FRANCISCO INDALESIO MADERO. ENEMIGO DE LA IGLESIA
Quisieron los rebeldes
aprovechar y dar fin a la insurrección cristera incluyendo en su manifiesto,
además del lema del sufragio efectivo, la libertad de conciencia, con lo cual
pensaban que dicha insurrección ya no tenía "razón de seguir". Pero
el general Gorostieta sabía que esos cabecillas revolucionarios eran hombres
ambiciosos y sin escrúpulos, por lo cual con la condición de que se reconociera
la libertad de conciencia y de enseñanza, y a la Guardia Nacional con todos los
grados otorgados y por otorgar, de acuerdo con la Liga sólo se aceptó una
alianza táctica con el propósito de obtener las tan necesarias municiones. Pero
se ordenaba a los jefes cristeros conservar el grito de Viva Cristo Rey, no
aceptar jamás un mando supremo escobarista, e "impedir que las fuerzas de
la Guardia Nacional se mezclen con las fuerzas aliadas. Pues es fácil que pierdan
los nuestros por contaminación la serie de virtudes militares que los han hecho
invencibles".
Siendo Calles
incondicional pelele de los Estados Unidos, a cuyos fines e intereses servía,
la rebelión fue rápidamente condenada por los mismos, impidiendo que obtuviera
toda clase de elementos de guerra, mientras Calles recibía también rápidamente,
un decidido y abundante apoyo: 25 millones de dólares, armas y municiones y modernísimos
aviones.
Viéndose sin el apoyo
yanqui, traicionó Escobar a sus compañeros; no dio un solo cartucho a los Cristeros,
saqueó los Bancos y se marchó a los Estados Unidos.
Vencida la rebelión en
Veracruz, pudo Calles lanzar 35,000 hombres contra los rebeldes del Norte. La
batalla decisiva se dio en [iménez, y la victoria parecía iba a ser de los
rebeldes, quienes ya habían causado a los callistas 4,000 bajas. La
intervención directa de la aviación yanqui que arrojó contra ellos toneladas de
bombas de gases asfixiantes e incendiarias, inclinó la balanza y decidió la
batalla a favor de la traidora tiranía.
José Vasconcelos,
revolucionario de toda la vida, quiso también aprovechar para sus fines a la
insurrección armada cristera.
Apoyado entre otros por
el Partido Nacional ntirreeleccionista, de negra memoria, presentó su
candidatura a la presidencia de la República declarando que venía a luchar por
la libertad religiosa. Al principio de acuerdo con la rebelión escobarista, se
apartó de ella diciendo que estaba empeñado en una lucha cívica. También tuvo algún
contacto con el general Gorostieta, pero lo emplazó para después de las
elecciones.
Celebradas las elecciones
en julio do 1929, se proclamó electo a Pascual Ortiz Rubio, candidato oficial,
Vasconcelos, "erróneamente esperanzado en que surgiría un levantamiento en
toda la nación y que”... Todos los pueblos, caseríos y aldeas de Los Altos,
hicieron a los cristeros un recibimiento delirante. Del al 20 de marzo, los
escasos regimientos de línea que guarnecían la capital fueron derrotados en los
alrededores inmediatos y decidieron no volver a salir de la ciudad.
ALVARO OBREGON. DEPREDADOR DE LA IGLESIA
"La ofensiva de
Guadalajara no pasó de las operaciones preliminares, y un hostigamiento
cotidiano; "que probaba que los cristeros tenían de su parte la simpatía
activa de la mayoría de la población.
"Con la derrota de
los escobaristas en el norte, no era ya posible realizar el sitio de
Guadalajara, y con su traición (no habían entregado un cartucho) no podía pensarse
en dar el asalto... “No sólo no benefició, sino que perjudicó a los Cristeros
la rebelión escobarista, pues con todo el apoyo de los Estados Unidos pudo la
tiranía callista levantar, armar y abastecer a nuevas y numerosas fuerzas que
lanzó contra ellos. 20,000 hombres muy bien dotados de armas automáticas,
apoyados por artilleria y la aviación, abundantemente abastecidos y con una
moral muy elevada por su reciente victoria, emprendieron la ofensiva contra el
principal foco de la insurrección armada cristera: las regiones de Jalisco,
Calima y Michoacán.
Pero el general
Gorostieta estaba preparado para hacerle frente, y aunque entorpecida por los
desalentadores rumores de los llamados Arreglos la campaña, se inició con muy
buenos auspicios, que presagiaban nuevas y brillantes victorias de los soldados
de Cristo.
Los Altos de Jalisco
fueron invadidos por tres columnas, cada una con un efectivo de tres mil
hombres al mando de Saturnino Cedillo. Una de estas columnas, al mando del
general Rodríguez, se dirigió por el camino de Jalostotitlán y Valle de
Guada1upe a Tepatitlán, defendida por las fuerzas cristeras del padre Vega, en
número de 900 hombres. Rodríguez intimó rendición a la plaza con la amenaza de
arrollar a la fuerza que se le opusiese con su evidente superioridad en
hombres, armas y material. Pero el padre Vega decidió defenderla montando una
maniobra del mejor estilo, que con precisión matemática aniquiló a la poderosa
columna callista.
300 hombres del
Regimiento Gómez Loza al mando de Gabino Flores, tomaron posiciones dentro de
la plaza para resistir el ataque frontal. Los regimientos de Guadalupe y de San
Miguel quedaron fuera a ambos flancos de la línea de aproximación del enemigo,
ocultos, y a una distancia que podría recorrer se en quince minutos. El padre
Vega prevé el efecto de la sorpresa y la dirección de retirada del enemigo,
dicta sus órdenes para el ataque y la persecución, y se despide de sus subalternos
con un abrazo diciéndoles: Este abrazo nos lo vamos a repetir a las diez de la
mañana en la plaza de Tepatitlán. Ahora ¡Adelante, en el nombre de Dios! A las
cinco de la mañana inició Rodríguez el ataque contra la plaza, siendo
rechazados los repetidos asaltos. A las seis y cuarenta y cinco minutos, cuando
estaba Rodríguez fuertemente empeñado en el ataque frontal, se vio de pronto
atacado vigorosamente por su flanco derecho e izquierdo, y amenazada su
retaguardia. La sorpresa y la derrota fueron completas, emprendiendo la
retirada en el mayor desorden. El padre Vega pasó rápidamente a la explotación
del éxito y persecución que continuó durante hora y media, suspendiéndola por
escasez de municiones. La columna del general Rodríguez fue destruida: 225
muertos; 900 fugitivos, y gran cantidad de elementos de guerra en poder de los
Crísteros, quienes sólo tuvieron 25 muertos.
PLUTARCO E. CALLE. EL NERON DE MEXICO
Fue una victoria amarga:
entre los muertos se contaba el padre Vega, quien después de la misma fue
alcanzado por una bala perdida que le destrozó el cráneo. No era de buenas
costumbres el padre Vega, pero Dios, a pesar de la gravedad de la herida, le
conservó la lucidez para recibir los últimos Sacramentos.
A las diez de la mañana,
a la hora prevista por el padre Vega, los Cristeros hacían su entrada triunfal
a Tepatitlán aclamados por la multitud, en medio de cánticos religiosos y
gritos de ¡Viva Cristo Rey! ¡Vivan los defensores de la Fe! ¡Vivan los
cristeros de Jalisco!.
"La derrota de Cedillo, quien, sin embargo,
disponía ya en esa fecha del apoyo de la aviación y de 10,000 federales (20,000
hombres en total) le quitó todo deseo de combatir... Los cristeros, si bien evitaban encuentros de esta importancia, combatían en todas
partes ... En cuanto a los trenes, saltaban por todos lados.
"Del 1° al 10 de
mayo (1929) la presión de los cristeros se mantenía por doquier ... "Para
acabar con los 7,000 cristeros de Los Altos, decidió Calles inundarlos como en
el invierno de 1928-29, combinando el ejército de línea, la aviación, la
artillería y la ocupación permanente por las tropas irregula res de Cedillo ...
"Sólo Jalisco recibió el peso de 35,000 hombres, 20,000 de los cuales
habían triunfado del escobarismo y formaban un ejército bien pagado, bien
armado y bien alimentado ... "Figueroa salió a campaña el 24 de
mayo para confiar el mando de una columna de 10,000 hombres al general Eulogio
Ortiz, encargado de aplastar a los cristeros de Calima. Cárdenas salía con
10,000 hombres para Tinguindín y Los Reyes para hacer campaña en tierra
caliente de Michoacán contra Coalcomán. Maximino Avila Camacho recibió también
tropas para pacificar el norte de Jalisco y el sur de Zacatecas... Gorostieta,
preocupado por las informaciones extremadamente precisas que recibía sobre la buena
marcha de las negociaciones llevadas por el embajador Morrow, ordenó mantenerse
en todas partes a la defensiva, en espera de los resultados y aprovechando el
tiempo para dar fin a la organización. El mismo, al pasar por Michoacán para
entregarse a este trabajo, fue muerto accidentalmente por una patrulla, víctima
de una serie de coincidencias tan curiosas, que iban de la conjuntivitis
estival, hasta extrañas inepcias cometidas por las personas encargadas en su
paso a través de la llanura, que se ha podido hablar de traición y de
acechanza.
"La muerte de Gorostieta no tuvo ninguna
consecuencia militar. El contraataque federal no dio resultado alguno ..
.limitado por la tesorería, que no podía seguir pagando a las tropas de
Cedillo, y había cesado desde hacía bastante tiempo de pagar a los
funcionarios, limitado por el desgaste de un ejército cuyas unidades no tenían
ya sus efectivos completos ... y cuyos soldados, fatigados por la duración y
asustados por la dureza de la guerra, desertaban en masa. "Mientras el
ejército suministraba este esfuerzo postrero que hubiera podido ser el final,
la presión de Los cristeros se mantenía por doquier, y hasta se reforzaba en
algunos lugares.
LAZARO CARDENAS GRAL. ANTICRISTERO
"Los cristeros resistieron bien la ofensiva,
cuyo impulso fue frenado en Los Altos, continuó en el Sur y se' desencadenó en
Calima, en el momento mismo en que la paz se firmaba, como si el ejército federal hubiese querido obtener por lo menos una
victoria. Después de la muerte de Gorostieta, el P. Aristeo Pedroza pasó
a ser jefe supremo de Los Altos, el general Degollado, jefe de la Guardia
Nacional, y José Gutiérrez y Gutiérrez lo sucedió a la cabeza de la División
del Sur. En junio atacaron a Unión de Tula, Pihuamo, Tenamaxtlán, Tecolotlán,
Cuyutlán, Pueblo Nuevo, Tototlán, Buena Vista, Atemajac, y libraron rudos
combates en el Cerro Grande, en el Cerro Chino, cerca de Sayula y San Gabriel...
Los 57 aviones, que habían hecho maravillas en la batalla de Jiménez,
dejaron de tener gran eficacia...
"En Calima, la gran ofensiva cristera de marzo,
abril y mayo, fue seguida por el contraataque federal, a partir del 22 de mayo. Fue el último y el más duro que tuvieron que sufrir los
cristeros de los volcanes. El general Eulogio Ortiz, con 10,000 hombres, la
artillería y la aviación, lo llevó sin descanso hasta el 30 de junio,
después de la conclusión de los arreglos... Los últimos combates no terminaron
hasta el 17 de julio, fecha en la cual podía descontarse en fracaso del
general Ortiz. Los rebeldes permanecían en sus posiciones fortificadas del
Cerro Grande, habían inflingido a los federales pérdidas muy superiores a las
sufridas por ellos y tendían todos los días emboscadas mortíferas."
Altivo, soberbio,
altanero como ninguno, Elogio Ortiz llegó a Colima y con todos se mostró así.
El creía que a la primera acción suya haría lo que nadie había logrado en
Colima, ni siquiera el propio Secretario de Guerra y Marina, general Joaquín
Amaro, y así lo decía con toda desfachatez y soberbia. Haría retemblar los
montes y de los Cristeros no quedaría ni uno.