viernes, 10 de enero de 2020

¿Por qué Rusia? POR EL PADRE GRUNER.

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Nota._ Hoy mas que nunca nos es necesario conocer mas a fondo la exigencia de Nuestra Señora de Fátima sobre Rusia, en estos días se han aliado a Irán dos potencias mas como lo son China y Rusia con el fin de realizar esta tercera guerra nuclear. Si lo que pasa en Australia es apocalíptico cuanto mas no lo sera esta catástrofe mundial llamada tercera guerra mundial?

Por décadas se ha discutido el pedido de Nuestra Señora de Fátima para la Consagración de Rusia. Preguntan: ¿“Por qué Rusia”? Durante la 2ª Guerra Mundial, algunas personas llegaron a decir: “Alemania es peor que Rusia. ¿Por qué continuar a pedir la Consagración de Rusia”?
  Y ahora algunas democracias occidentales piensan que tienen más que temer de China que de Rusia, y con eso, la cuestión persiste: “China es más peligrosa que Rusia. ¿Por qué Nuestra Señora sigue pidiendo la Consagración de Rusia en nuestro tiempo?"

 Rusia sería peor que las otras naciones del mundo, y por eso ¿necesitaría más una Consagración y conversión?
 Podemos concluir a partir del Mensaje de Fátima, que Rusia no es, a los ojos de Dios, más perversa o necesitando más una conversión que otras naciones del mundo. 

 En agosto de 1931, Sor Lucía estaba rezando en la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe en Rianjo, España, pidiendo a Nuestro Señor la conversión de todo el mundo, mencionando en particular Europa, Rusia, y las naciones de Portugal y España. Nuestro Señor expresó el placer que sentía con esa oración: 

“Me consuelas mucho al pedir la conversión de estas pobres naciones. Pídelo también a Mi Madre”. 

 Entonces le enseñó esta oración:    “Dulce Corazón de María, sed la salvación de Rusia, de España, de Portugal, de Europa y de todo el mundo”. 

 Y Jesús continuó: 

 “Rézala muchas veces. Otras veces di: 

‘Por Vuestra Pura e Inmaculada Concepción, o María, alcanzadme la conversión de Rusia, de España, de Portugal, de Europa y de todo el mundo’”

En esta parte del Mensaje de Fátima, Nuestro Señor no hace distinción entre cualesquier naciones del mundo como necesitando más o menos que otras, una conversión. 
  Todas las naciones necesitan conversión. Cada persona en el mundo necesita conversión. Todo y cada país del mundo necesita la misericordia de Dios.
El Papa Pio XI dijo que Rusia fue más víctima del pecado de que pecadora en la Revolución de 1917. Esto quiere decir que los errores del Marxismo vinieron del Occidente: de Inglaterra, donde Marx escribió: y de Alemania, donde fue planeada la conspiración para llevar el Sr. Lenin de Suecia a Rusia al inicio de 1917, con el fin de desestabilizar la Rusia zarista; y de los Estados Unidos, cuyos banqueros del East-Side de Nueva York proporcionaron el dinero que financió la Revolución comunista. 

 En octubre de 1917, estos banqueros enviaron por vía marítima los fondos en oro – 1,25 millones de onzas, un poco menos que 50.000 kilos de oro, en el valor aproximado de dos mil millones de dólares ($2.000.000.000) en valores actuales. Este dinero fue parcialmente usado para financiar la revolución de los soldados rusos contra el Gobierno, y a favor de los revolucionarios comunistas.

 Y el mismo grupo de 300 revolucionarios elegidos por estos banqueros en 1917 para viajar de barco de los EUA con el oro, quedaron a la frente de la Revolución durante décadas. El Padre Denis Fahey documentó los detalles de esto en su libro The Rulers of Russia, Today! (1938)

 Y así, podríamos preguntar: ¿“Quien es más culpado en este gran crimen de la Revolución Marxista de 1917 contra Dios y contra la humanidad – los que planearon y manipularon estos terribles acontecimientos, o los que fueron coaccionados tan impiedosamente a colaborar en sus designios”? 

 El Papa Benedicto XVI, antes de junio de 2008 (dentro de los tres primeros años de su pontificado), envió un Legado especial al Patriarca Ortodoxo Ruso de Moscú, para pedirle permiso para consagrar a Rusia. Más precisamente, le preguntó si los ortodoxos estarían ofendidos por esa Consagración. La respuesta que vino era esencialmente ésta: ¡“Sí, estaríamos ofendidos”! Lo considerarían como un insulto hipócrita si los eclesiásticos del Occidente, cuya cultura ellos consideran mucho más decadente que la suya, hiciesen un acto solemne y público de Consagración de Rusia. 

 Puedo decirles que ni el Patriarca ni el Legado Papal comprendieron debidamente el pedido de Nuestra Señora. La Consagración que Ella pide es un honor, no una maldición. De entre todas las naciones del mundo, Rusia ha sido elegida para ser bendecida en especial y colocada al servicio de Nuestra Señora. Rusia es un vaso de elección para nuestros tiempos, escogido por el Cielo que sea o para conceder misericordia, o para ejercer justicia. Como Sor Lucía dijo hace años al Padre Fuentes: 
  
“…la Santísima Virgen, repetidas veces, tanto a mis primos Francisco y Jacinta, como a mí, nos dijo; Que muchas naciones de la tierra desaparecerán sobre la faz de la misma, que Rusia sería el instrumento del castigo del Cielo para todo el mundo [por sus pecados], si antes no alcanzábamos la conversión de esa pobrecita Nación”. 
 Los pecados del mundo implican una gran deuda de castigo, que la justicia de Dios no descuidará. Esta deuda será cobrada a las manos de Rusia, la nación elegida por Dios para flagelar el mundo por sus pecados, o será satisfecha por los méritos superabundantes  del Inmaculado Corazón de María, una vez más a través del intermedio de Rusia. Pero en este último caso, Nuestro Señor se asegurará que el Inmaculado Corazón de Su Madre recibirá el crédito por haberlo hecho. La conversión de Rusia sólo será conseguida a través de su Consagración al Inmaculado Corazón de María en un día especial de oración y reparación a escala mundial. 
  Rusia está destinada (después de ser consagrada) a enfrentar los enemigos de Dios en todo el mundo, en un tiempo en que el Misterio de la Iniquidad (2 Tes. 2:7) está plenamente establecido en el mundo y todas las naciones de la tierra están siendo esclavizadas por un régimen satánico y amazónico(hoy día vemos reducidos al misterio de iniquidad otrora católicas) en las naciones. Por el poder de Dios y del Inmaculado Corazón de María, Rusia será victoriosa en esta batalla aparentemente imposible. Pero por su propia fuerza sola, antes de ser consagrada al Inmaculado Corazón de María, no puede desempeñar este papel sublime que Dios le reserva, como campeón de Cristo Rey (Él es el Rey de los reyes y Señor de los señores; Apoc. 19:16) y María Santísima, Que es Reina de todas las naciones y de todos los pueblos. 
  Nuestra Señora pidió la Consagración de Rusia, no porque Rusia fuese peor que todos los otros países. ¡No! Es antes una cuestión de la libre elección de Dios sobre quien Él usará para glorificar su propio poder. ¿Por qué fue elegido David de entre todos sus hermanos? Sólo Dios sabe, pero el Espíritu Santo debe habernos dejado una indicación en el Salmo 131, cuando hace notar la mansedumbre proverbial de Su siervo David. La elección de Dios no es un capricho es maravillosamente apropiada. Y por lo tanto, si procuramos una respuesta a la pregunta ¿“Por qué Rusia”?, podemos finalmente concluir y reconocer que esta elección es particularmente apropiada, y es debida al hecho de que fue allá cometido una gran crimen. 

 ¿Qué fue ese crimen? Fue homicida, en una escala nunca antes conocida, pero fue mucho peor que homicidio. Para comprender esto, podemos imaginar un hijo que inició una conspiración entre sus hermanos para derribar la gobernación de su padre, pero en este caso el Padre era nuestro Creador, Dios Mismo. Fue en Rusia que satanás y sus secuaces humanos organizaron públicamente un régimen eminentemente ateo para combatir contra Dios en todo el mundo. No todos los rusos hicieron eso, pero esta conspiración demoníaca se realizó en su suelo. 

 Sucedió, no hace mucho (en los últimos veinte años), que fue cometido un asesinato en la Catedral de San Patricio en Nueva York. Esto representó una profanación de aquel lugar sagrado, y por eso la catedral necesitaba ser re-consagrada públicamente. Del mismo modo, Rusia, que fue una vez consagrada al servicio de Dios, ha sido la escena de un gran crimen, y necesita ser dedicada, re-consagrada públicamente al servicio de Dios a través del Inmaculado Corazón de María. 

 Con la conversión de Rusia en 988, Rusia se hizo una nación católica, dedicada al Evangelio de Jesucristo. Trágicamente, eso duró sólo menos de un siglo, sólo hasta 1054, fecha en que se separó de la Iglesia católica en la Gran Cisma. Aislados del Santo Padre
durante siglos, los rusos se separaron cada vez más, bajo la influencia de fuerzas malignas, adoptando una serie de errores contra la Fe y contra la Ley Natural.

 En 1917 (la revolución del Octubre rojo)  sufrieron las primeras víctimas del mayor crimen en la historia del mundo. Esta nación fue ocupada por los enemigos de Dios, que hicieron de ella una especie de cuartel-general a partir del cual intentan separar todo el mundo del servicio de Dios. 

 Pues bien, una persona es juzgada por sus hábitos y no por sus actos aislados. Un hombre puntual puede retrasarse algunas veces, pero si es su hábito llegar a tiempo a sus compromisos, le reconocemos esa característica, a pesar de incidentes excepcionales.  

 ¿Cómo juzgamos las naciones? De manera semejante – por sus hábitos colectivos, por las instituciones prácticas que se formaron en torno de su modo de vida habitual. Esto no quiere decir que todas las personas aprueban o participan en esas instituciones, pero si estas instituciones existen en una sociedad y son toleradas por sus leyes, son indicaciones ciertas de lo que el gran público las acepta. Por lo tanto, si una sociedad acepta cosas como errores religiosos o indiferentismo; blasfemias y persecuciones contra la verdadera Fe; divorcio, anticoncepción, pornografía, promiscuidad, homosexualidad, aborto y eutanasia, etc., todo esto constituye manchas negras en la historia de esa nación, porque las personas en general han aceptado hasta cierto punto (unas más, otras menos) eses crímenes – no todas las personas, pero las bastantes para institucionalizar estas prácticas dentro de su nación.

 Actualmente, no hay una nación en el mundo que pueda presentarse ante Dios sin ser manchada por estas instituciones de la era moderna, tal como el aborto, el divorcio, la pornografía, la anticoncepción, etc. Todas ellas son ejemplos de los muchos “errores de Rusia” que hace mucho se ha esparcido por todo el mundo. 

 Pero señalamos que estos errores no son “rusos” por sí solos. Han emanado de Rusia, pero sólo después de que fueron importados a aquella nación que se hizo víctima. ¿Necesitará ser consagrada Rusia por ser más culpada en lo que acostumbra llamarse a Revolución de 1917, de que los maestros de la masonería occidental y de la banca internacional que la planearon y la orquestaron? No, de modo ningún. Pero Rusia es el vaso de elección de Dios, y es la única esperanza que tenemos – después de ser re-consagrada a Dios por las manos y el Corazón Inmaculado de Nuestra Señora – para libertar este mundo de las fuerzas del Misterio de iniquidad que actualmente usan sus poderes satánicos e influencia para oprimir de varias maneras todas las naciones de la tierra.



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