miércoles, 11 de septiembre de 2019

LA CONSAGRACIÓN DE MEXICO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESUCRISTO Y SU PROCLAMACIÓN DE LA REALEZA DE CRISTO




COMENTARIOS DEL ARZOBISPO D. FRANCISCO OROZCO Y JIMÉNEZ A LACARTA PAPAL continuación.

A profesar la Fe y a practicar la caridad, con ocasión de nuestros cultos al Sacratísimo Corazón de Jesús, nos moverá la altísima significación de los misterios que la Santa Iglesia propone en la fecha providencialmente fijada para la solemne Consagración: la Epifanía de Nuestro Señor Jesucristo.
En ese día se presenta Nuestro Salvador al universo mundo como revestido de la autoridad real de Monarca Supremo y recibiendo las más puntuales adoraciones; la gentilidad representada en tres grandes personajes, viene a los pies de Jesucristo; acuden las ciencias y las artes, y las magnificencias humanas a rendir a Cristo un amplio vasallaje.”
“Además: en la Epifanía se celebra el Bautismo de Jesús, con toda la humildad y la Fe de aquel memorable hecho en que el Divino Nazareno estableció el sacramento de regeneración, por el cual, al recibirlo, nos hacemos hijos de Dios y herederos del Reino de los Cielos”.
“Finalmente, se conmemora en la Epifanía la realización de aquellas célebres bodas, santificadas con la presencia de Jesús y de María, y en que el matrimonio vino a ser una de las fuentes de la Gracia, y el origen santificado de la sociedad doméstica”.
“Ahora bien; tan completo y máximo testimonio de obsequio y de piedad (la Consagración que se hace) conviene de un modo especial a Jesucristo por ser Príncipe y Sumo Señor de todas las cosas…. Y la universalidad del género humano está bajo la potestad de Jesucristo; puesto que quien es unigénito del Padre y consustancial a Él, esplendor de Su Gloria y figura de Su substancia, es necesario que tenga comunes todas las cosas con el Padre y consiguientemente el sumo imperio de todas ellas. Cristo ejerce el sumo poder, no solo con derecho nativo, sino también con derecho adquirido. Él nos libró del poder de las tinieblas y también se entregó a redención a sí mismo por todos. Todo cuanto dio lo dio por adquirirlo todo.”
“Esta potestad Cristo la ejerce sobre los hombres todos por medio de la Verdad, de la Justicia, y principalmente de la Caridad.”
“Para el fundamento de tal potestad y dominio, benignamente permite que nosotros añadamos una devoción voluntaria. Ciertamente Jesucristo, Dios y Redentor a la vez, es rico en la posesión perfecta y cumplida de todas las cosas; mientras que nosotros somos tan pobres e indigentes, que nada poseemos que sea bastante para remunerarlo.”
“Pero no obstante, llevado de su bondad y caridad suma, Jesucristo no rechaza que le ofrezcamos lo que es suyo, y que se lo demos y consagremos como si se tratara de cosa nuestra; y no solamente no la rechaza, sino que la pide repetidamente: Hijo
mío, dame tu corazón.Así, pues, podemos todos ciertamente podemos gratificarle con el mejor ánimo y buena voluntad; puesto que consagrándonos al Mismo, no solamente reconocemos y acatamos su poderío de un modo grato y manifiesto, sino que a la par atestiguamos con ello que, si en realidad de verdad fuese nuestro lo que ofrecemos, lo daríamos con la misma excelente voluntad, y le pedimos a la vez que no se ofenda al admitir de nosotros lo que es completamente suyo.”
“Y puesto que en el Sagrado Corazón se encierra el símbolo y la expresión de la infinita caridad de Cristo, que nos incita a amarnos mutuamente, es justo consagrarse a Su Corazón Augusto, lo que no es otra cosa más que, entregarse y obligarse con Jesucristo, ya que todo honor, obsequio o devoción piadosa que se ofrece al Corazón Divino, se ofrece propia y verdaderamente al mismo Cristo.”
“Consagrémonos, por tanto, social y privadamente, al Sagrado Corazón de Jesús”
“Conságresele el Sacerdocio, participante de la potestad del mismo Dios, al administrar los sagrados misterios, y propagar en las sociedades y en las conciencias el Reinado de Cristo. En la renovación del sacrificio incruento, en el rezo del Oficio Divino, en la adoración del Sacramento de Amor; al predicar, al exhortar y dirigir oportuna e importunamente, arguyendo, suplicando con toda paciencia y doctrina, el Sacerdote vivirá con la vida de Cristo, y del Corazón Divino le vendrá la abundancia de gracia que necesita para el ejercicio de las altísimas funciones que desempeña.”
“Conságrese al Sagrado Corazón de Jesús la sociedad civil en sus diversos elementos, ahora que gobernantes y gobernados niegan, por apostasía pública, al Cristo, proclaman _a imitación del pueblo deicida_ que no quieren que Aquel reine sobre ellos.”
“Ocurra la sociedad en masa a los espléndidos cultos que rodearán esta solemne Consagración; ya acercándose al banquete eucarístico, ya visitando al Prisionero de los tabernáculos o manifiesto a la adoración pública; y que esa Consagración pase, por abundantes corrientes de gracia, del templo al hogar, y que en éste haya júbilo santo y mayor expansión de piedad, y de alegría; el Sacratísimo Corazón será el Dueño de la casa y en Él hallarán refrigerio todos los miembros de la familia, grandes y pequeños. Los gozos y las lágrimas convergerán, por decirlo así, al Corazón de Jesús, fervorosa y constantemente”.
“Las almas entregadas a Dios, ya por promesa solemnes o por aceptadas y ordenadas prácticas de piedad y de beneficencia, en innumerables confraternidades, de todas las condiciones, edades y sexos, conságrense al Divino Corazón de un modo espontáneo y singular. En la soledad del templo, en las fatigas cotidianas del hogar, en el ejercicio de las obras de misericordia, en la enseñanza de la Doctrina Cristiana y tantas otras obras, habrá ocasión de ofrecerse al Sagrado Corazón para alabarlo y desagraviarlo.”
“Las escuelas católicas, los Hospitales, los Asilos, los Orfanatorios, las Casas Religiosas, conságrense también al Corazón de Cristo. La prensa católica cumpla su noble misión de prestar al Corazón Deífico sus homenajes llevando a todas partes la buena semilla de la lectura sana, y a la vez, siempre amena y oportuna.”
“Hágase que la porción escogida y grata al Corazón Divino _la niñez inocente_ beba allí, en aquel manantial, las aguas purísimas de la Gracia; y renovando las promesas del Bautismo o asistiendo a prácticas exclusivas de misión, y sobre todo, comulgando, forme una gloriosa Corte del Rey de los Cielos y tierra.”
“Que el Corazón de Jesús extienda su dominio a los hogares atribulados por las enfermedades, o por la ausencia o por la muerte de sus seres queridos, y que conforte con su presencia real los corazones agobiados por el dolor. Que las miradas divinas lleven la regeneración a los encarcelados; y los inválidos y los pobres alégrense al sentir los carismas del Corazón de Dios.”
“¡Consagrémonos todos al Corazón de Jesús! Propaguemos y defendamos Su Realeza, de la cual dimana toda autoridad, para que cese la lucha fratricida, y viviendo todos como hermanos, luzcan días serenos para México; y así, ligados con vínculos de caridad, seamos dignos participantes, un día, con Cristo, de la gloria de la Iglesia Triunfante”.
“Para darle forma al hermoso pensamiento de que Nos hemos venido ocupando, los Párrocos y Rectores encargados de los templos de esta Arquidiócesis, preparen, acomodándose a las circunstancias de lugar y personas, los cultos que deban celebrarse el repetido día seis de enero próximo, a fin de que la Coronación y Consagración de que se trata, revista la mayor solemnidad posible.”
“Pero con el objeto de que, en lo general, haya la uniformidad que es de desearse, disponemos:
“I.- Que en toda la Arquidiócesis haya un Triduo en honor del Sacratísimo Corazón de Jesús, que deberá comenzar el día cuatro del repetido enero, con exposición del Sacratísimo Sacramento, todo el día, en donde fuere posible, o por lo menos en la Misa y en el ejercicio vespertino; para cuya exposición concedemos nuestra licencia.”
“II.- El día seis, designado para la Consagración, se hará ésta, después de una Misa solemne, colocando la Corona y el Cetro a los pies de la imagen del Sagrado Corazón. En la Misa se predicará al pueblo la trascendencia del acto de la Consagración de nuestra Patria toda al Divino Corazón; cuya Consagración se hará usando la fórmula que anualmente se emplea en el mes de junio para el mismo objeto, y deberá tener lugar enseguida de la Coronación.”
“III.- Se procurará que hay el mayor número de comuniones de desagravio”
“IV.- Se dispondrá que haya algunas manifestaciones exteriores de regocijo, para que sea como una expresión pública de nuestro amor y veneración al Sacratísimo Corazón
“V.- Oportunamente se hará conocer a los fieles, de esta capital, el programa de las festividades que tendrán lugar en la Santa Iglesia Catedral, y los demás que se acordarán para celebrar el fastuoso acontecimiento”
“Esta Carta Pastoral será leída inter Missarum Solemnia el primer día festivo después de su recibo.”
“Recibid, venerables Hermanos y amados Hijos, la Bendición Pastoral que os enviamos en el nombre + del Padre, + del Hijo y + del Espíritu Santo.”
“Dada en Nuestro Palacio Arzobispal de Guadalajara, el día 18 de diciembre, fiesta de la Expectación del Parto de la Santísima Virgen María, de 1913.”

+Francisco, Arzobispo de Guadalajara.

Para que sirva como antecedente de la Consagración de México al Sagrado Corazón de Jesús; he creído conveniente transcribir la Carta Encíclica que S.S. León XIII, Papa reinante de la Iglesia Católica en 1899.

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