Anexo I
Vino para la Santa Misa
1. Algunas consideraciones técnicas.
Vino para la Santa Misa
1. Algunas consideraciones técnicas.
Tratándose de un producto
que va a ser destinado a tan noble fin como es la transustanciación en la
preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, debemos poner el mayor cuidado en
la elección de las uvas y en su elaboración. Debe procurarse que la uva sea de
una variedad noble (fina); puede ser tinta o blanca, en lo personal prefiero
que sea tinta –Cabernet Sauvignon– aunque, si el vino está correctamente
elaborado, con respecto a la celebración el tema de la variedad no es
fundamental. El jugo junto con el hollejo y semillas (orujo) se pasan a un
recipiente limpio, donde se hace el agregado correspondiente de levaduras
seleccionadas Estos microorganismos naturales de la misma familia que la
levadura del pan transforman el azúcar –glucosa– en alcohol y gas carbónico
cambiando así el mosto (jugo) de la uva en vino. A esta transformación se la
denomina fermentación. Como vemos, éste es el paso fundamental para que la materia
o producto que obtenemos pueda denominarse vino. Esta fermentación es el
nacimiento del vino; en consecuencia, debe ser muy bien controlada para obtener
buenos resultados: tres veces al día se debe determinar como va disminuyendo el
contenido de glucosa y aumentando el alcohol.
Además, se degusta para
tomar decisiones sobre las veces que debemos hacer bazuqueos (sumergir los
orujos en el líquido); de esta manera llevamos un control de la dinámica de la
fermentación y podemos decidir sobre el descube, que es el acto de separar el
vino nuevo de los orujos. Este vino nuevo se pasa a una vasija desinfectada y
limpia, donde continúa reduciendo la glucosa en una fermentación más lenta; se
sigue la vigilancia analítica diaria para determinar el final de la misma. El
vino se deja en reposo un mes en un lugar fresco. De ese modo sedimentan las borras
gruesas. Éstas están compuestas principalmente por levaduras que durante la
fermentación se reproducen en forma muy abundante y pequeños restos de celulosa
proveniente de los orujos. Se separa el líquido limpio de las borras sedimentadas:
esta operación en bodega es llamada «primer trasiego».
El transporte de la uva a
la bodega debe hacerse en recipientes pequeños –cajas de 20 Kg. aproximadamente–
para evitar la rotura, y con ello la contaminación con microorganismos que
luego, con su actividad, influirán en la calidad final del vino. En cuanto al
estado de madurez es preferible que el tenor de azúcar (glucosa: azúcar
contenido en las uvas) sea alto, para así obtener un vino cuya buena graduación
alcohólica ayudará a una mejor conservación del mismo, y con algunos gramos de azúcar
residual, que lo hará más palatable, teniendo en cuenta que muchas veces la
Santa Misa se celebra en la mañana temprano después de largo ayuno. La
elaboración debe ser natural: no debe agregarse ningún tipo de antiséptico o
producto químico que varíen la composición natural de la uva despalillada.
Este vino nuevo, ya
bastante más limpio pero aún con borras finas en suspensión, se debe colocar,
de ser posible, en una cámara frigorífica a 3°C. Se mantiene allí dos meses.
Con esta operación por medio del frío se logra la total sedimentación de las
borras finas y una muy buena limpieza natural del vino, sin que hayamos tenido
que agregar ningún coagulante (clarificante), a diferencia de lo que habitualmente
se hace en otros vinos. Luego de sacarlo de la cámara separándolo de las borras
finas, se lo filtra y envasa –la filtración es el pasaje del vino a través de
placas de celulosa de poros muy finos para retener cualquier microorganismo,
lográndose así una estabilidad biológica que nos garantiza la buena
conservación. En estas condiciones el vino está para ser usado, aunque es preferible
dejarlo un buen tiempo en botellas –por ejemplo, un año–; así se suaviza volviéndose
menos tánico, menos agresivo a la boca, más redondo, untuoso, permaneciendo de
buen cuerpo. También cambian los aromas que se hacen frutados y especiados,
dándole mayor complejidad y nobleza.
Hasta aquí, muy estimado
padre, he expuesto en forma somera lo óptimo en lo que respecta a cómo debe ser
un vino para la Santa Misa. Esto no quita que otros vinos bien elaborados, por ejemplo,
que no hayan sido puestos en cámara fría, puedan usarse con toda tranquilidad.
Considero que cualquier vino fino de una bodega moralmente prestigiosa puede
usarse, porque lo principal, o sea la materia «vino», está sin desvirtuar.
2.
Otras consideraciones
Aconsejo a Ustedes, sobre
todo a los misioneros, que, si en los lugares de misión se puede conseguir un
buen vino fino, celebren usándolo con toda tranquilidad. Anecdóticamente le
cuento que una vez di este consejo a un sacerdote, quien me respondió que los
vinos finos eran muy caros. Yo pensé para mí: « ¡Cuánto más vale una Misa! ¿Cómo
se puede decir que el vino es caro?». Por supuesto, hay lugares donde no se
consigue. Entonces habrá que buscar los medios de proveer a esos misioneros de
este elemento, enviándoselo, viendo la posibilidad de que haya uva en la zona
para enseñarles a elaborarlo aunque sea en las condiciones más precarias (pero
siempre terminando en que la materia final de esta elaboración sea vino). Me
ofrezco gustosamente a dictarles instrucciones técnicas a quienes Usted
considere conveniente para que nuestro Instituto tenga sacerdotes que sepan elaborar
el vino, como lo tenían los franciscanos y jesuitas en la evangelización de
América. Ya es por todos conocidos que fueron los sacerdotes quienes difundieron el cultivo de
la vid en la colonia. Creo en algunos lugares de misión la situación es muy
similar a la de aquellos tiempos, al menos en este aspecto.
3.
Bebidas fermentadas que no son vino
Paso a considerar las
bebidas fermentadas que no son vino y, por confusión, pudieran llegar a usarse
para la Santa. Misa. Primero veremos la definición de vino. Definición:
«Es la bebida que se obtiene por medio de la fermentación natural del jugo
de uva». En consecuencia, toda otra bebida que no provenga de la
uva no es vino y no se debe usar para el Santo Sacrificio.
Bebidas que no provienen
de la uva
Cashasa: Bebida
hecha con la fermentación de azúcar de caña diluida en agua, muy conocida en
Brasil.
Hidromiel: Miel
de abeja disuelta en agua, fermentada.
Cerveza: Bebida
proveniente de la fermentación de cebada disuelta en agua.
Shaki: Bebida obtenida por la fermentación de arroz disuelto en agua
luego destilada, muy común en Japón.
Chicha: Bebida
obtenida con la fermentación de fécula de maíz disuelta en agua originaria de
la América precolombina.
Aloja: Bebida
proveniente de la fermentación de la fécula del fruto del algarrobo disuelto en
agua, también de la América precolombina.
Mosto concentrado: se
elabora concentrando por medio de calor y vacío el jugo de la uva (mosto).
Mistela: Se
elabora alcoholizando el jugo de uva. Queda una bebida muy dulce y con 18° de alcohol,
que luego se añeja en barricas de roble. Es muy apreciada como bebida de
postre; por confusión ésta es la bebida que más se usa como vino de Misa.
Jerez: Vino
elaborado con uva de la variedad Listan de la zona de Jerez de la Frontera,
España, añejado en barricas de roble muy consumido. En Inglaterra se elabora
con el nombre de Sherry. Para estabilizar su acidez se agrega sulfato de
calcio (yeso) a la uva molida, por esto no es conveniente usarlo para la Santa.
Misa.
Coñac: Destilado
de vino originario del pueblo de Cognac, de la zona de Bordeaux, Francia, añejado
en barricas de roble.
Champagne: Vino
originario de la zona del mismo nombre en Francia, creado por el monje Don Perignon.
Se elabora haciendo primero un vino base de bajo alcohol y en la primavera
siguiente se hace una segunda fermentación con agregado de azúcar de caña; por
esto no es conveniente usarlo para la Santa Misa.
Pisco: Destilado
de vino moscatel, originario de Perú muy conocido en Chile.
Vinagre: Si
el vino no es higiénicamente conservado, por acción de las bacterias acéticas
se transforma en vinagre. En consecuencia deja de ser vino. Es por esto que no
debe ser usado para la Santa Misa. Aconsejo a los sacerdotes que cuando usen
muy poco vino y éste permanezca mucho tiempo en una botella empezada, se guarde
la botella en un refrigerador.
Sidra: Se
elabora haciendo fermentar jugo de manzanas en forma similar al vino. Algunas
de ellas comercialmente suelen llevar en calificativo de vino, por tener su
origen en la uva pero han sufrido algún agregado y destilación que las
desnaturaliza como vino.
Existen bebidas
provenientes de la fermentación de otros frutos dulces, distintos a la uva, que
pueden ser similares al vino; pero al no tener como origen la uva no son vino, porque
vino –como la palabra lo indica– es originario del fruto de la vid. El
hombre a través del tiempo y diversos lugares ha elaborado, usando frutas,
numerosas bebidas por medio de la fermentación, que es un proceso biológico
espontáneo que se verifica en la 25 naturaleza por la degradación de los
polisacáridos (almidones y azúcares) produciendo alcohol. El alcohol hace a
estas bebidas más fácilmente conservables. Tengo entendido que según santo
Tomás se puede en caso de necesidad usar para consagrar jugo de uva (mosto)
fresco porque es materia próxima al vino o sea es la que le da origen aún cuando
todavía falte el proceso de fermentación. Paso al tema del caso de un «vino»
para la Misa hecho en una Facultad de Química, disolviendo pasas de uva en agua. A esto, a su vez, le agregaban azúcar de caña porque, al
parecer, se les pasaba la cantidad de agua agregada; quizás era para hacer más
cantidad de esa bebida. Todo esto me pareció ridículo pues si tenían las uvas
para hacer las pasas... ¿por qué no elaboraban con esa uva fresca el vino, sin
complicarse y obteniendo un producto auténtico y de mejor calidad? Quizás es
que las pasas las recibían de otra parte; pero, aún siendo así, no tenía
sentido el agregado de azúcar de caña, pues ésta era la causa por la que producían
una bebida distinta al vino.
Lo resultante era una
parte de vino de pasas, mezclado con una cantidad indeterminada de cashasa. Si
carecían de uva fresca lo más propio es que debieran elaborar vino de pasas
hidratando y disolviendo éstas, usando pautas para mantener las proporciones de
los elementos de la uva en forma lo más próxima posible a la uva original, siguiendo
luego los cuidados de una fermentación normal y demás partes ya explicadas. Se
puede elaborar, en caso de necesidad, vino de pasas. Y es válido, pues, como
dije en la definición, su origen es la uva y las pasas aunque, concentradas en
sus elementos, siguen siendo uvas De todas maneras el vino a obtener será de
baja calidad. Para evitar situaciones como la comentada, insisto en que los
sacerdotes deben tener aunque sea un conocimiento superficial sobre vino, para
saber discernir si es la materia propia para el Sacrificio cuando indaguen
sobre la elaboración del vino a usar en sus diversos destinos. Muy querido
Padre, espero no haber sido muy denso con las explicaciones y comentarios,
sobre el tema del vino de Misa, muy caro a mis afectos. Siempre pienso que es
poco lo que se puede hacer para lograr que todas las Misas del mundo se
celebren con la materia propia, correcta y lo más noble posible.
Con el mayor afecto,
saludo a Ud. con un fuerte abrazo, en Cristo y su Santísima Madre. Raúl Arroyo Enólogo
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