jueves, 4 de agosto de 2016

Sermón del Domingo XI después de Pentecostés - Padre Arturo Vargas


“Aquellos que han tratado de asistir a las clases de los maestros del pensamiento modernista con el fin de convertirlos, se han dejado convertir por ellos”.

Cuan tan difícil es, en la actualidad, la vocación del sacerdocio Católico porque contra viento y marea debe, como su principal deber guardar la fe, conservar la doctrina de Nuestro Señor Jesucristo, salvaguardar el sacerdocio y proteger el Danto Sacrificio de la Misa. Si, humanamente, se mira es del todo imposible cumplir con la mayor fidelidad esta vocación y conservar estos magníficos tesoros encomendados en manos frágiles y débiles, en vasos de barro. Pero, sin duda alguna, que Dios Nuestro Señor es el que con su omnipotencia nos hace aptos para esta vocación, nos sostiene, nos cuida, y, con gran confianza, permite y entrega todo cuanto he dicho como antaño eligió a San Pedro para la gran misión de Pontífice de su Iglesia.

Pero una gran tormenta con impresionantes olas se ha levantado sobre nosotros católicos de los últimos tiempos, como jamás la ha habido en la historia de nuestra sufrida Iglesia Católica, tempestad que jamás imaginamos, tempestad que nos deprime, entristece, desanima y desalienta y nos produce hastió a tal grado de postrarnos en tierra como a Jesucristo en el huerto de los Olivos, porque nos oculta al sol de justicia dejándonos en las sombras más densas en donde la gran confusión reina y no nos faltan ganas de abandonar la nave de la verdadera Iglesia al ver, con gran desconsuelo, cuantas pobres almas se han tirado al vacio o se han entregado no a la oscuridad sino a las tinieblas exteriores como dijo Nuestro Señor a Judas: “Lo que has de hacer, hazlo pronto” y San Juan nos dice: “Y cuando salió judas era de noche.” La noche actual por ser obra del maligno, puesto que es su costumbre según San Juan: “El enemigo llego de noche y sembró la cizaña” la cizaña han sido, a través de la historia de la Iglesia, las herejías de todos los colores y sabores, o sea, para todos los gustos, así como aquel mana que cayó del cielo con el cual Dios alimento a los judíos en el desierto, el cual se acomodaba al gusto de cada uno. Pero este mana no tiene su origen en el cielo sino en el infierno, me refiero al modernismo que es la cloaca (expresión usada por San Pío X en su Encíclica Paccendi Gregis) de todas las cizañas y ha generado ésta gran tempestad y, que han dicho sobre ella nuestros santos Pontífices de Pio XII para abajo?

He aquí las palabras de San Pió X:
Hablamos, venerables hermanos, de un gran número de católicos seglares y, lo que es aún más deplorable, hasta de sacerdotes, los cuales, so pretexto de amor a la Iglesia, faltos en absoluto de conocimientos serios en filosofía y teología, e impregnados, por lo contrario, hasta la médula de los huesos, con venenosos errores bebidos en los escritos de los adversarios del catolicismo, se presentan, con desprecio de toda modestia, como restauradores de la Iglesia, y en apretada falange asaltan con audacia todo cuanto hay de más sagrado en la obra de Jesucristo, sin respetar ni aun la propia persona del divino Redentor, que con sacrílega temeridad rebajan a la categoría de puro y simple hombre. Añádase que han aplicado la segur no a las ramas, ni tampoco a débiles renuevos, sino a la raíz misma; esto es, a la fe y a sus fibras más profundas. Por fin, y esto parece quitar toda esperanza de remedio, sus doctrinas les han pervertido el alma de tal suerte, que desprecian toda autoridad y no soportan corrección alguna; y atrincherándose en una conciencia mentirosa, nada omiten para que se atribuya a celo sincero de la verdad lo que sólo es obra de la tenacidad y del orgullo. Y como una táctica de los modernistas (así se les llama vulgarmente, y con mucha razón), táctica, a la verdad, la más insidiosa, consiste en no exponer jamás sus doctrinas de un modo metódico y en su conjunto, sino dándolas en cierto modo por fragmentos y esparcidas acá y allá, lo cual contribuye a que se les juzgue fluctuantes e indecisos en sus ideas, cuando en realidad éstas son perfectamente fijas y consistentes. Pio VI condeno estas falsas doctrinas modernistas, así lo refiere san Pio X. “Las teorías de donde estos errores manan, venerables hermanos, son ciertamente las que solemnemente condenó nuestro predecesor Pío VI en su constitución apostólica Auctorem fidei. Para no hacer más larga la exposición citaremos las palabras de Pio IX evoca de San PioX

Pio IX: “«Esos enemigos de la revelación divina, prodigando estupendas alabanzas al progreso humano, quieren, con temeraria y sacrílega osadía, introducirlo en la religión católica, como si la religión fuese obra de los hombres y no de Dios, o algún invento filosófico que con trazas humanas pueda perfeccionarse»(14). (No olvidemos el documento del Syllabus errorum donde el mismo Papa condena los errores modernistas tan en boga hoy día)

CONCILIO VATICANO - «Ni, pues, la doctrina de la fe que Dios ha revelado se propuso como un invento filosófico para que la perfeccionasen los ingenios humanos, sino como un depósito divino se entregó a la Esposa de Cristo, a fin de que la custodiara fielmente e infaliblemente la declarase. De aquí que se han de retener también los dogmas sagrados en el sentido perpetuo que una vez declaró la Santa Madre Iglesia, ni jamás hay que apartarse de él con color y nombre de más alta inteligencia.» (O sea no a la evolución de los dogmas ni a la elucubración de los Seudo filósofos que alimentan estas doctrinas perversas compendiadas en el modernismo)

PALABRAS DE MONS. LEFEBVRE - Les pregunto: ¿dónde están las verdaderas notas de la Iglesia? ¿Están en la Iglesia oficial (no se trata de la Iglesia visible, se trata de la Iglesia oficial) o en nosotros, en lo que representamos, lo que somos? Queda claro que somos nosotros quienes conservamos la unidad de la fe, que desapareció de la Iglesia oficial. Un obispo cree en esto, el otro no; la fe es distinta, sus catecismos abominables contienen herejías. ¿Dónde está la unidad de la fe en Roma? ¿Dónde está la unidad de la fe en el mundo? Está en nosotros, quienes la conservamos. El santo Papa Pió X, en la encíclica “Pascendi”, condena estos términos de “tradición viva”, de “Iglesia viva”, de “fe viva”, (Un retorno a las reformas de Cranmer 1n el año 1500, quienes quieran conocer esta reforma en este blog se encuentran artículos que hacen referencia a ella) etc., en el sentido que los modernistas lo entienden, es decir, de la evolución que depende de las circunstancias históricas. La verdad de la Revelación, la explicación de la Revelación, dependerían de las circunstancias históricas.

¿”Es necesario, obligatoriamente, salir de la Iglesia visible para no perder el alma, salir de la sociedad de los fieles unidos al Papa”? No somos nosotros, sino los modernistas quienes salen de la Iglesia. ¿Salir, por lo tanto, de la Iglesia oficial? En cierta medida, ¡sí!, obviamente. Todo el libro del Sr. Madiran “La Herejía del Siglo XX” es la historia de la herejía de los obispos. Es necesario, pues, salir de este medio de los obispos, si no se quiere perder el alma. Pero eso no basta, ya que es en Roma donde se instala la herejía. Si los obispos son herejes (incluso sin tomar este término en el sentido y con las consecuencias canónicas), no es sin la influencia de Roma. Si nos alejamos de esta gente, es absolutamente de la misma manera que con las personas que tienen el SIDA. No se tiene deseo de contraerlo. Ahora bien, tienen el SIDA espiritual, enfermedades contagiosas. Si se quiere guardar la salud, es necesario no ir con ellos. (¡Cuan tan claro y preciso es el lenguaje de los que aman la verdad y mueren por ella!) El cardenal Ratzinger, por otra parte, no lo oculta: adoptaron ideas, no de Iglesia, sino del mundo y consideran un deber hacerlas entrar en la Iglesia. Ahora bien, las autoridades no cambiaron ni una iota sus ideas sobre el Concilio, el liberalismo y el modernismo. Son anti-tradición, tal como debe entenderse y como la Iglesia lo comprende. Eso no entra en su concepción. (Las advertencias de estos santos varones de Dios no pueden, sin detrimento del alma, ser dejadas de lado ni dejar que pasen desapercibidas u olvidadas so pretexto de ser saludables advertencias que quedaron en el pasado y ahora estamos viviendo momentos modernos, la verdad es ayer, hoy y siempre. Quien, por desgracia, incurra en una de las acciones antes dicha sepa que se enfrenta directamente contra Dios la Verdad misma quien dijo: “El que a vosotros escucha a Mi me escucha y a quien vosotros desprecia a Mí me desprecia.” Sentencia del VERBO eterno hecho hombre y de Dios nadie se burla. Así pues quien trate con temerario desprecio estos textos que contra el modernismo que escribieron estos santos varones para provecho nuestro, sepa que pone en juega la propia salvación de su alma. Esto será quizá una de las tantas preguntas que, el día de nuestro juicio, el justo juez nos haga y, que le responderemos? “Porque no las conocíamos, por los amigos, por la “parroquia” etc. Sin lugar a dudas nos dirá: “Yo deje el cielo por tí, Yo deje a mi madre por ti y dejaría otras tantas cosas por ti y tú no fuiste capaz de dejar todo eso por Mí, hijo ingrato.” Quien esto escribe no quiere entrar en componendas con Nuestro Señor en ese momento tan importante y único en la vida de un hombre. Si el adherirse a la Verdad Única es entrar en conflicto con este mundo, bienvenido sea ese conflicto con tal de no dejar a Nuestro Señor Jesucristo. Las Sagradas escrituras nos narran una terrible tragedia para los judíos que mataron a Jesucristo, el castigo de este deicidio dura hasta nuestros días y no se quitara hasta que ellos se conviertan de nuevo al único Dios del cual apostataron. ¿La tragedia conciliar en la actualidad tiene casi las mismas características que la anterior solo que no es de parte de los judíos sino de la gentilidad, por esto será menos grave? Si lo creo.  Y en todo caso será tratada de forma diferente, pero terrible y espantosa pues si por haber cesado el sacrificio de los judíos por no ser grato ya a Dios desde la muerte de Nuestro Señor Jesucristo y comenzó a reinar la abominación de la desolación, ¡cuanto más en nuestros tiempos en donde también la abominación de la desolación se ha instalado en el lugar Santo al eliminar el verdadero Sacrificio de la Misa y suplirlo por una Misa Bastarda producto de los herejes Lutero y Cranmer principalmente no se castigara esta infame osadía de enfrentar a Dios!)

Una vez señalada de forma sucinta al enemigo de la Iglesia Católica verdadera, por estas linternas puestas por Nuestro Señor no debajo de la mesa sino sobre el celemín, hablemos un poco de quienes recibiendo esta misma encomienda de salvaguardar la fe y todo lo que en este punto hemos dicho más arriba,(Me refiero, no sin pesar del alma, no solo a los Obispos y sacerdotes sino también a los fieles de los que, según Mons. Pozzo, la fraternidad busca su salvación, pero por el contrario junto con ellos  se han arrojado temerariamente en manos de esta gran tempestad ). Relatare en forma lo más sintetizada posible los principales acontecimientos que sellan esa alianza de la Fraternidad con la Roma modernista. (A estas alturas me pregunto, ¿importa mucho una miserable firma cuando ya se están realizando cosas más graves que ese garabato?) No será vuestro servidor quien exponga la posición de la Fraternidad ante Roma lo cual, en lo particular, me parece una grave decisión cuyas consecuencias son impredecibles. Pretender que la Roma apostata cambie su rumbo es una utopía que ya está produciendo graves consecuencias y solo es el inicio.

Sino los dichos y hechos de ellos que los ponen en los mismos errores condenados por los Papas Pio VI, Pío IX, León XIII, San Pío X y Pío XII. A nadie le es ajeno como empezó esta terrible desgracia, seria largo mencionar el origen de esta desviación asía la peor de todas las herejías como lo es el Modernismo. Todo tomo formalidad y una correspondencia de Roma con la Fraternidad desde aquel motu proprio de Benedicto XVI donde les “levantaba las excomuniones, estas son las palabras del superior actual en aquel momento: «la excomunión de los obispos consagrados por S. E. Mons. Marcel Lefebvre el 30 de junio de 1988, que había sido declarada por la Sagrada Congregación para los Obispos por un decreto del 1º de julio de 1988 y que nosotros siempre rechazamos, (si la rechazaron, ¿de qué se preocupan? Sin embargo continua su pensamiento ya liberal desde mucho tiempo atrás) ha sido retirada por otro decreto de la misma Congregación fechado el 21 de enero de 2009 por mandato del Papa Benedicto XVI». Sepamos agradecer a la Santísima Virgen, (Por que meter a la Santísima Virgen en estos menesteres de modernistas y liberales?) que ha inspirado al Santo Padre este acto unilateral, benevolente y valeroso. Asegurémosle nuestras fervientes oraciones. ( Juzgue cada uno si estas palabras son conformes a las del Fundador de la Congregación) A esta acción le siguió la regularización de la Fraternidad en Argentina, con estas palabras: “El 12 de abril de 2015, el diario argentino Clarín anunció la decisión del Secretario de la religión, Guillermo Oliveri R., publicado en el Boletín Oficial de la República Argentina el 9 de abril de 2015; de acuerdo con esta decisión de la Sociedad de San Pío X es reconocido en Argentina como persona jurídica y se ha añadido al Registro de los Institutos de vida consagrada en el que se listan las órdenes católicas y congregaciones religiosas presentes en Argentina. Esta decisión ha sido posible, entre otros trámites, mediante una carta del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, dirigida al Secretario de la religión como parte de los procedimientos realizados por las autoridades de la Sociedad en 2011. Esta carta, en la que el arzobispo de Buenos Aires "pidió que" la Sociedad de los Apóstoles de Jesús y María (Sociedad de San Pío X) se considerará como una asociación con los derechos diocesanos, hasta que se otorgue un marco jurídico definitivo para que en la Iglesia universal, "es una condición necesaria para que todas las congregaciones religiosas en Argentina”.

Mons. Fellay - En las ordenaciones del 29 de Junio en Ecône, hubo dos intervenciones; la de Mons. Fellay y la de Mons. Mons. Fellay dijo el 29 de junio del año en curso (2016):

1.En la gran y dolorosa confusión que reina actualmente en la Iglesia, (confusión que se acentúa por el incomprensible deseo de obtener un reconocimiento por la Roma apostata, quizá si este deseo no existiera y fuéramos fieles a las enseñanzas de nuestro fundador esta confusión seria menos dolorosa, pero no es así por desgracia.) la proclamación de la doctrina católica exige denunciar los errores que han penetrado en su seno, promovidos, lamentablemente, por un gran número de pastores, incluso por el mismo Papa.

2.La Fraternidad San Pío X, en el actual estado de grave necesidad que le concede el derecho y el deber de proporcionar los auxilios espirituales a las almas que recurren a ella, no busca ante todo un reconocimiento canónico, al que tiene derecho por ser una obra católica. (No lo “busca”, pero tampoco lo rechaza como se ha comprobado o, como dirían los franceses, se ha constatado) Lo único que desea es llevar fielmente la luz de la Tradición bimilenaria (entonces adopten la posición de los capuchinos de Morgón, que no es otra que a de Mons. Lefebvre, NO AL ACUERDO HASTA QUE ROMA SE CONVIERTA AL CATOLICISMO) que señala el único camino que debe seguirse en esta época de tinieblas, en la que el culto del hombre reemplaza el culto de Dios, tanto en la sociedad como en la Iglesia.

3. La “restauración de todas las cosas en Cristo”, que quería San Pío X siguiendo a San Pablo (Efe. 1, 10), no podrá lograrse sin el apoyo de un Papa (¿Sera el actual? O debemos esperar a otro porque al parecer, por sus actos y sus palabras está lejos de esa conversión sincera al catolicismo) que favorezca concretamente el retorno a la Santa Tradición. A la espera de ese día de gracia, la Fraternidad San Pío X quiere redoblar los esfuerzos para restablecer y difundir, con los medios que le da la Divina Providencia, el Reinado social de Nuestro Señor Jesucristo.

4. La Fraternidad San Pío X reza y hace penitencia para que el Papa tenga la fuerza de proclamar íntegramente la fe y la moral, (Siempre es bueno rezar por la conversión de alguien, pero pensemos siempre que nuestra oración es condicionada si Dios quiere se convierte siempre y cuando el Papa lo quiera también pues ya lo dice bellamente san Agustín: “El que te creo sin tí, no puede salvarte sin ti.” Y, querrá Francisco convertirse? “Eso yo no lo sé, Dios lo sabe” dicho de Mons. Wiliamson)  pues de ese modo acelerará el triunfo del Corazón Inmaculado de María que deseamos, ahora que nos aproximamos al centenario de las apariciones de Fátima.

Tissier de Mallerais - En su sermón de ordenaciones sacerdotales verso en su primera parte sobre la hermosura del rito latino en las ordenaciones, pero luego cambio bruscamente de tono y dijo: Pero, queridos fieles, esta maravillosa unción de las manos del sacerdote fue cambiada  [truqué] por la Iglesia Conciliar hace 46 años. Pablo VI instituyó otras palabras, que no dicen nada de la consagración o santificación. Por ello nosotros protegemos celosamente el tesoro de estas oraciones de ordenación. Monseñor Lefebvre nos decía: “El sacerdote es un hombre de la eternidad, que vive no sólo en el tiempo, porque su sacerdocio tiene efectos eternos.”
Pero esta oración, una vez más, fue cambiada en el manipulado nuevo rito la Iglesia en el nuevo rito de ordenación Conciliar, el obispo sí entrega el cáliz y la patena, con el vino y la hostia, diciendo simplemente: “Recibe los dones de los fieles, para ofrecérselos  a Dios.”  “Pero, ¿qué significa eso? ¿Qué vosotros recibís  los dones de los fieles para ofrecerlos a Dios? ¿Eso es todo? No, nosotros no recibimos los dones de los fieles, recibimos el don de Dios, que es Nuestro Señor Jesucristo que se sacrificó en la cruz, para ofrecerlo de nuevo a Dios Padre. ¡Esta es la verdad! Obviamente, no podemos aceptar este nuevo y manipulado rito de ordenación, que pone en duda la validez de numerosas ordenaciones [hechas] según el nuevo rito. Para significar este poder, que los jóvenes sacerdotes ya han recibido por la silenciosa imposición de las manos y lo que precede, esto es verdad, se expresa de una manera explícita que el sacerdote tiene el poder de perdonar los pecados. Ud. dirá, pero sólo Dios puede perdonar los pecados. Exactamente- el sacerdote es el instrumento de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de los pecados. Pero, queridos fieles, esta oración, este rito de transmitir el poder de perdonar los pecados, simplemente se ha suprimido en el nuevo rito de la ordenación. Ya no se menciona. Por eso este nuevo rito de la ordenación no es católico. (Se dice que “el pez por su boca muere” si el rito nuevo de la ordenación no es católico, ¿qué es entonces? Quien esto lea le da la libertad de pensar entre la gran gama de ritos no católicos y en primer término lo estaría el rito nuevo. Piense cada uno lo que quiera, pero este es un desliz muy grave) Por eso nosotros seguiremos, por supuesto, transmitiendo fielmente el sacerdocio real y válido por medio del rito tradicional de la ordenación sacerdotal.

Mons. Guido Pozzo, secretario de la Pontificia Comisión «Ecclesia Dei» contesto de esta manera diplomática a las dos intervenciones de dichos monseñores: Ha declarado que el reciente comunicado de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X no debe interpretarse como interrupción de las conversaciones que mantienen, previas al reconocimiento canónico de dicha Fraternidad. El diálogo sobre las cuestiones concretas debe proseguir, asegura Mons. Pozzo, y llevará su tiempo. (Son casi las mismas palabras del Cardenal Joseph Augustine Di Noia. Por lo visto los del Vaticano en este sentir son más sensatos y, por lo tanto más astutos pues recordemos lo que dice Nuestro Señor Jesucristo: “Los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz en sus negocios”.) La Comisión «Ecclesia Dei» no considera que sea una interrupción del dialogo: el comunicado no parece que entre en el fondo de las cuestiones concretas que son objeto de diálogo y discusión entre la Pontificia Comisión «Ecclesia Dei» y la Fraternidad de San Pío X. Por tanto, debe proseguir el diálogo sobre esas cuestiones concretas. No dice nada nuevo respecto a la posición bien conocida de la FSSPX respecto a la situación actual de la Iglesia. Puedo añadir, incidentalmente, respecto a la falta de reconocimiento canónico, que éste es condición esencial para que una obra católica esté en plena comunión eclesial, de acuerdo con el derecho. No hay reconocimiento canónico, estamos trabajando para que lo llegue. Por último Mons. Guido Pozzo hace una declaración hasta el momento desconocida por nosotros pero no creo que lo haya sido para los superiores de la Congregación en especial Mons. Fellay

LA PRELATURA PERSONAL
Esta parece ser la forma canónica apropiada. Mons. Fellay ha aceptado esta proposición, aunque durante los siguientes meses hay todavía detalles que aclarar. Solamente el Opus Dei tiene esta estructura canónica, lo cual es un gran voto de confianza hacia la FSSPX. Está claro que la solución canónica implica la solución de las cuestiones doctrinales.Estas declaraciones hasta el momento no ha sido rechazada y, como dice el dicho, “El que calla otorga” por donde se concluye que ya conocen muy bien a Mons. Fellay y sus famosas salidas.

Mons. De Galarreta - Finalmente Mons. De Galarreta el 7 de julio del año en curso en una ceremonia litúrgica dijo un sermón muy “ortodoxo” pero luego salió con esta ambigüedad: El Vaticano autoriza las Ordenaciones de la FSSPX sin necesitar del permiso del ordinario del lugar. Pero, como niño asustadizo dice: “El documento que me ha entregado Su Excelencia monseñor Fellay, en la que la Congregación para la Doctrina de la Fe nos dice, ha dicho al Monseñor, que podemos proceder a las ordenaciones sin pedir el permiso de los ordinarios del lugar; que basta con darles los nombres de los ordenados, cosa que haremos por supuesto como corresponde. Es decir, que no somos ni cismáticos ni ilegales. Después de mencionar esto, se envalentona de nuevo y afirma lo siguiente: «Aquel que se aparta, que se aleja y que no permanece en la doctrina de Cristo no posee a Dios » buen razonamiento diría muy apegado a la tradición bimilenaria, pero lo que sigue no tiene nada que ver con lo dicho arriba. “El Patriarca de Babilonia, que es caldeo, dice que somos cismáticos. Y el ordinario en Francia para las iglesias orientales dice que somos ilegales. El Papa mismo dice que en la Fraternidad somos católicos. ¿En qué quedamos? ¿Somos católicos o somos cismáticos?  y vuelve sobre lo que ya dijo al principio: “Tengo conmigo la carta que me ha entregado Su Excelencia monseñor Fellay, en la que la Congregación para la Doctrina de la Fe nos dice, ha dicho al Monseñor, que podemos proceder a las ordenaciones sin pedir el permiso de los ordinarios del lugar; que basta con darles los nombres de los ordenados, cosa que haremos por supuesto como corresponde. Es decir, que no somos ni cismáticos ni ilegales”. Ante estas últimas declaraciones totalmente en contra de los Papas mencionados arriba solo queda decir en referencia a estas a lo dicho en las declaraciones: “Contra facta non fit argumentum” entienda el que esto lee.


N. B. la prelatura personal es un invento del Concilio Vaticano II y, desde hace unos años, esta solo la tenía el Opus Dei, desde ahora la Fraternidad la tiene ya son dos, ¿seguirán otorgando más prelacías? ¿Quién lo duda?

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