo que queda dicho respecto de la potestad
humana: que exige un sujeto, una persona en concreto, física o moral, que actúe
sobre los asociados para hacerles conseguir el fin común. Al aplicar esta
noción a la potestad regia de Cristo, si inquirimos teológicamente sobre el
sujeto adecuado y completo de la potestad regia, como en Jesucristo hay dos
naturalezas, la humana y la divina, no se puede decir ni que la naturaleza
humana sola, ni que la naturaleza divina sola son el sujeto adecuado y completo
de la Realeza en Jesucristo, sino el compuesto teándrico, es decir: Cristo,
Dios-hombre 18.
Haciendo
pie en todo lo que dejamos explicado en páginas anteriores decimos que el
concepto de Cristo Rey excluye todo lo que de imperfecto y limitado encontramos
en el concepto de realeza humana, e incluye cualquier género de perfección en
un grado infinito. Desentrañemos un poco esta afirmación.
Perfecciones son en el rey humano: la excelencia y la primacía entre los miembros de la sociedad: perfección es su autoridad o poder moral de jurisdicción y perfección es su triple poder de dar leyes, de hacerlas ejecutar y de castigar y premiar; perfección es que ejerza su potestad sobre una sociedad perfecta: todas estas perfecciones se encuentran en Cristo Rey en grado infinito.
Imperfección,
o por lo menos limitación, es en el rey humano el recibir su realeza por un
título extrínseco a su naturaleza. Semejante imperfección no existe en
Jesucristo Rey, al contrario: de Su misma naturaleza, de la unión sublimemente
misteriosa de su humanidad con la divinidad nace el UNGIDO por excelencia,
Hombre-Dios Rey por esencia 19.
Imperfección es también en los reyes humanos el que vean su poder real muy limitado en el tiempo y en el espacio, y sujeto a muchas peripecias de la fortuna.
Si nos fijamos en el poder de jurisdicción, o sea el que confiere la superioridad, la potestad pública de dirigir los miembros de la sociedad perfecta a su fin, icuán gran diferencia encontramos entre la jurisdicción de los hombres y la de Cristo! La jurisdicción de un rey humano es limitada:
a)-en cuanto al número de súbditos;
b) -en cuanto a la extensión del territorio. Las expresiones que encontraremos en el profeta Daniel; en las que Nabucodonosor para ponderar su poder; se atribuye hiperbólicamente la sumisión de "todos los pueblos, lenguas y naciones", son propias del lenguaje oriental, y, en realidad, falsas. (Cfr. Dan. 3, 4, 98); c)-en cuanto a las acciones externas e internas de los súbditos; d)-en cuanto a las cosas de los súbditos, pues El, como Dios las ha creado y tan sólo se las ha dado en usufructo; el-finalmente su jurisdicción traspasa los límites del tiempo y persistirá durante toda la eternidad.
No debemos omitir que la raíz principal de las diferencias entre la jurisdicción humana de los reyes y la jurisdicción humano-divina de Cristo Rey, es la finalidad primordial de ambas jurisdicciones:
la
jurisdicción de los reyes se dirige a conseguir el bien común material de los
súbditos: la Jurisdicción de Jesucristo Rey persigue primordialmente -no.
únicamente-, el bien espiritual 20.
Los
hombres perversos, instrumentos del Demonio, y el Demonio mismo con sus
legiones del mal, pueden jactarse momentáneamente -mil años se reducen a un día
en la presencia del Señor-, 21 de haber vencido a las huestes de Cristo Rey. ..
¡Insensatos! Hasta ahora la sangre de mártires ha sido siempre semilla de
cristianos, y el tirano y perseguidor, a la hora tremenda de la muerte, muy a
su pesar, habrá de gritar su derrota: "¡Venciste, Galileo! ... "
A estas
perfecciones esenciales de la realeza de Cristo podemos añadir dos accidentales
que tienen su fuente en el amor: en el Corazón de Cristo Rey, y en el corazón
de los súbditos de Cristo Rey.
Cristo Rey tenía derecho a su realeza, por el solo derecho de nacimiento; pero su amor, con misericordia libérrima, quiso conquistar un título, un derecho nuevo para reinar: el derecho y título de conquista, y esta conquista se realizó con lucha! con sangre, con muerte; no con plata y oro corruptibles 22. De esta manera, al derecho nativo) Cristo ha añadido el derecho adquisitivo de conquista.
Los
hombres, los que tenemos la dicha y el privilegio de conocer y de amar a
Jesucristo, hemos querido, libremente, añadir un nuevo título a su realeza: el
electivo. Llevados del conocimiento, sobre todo conquistados por el amor, los
cristianos de todos los tiempos hemos formado pavés de nuestros corazones, y
arrancando la negación a la frase blasfema, hemos gritado en lo íntimo del
alma, y, si ha sido necesario en las calles y en las plazas, en las arenas del
circo o en el paredón patibulario, que queremos que EL REINE sobre nosotros ...
I VIVA CRISTO REY!. ..
Resumamos:
decir Cristo Rey o decir Realeza de Cristo es lo mismo que decir y confesar:
l.-Su infinita excelencia y primacía sobre todos sus súbditos.
2.-Su
infinita autoridad.
3.-Su
infinito poder legislativo, ejecutivo y judicial, con una jurisdicción
primordialmente espiritual.
4.-Su
infinito poder en el espacio y en el tiempo, es decir que se extiende a todas
las naciones y a todos los tiempos.
5.-Su
triple derecho a la realeza: nativo, adquisitivo, y electivo.
Tal es la riqueza y profundidad del concepto de Cristo Rey, que confiamos manifestar e ilustrar teológicamente extrayendo lo más precioso que encontremos en esas minas inagotables: las fuentes de la Revelación. Pero antes queremos llamar la atención sobre un aspecto de la Realeza de Cristo, que por su actualidad e importancia merece un estudio aparte.
II.-El Concepto
Actual de Cristo Rey.
Designamos así a un aspecto especial en la Realeza
de Jesucristo, que, a nuestro juicio, incluye un concepto nuevo que debe
añadirse a su realeza, en el sentido de que, lo que era antes implícito se ha
tornado explícito 23.
Este concepto ha venido actuándose, precisándose y
definiéndose por medio de los documentos de la Iglesia, sobre todo en los
últimos cincuenta años. Se puede asegurar que la teología de Cristo Rey ha
tenido un desarrollo progresivo desde la Encíclica "Annum Sacrum" de
León XIII (1889), hasta los documentos de los últimos Papas. Punto culminante
de ese desarrollo fue, la por muchos títulos celebrada Encíclica' "Quas
primas", del 11 de Diciembre de 1926. En los mismos manuales modernos de
Teología 21. Ee patente el modo distinto como los Teólogos proponen la tesis
(le Cristo Rey, antes y después de "Quas primas"), Aspecto y concepto
nuevos son: la Realeza SOCIAL de Jesucristo. La razón filosófica en que me
fundo para afirmar que en este aspecto social existe un nuevo concepto, que
debe añadirse al concepto tradicional de Cristo Rey 25, es la siguiente.
Un nuevo concepto supone la existencia de una nueva
realidad.
Un ejemplo. Los fieles tienen ahora el concepto
nuevo de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Pero para que en sus mentes se
formara esa nueva idea fue menester que antes existiera la realidad de esa
devoción: apariciones a Sta. Margarita, aprobación de la Iglesia, exposición
teológica de la devoción, con su objeto material y formal, etc.· De modo
idéntico ha sucedido respecto a la devoción a la Realeza de Cristo, en general,
y de manera explícita a su realeza social. Es verdad que, hasta ahora,
Jesucristo no se ha aparecido para pedimos el culto a su realeza social 26, pero
en su lugar se ha levantado la voz de su Vicario en la tierra, que con el peso
y autoridad de una Encíclica ha pedido ese culto y ha establecido en honor de
la Realeza de Cristo, y con mención expresa de la realeza social, solemnísima
festividad. La exigió también Jesucristo indirectamente, por el clamor de los
males modernos, sobre todo sociales: el culto y la devoción activos y prácticos
a la Realeza de Cristo los sanará a todos.
A esta petición explícita y solemne de Cristo, por
medio de su Magisterio vivo, había precedido ya el movimiento del pueblo católico,
que con su instinto religioso . que guía el Espíritu Santo, presentía en la
Realeza de Cristo el nuevo lábaro del Catolicismo moderno 21.
Si, pues, la realidad de la realeza social de
Jesucristo existe, por las razones expuestas, el concepto también debe existir.
Concepto expresado, a nuestro modo de ver, magistralmente por el Papa de Cristo
Rey, Pío XI, en estas graves e inspiradas palabras:
"No
es necesario, Venerables hermanos, que os expongamos detenidamente los motivos
por los cuales hemos instituido la solemnidad de Cristo Rey distinta de las
otras fiestas en las cuales parece ya indicada e implícitamente solemnizada
esta misma dignidad real. Basta advertir que, mientras el objeto material de
todas las fiestas de Nuestro Señor es Cristo mismo, el objeto formal se
distingue, y en ésta es el NOMBRE Y LA POTESTAD REGIA DE CRISTO" 28.
Luego el objeto propio y exclusivo de la fiesta de Cristo Reyes su nombre de REY y su POTESTAD REAL; nombre y potestad que nosotros hemos venido llamando: REALEZA DE CRISTO.
Este es el aspecto total de Jesucristo que se
propone al culto del pueblo católico; pero en ese aspecto total se hace
resaltar, en varias secciones muy importantes de la Encíclica "Quas
primas", el aspecto social, de suerte, que, de todo el contexto se infiere
esta conclusión: la mente del Sumo Pontífice, en las circunstancias actuales de
la sociedad, quiso defender y proclamar la REALEZA SOCIAL DE JESUCRISTO.
Repetimos: este concepto actual de Cristo Rey o
realeza social, es nuevo, en cuanto que supone una nueva realidad en la Realeza
de Cristo, realidad. que existía ya implícita, y que las necesidades de los
tiempos que. vivimos la han hecho explícita manifestándola oficial y
dogmáticamente al mundo.
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