La cuarta
guerra efectivamente comenzó en la segunda mitad del siglo XX, o, ¿Cómo podríamos explicar esta guerra realizada en
1960? Mons. Lefebvre dijo antes de morir que él había participado en tres
guerras haciendo referencia a la primera, segunda y el Concilio Vaticano II la
cual fue su tercera guerra.
Apertura del Concilio Vaticano II |
es y será la más trágica, cuyas consecuencias han
llegado hasta nuestros días Y son, a mi humilde punto de ver, las causas
fundamentales de un conflicto internacional, como de hecho se está presentando ante
nuestros incrédulos ojos, que desencadenara en un conflicto armado cuyas
consecuencias no sabemos ni tenemos la mas pálida idea de donde vaya a parar esto. Conflicto en
el cual se encuentran involucradas naciones tiempo atrás fuera del escenario
mundial como lo son China, con su alta participación en la economía mundial y
últimamente potencia militar desconocida por nosotros, pero temida por los
enemigos clásicos, Rusia cuyo
protagonismo mundial para todos es notorio no solo en el escenario diplomático
sino también en el bélico, que el año pasado supero a su homologo Estados
Unidos en la venta de armas y también en la sofisticada fabricación de
armamento de última generación e Irán nación musulmana que sigue siendo un
misterio, pero con una mayor protagonismo mayor
en el escenario mundial. Sin duda alguna el peligro mayor se manifiesta
cada vez con la unión de estos dos colosos porque China cuanta con el mayor
ejército del mundo y Rusia con la mejor tecnología, los enemigos de antaño
ahora son verdaderos amigos con un fin muy claro y definido: EL DOMINIO MUNDIAL
a su manera. Ante esta terrible perspectiva lo que antes era una quimera sobre
lo dicho por nuestra Señora de Fátima en el segundo secreto sobre Rusia y lo
comentado en el supuesto fragmento de “tercer secreto” por desgracia se vuelve
más convincente y más temible al grado helar la sangre, he aquí sus palabras: “La gran guerra vendrá en la segunda mitad del
siglo XX. Fuego y humo caerá del Cielo y las aguas de los océanos se
transformaran en vapor, lanzando sus espumas hasta el cielo y todo lo que esté
en pie se hundirá. Millones y millones de hombres morirán de hora en hora, y
los que queden vivos en aquellos instantes envidiaran a los que están
muertos”. Si este fragmento lo tomamos
aisladamente solo basándonos en el podemos con todo derecho creer o no, pero la
perspectiva y el valor se las pueden suministrar las palabras de la
profecía de San Juan en el Apocalipsis cap. XIII: ““LA BESTIA QUE VI ERA
SEMEJANTE A UNA PANTERA; SUS PATAS ERAN COMO DE OSO, SU VIENTRE DE PANTERA Y SU
BOCA COMO BOCA DE LEON Y EL DRAGON LE PASO SU PODER Y SU TRONO Y UNA GRAN
AUTORIDAD”. Donde en concordancia con el fragmento antes citado nos confirma de
nuevo de quienes serán los actores principales como, como ya lo dijimos más
arriba, de este gran castigo, cuya acción ya se empezó a sentir en la segunda
mitad del siglo XX como lo fue LA “CAIDA” DE LA UNION SOVIETICA Y EL:
el fin del bloque Sovietico |
1): EL
RESURGIMIENTO DE RUSIA.
Moscú |
En cuanto a
este resurgimiento su importancia es trascendental porque cambia totalmente las
del juego sobre el arte de la guerra, podría decirse que el inicio de la
tercera guerra mundial no será como las anteriores sino de forma y tácticas
diferentes. Desde Chechenia en adelante se les llamara guerras hibridas debido
a que las naciones protagonistas no lucharan la una contra la otra de forma
directa sino mediante enfrentamientos mediáticos para medir el alcance y la
potencia de las naciones implicadas en este drama mundial. Cuando menos así lo
parece demostrar las guerras que Rusia ha librado contra Chechenia y Georgia;
la primera, como ya dijimos fue en 1999 poco después de haber tomado posesión
como primer ministro de la federación Rusa Vladimir Putin que fue, por otro
lado, un escalón muy importante para ganar las presidenciales de su primera
elección como presidente de dicha nación. Para darnos una idea de la importancia de este
triunfo de Rusia sobre Chechenia ponemos a nuestro amable lector el siguiente
estudio sobre el tema:
CHECHENIA
Y SU CONLICTO CON RUSIA
Conflicto en Chechenia |
el Conflicto
checheno comienza en el otoño de 1999 cuando Vladimir Putin acaba de ser
nombrado primer ministro. El Kremlin aplica modalidades de intervención militar
federal en la república secesionista, que además sufre un bloqueo económico. Una parte
importante de la población, cerca de 75 mil personas, se refugia inmediatamente
en la región vecina de Ingushetia.
Desplazados |
El conflicto se anuncia difícil para las
tropas federales: el fracaso de las primeras tentativas de mediación le permite
al presidente moderado, Aslan Maskhadov, unificar todas las fuerzas chechenas y
reunir a los hombres de Chamil Bassaiev, a pesar de la abierta oposición que
los enfrenta desde hace algunos meses y que lo había incitado a probar una
incursión militar en Daguestán, lo que provocó una respuesta militar de la
Federación. Se trata de
una posición que ya había afirmado como primer ministro, el 2 de octubre de
1999, cuando anunciaba que no reconocía la legitimidad del presidente Maskhadov
ni, por consiguiente, la de las autoridades chechenas en su conjunto: «Todos
los órganos de poder en Chechenia son ilegítimos (...) pues todos han sido
electos fuera de las leyes rusas». Esta frase resume perfectamente el
pensamiento de Vladimir Putin: no reconoce ni los acuerdos de Khassaviurt,
firmados por el general Lebed y el presidente Maskhadov, ni los firmados por
Boris Yeltsin y el número uno checheno en mayo de 1997.
La posición
radical de quien sólo es entonces primer ministro federal es interpretada
inmediatamente como la revelación de sus reales intenciones en Chechenia, la
cual está lejos de la instauración de un «cordón sanitario» alrededor del
territorio o de la lucha contra el terrorismo. Vladimir Putin desea «barrer el
poder checheno» y, sobre todo, retomar el control de esta zona, estratégica para
Rusia.
recursos del Mar Caspio |
Difícil de
encontrar otro desafío más estratégico para Rusia. Los recursos petroleros del
Caspio, disponibles a partir de 1998, llevaron allí una oleada de compañías
petroleras del mundo entero, pero sobre todo anglo-norteamericanas. Se
multiplican entonces los proyectos de construcción de oleoductos con el
objetivo de sacar estas reservas del control ruso.
El 17 de abril de 1999 se
inaugura el oleoducto Bakú-Supsa, un puerto georgiano situado a orillas del Mar
Negro. Se trata del primer proyecto para poner el petróleo fuera del control de
Moscú. En octubre de 1999, exactamente antes del inicio de la ofensiva militar
en Chechenia, las compañías petroleras anglonorteamericanas anuncian la próxima
construcción de un oleoducto entre Bakú y el puerto turco de Ceyhan, una nueva
piedra en el jardín ruso.
Oleoducto Baku-Supsa |
La posición
del Kremlin se alinea con la del estado mayor militar: Chechenia debe
permanecer bajo la égida rusa a cualquier precio. Para ello los generales
federales desean establecer una zona de seguridad al norte de la república
secesionista que comprende el trazado del oleoducto Bakú-Novorossisk. La
implementación de la estrategia militar escogida por el Kremlin es la imagen de
los que la elaboraron: implacable, sistemática y brutal. En nombre de intereses
geopolíticos legítimos, el ejército federal dará pruebas de un inaudito
salvajismo en los combates. En el campo de batalla, la política extremista de
Putin se manifiesta mediante el bombardeo
lo
que según Jean Radvany, profesor en el INALCO, es un «medio terrible de dar una
demostración de eficacia cuando los rusos, desde hace varios años, eran
extremadamente sensibles a la debilidad de su ejército y su Estado». Se trata
de un elemento decisivo para asegurar la popularidad del presidente interino,
la cual necesita con vistas a las elecciones presidenciales de marzo de 2000.
El contexto le es favorable: las críticas de Occidente garantizan la unidad de
la población tras el jefe de Estado, fenómeno amplificado por la oposición de
la opinión pública rusa a la intervención de la OTAN en Serbia, ocurrida en la
primavera de 1999. Sin embargo, la ofensiva militar está lejos de ser un éxito:
para avanzar en Grozni las tropas federales se ven obligadas a destruir barrios
enteros al costo de terribles pérdidas humanas. Grozni se convierte poco a poco
en una ciudad fantasma, cubierta de cadáveres y abandonada por sus
sobrevivientes que no tienen alternativa: o el exilio en los campos de
refugiados de Ingushetia, o la lucha armada desde las montañas vecinas a partir
de donde lanzan mortíferos ataques. Según las evaluaciones de enero de 2000
«más de un tercio de la población de Chechenia ha sido expulsada de sus hogares
y ha tenido que refugiarse en Ingushetia, donde Moscú ha impedido a las
organizaciones internacionales (con excepción del Alto Comisionado para los
Refugiados y la Cruz Roja) acudir en ayuda de unas 250 000 personas».
Estos
elementos del contexto geopolítico global son esenciales para comprender las
razones del empeño masivo del ejército federal y su estrategia de llevar la
situación hasta el extremo en el territorio checheno, donde la violencia, con
un balance muy negativo para los chechenos (las cifras adelantadas por los
dirigentes independentistas son de alrededor de 100 mil muertos), no está sólo
vinculada a la determinación del Kremlin de no abandonar nunca el territorio.
Es también una respuesta a la inesperada resistencia que encontró el ejército
en su camino. Contrariamente al primer conflicto, la segunda guerra de Chechenia
estuvo mucho mejor preparada por la parte rusa y los soldados mucho mejor
equipados. Especialmente los bombardeos aéreos destruyeron más blancos durante
los diez primeros días de la ofensiva que durante los dos años de guerra
anteriores, sin embargo, las milicias chechenas lograron rápidamente encontrar
el equipamiento necesario para contrarrestar la ofensiva. De forma singular,
los «hombres de las montañas», como se llaman a sí mismos los chechenos,
tuvieron en su poder, a partir de enero de 2000, radares y baterías antiaéreas
sofisticadas que les permitieron, contra todas las expectativas, resistir a las
tropas federales. Ninguna potencia vecina pudo suministrar este equipamiento
por temor a represalias rusas, de modo que el apoyo a la resistencia chechena
hay que buscarlo en otra parte. En abril de
1996, los militares rusos localizaron gracias a una conversación telefónica
interceptada al primer presidente checheno Dzojar Dudaev
y lo abatieron con un
misil de alta precisión. En marzo de
2000 fue arrestado el autor de los secuestros terroristas en Pervomaisky y
Kizliar, Salman Radúev, quien más tarde falleció en un hospital de prisión. En
junio de 2001 fueron aniquilados Arbi Baraev, uno de los jefes de la guerrilla
separatista chechena, y 17 militantes de su grupo. En marzo de
2002 se eliminó a Jattab, mercenario jordano quien ocupaba en la jerarquía de
los secesionistas chechenos una posición incluso superior a la de Shamil
Basaev. En febrero de 2004 se produjo la detención de Ruslan Guelaev y los
integrantes de su grupo en la frontera ruso-georgiana. Y ahora, finalmente, el
castigo ha alcanzado a una figura mucho más importante y controvertida en la
cúpula clandestina del terrorismo checheno, Aslan Masjadov, cuyas capacidades
de camaleón político habían despistado durante mucho tiempo a los
patrocinadores occidentales, proclives a ver en él a un representante de la
«corriente moderada» del separatismo checheno y, por consiguiente, al
interlocutor más adecuado para las negociaciones de paz con Putin.
Dzojar Dudaev |
Parece
repetirse el mismo guion en la situación que actualmente impera en Siria, pero
con diferentes variantes. Esto demuestra que Vladimir Putin no confía en
absoluto en las llamadadas corrientes “moderadas” como Occidente las califica
hasta la actualidad y las apoya con armamento y dinero. Esta victoria del
ejército ruso suena como a tragedia para unos por la cantidad de muertos que
hubo, pérdida económica para quienes apoyaron a estos separatistas, pero un
triunfo sonante para Rusia y su ejército aunque no fue celebrado por los
soldados.
Continua...
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