Los cristianos de Irak, una de las comunidades cristianas más
antiguas del Levante, representan casi el 2% de la población del país. En 1980,
todavía eran un millón de personas pero en este momento la supervivencia de esa
comunidad corre grave peligro. Después de recibir un ultimátum de los
yihadistas del Estado Islámico [ex EIIL] intimándolos a convertirse al
islam o a pagar el impuesto implantado para los no musulmanes,
la comunidad cristiana de Mosul tuvo que huir al Kurdistán iraquí.
Cristianos huyendo al Kurdistán |
En este
momento es difícil saber con precisión cuántos cristianos se han quedado en
Irak. Pero existen algunas cifras, dadas a conocer por las propias comunidades
religiosas: eran todavía un millón en el momento de la primera guerra del Golfo
–en 1991– y en el momento de la invasión estadounidense –en 2003–
eran unos 800 000 mil. Desde hace 11 años, un millar de cristianos
han resultado muertos y se estima en alrededor de 400 000 el número de
los que abandonaron el país. Actualmente quedarían en Irak 400 000
cristianos, incluyendo la importante comunidad cristiana de Bagdad, que
cuenta entre 100 y 150 000 personas. Ante esa situación, Francia –por boca
de sus ministros de Relaciones Exteriores y del Interior– se declara dispuesta
a «favorecer la acogida» de los cristianos que huyen de Irak.
De hecho, en un supuesto gesto de generosidad, con el pretexto de proteger
a los cristianos del Oriente, Francia… los invita a abandonar su país. ¡Extraño
gesto! porque ninguno de esos cristianos ha pedido renunciar a su tierra sino
que les ayuden a mantenerse en ella. Y es ese el quid de la cuestión, ¡esa
es su tierra! Ser cristiano no es una nacionalidad, aunque eso no les
guste a los señores Fabius y Cazeneuve [los ministros franceses de Relaciones
Exteriores y del Interior]. Estamos hablando de libaneses, sirios, iraquíes,
palestinos, egipcios, etc. Hace más de 2 000 años que estas personas viven en esa
parte del mundo y han tenido una participación activa en su historia, su
cultura y su civilización. Nunca tuvieron necesidad de protectores y las únicas
veces que han vivido bajo un protectorado… no fue precisamente para su
propio bien. Hay que recordar el caso específico de los cristianos del Líbano,
donde algunos creyeron que Occidente podía protegerlos, cuando lo que
en realidad hizo fue sacrificarlos en beneficio de los intereses
particulares de las grandes potencias.
Doble rasero
Esta falsa generosidad dividirá nuevamente a los franceses. Unos
repetirán que no hay cabida para más extranjeros en Francia y otros
sostendrán que Francia está obligada a proteger a los cristianos del Oriente.
Un tercer grupo se interrogará sobre la hipocresía que significaría el
hecho de acoger en Francia un millón de iraquíes cristianos mientras que otros
iraquíes –no cristianos– son masacrados en otros lugares del Oriente…
¿Cómo tener entonces la conciencia tranquila? Justo antes de entrar en guerra
contra Siria, Francia tenía previsto acoger a los cristianos de ese país. [El entonces
presidente de Francia] Nicolas Sarkozy había encargado la redacción de un
informe que aconsejaba facilitarles la obtención del asilo en Francia. El 5 de
septiembre de 2011, al recibir al nuevo patriarca maronita Bechara Rai,
Sarkozy le ordenó de forma perentoria que empezara a hacer las
maletas. Pero Francia cambió bruscamente de idea cuando se comprobó
el respaldo inquebrantable de los cristianos de Siria a su país, que
estaba siendo blanco de una agresión externa. Así que los cristianos de Siria fueron
perseguidos, masacrados o expulsados de sus casas y propiedades en todas las
ciudades donde logró entrar la famosa «oposición armada», sobre todo en
Raqqa, en Deir ez-Zor, en Alepo, en Homs e incluso en Kassab.
Por cierto, ¿no fue en esa última ciudad donde –gracias al apoyo de
Francia, Estados Unidos y Turquía– los cristianos armenios fueron
víctimas de un verdadero exterminio, al extremo que hubo quienes se
preguntaron si no se trataba de permitir que el gobierno turco terminara el
genocidio iniciado en 1915? La tarea de «liquidar» a los
cristianos estaba compartida entre las diferentes facciones de esas bandas
armadas, principalmente el EIIL (Emirato Islámico en Irak y el Levante,
recientemente rebautizado «Emirato Islámico» después de proclamar el califato
en una amplia extensión de territorios sirios e iraquíes) y el Frente al-Nusra
(vinculado a al-Qaeda). Refiriéndose a este último, nuestro ministro de
Relaciones Exteriores [Laurent Fabius] no halló nada mejor que decir que
sus «muchachos» estaban «haciendo un buen trabajo».
Por cierto, Francia sigue entregando municiones a al-Nusra, incluso
después de haber abogado por su inclusión en la lista de organizaciones
terroristas reconocida por la ONU. Mientras tanto, quien ha velado por el
regreso de los cristianos a Kassab a Maalula, dos ciudades sirias milenarias y
cargadas de emoción y de historia; quien ha actuado para que los sitios
sagrados de los cristianos sirios y sus lugares dedicados al culto sean
protegidos por el Ejército Árabe Sirio –el ejército de la república laica
que es Siria– es precisamente el presidente sirio Bachar al-Assad,
vilipendiado por todos y, claro está, por el propio Fabius. Los cristianos de Egipto, quienes tanto han sufrido y siguen
sufriendo los ataques sanguinarios de los grupos vinculados a la Hermandad
Musulmana, tampoco han tenido derecho a la compasión de los ministros
[franceses] anteriormente mencionados, demasiados ocupados en aquel momento
en aplaudir al hoy derrocado presidente [islamista egipcio] Mohamed Morsi. Entrometiéndose en los asuntos internos de un país
independiente, [el ministro francés de Relaciones Exteriores] Laurent Fabius
incluso llamó a la liberación del ex presidente Morsi, el 30 de julio de
2013: «La situación es muy crítica. Llamamos al rechazo de la violencia y a
la liberación de los presos políticos, incluyendo el ex presidente
Morsi», declaró Fabius en esa fecha.
¿Por qué los coptos egipcios no gozaron de la misma simpatía de
parte de Laurent Fabius en momentos en que los partidarios de Morsi los
masacraban? ¿Son más dignos de compasión los que incitan a la violencia
contra los coptos que quienes sufren esa violencia? Tampoco podemos olvidar a
los cristianos palestinos, impedidos cada día de practicar su religión y
sometidos a todo tipo de violencias, tanto por parte de las fuerzas armadas
de Israel como por los colonos israelíes, en cuanto muestran la menor
voluntad de resistencia contra el ocupante. ¿Es posible olvidar el intento de
desarraigar a los cristianos del Líbano perpetrado durante la guerra iniciada
en 1975 en ese país? El secretario de Estado estadounidense propuso
en aquel entonces facilitar el traslado de los cristianos a
Estados Unidos, Canadá y Europa, mientras que el Pentágono enviaba a
las aguas libanesas un portaviones destinado a transportarlos. Pero el
proyecto encontró el rechazo del presidente libanés Suleiman Frangieh,
conocedor del papel de los cristianos en el conjunto de la región y
particularmente en Líbano. Por supuesto, Suleiman Frangieh era por demás
hostil a aquella noción de «patria de sustitución»…
El por qué del cómo
¿Existen razones ocultas tras esta declaración [del gobierno de
Francia, evidentemente engañosa?) Busquemos los verdaderos motivos que lo han
llevado a tratar de impresionar al público con este anuncio, porque es evidente
que los cristianos de Irak no van refugiarse masivamente en Francia.
Sencillamente, no tienen ningunas ganas de hacerlo.
¿Por qué se hace ese ofrecimiento a los cristianos de Irak
cuando son sólo los cristianos de Mosul los que se hayan bajo la
amenaza del Emirato Islámico (ex EIIL)? Es importante recordar que ya en
junio de 2007 un artículo publicado en la publicación mensual del Vaticano 30 giorni nella Chiesa describía la situación de los
cristianos iraquíes, específicamente en el barrio de Dora –de mayoría cristiana
y a unos 10 kilómetros al sudeste de Bagdad. «Grupos vinculados a
al-Qaeda han instaurado un llamado “Emirato Islámico de Irak”» (el mismo
Emirato Islámico, ex EIIL, tan mencionado últimamente) y cobran la yizia (tributo impuesto a los infieles), que
se eleva hasta 200 dólares anuales, o sea una suma capaz de
satisfacer durante un mes las necesidades de una familia de
6 personas. Algunas familias cristianas son obligadas a casar una de sus
hijas con un musulmán para que se les permita seguir viviendo en el lugar. «Una
fatwa prohíbe portar la cruz al cuello. En cuanto a las iglesias, a golpe
de granadas de mano fueron obligadas a quitar las cruces de sus cúpulas y
fachadas. A mediados de mayo, la iglesia asiria de San Jorge fue
incendiada.»
El 31 de octubre de 2010, en vísperas del Día de Todos los
Santos, 42 personas fueron asesinadas y otras 60 heridas en la
catedral del Perpetuo Socorro de Bagdad. Los dos sacerdotes fueron asesinados.
Ya desde entonces Francia expresó preocupación por los cristianos de Irak. Entonces,
¿por qué es ahora cuando se hace esta invitación a los cristianos de Irak? Y
¿por qué se mantienen las evasivas sobre el número de refugiados que
Francia estaría dispuesta a recibir cuando sabemos que en el caso de los
sirios, estimulados por París a luchar contra el gobierno de su país, Francia
ha aceptado acoger sólo 500? El lector notará enseguida que esta última cifra
es ridícula en relación con el millón de cristianos iraquíes o con los cerca de
2 millones de cristianos sirios. ¿Por qué en este momento, cuando la
franja de Gaza es blanco de una nueva agresión?, agresión que
se produce cuando los cristianos de Gaza han sido ejemplarmente
solidarios, ayudando a sus compatriotas musulmanes, acogiéndolos en sus propias
casas, en sus escuelas y lugares de culto, permitiéndoles incluso hacer sus
plegarias en sus iglesias. Haciendo gala de su habitual sinceridad, que dio lugar a
su célebre frase «responsable pero no culpable»,
[el ministro francés de Relaciones Exteriores] Laurent Fabius dirá que
no hay ninguna relación entre esos hechos.
Pero la realidad muy diferente. El hecho es que es necesario
acelerar un proceso ya iniciado que apunta a la desintegración de los países
laicos del Levante. La proposición de éxodo forzoso es presentada como un deber
de asistencia únicamente para disimular ese objetivo –el verdadero– y agrandar
así la fisura provocada en la región por los últimos acontecimientos. Francia
está tratando de garantizar el servicio postventa de un proyecto que
Estados Unidos e Israel ya no logran seguir promoviendo: el proyecto
de un «Medio Oriente Ampliado», fragmentado en una serie de
micro Estados de carácter étnico o confesional. Es innegable que la
política del presidente George W. Bush logró al menos una cosa en la
región: desestabilizarla por largo tiempo. Y eso está muy lejos del Medio
Oriente democrático y pro occidental que Estados Unidos decía querer
implantar. El drástico cambio proyectado para la región se inspira en una
estrategia israelí descrita en 1982 en el «Plan Yinon». El «Plan
Yinon» sale nuevamente a la luz pública, en 1996, en el informe
titulado A Clean Break, A New
Strategy for Securing the Realm (En
español, “Un corte limpio, nueva estrategia para garantizar la seguridad del
Reino [de Israel]”, destinado al primer ministro israelí Benyamin
Netanyahu, seguido de Coping
with Crumbling States, a Western and Israeli Balance of Power Strategy for the
Levant (En español,
“Acompañando Estados en ruinas: una estrategia occidental e israelí de
equilibrio de las potencias en el Levante”). Ambos documentos fueron redactados
por Richard Perle (American Enterprise Institute), James Colbert
(Jewish Institute for National Security Affairs), Douglas Feith (Feith and
Zell Associates), Jonathan Torop (Washington Institute for Near East
Policy), David Wurmser y Robert Loewenberg (Institute for Advanced
Strategic and Political Studies). El «Plan Yinon» preveía que Israel autorizaría el uso de
su territorio para el despliegue de los misiles estadounidenses del proyecto
conocido como «Guerra de las Galaxias». A cambio,
Estados Unidos debía derrocar a Sadam Husein y expulsar a los sirios
del Líbano para acabar así con el mito de la nación árabe. En la zona chiita
iraquí se crearía un Estado independiente que sería gobernado por una rama de
la familia real jordana, para contrarrestar la influencia de la revolución
islámica iraní. Pero aquello no funcionó como los neoconservadores esperaban.
El desastre absoluto de la guerra contra Irak, el fin del nacionalismo laico
árabe y el alza de los precios del petróleo y el gas provocaron profundos
cambios en la región. Desde Damasco hasta Dubai, desde Tel Aviv hasta
Teherán, se está forjando un nuevo Medio Oriente, pero no se parece al
esquema previsto. El antiguo Medio Oriente se construyó sobre la base de las
fronteras y las identidades políticas que las potencias europeas habían
instaurado después de la caída del Imperio Otomano, en 1918.
Se basaba en un nacionalismo laico de inspiración europea que
se planteaba como objetivo una modernización política y social iniciada
por la acción gubernamental. Ese tipo de nacionalismo –el «socialismo árabe»–
alcanzó su apogeo durante la guerra fría, cuando podía contar con la ayuda
militar, política y económica de la Unión Soviética. Todo aquello se acabó
con el derrumbe de la URSS. El fin del imperio soviético también dio lugar a
graves crisis militares en muchos países árabes ya que, carentes del apoyo
militar soviético, los regímenes nacionalistas no podían seguir
modernizando sus ejércitos.
Poco a poco, los regímenes nacionalistas se vieron sometidos a
duras pruebas, dejando a menudo un vacío que frecuentemente llenaron
actores no estatales. Los casos de Libia e Irak son reveladores de esos
drásticos cambios. También cambiaron la correlación de fuerzas ideológicas y la
repartición del poder: el islam político se convirtió en sustituto del
laicismo y supo integrar hábilmente los temas sociales y un nacionalismo anti
occidental. Por supuesto, como lo demuestran los ejemplos mencionados, «nuevo»
no significa necesariamente «mejor» sino diferente. En cuanto
al cambio, este no resuelve en lo absoluto los conflictos que agitan la
región, lo cual los hace mucho más peligrosos que en el pasado. Un
aspecto de esa modernización pudo verse en 2006, durante la agresión israelí
que enfrentó las fuerzas armadas de Israel con los hombres del Hezbollah y
donde los tanques [israelíes] Merkava fueron impotentes ante los cohetes
antitanque RPG-29 y los lanzacohetes del tipo Katiusha. Al mismo tiempo,
actores no estatales –como el Hezbollah y el Hamas– tomaron el lugar
de los ejércitos tradicionales. Pero ante tales cambios, Israel creyó adecuado
adelantar sus peones para ganar terreno interviniendo en teatros exteriores
mucho más frecuente que antes y pasando de unas cuantas operaciones secretas y
asesinatos selectivos a intervenciones más profundas en terrenos que lo obligan
a exponerse más que en el pasado. Así hemos visto el Estado hebreo intervenir
en Irak a través del Kurdistán para actuar de ambos lados de la frontera entre
Irak y Siria. La presencia de Israel es evidente en los acontecimientos que se
han sucedido en toda la región, desde Libia hasta Egipto y desde los Emiratos
Árabes Unidos o Qatar hasta el Líbano, gracias a cómplices locales y al
inquebrantable apoyo de Estados Unidos. Israel parece haber creído que
puede triunfar donde los estadounidenses fracasaron. Con ayuda de Turquía
se movilizaron expediciones fronterizas para ocupar regiones completas en Siria
e Irak. Y mientras tanto se desarrollaban campañas desestabilizadoras contra
los gobiernos, a pesar de la legitimidad de estos últimos. El presidente
sirio ya era tratado como un paria pero el primer ministro de Irak, recibido
pocos días antes en casi todas las cancillerías occidentales,
fue súbitamente calificado de déspota. Se trataba de un contrafuego
encendido para desviar la atención de lo que iba a suceder en Gaza.
Parecía que con la unión entre el «Eje de la Esperanza» (Irán, Siria y
el Líbano, representado por el Hezbollah) y el «Eje Pekín-Moscú» ya era
suficiente trabajo para los diplomáticos occidentales, además de todo lo que
estaba pasando en Siria e Irak. Así que era un buen momento para ajustarles las
cuentas a las organizaciones palestinas hostiles a los arreglos que quiere
negociar Mahmud Abbas, el presidente sin mandato de la Autoridad
Palestina. Sin embargo, desde hace varias semanas estamos descubriendo con
sorpresa la impotencia, tanto del poder político como del ejército israelí, ante
la lucha del Hamas, de la Yihad Islámica y de las demás organizaciones
presentes en el terreno, como el FPLP-Comando General de Ahmad Jibril.
¿Qué les queda a los israelíes que, a pesar de su fracaso
militar, siguen tratando de obtener una rendición incondicional de los
combatientes palestinos?, sobre todo con el bloqueo impuesto a esa franja de
tierra de 360 kilómetros cuadrados, apenas un poco más grande que la mitad
del departamento más pequeño de Francia, el territorio de Belfort. La
invitación de Francia a los cristianos de Irak crea, por consiguiente, un
tema de polémica [entre los franceses]. Pero sobre todo da a entender que si
los israelíes liquidan a los palestinos a bombazos… en definitiva es
algo aceptable en comparación con los sufrimientos de los cristianos del
Oriente, obligados a huir de su país por culpa de los islamistas. Y
se estimula a meter los movimientos de resistencia en el mismo saco que
los movimientos sectarios. Según esa perspectiva, un militante del Hamas es lo mismo que un
yihadista del Emirato Islámico. Son, en efecto, muchos los que han
manifestado –con toda razón– su solidaridad con los cristianos de Irak. Sólo
que entre las víctimas de los grupos yihadistas no sólo hay cristianos...
también hay kurdos, chiitas, ismaelitas y sunnitas…
Pero los propios cristianos de Irak no suscriben a la
visión sesgada que nos quieren imponer. En una declaración reciente, un
dignatario cristiano iraquí criticaba con vehemencia la acción «humanitaria»
de los países occidentales, que consiste únicamente en acoger a los cristianos
en Europa, contribuyendo así a acabar con la presencia cristiana en Irak. Los
cristianos de Irak no están interesados en abandonar su país, su
patrimonio y su historia. Los cristianos del Oriente aman cada piedra de Irak,
de Siria o de Egipto tanto como cualquier ciudadano de cualquier otra
confesión. Ellos han participado en todas las luchas, desde la
independencia hasta nuestra época. Han sido los primeros en levantar las
banderas del nacionalismo árabe y de la causa palestina… mientras que los
emires del Golfo financiaban, con la complicidad de Occidente, los grupos
yihadistas que hoy vemos en acción. Señores Fabius y Cazeneuve, los cristianos
del Oriente no están interesados en la invitación a instalarse en Francia
que ustedes les hacen. Lo que sí quieren es que ustedes los dejen
en paz.
Del histórico monasterio de
Mar Benham, del s. IV, destruido por ISIS
Entre los muchos atentados de lesa
majestad contra el patrimonio de la Humanidad que lleva a cabo esa banda que
parece tener su sede en el mismísimo infierno llamada ISIS, se da cuenta ahora
del perpetrado contra el Monasterio de Mar Benham (San Benham, uno ha terminado
aprendiendo que Mar significa “santo”) monasterio en el norte de Irak capturado
por ISIS el pasado mes de julio, después de que los monjes fueran obligados a
abandonarlo sin llevarse más pertenencias que lo puesto. La noticia la recoge
el Daily Mail británico, que a su vez se remite a International Business Times
que a su vez cita a Barzan Sadiq, productor ejecutivo de Kurdish Rudaw. La
destrucción forma parte de la campaña de atentados contra el patrimonio de la
Humanidad sito en suelo sirio-íraquí que ya ha dado cuenta de monumentos como
el Museo Histórico de Mosul, la ciudad de Nimryd, de tres mil años de
antigüedad, la ciudad de Hatra, del año 200 a. C., fundada por los seleúcidas y
capital del Imperio Parto, o el monasterio de San Jorge (Mar Gorgis) en Ninive
(Mosul), del Siglo.X.El monasterio de San Behnam fue construido en el s. IV por
el rey Senaquerib II. Durante una jornada de caza en el monte Alfaf, Behnam,
hijo de Senaquerib, entra en contacto con el cristiano Mateo. Convertido al
cristianismo y bautizado, se hace su discípulo y lleva una vida de ermitaño.
Tras curar a su hermana Sara de una lepra, ella también se convierte y con ella
otros cuarenta discípulos. Senaquerib entonces manda un ejército a detener a
sus hijos, el cual mata a los dos hermanos y a los cuarenta conversos. Lo
cierto, sin embargo, es que al poco tiempo el que se convierte es el padre,
bautizado también por Mateo (al que la iglesia siria conoce como San Mateo) y
como penitencia, manda levantar el monasterio en el lugar en el que su hija
había sido curada de la lepra En cuanto al edificio, fue renovado en 1164 y en
1250, y sufrió grandes destrozos por los ataques del Sha persa Nader,
gobernante musulmán de la región en la segunda mitad del s. XVIII. De culto
siro-ortodoxo, el monasterio llega a ser sede de importantes patriarcas
ortodoxos de la región, hasta que en 1839, por razones no bien conocidas, los
monjes del monasterio pasan a la obediencia romana, bajo la adscripción sirio católica
(pinche aquí para conocer mejor a esta singular iglesia católica de oriente).
En 1986 el monasterio recibe importantes trabajos de restauración Se da la
circunstancia de que el monasterio, cuyo nombre completo es monasterio de los
mártires San Benham y su hermana Sara, recibía cada año la visita de miles de
peregrinos, no sólo cristianos, sino también musulmanes, lo que es menos
extraño de lo que a primera vista pueda parecer en tierras como las del oriente
medio donde las tradiciones se hallan muy entremezcladas y donde, aunque hoy
nos cueste creerlo, la tradición cristiana pre islámica es parcialmente asumida
por la religión de Mahoma, algo de lo que es buena prueba el propio Corán. Una
herencia a la que hemos tenido ocasión de referirnos en esta columna en no
pocas ocasiones. Unas imágenes difundidas esta semana en Internet muestran la
detonación de explosivos en varias partes del templo, según ha informado
este viernes el diario británico The Independent. De acuerdo con el rotativo, los
terroristas del EIIL accedieron al monasterio, que se encuentra cerca de la
ciudad de Bajdida, poco después de lanzar su ofensiva en Irak, a mediados de
2014.
En junio de ese año, los terroristas
ingresaron en el lugar, expulsaron a los monjes y retiraron las cruces, sin
provocar ningún daño. La acción ha sido denunciada por el grupo de defensa
de los asirios A Demand for Action (Un llamado a la acción); una de sus
portavoces, Diana Yaqco, ha considerado que la medida es un "nuevo
golpe" del EIIL contra una "parte de la historia". "No sólo
desprecia nuestras creencias religiosas, sino también nuestra literatura y
arte, que tanto han dado al mundo", ha lamentado. Hasta el momento, el
grupo terrorista ha destruido y saqueado tres sitios arqueológicos en
Irak: Dur Sharrukin, la antigua cuidad antigua Hatra y la ciudad asiria de Nimrud. La directora general de la Unesco, Irina Bokova, ha condenado en reiteradas ocasiones los actos de
barbarie del grupo terrorista contra el patrimonio cultural e histórico de
Irak y Siria.El EIIL intensificó sus ataques contra los monumentos
históricos y arqueológicos iraquíes tras la difusión de un video donde se ve
cómo arrasan con decenas de figuras y esculturas preislámicas del
Museo de la Civilización de Mosul. Los takfiríes del EIIL han destruido un
sinnúmero de centros religiosos, incluido mezquitas, y sitios arqueológicos
tanto en Irak como en Siria al tiempo que cometen crímenes de lesa humanidad
contra todos los grupos étnicos y religiosos, incluidos chiíes, suníes y
kurdos.
Monasterio de Mar Benham |
el Ataque |
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