martes, 9 de agosto de 2016

Ite Missa Est

9 DE AGOSTO


VIGILIA DE
SAN LORENZO, DIACONO
Y MARTIR.
Epístola – Eccli; LI, 1-8 Y 12
Evangelio – San Mateo; XVI, 24-27


UN PROTECTOR DE ROMA. — En el sermón que se leerá mañana en el Oficio de Maitines S. León exclama: "Alegrémonos hermanos muy queridos con alegría espiritual: y ante el fin tan glorioso de este hombre, glorifiquemos al Señor que es admirable en sus santos. En ellos nos da una ayuda y un ejemplo. Y El ha hecho de tal modo resplandecer su gloria en el mundo entero que, desde donde sale hasta donde se pone el sol, Roma ha adquirido tanta fama con S. Lorenzo como Jerusalén con San Esteban." Este bello período, al recordarnos la fiesta de la Invención del Protomártir celebrada hace ocho días, nos explica al mismo tiempo, porqué Roma. ha unido con tanta frecuencia el recuerdo de los dos diáconos mártires en su Liturgia y en sus monumentos. Su magnífico mosaico de la basílica de San Lorenzo Extra-Muros donde se celebrará solemnemente la Misa de mañana, nos representa a los dos diáconos rodeando a Jesucristo: S. Lorenzo tiene en la mano el texto del Salmo III que la Iglesia aplica en el introito y Gradual de la Vigilia: "Dispersit, dedit pauperibus." Ha derramado sus limosnas y se las ha dado a los pobres. Este texto nos recuerda la liberalidad y la caridad del arcediano Lorenzo, administrador de los bienes de la Iglesia romana. Más Roma tenía otros títulos de reconocimiento hacia el gran mártir "cuya fiesta comenzamos a celebrar hoy'". La tradición afirma que Roma se volvió definitivamente a Cristo, a partir del día glorioso en que, antes de expirar, San Lorenzo rogó por ella. El Ofertorio de la Vigilia se hace eco con la oración sublime que el poeta Prudencio pone en labios del bienaventurado mártir y que nosotros volveremos a rezar este día:

"Oh Jesucristo, único Verbo, esplendor del Padre, creador del mundo y del cielo, cuya mano levantó sus fortalezas. Tú que has puesto el cetro de Roma por encima de todas las cosas; Tú quisiste que el mundo obedeciese sumiso a la toga, para reunir en la sumisión a leyes únicas las naciones debidas por costumbres, usos, lengua, carácter y religión. Mira, el mundo entero se ha sujetado al imperio de Rómulo; pareceres distintos' y discrepancias se funden en una cosa; no olvides tu propósito, que fué el de atar con un solo lazo, bajo le égida de tu nombre la inmensidad del globo. Cristo, para tus Romanos, haces cristiana a la urbe llamada por Ti a traer a todos a la unidad sagrada. Todos sus miembros por doquier se juntan en tu fe; el universo domado se hace dócil: ¡Ojalá se convierta con el tiempo en cabeza de reyes! Envía a Gabriel, tu arcángel, para que cure la ceguera de los hijos de Julo y conozcan cual es el verdadero Dios. Presiento la venida de un príncipe, de un emperador, servidor de Dios y no permitirá que Roma sea su esclava; cerrará los templos, sujetándolos con cerrojos eternos."

EL MISMO DÍA
MEMORIA DE SAN ROMAN, MARTIR.





En este mismo día la Iglesia hace conmemoración de un mártir llamado Román, sepultado en la vía Tiburtina. El Líber Pontificalis nos dice que había sido ordenado de portero y que murió en el mismo día que San Lorenzo. Las Actas de éste aseguran que fué convertido y bautizado por el Santo Diácono, mientras era martirizado. Es difícil averiguar la veracidad de estos detalles. Sabemos de seguro que su tumba era visitada por los peregrinos en la antigüedad y nosotros imitaremos su devoción recitando ia colecta que la Iglesia pone para la misa de este día: "Haz, Dios todo poderoso, por intercesión de tu santo mártir Román que seamos libres de toda contrariedad en el cuerpo y limpios de toda adversidad en el alma." Por Jesucristo...

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