DICHOSA LA QUE HA CREIDO QUE SE CUMPLIRA LO QUE SE TE HA
DICHO DE PARTE DE SEÑOR. (San Luc. 1,45)
NOTA DEL EDITOR. Creo necesario dar a este 10 de mayo en
el cual el mundo celebra a las madres, darle un sentido religioso de mayor
provecho para todas las madres que, a los ojos de Dios, lo sean realmente, materia
de meditación para aquellas que, por desgracia, no cumplen con su papel de
madres según la voluntad de Dios y para las madres ingratas que, por desgracia,
dejaron a sus hijos Dios tenga compasión de sus almas
Por donde todo lo narrado es obra de un solo autor que
habita en una luz inaccesible y las dijo para nuestro provecho porque, ¿Qué aprovecha
a Dios lo aquí escrito? ¿Si Él es eternamente feliz en su unión trinitaria? Por
donde deducirás que, con mayor razón, fueron dichas para tu salud espiritual acá
en la tierra y para tu felicidad eterna allá con los bienaventurados en el cielo.
Quiera el Espíritu Santo ayudar a mi pobre inteligencia
para exponer las palabras arriba escritas.
Si bien lees se dice “Dichosa la que ha creído” lo cual
propiamente y sin ambages, se aplican literalmente a la Santísima Virgen María,
pero se deja abierta la puerta para que tú también creas y goces de esa dicha
por donde vemos la generosidad y largueza del Espíritu Santo, y la pequeñez
nuestra a quienes la Caridad misma posa sus ojos. No para que te ruborices o te
avergüences o te sientas indigno sino todo lo contrario, porque mayores cosas
vienen.
“Porque se cumplirá lo que se te ha dicho…” lo que se le
a dicho tu ya lo conoces lo puedes leer en el Evangelio de San Lucas cap. 1.
24-37 no seamos perezosos y vayamos a dichos versículos lo cual te lo dejo para
ver cuan interesado estas.
Me imagino que ya lo has hecho y sabrás que, de todo el
discurso evangélico resaltan estas palabras: “He aquí que darás a luz a un hijo
a quien pondrás por nombre Jesús” lo cual supone algo muy importante, ¡que va a
ser MADRE del Verbo Eterno! ¿Te pasmas al leer esto? En verdad es digno y
necesario pasmarnos porque es profundo el sentido de dichas palabras.
También es digno de asombro porque no hay cosa mas grande
hecha por Dios PADRE que hacer MADRE de su Divino HIJO a una simple criatura
salida de sus mismas manos. Me dirás, ¿Es simple criatura la Virgen Santísima
para que Dios mostrara por ella predilección especial? Tienes razón en opinar así
porque la creación toda no se compara a esta inigualable criatura, la creación es
un capítulo aparte cuya relación no tiene parangón ante lo que estamos tratando
pues nunca desde que yo recuerde se dijeron estas elevadísimas palabras a otros
grandes personajes de las Sagradas Escrituras del mismo sexo. Escudríñalas desde
el Genesis hasta el Apocalipsis y comprobaras que solo a la Santísima Virgen se
le dijeron. Pero me dirás esto no es verdad pues en el Libro de Judit, se dice:
“Tu eres la gloria de Jerusalén, tú la alegría de Israel”. Es verdad, pero no
te confundas porque estas palabras se aplicaron después de una batalla feroz,
las dijo el sacerdote de la ley mosaica y la Iglesia las aplica en su liturgia
con toda propiedad a la Santísima Virgen María. Por donde ellas mismas
contribuyen a su grandeza por sobre todas las criaturas del universo entero.
Podemos hablar de las múltiples gracias concedidas a la
Madre de Dios hecho HOMBRE y no terminaríamos de definirlas o mencionarlas
todas porque todas ellas tienen su origen absoluto en estas palabras MADRE DE
DIOS y con eso de dijo todo, porque aun este titulo solo lo comprende
absolutamente la Santísima Trinidad.
A nosotros solo nos queda mas que contemplar el misterio
inefable, irreproducible y profundo sino me crees pregunta a una madre común que
se siente ser madre y veras que lo meditara por un tiempo y te contestara no lo
sé, vez como tengo razón, pero sin embargo si es temerosa de Dios te dirá que
se siente dichosa por imitar en algo a nuestra bienaventurada Madre y aquí esta,
a mi forma de ver, la respuesta mas acertada a tu pregunta.
Su maternidad divina fue para las almas del Limbo un
acontecimiento que los lleno de dicha porque en Ella se plasmo lo que Dios les había
prometido y esperaban esta noticia con una certidumbre que se cumpliría a su
tiempo y se iniciaría la redención del genero humano caído por el pecado de Adán.
De esta manera Dios daba inicio a lo tanto esperado no por años sino por siglos
por estas almas bienaventuradas que, por no estar abierto el cielo, yacían en
ese lugar designado por la misericordia divina para las almas que en esta vida habían
muerto en gracia de Dios, ¿Cómo no creer en la promesa de Dios echa realidad en
Nuestra Madre la Virgen María? Su FE Y CONFIANZA no se vieron defraudadas.
Quienes mejor que ellos, que ya gozan de la
bienaventuranza eterna, nos dirán a nosotros los pobres mortales que creamos
sin duda alguna en las promesas divinas. Para nosotros los mortales, los que
aun estamos en este valle de lagrimas y somos bañados por la gracia de Dios,
nos es hermoso decir a nuestras progenitoras “madre” por lo gran gracia de que,
por medio de ellas, Dios en su infinita bondad nos crio y por medio de ellas
llegamos al mundo.
Pues ellas y solamente ellas podrán honrar y ensalzar con
mayor razón a la Santísima Virgen María porque comparten con ella una
maternidad inexplicable para nosotros, pero para ellas el misterio de la
Maternidad les eta mas a su alcance y a Nuestra Madre deben en rigurosa
justicia rendirle la veneración mas grande y magnifica que se pueda dar en la
tierra.
Mas elevada es la veneración cuando una madre terrenal inspirada
por el Espíritu Santo dice aquellas palabras que la bienaventurada Isabel dirigió
a la Santísima Virgen María quien ya en ese momento ya se había convertido en MADRE
DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. ¡Bendita y mil veces bendita maternidad de la Santísima
Virgen! Mira ¡Oh madre terrena la forma en como glorifico a Dios esta hermosa
doncella a quien la había constituido MADRE de su VERBO ETERNO! “Mi alma
engrandece al Señor y exulta de júbilo mi espíritu en Dios, mi salvador” medita
en lo que dice, le llama su Dios cuando se dirige al PADRE eterno y mi SALVADOR
cuando se dirige al VERBO hecho ya HOMBRE
en su vientre virginal, y prosigue: “Porque ha mirado la humildad de su
sierva” Pon atención en sus palabras, vez que no dijo porque ha mirado mi
virginidad, mi belleza, mi encanto, mi obediencia o mi sencillez etc. SINO MI
HUMILDAD, ¡Aprendan las madres terrenas a ser humildes ante Dios, aprende tu
hijo o hija a ser humilde ante Dios para que El fije su mirada en ti! ¡Oh si El fija su mirada en ti, que gozo
inefable inundara tu pobre alma, gozo, te lo aseguro del cual no querrás salir
porque es un pedacito de cielo en la tierra que solo produce abrojos y espinas!
Continua nuestra Madre diciendo: “Por eso todas las generaciones me llamaran bienaventurada”.
No solo desde Adán sino hasta el fin del mundo y, ¿Quién duda que los mismos
bienaventurados la sigan llamando haya en el cielo bienaventurada? Si deseas
terminar de leer el Magnificat te remito al Evangelio de San Lucas creo haber
logrado mi fin con lo ya escrito.
Fuente: Seudo
Buenaventura
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