sábado, 3 de julio de 2021

«Rusia se convertirá», dijo la Virgen de Fátima hace 104 años, pero ¿lo sabremos cuando suceda?

 


LOS TRES PASTORCITOS DE FATIMA

Nota. Hace mas de un año edite en este blog este articulo con el fin de hacer conciencia de la grave necesidad que tenemos los católicos en general de responder cuando menos nosotros a las exigencias de la Santísima Virgen María pedidas en 1917 en Fátima Portugal. Bien se que las autoridades eclesiásticas actuales, contrarias a estas peticiones, no han cumplido ni cumplirán, lo cual ya es gravísimo, con lo mandado por Ella en Fátima.

Por otro lado, el peligro de una tercera guerra mundial es cada vez mas inminente, todo esta en que se cometa una imprudencia de alguna de las potencias mundiales inmiscuidas en este conflicto global, ¿estamos preparados?.

 Según cuentan los niños videntes de Fátima, en la tercera aparición de la Virgen, el 13 de julio de 1917, la Señora les dijo que más adelante volvería para pedir la Consagración de Rusia a Su Inmaculado Corazón. Y añadió: ‘Si atendieran mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán aniquiladas. Por fin, Mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre Me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz.’ Cuando la Virgen explicaba esto, hacía 4 meses que el zar había abdicado, pero Rusia no era todavía un régimen comunista y ateo. Gobernaba Kerénsky y un gobierno provisional y las tropas rusas estaban perdiendo terreno en la Primera Guerra Mundial contra alemanes y austriacos. Pero un par de meses después de la aparición, el 26 de septiembre, la Revolución bolchevique triunfó y Lenin era el presidente de lo que iba a ser la Unión Soviética. La URSS "esparció sus errores por el mundo": un tercio de la superficie terrestre asumiría un régimen comunista, y el aborto, que la URSS fue el primer país en legalizar, hoy es hegemónico. Durante 70 años en Rusia y 40 en Europa del Este, la Iglesia católica y otras iglesias cristianas fueron perseguidas, acosadas y martirizadas, con cientos de miles de personas asesinadas por el Estado debido a su fe. Aún hay persecución y acoso en países comunistas como China, Vietnam, Laos, Corea del Norte y -reduciéndose algo- en Cuba. El 25 de marzo de 1984 en la plaza de San Pedro en Roma, ante una imagen de la Virgen de Fátima, Juan Pablo II consagró "el mundo y Rusia" al Inmaculado Corazón de Maria en unión con todos los obispos del mundo, pero esta consagración no cumplió con los requisitos pedidos por Nuestra Señora en Fátima. (Pero la Virgen pidió que solo Rusia se consagrara al Inmaculado Corazón, pero no unida al mundo) Cinco años después, el bloque del Este se hundía.  Pero ¿se convirtió Rusia? Hoces, martillos... y el ministro se santigua El pasado 9 de mayo de 2015, la Plaza Roja de Moscú acogía un enorme desfile militar para celebrar los 70 años de la victoria contra el Tercer Reich alemán. 

Sergei Shoygu, Ministro de defensa

El mausoleo de Lenin estaba púdicamente tapado por unas pantallas de arquitectura efímera. Había banderas y enseñas de los regimientos de los años 40, con hoces y martillos enormes. El cubano Raúl Castro y el presidente chino, dos dictadores comunistas en pleno siglo XXI, al lado de Putin en la tribuna de honor, vieron llegar en coche al Ministro de Defensa, Sergei Shoygu, pasando solemnemente bajo la puerta Spasskaya (del Salvador)... con la cabeza descubierta y persignándose, como signo de respeto bajo el icono de Cristo... algo que señaló con detalle y parsimonia la televisión rusa (puede verse aquí en el minuto 8 segundo 8, con las hoces y martillos en el minuto anterior). El ministro de defensa ruso se santigua al pasar bajo el icono del Salvador en la entrada a la Plaza Roja para empezar el desfile de la victoria del 9 de mayo de 20. Puede ser que eso acabara de animar a Castro a mostrarse espiritual al día siguiente durante su visita al Papa Francisco y hablar de que quizá vuelva a rezar y ser católico. Pero los gestos políticos y televisivos no sirven mucho para saber si Rusia "se ha convertido". La estadística (que consiste en preguntar a la gente) da más datos. La fuente más seria al respecto suele ser el centro de sondeos independientes Levada Center (www.levada.ru). En 2012, un artículo de Sreda.org (una web especializada en sociología religiosa) señalaba que aunque casi todos los ciudadanos que se declaran étnicamente rusos se declaran también ortodoxos, al concretar son pocos los religiosos. Por ejemplo, sólo un 11% de los que se autodefinen ortodoxos admitían cumplir con los ayunos de cuaresma, que en la cultura rusa ortodoxa es un indicador importante.

Según una encuesta más moderna de la fundación rusa “Opinión pública” (en 
http://fom.ru) el número de los que se posicionan como ortodoxos llega al 72 % de la población rusa (hay que tener en cuenta que hay importantes minorías musulmanas y, en zonas como Tuba, budistas, siendo estas dos religiones reconocidas como oficiales e históricas en el país). Sin embargo, la misma encuesta constata que sólo un 4% de los rusos dice acudir con cierta regularidad a las iglesias. 
En el día de la Navidad ortodoxa, fiesta importante y muy popular, la policía tiende a dar datos de asistencia a los templos en el país: asegura que 
sólo un 2,4% de la población acude. Eso serían 2,5 millones de personas (nunca queda muy claro cómo se cuenta: no es lo mismo Moscú que las aldeas del campo... tampoco es fácil trasladarse en pleno invierno en el campo buscando una iglesia). ¡Los ortodoxos que creen que Dios no existe! Otro dato de 2012 del Centro Levada que se suele dar es que el 60% de los que se declaran "ortodoxos" no se consideran "personas religiosas", y de hecho sólo el 40% de los que se declaran ortodoxos dicen estar "seguros" de que Dios existe. Hay incluso un 30% de ortodoxos que creen que Dios no existe. ¿Qué significa entonces "ser ortodoxo" para ellos? Básicamente que uno no es un tártaro musulmán, ni un comunista ateo, ni un judío, que uno es un "ruso"... y por eso se define como ortodoxo. La socióloga Natalia Zorkaya del Centro Levada afirmaba en abril de 2015 que incluso los que van a la Vigilia Pascual no siguen de verdad la liturgia (tan majestuosa como larga e incomprensible para quien no se haya formado, celebrada en eslavo eclesiástico). Los asistentes allí encienden velas ante los iconos, rezan, bendicen panes rituales, encargan misas por alguien y, como regla, muy por encima se imaginan el significado de la teología que se celebra. “Todos llevan sus iconos en los coches, todos los hospitales tienen sus iconos en las paredes, están por todas partesEs un fenómeno de masas, no es un testimonio de la fe. En las cabezas de nuestros creyentes hay una mezcla total”, explica Zorkaya. 
Esta experta opina que la Iglesia Ortodoxa presta poca atención a la formación de sus fieles
“La Iglesia Ortodoxa rusa está muy arcaizada, les habla a los creyentes en un lenguaje que no entienden. Sí, la sociedad realmente pide valores elevados, pero la gente no consigue satisfacer esas demandas mediante la Iglesia Ortodoxa", constata Zorkaya. Dos oleadas: la caída y la era Putin En 2012 Boris Dubin, otro investigador de Levada, estableció las dos oleadas en que los rusos postsoviéticos asumieron su ortodoxia reencontrada pero no estudiada. 

- En 1989, al caer el muro, sólo el 30% de los rusos decían ser ortodoxos; apenas 5 años después, decían serlo el 56%. 

- En una segunda oleada, de 2000 a 2008, asumiendo el patriotismo propuesto por Putin, el porcentaje subió hasta el 75%. Ser buen ruso, patriota, era declararse ortodoxo. Sin necesidad de pasar por la iglesia. Más datos: 
el 80% de los ortodoxos rusos no comulgan nunca o casi nunca, el 55% no asiste a ninguna liturgia, el 90% admite que no tienen responsabilidades ni participación parroquial alguna. 
Hay dos retratos "típicos" del cristiano ortodoxo hoy en Rusia. El mayoritario es el de las mujeres y las personas de edad avanzada, sin estudios superiores, que viven en pueblos o ciudades pequeñas, y se declara cristianos. El segundo 
"retrato", muy minoritario, es el de los conversos, jóvenes intelectuales de ciudad con estudios superiores. E Internet.
Dubin señala que estos cristianos miran a la Iglesia Ortodoxa como una extensión del poder público. Igual que no le exigen gran cosa al poder político, tampoco se la exigen a la Iglesia Ortodoxa: no le piden formación, ni evangelización, ni misión ni pastoreo... Bendición de huevos y pasteles en la Pascua ortodoxa, una costumbre que lleva a muchos a la iglesia ese día
"Id y haced discípulos" no es "id y bautizad" Pero Jesús sí es exigente. No sólo pidió a sus apóstoles "id y bautizad" (cosa que, en Rusia, más o menos, se hace). 
También les pidió "haced discípulos", es decir, convertir a la gente en alumnos y seguidores de un Maestro. Y eso no se hace en Rusia. En cualquier caso, la Virgen en Fátima no prometió "Rusia se bautizará" sino "Rusia se convertirá". Cabría ver el esfuerzo que hacen los cristianos (también los católicos) para que Rusia se convierta. Los misioneros católicos en Rusia siempre ponen un ejemplo: ¿cómo es posible que las órdenes religiosas con escuelas en todo el mundo, como escolapios, salesianos, jesuitas, etc... ¿Que abren colegios en países musulmanes, budistas, comunistas o hinduistas, no tengan ni un solo colegio católico en Rusia? He aquí una anomalía. Queda mucho trabajo, parece, para que el "Rusia se convertirá".

Pero de como sucederá esto no se tiene ni la menor idea al menos en el plano humano, no así en el plano sobrenatural ya que depende de Dios.

¿Se puede hacer algo humanamente hablando para esta conversión de Rusia? De hecho, sí; “que dejemos de ofender a Dios, que se observen los primeros sábados de mes en honor al Inmaculado de María y que se difunda la devoción al Inmaculado Corazón de María como lo mando Nuestra Señora en Fátima.

Da tristeza comprobar que estas tres peticiones, según de ve actualmente, no se han cumplido como Nuestra Señora lo pidió y, en cierta manera dicho suavemente, nosotros los católicos tenemos cierta culpa en no ver esa conversión de Rusia al catolicismo. ¿Si a ella agregamos un ataque directo de las actuales autoridades modernistas a los deseos de la Virgen en Fátima desde el mismo Concilio Vaticano II? La conversión ciertamente esta lejos de realizarse.

Desde 1917 hasta el Pontificado de S. S. Pío XII, los primeros sábados y la devoción al Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María tuvo un auge muy grande, pero estas dos acciones durante los pontificados de Juan XXIII hasta el actual pontífice, la devoción al Inmaculado Corazón de la Virgen María ha venido a menos estrepitosamente y tiende a “desaparecer” si no estuviera de por medio esas ultimas palabras de Nuestra Madre del cielo: “Al final, mi Inmaculado Corazón triunfara”.

¿Pueden los pocos sacerdotes católicos y también los feligreses católicos ayudar a que se cumpla lo pedido por la Santísima Virgen María? Quizá ello contribuya no a la conversión de Rusia, pero si a atenuar un poco el castigo que, sobre la humanidad se cierne como la espada de Damocles.

En la actualidad Rusia se ha convertido en la segunda potencia militar gracias a su armamento moderno capaz de “destruir cinco veces la tierra” y si continua así pronto puede ser la primera potencia militar. Por otro lado, el actual presidente de esa nación tiene la intención de retornar a la Rusia soviética con los peligros mundiales que eso conlleva.

Su unión o alianza con China e Irán completan el panorama apocalíptico descrito por San Juan en el Apocalipsis cap. 13 vers. 1 en adelante. Si a esto agregamos las políticas erróneas y agresivas de occidente con Estados Unidos a la cabeza cuyo acoso a las fronteras rusas es cada vez mas violento y descarado, con una sola imprudencia ya sea de un bando o del otro se desatará el denominado “Armagedón” y vendrá la famosa “destrucción mutua asegurada” o intercambio nuclear entre Rusia contra Estados Unidos y Occidente.

 

 

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