miércoles, 21 de julio de 2021

Fátima: Un asunto pendiente. (Segunda parte)

 


¿Entonces por qué no

la hacen?

A pesar de los esfuerzos del Vaticano para sofocar las especulaciones sobre Fátima, la controversia continuó sin dar señales de disminuir. Pero la mayor parte de la argumentación se ha centrado en establecer lo “que” de los temas controversiales de Fátima – ¿dónde está la verdad en lo que respecta al Secreto, a la Consagración, todos esos temas que acabé de enumerar? Pero en un sentido real, esas preguntas ya fueron contestadas. Claro que no fueron contestadas en todos sus detalles, ni contestadas de modo a satisfacer los escépticos en el seno de la Iglesia o en el mundo exterior, aun así, de forma objetiva, los puntos principales están determinados, gracias a las personas que gastaron su tiempo a investigarlos. Claro que puedo sólo imaginar cómo debe ser frustrante, el hecho de haber intentado hace décadas hacer con que el Vaticano reconozca los simples hechos que sus investigaciones habían establecido hace mucho tiempo.

Pero, de muchas maneras, la pregunta más importante que debemos preguntar a nosotros mismos no es sólo “el qué”, sino el “por qué”. O tal vez yo debiese decir: ¿“Por qué no? ¿Por qué no revelar el texto del Secreto? ¿Por qué no consagrar a Rusia por su nombre”?

 

Dar a conocer

el Secreto integral

Dejaré para otra ocasión la mayor parte de los “por qué” sobre el Secreto, aunque sean intrigantes e importantes. Efectivamente, voy a tener que desviarme de ellos sólo por un momento. Debemos preguntar, por ejemplo, por qué el portavoz del Papa Juan XXIII dijo que el Secreto no sólo no sería divulgado en 1960, lo más probable era que quedase “para siempre bajo sigilo absoluto”. ¿Por qué el Cardenal Ottaviani dijo que sería enviado a “uno de aquellos archivos que son como un pozo” donde “se hundiría en las profundidades oscuras y negras”? ¿Por qué Juan Pablo II dijo en 1982 que el Secreto podría ser “mal interpretado” y el Cardenal Ratzinger dijo en 1985 que su divulgación prematura podría resultar en “sensacionalismo” – en ambos los casos mucho después de la recuperación del Papa del atentado de 1981? La posibilidad de que el Secreto pueda dar una idea desfavorable de ciertos eclesiásticos contemporáneos o alertar sobre grandes castigos que vendrán – hipótesis que fueron sugeridas por personas que llegaron a leer el Secreto de Fátima – no parece ser, sólo por sí, una razón probable para suprimir el Mensaje. Después de todo, otras apariciones aprobadas fueron igualmente severas – La Salette alertando sobre la apostasía en el seno de la jerarquía. El entonces Cardenal Ratzinger dijo, en verdad, que el Mensaje de Fátima es semejante a lo de otras apariciones marianas. Como la de la Salette ya que Garabandal y Akita no han sido aprobadas por la Iglesia.

Puede ser que la divulgación de un tal aviso en el caso mucho más publicitado de Fátima tuviese repercusiones más generalizadas de que los mismos avisos en apariciones menos conocidas, causando hasta pánico entre los fieles, como algunos han temido.

El mismo Papa Juan Pablo II, durante un intercambio informal de impresiones con intelectuales alemanes en 1980, levantó la cuestión sobre si sería deseable publicar el Mensaje de Fátima – “Si, en verdad, ella se refiriese a inundaciones y a millones de fatalidades, pero después, insistió, que debemos prepararnos para grandes tribulaciones y aun el martirio, y debemos intensificar el recurso al Rosario, también podemos concluir que privando los fieles de los avisos del Cielo, aun si sean aterradores, los privaría injustamente del tiempo de que pueden necesitar para prepararse.

Por lo tanto, viendo bien las cosas, el miedo de alarmar las personas no parece ser una razón obvia para contrariar a la Madre de Dios, que pidió que el Secreto fuese divulgado, pero no antes de 1960.

Sin embargo, es posible que haya razones más estrictas y más específicas. En el mismo encuentro, el Papa Juan Pablo II dijo que sus “predecesores en el Oficio Petrino preferían diplomáticamente aplazar la publicación, para no animar el poder mundial del Comunismo a tomar ciertas medidas”. Del mismo modo, el Cardenal Ottaviani dijo en 1967 que el Secreto era un asunto tan delicado que era necesario evitar que “cayese en manos ajenas”. Aún en 1996, el Cardenal Ratzinger hizo eco del concepto de “aplazamiento estratégico”, diciendo que “divulgar el Secreto sólo debería ser hecho cuando no fuese posible crear unilateralismo y desequilibrio”.

Malichi Martin fue uno de aquellos que colocaron tales preocupaciones en un contexto geopolítico y hasta militar. El “poder mundial del Comunismo” a que el Papa Juan Pablo II se refirió no era algo que el Padre Martin pensase haberse disipado en 1989, y él consideró que era enteramente posible que los Papas recientes tuviesen miedo de que una divulgación inoportuna del Tercer Secreto de Fátima pondría a Occidente en peligro, al exponer sus vulnerabilidades al enemigo, por haber cierta información factual altamente sensible en las palabras específicas de Nuestra Señora.

Si bien es verdad, este escenario sorprendente explicaría la razón por qué el Secreto haya sido tratado como fue, casi como un asunto de información militar, y colocado, al que parece, en la consideración personal del Secretario de Estado, lo que es una disposición bastante extraña en asuntos relativos a milagros y apariciones.

Sin saber las respuestas para todos nuestros “por qués” y “por qué nos” sobre el Secreto, es imposible decir con certeza absoluta que la razón o razones para la falta de la Santa Sede de divulgar el texto completo del Secreto no son buenas razones, o tal vez suficientemente buenas para justificar la actitud que decidió tomar. Hasta aquí la opinión de la conferesista.

Seguiremos citándola mas adelante, pero conviene hacer un paréntesis necesario para exponer otros puntos de vista no mencionados hasta ahora:

1. La respuesta de Juan XXIII a la revelación del tercer secreto, fue esta:

“Dada la gravedad del contenido, para no provocar a la potencia mundial comunista a tomar ciertas determinaciones, (En este mismo año tanto Jhon F. Kennedy como Nikita Crushov firmaban el tratado de no proliferación de armas nucleares) mis predecesores en el oficio de Pedro, HAN PREFERIDO DIPLOMATICAMENTE APLAZAR SU PUBLICACION. (¿Diplomáticamente? Eso no es verdad a sus predecesores no les estuvo permitido revelarlo por orden divina) Por otra parte, a todos los cristianos puede serles suficiente saber esto: si existe un mensaje, que está escrito que los océanos inundaran partes enteras de la tierra, que, de un momento a otro, millones de hombres perecerán, no es el caso de andar gritando que se divulgue tal mensaje. Muchos quieren saber solo por curiosidad y por gusto sensacionalista, pero olvidan que el saber comporta una responsabilidad…”

2. Como ya dijimos en otro escrito, cuando inicio el Concilio Vaticano II entre los invitados protestantes y cismáticos se encontraban representantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa (cf. El Rin desemboca en el Tíber) Hacer tal revelación y consagración de Rusia causaría un gran escándalo entre estos representantes de la Unión Soviética y por esta razón “diplomáticamente decidieron aplazar su publicación”. ¿Por La diplomacia humana, se desobedece una orden divina? Vaya maldita prudencia humana.

3. Considero que uno de los principales contenidos del tercer secreto es lo que revela el secreto de la Salette cuando dice sobre la actual crisis de la Iglesia o, también si se quiere, DECADENCIA DEL CLERO ACTUAL:

  “Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, por su mala vida, su irreverencia e impiedad en la celebración de los santos misterios, por el amor al dinero, a las honras y a los placeres, se transformarán en cloacas de impureza. Sí, los sacerdotes atraen la venganza, y la venganza se cierne sobre sus cabezas. ¡Ay de los sacerdotes y de las personas consagradas a Dios que, por su infidelidad y mala vida crucifican de nuevo a mi Hijo! Los pecados de las personas consagradas a Dios claman al Cielo y claman por venganza, y he aquí que la venganza está a sus puertas, pues no se encuentra más una persona que implore misericordia y perdón para el pueblo, no hay más almas generosas, no hay nadie más digno de ofrecer la Víctima Inmaculada al Padre Eterno a favor del mundo. Los comentarios entre corchetes son del editor no del secreto en sí mismo, su finalidad es solo informativo.

Esta crisis de la Iglesia modernista ya no es un misterio sino una verdad a plena luz del día.

4. En el supuesto de revelar el secreto en el mismo Concilio ante la multitud de los Obispos del mundo significaba necesariamente dar marcha atrás a los maquiavélicos planes de la masonería universal sobre los cambios radicales que se introducirían en dicho Concilio, lo cual arruinaba todos sus planes de protestantizar al estilo Martin Lutero a la Iglesia con la derogación consecuente de toda la Iglesia tradicional incluyendo en especial el Santo Sacrificio de la Misa, como lo vemos hasta ahora con tanta evidencia y claridad.

El modernismo con matiz hereje por excelencia es el culpable directo de la desacralización de la Iglesia Católica, el artífice de toda la destrucción no solo material, moral sino también espiritual de las almas sumiéndolas en un gran desconcierto lleno de dudas y perplejidades jamás vistas en el decurso de la historia de la Iglesia. A mi forma de ver este es el mal mas grande es como si fuera una tercera guerra mundial en el orden espiritual. No en balde Mons. Marcel Lefebvre dijo en su momento: “Yo he estado en tres guerras mundiales; la primera, recordemos que él nació en 1905, la segunda donde los nazis mataron a su padre y la tercera que fue el Concilio Vaticano II”. En esta última él estuvo siempre al frente de la batalla y murió defendiendo los derechos de Dios, de la Iglesia y de la Virgen María lo cual le acarreo una excomunión tomando como pretexto las consagraciones episcopales realizadas en 1988, excomunión que no ha sido levantada.

Aquí cerramos el paréntesis y seguimos citando a la autora de este artículo.

Lo que podemos decir es que la posición actual de fingir que el Secreto ocultado no existe, no puede ser mantenida para siempre, y eso, sólo por sí, afecta negativamente la credibilidad de la Santa Sede. (no se si en la actualidad la Santa que sede tenga ya autoridad, no esta mal escrita la frase fue hecha a propósito)

Y podemos decir también que por más prudentes que fuesen las condiciones que, durante los últimos cincuenta años, pudiesen haber aconsejado a no divulgar el Secreto fueron ciertamente previstas en 1917 por Nuestra Señora, y que no revelarlo cuando Ella pidió, fuesen cuales fuesen sus costos y riscos aparentes, puede muy bien ser menos arriscado y menos oneroso de que las consecuencias de no hacer lo que Ella pidió. Consecuencias muy lamentables que nos pueden conducir a un flagelo o castigo mundial pues el comunismo no ha muerto ni se ha convertido al catolicismo. Pero ¿a que catolicismo se puede convertir actualmente cuando La ROMA ACTUAL A APOSTATADO DE EL? Esto nos debe ponernos a pensar profundamente porque los hechos bélicos se suceden de una manera vertiginosa. El próximo articulo tendrá por nombre: “CONSAGRARA RUSIA POR SU NOMBRE”

 

 

 

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