"Сuestión
de vida o muerte": Corea del Norte responderá con fuego si la ataca EEUU.
Pyongyang
responderá con fuego en el caso de un ataque por parte de Washington, afirmó la
jefa del departamento norteamericano de la Cancillería de Corea del Norte, Choe
Son-hui.
"Corea del Norte vive en
condiciones de una amenaza nuclear permanente por parte de EEUU; la semana
pasada tuvieron lugar unos ejercicios nucleares sin precedentes en los cuales
participaron portaaviones y bombarderos estratégicos estadounidenses",
dijo en la conferencia de no proliferación en Moscú.
Añadió
que "esta acción conlleva una reacción".
"Nuestro
líder aclaró nuestra postura según la cual calmaremos a EEUU y responderemos al
fuego con fuego", añadió Choe Son-hui.
Agregó
que las armas nucleares de Corea del Norte están dirigidas contra EEUU y no
contra otros países.
"Nuestras armas nucleares
apuntan a EEUU, consideramos que un ataque nuclear podría llegar desde EEUU y
no desde algún otro país", dijo Choe en la conferencia de no proliferación
en Moscú.
Insistió
en que "nuestra respuesta nuclear estará dirigida contra EEUU y no contra
un tercer país".
Precisó
que Corea del Norte usará sus armas nucleares y misiles balísticos solo en caso
de una amenaza.
"Tenemos armas nucleares y
misiles balísticos pero no los vamos usar cuando no existe una amenaza",
dijo.
Corea
del Norte no participará en negociaciones sobre las armas nucleares que
necesita para su seguridad nacional, declaró la directora general del
Departamento para América del Norte del Ministerio de Exteriores norcoreano.
"La
situación actual nos convence aún más de que necesitamos armas nucleares para
repeler los posibles ataques", dijo Choe.
Según
la diplomática, es una "cuestión de vida y muerte".
Añadió
que Corea del Norte "no planifica dialogar sobre las armas nucleares y
EEUU tendrá que convivir con el estatus nuclear de Pyongyang".
Aseguró
también que Pyongyang no transmitirá armas nucleares a terceros países y está
apegada al régimen de no proliferación.
"Corea del Norte no transmitirá
armas nucleares a terceros países, y se afilia a las ideas y el espíritu de la
no proliferación", dijo la diplomática.
Horas
antes el director del departamento para asuntos de no proliferación y control
de armas del Ministerio de Exteriores ruso, Mijaíl Uliánov, llamó a impedir el
traspaso de armas nucleares de la República Popular Democrática de Corea a
terceros países.
A
principios de julio, Moscú y Pekín se pronunciaron por declarar una moratoria
simultánea sobre el programa norcoreano de misiles y armas nucleares y los
ejercicios conjuntos a gran escala de EEUU y Corea del Sur, así como avanzar
hacia la desnuclearización de la península de Corea.
El
Departamento de Estado declaró a mediados de agosto que EEUU no piensa
renunciar a los ejercicios aliados en la península de Corea, reafirmando así el
rechazo de Washington y Seúl a la iniciativa chino-rusa.
Por su
parte, Pyongyang evitó responder a esta propuesta.
Corea
del Norte realizó este año su sexta prueba nuclear, la de una bomba de
hidrógeno para ser colocada en misiles intercontinentales, y una quincena de
pruebas de proyectiles balísticos, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos
ICBM capaces de alcanzar el territorio de EEUU y dos misiles de alcance
intermedio que sobrevolaron la isla japonesa de Hokkaido.
También
amenazó con disparar sus misiles hacia la isla estadounidense de Guam donde
están emplazados los bombarderos estratégicos B-1B Lancer.
¿Dónde está la línea roja de EEUU en su 'ofensiva'
contra Corea del Norte?
Las
recientes maniobras estadounidense-surcoreanas y la reacción frente a ellas por
parte de Pyongyang han sido relativamente comedidas. Pese a ello, no conviene
olvidar que los recientes cambios en las discusiones acerca del problema
norcoreano pueden ser una señal de gran amenaza.
A
juicio del entrevistado, el proceso político en la resolución del problema
norcoreano se ha estancado. La meta de Corea del Norte era forzar a Estados
Unidos a aceptar las negociaciones directas con Pyongyang y llegar a un
compromiso que supondría la limitación al desarrollo de las fuerzas nucleares
norcoreanas, garantías de seguridad y atenuación del régimen de sanciones,
subrayó.
Sin
embargo, es poco probable que la Administración estadounidense actual acepte el
diálogo directo con Corea del Norte, añadió Kashin.
"Después
de que Washington haya puesto tantos recursos en trasladar una imagen de Corea
del Norte como un país pobre y poco desarrollado que es gobernado por locos,
las negociaciones con Pyongyang sobre cualquier cosa que no sea su desarme
nuclear pueden ser percibidas en el mundo y también en EEUU como una derrota enorme",
declaró.
De
acuerdo con las recientes declaraciones del director de la CIA, Michael Pompeo,
Pyongyang puede hacerse con los sistemas vectores que posibilitarían un ataque
contra la parte continental de EEUU ya en el transcurso de los próximos meses.
Kashin
pronosticó que Corea del Norte será capaz posiblemente de sobrevivir al régimen
de sanciones durante dicho plazo sin sufrir daños considerables para su
economía. El país juche ha declarado de manera oficial que estaría dispuesto a
mantener negociaciones con Estados Unidos después de que ultime la construcción
de su misil intercontinental.
"Esto se explica de manera muy
fácil: Pyongyang quiere negociar desde una posición de fuerza", dedujo el
analista.
"En
esta situación, que parece un callejón sin salida, Estados Unidos trama planes
raros. Antes, la 'locura' y 'falta de sentido común' en Corea del Norte eran
los argumentos principales en contra de la posibilidad de que el país [juche]
se armara. La postura más popular en la actualidad radica en la aseveración de
que el régimen norcoreano es en realidad racional y hasta cínico", aseveró
Kashin.
Estados
Unidos cree que un ataque limitado contra Corea del Norte, que desaceleraría su programa nuclear por varios años,
no provocaría una respuesta que amenazara a Corea del Sur o Japón. Washington
considera que Kim Jong-un entiende que, en caso de destruir Seúl, será hombre
muerto. Y obviamente, Kim quiere vivir, explica Kashin.
"No
obstante, este enfoque parece muy simplificado. Primero, no se puede estar
seguro de que el programa de misiles de Corea del Norte pueda ser frenado por
un ataque limitado. Los norcoreanos utilizan espacios subterráneos para esconder
sus instalaciones, equipamientos y reservas secretos", apuntó el experto.
Estas
construcciones no pueden ser destruidas con armas no nucleares. Al menos
requieren uso de bombas antibúnker. Para poder usarlas de manera efectiva, los
bombarderos estratégicos de EEUU deberían penetrar profundamente el espacio
aéreo de Corea del Norte. Esto, por su parte, requeriría una supresión de la
defensa aérea norcoreana en dichas zonas.
El
entrevistado indicó que el número de blancos subterráneos que deberían estar
aniquilados en el marco de dicho 'ataque limitado' será muy grande, porque es
poco probable que los datos de inteligencia sean precisos y exhaustivos.
"Incluso
en caso de un resultado fructífero de dicho ataque, aparece el problema de una
posible respuesta de Corea del Norte. (…) El razonamiento de Kim se basa en
otra percepción del mundo y la política norcoreana de los últimos años es la
mejor prueba de ello", manifestó Kashin.
Kim
Jong-un no entiende bien, según parece, la esencia de la política interior de
Estados Unidos. Desde el punto de vista del líder del país juche, un ataque
norteamericano puede poner en peligro la estabilidad interna de su 'régimen',
afirma el experto.
"No
es cierto que la Jefatura de Estado norcoreana piense que el inicio de una
guerra a gran escala en la península sea un suicidio. Una rápida derrota de la
RPDC y su ocupación al estilo de Irak del año 2003 es francamente improbable,
salvo un escenario en el que el Ejército norcoreano sea casi completamente
desmoralizado", concluyó Kashin.
Vasili Kashin.
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