El monte Paektu,
Ruinas
de viviendas, calles vacías y un horizonte cubierto de cenizas. Y no se trata
de los resultados de una guerra nuclear en la península de Corea, sino las
posibles consecuencias de una erupción del volcán Paektu, ubicado en la frontera
entre Corea del Norte y China.
La
previsible erupción del 'supervolcán norcoreano' ha estado preocupando a los
científicos de diferentes partes del mundo desde hace muchos años. El monte
Paektu, que es considerado un lugar sagrado por muchos coreanos, podría entrar
en erupción. Dicha circunstancia tendría un efecto mucho más destructivo que la
explosión de la bomba termonuclear más potente jamás probada por el ser humano.
A
lo largo de los últimos 2.000 años ha habido solo cuatro erupciones de
semejante escala, y es posible que la quinta suceda muy pronto, agrega Ólfert.
Según
los datos de científicos chinos, a partir de principios de la década del 2000,
el área cerca del monte Paektu ha mostrado indicios de una actividad sísmica de
menor escala. Además, en la zona hay señales del aumento de las temperaturas en
las fuentes térmicas y de alta concentración de helio.
Todo
esto podría indicar que el volcán está entrando en fase activa. Los
vulcanólogos suponen que a una profundidad de 10 kilómetros bajo el monte hay
un foco de magma que se recarga de manera regular por medio de focos
subyacentes a él. En consecuencia, concluyen que el volcán puede entrar en
erupción.
EL MONTE PAEKTU HACIENDO ERUPCION
Los
volcanes semejantes al monte Paektu entran en erupción aproximadamente una vez
cada 1.000 años. Teniendo en cuenta que la última explosión de este supervolcán
tuvo lugar en el año 946, es posible que el monte esté concentrando energía
para estallar de nuevo.
Las
consecuencias de tal erupción pueden ser catastróficas, sobre todo para más de
un millón de chinos y norcoreanos que viven en la región adyacente a la región.
Una
erupción de magnitud de siete grados provocaría la eyección de una cantidad
enorme de cenizas, piedras y gas extremadamente caliente, que, volando a una
velocidad grande, destrozarían todo lo vivo que encuentren a su paso, apunta
Ólfert.
Asimismo,
no se puede excluir la posibilidad de que unos 2.000 millones de toneladas de
agua del lago Chongji, que se formó en el cráter del 'supervolcán norcoreano',
provoquen inundaciones al desbordar los ríos Yalu y Tumen —el último forma
una frontera natural entre Rusia y Corea
del Norte—.
EL MONTE PAEKTU Y SU LAGO
"La interacción
con el agua podría desembocar en la formación de aún más cenizas, que pueden
cubrir el sol durante varios meses causando un efecto parecido al 'invierno
nuclear'. Como resultado, la temperatura media en el noreste asiático caería
dos grados", señala el autor del artículo.
Los
científicos subrayan que es muy difícil predecir la magnitud de la erupción en
la etapa actual. No obstante, incluso en caso de que el acontecimiento sea de
menor escala, las nubes de ceniza alcanzarían los territorios de países
vecinos.
Si
la erupción ocurriera en verano, afectaría mayormente a la parte noreste de
China y Corea del Norte, así como la parte sur de la región rusa de Primorie.
En caso de que tuviera lugar en invierno, cuando soplan los vientos
occidentales, las cenizas se dirigirían hacia Japón y la parte sur de la península
de Corea.
Factor juche
El
campo de pruebas nucleares de Punggye-ri está situado solo a 115 kilómetros del
monte Paektu. En consecuencia, varios especialistas opinan que, en caso de que
Pyongyang siga con sus ensayos en esta zona, esto podría provocar una erupción
del 'supervolcán durmiente'.
De
acuerdo con los cálculos de los científicos surcoreanos, una prueba nuclear de
una potencia superior a un megatón, que es capaz de provocar un sismo de siete
grados de magnitud, crearía una presión sobre los focos de magma que
desembocarían en una erupción.
Estados
Unidos también lleva a cabo pruebas nucleares en polígonos localizados solo a
varios cientos de kilómetros de supervolcanes durmientes, pero estas no han
causado ninguna erupción.
Los
especialistas norteamericanos creen que los 'terremotos artificiales' son de
alta frecuencia, mientras que los naturales, que de verdad tienen el potencial
de provocar una erupción nuclear, son de baja frecuencia.
No se lo pierda: ¡No
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Norte
Ólfert
concluye que los vulcanólogos están seguros de una sola cosa: la erupción es
inevitable.
La
situación parece extremadamente grave, dado que los ensayos nucleares de Corea
del Norte tienen lugar cada vez con mayor frecuencia y, por consiguiente, se
hace casi imposible vaticinar la fecha de la próxima erupción del Paektu.
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