martes, 5 de mayo de 2020

ESTUDIO DOCTRINAL SOBRE EL MILAGRO. (Santo Tomás de Aquino)

Archivo:La resurrección de Lázaro, de Juan de Barroeta (Museo del ...
Posibilidad del milagro (segunda parte y final)

Posible, en general,  es todo aquello que puede ser o suceder, o sea, todo lo que es apto para existir. Pero esta noción general admite diversidad de aspectos. Y así, es posible:

1) Todo lo que existe realmente.

2) Todo lo que podría ser o existir realmente, o sea, todo lo que es intrínseca mente apto para existir:

a) Por no envolver contradicción alguna (ejemplo; una casa de oro)

b) Ni ser contrario a las leyes naturales, físicas o psicológicas (a no ser que las anule en un caso dado el Autor mismo de esas leyes; aquí es donde cabe el milagro.)

En cuanto a la noción de imposible es todo aquello que no puede ser ni existir, por contener contradicción intrínseca o ser contrario a las leyes de la naturaleza. Pero también en esto se pueden considerar tres casos completamente distintos, según que la imposibilidad sea de orden metafísico, físico o moral. Y así:

a) Imposibilidad metafísica. Es la de aquellas cosas que de ninguna manera se puede hacer por haber una intrínseca contradicción, (por ejemp; que dos más dos sean cinco, que el circulo sea cuadrado). La imposibilidad metafísica es tan absoluta, que no puede ser hecha ni siquiera por la potencia infinita de Dios, ya que la contradicción es una mera quimera que no existe ni puede existir más que en nuestra imaginación. El milagro no entra o no es posible en las cosas que son metafísicamente imposibles.

b) Imposibilidad física. Son aquellas cosas que no pueden ser hechas naturalmente por oponerse a las leyes fijas y constantes de la misma naturaleza (que un muerto resucite, que una piedra después de lanzada asía arriba no caiga, que el sol retroceda en su camino etc.) Aquí cabe y se da perfectamente el milagro, porque no es contrario sino perfectamente posible siempre y cuando excepcionalmente Dios suspenda las leyes de la naturaleza y no de otra manera.

c) Imposibilidad moral Es la de aquellas cosas que no suelen suceder según la marcha normal y el curso ordinario de las cosas (que una madre mate a su hijo); pero no implicando contradicción intrínseca o metafísica, y no oponiéndose tampoco a ninguna ley física de la naturaleza, pueden ocurrir alguna vez sin la necesidad de la intervención divina. Santo tomas nos da la razón teológica de lo que arriba hemos dicho: “Si se atiende al orden de las cosas en cuanto este depende de la primera causa, Dios no puede hacer nada contra el orden de las cosas. Obraría contra su presciencia, o bondad, si lo hiciera. Pero si se considera el mismo orden de las cosas en cuanto dependiendo de cualquiera de las causas segundas, de este modo Dios puede obrar fuera del orden de las cosas. San Agustín dice: “Dios obra contra el curso ordinario de la naturaleza; pero de ningún modo contra la ley suprema, porque no puede obrar contra sí mismo” (de doctrina católica)

Causa de los Milagros; (Causa Material)

La materia o sujeto potencial donde puede realizarse el milagro es la naturaleza individual, o cualquier cosa natural individualmente considerada (agua, pan, cadáver, ciego, ranas etc.). Más en esto se deben considerar en dos aspectos, el acto primero y el acto segundo. En el caso del acto primero, la ley  natural es absolutamente inmutable. No puede ser alterada por nadie dado que es la razón de ser y ni aun Dios puede cambiar las esencias de las cosas (que el fuego deje de quemar porque lo suyo es quemar). En el segundo aspecto o acto segundo, puede suspenderse el efecto sin incurrir en contradicción alguna; y esto solo en virtud de un milagro (como el caso de los tres jóvenes del horno ardiente) (Cf. Santo Tomas, de potentia q. 6 a ad 20)

Causa formal

La causa formal del milagro, o sea, aquello que lo constituye intrínsecamente en cuanto tal dándole el ser y la categoría de milagro, es su trascendencia sobre todo el orden natural, su especialidad trascendente. Esto lleva consigo las siguientes notas: 

1) La simple naturaleza no tiene poder alguno para producir por sí misma un milagro

2) Existe en el sujeto del mismo una tendencia o disposición  a la que el milagro realiza (la tendencia del fuego a quemar, aunque milagrosamente no queme)

3) Sin embargo, hay en el sujeto del milagro una potencia obediencial para recibir la acción milagrosa de Dios (capacidad en que el agua para convertirse en vino)

4) Dios es su causa eficiente, ya sea directamente sin intermediario alguno, ya valiéndose de una criatura como causa instrumental (de un santo taumaturgo)

Causa eficiente del milagro

La causa eficiente del milagro es doble: principal e instrumental, he aquí lo que dice santo Tomas: “Lo que está comprendido totalmente dentro del orden establecido no puede obrar por encima de él. Pero toda criatura está comprendida dentro del orden que Dios estableció en las cosas. Luego ninguna criatura puede obrar por encima de este orden, es decir, hacer milagros” (Cf. II-II 178, 2.) Sin embargo Dios puede utilizar como una causa instrumental para hacer un milagro a una criatura racional (ángeles, hombres) e incluso irracionales como el caso de la burra de Balam. Santo tomas al respecto dice: “Hablando de milagros, los hay que no son verdaderos, sino hechos fantásticos, con los que queda el hombre burlado, pareciéndoles ver lo que no es. Otros son hechos reales, pero no tienen verdadera razón de milagro, pues se realizan con la ayuda de las causas naturales, ambas cosas pueden ser ejecutadas por los demonios como ya vimos en su lugar. (tratado de angelis) Pero los verdaderos milagros no pueden ser obrados sino es por el poder divino, y los obra Dios para utilidad de los hombres. Y esto es de dos modos: uno, para confirmación de la verdad predicada: otro, para demostración de la santidad de algunos a quien Dios quiere proponer como ejemplo de virtud. En la solución de las dificultades. Añade Santo Tomas las siguientes interesantes precisiones:

1) Los milagros son verdaderos testimonios de aquello para que se realiza, de suerte que los malos no pueden obrar verdaderos milagros para confirmación de su doctrina ; aunque si los pueden hacer en confirmación del nombre de Cristo, que invocan, o de la virtud de los sacramentos que administran (ad. 3)

2) Como dice San Agustín: “No se atribuye a todos los santos el obrar milagros para  que los débiles de entendimiento no sean engañados por el pernicioso error de creer que son mayores esos dones extraordinarios que las obras de santidad y justicia con las que se merece la vida eterna” (ad, 4)

Causa final.

a) El fin último absoluto del milagro no puede ser otro que el fin último de la creación: la gloria de Dios, o más exactamente, el mismo Dios glorificado en sus obras.

b) El fin último relativo no puede ser el mundo físico sino un ser inteligente que los perciba, o sea, el hombre o el ángel.

c) El fin próximo o inmediato es muy variado: beneficiar a un desgraciado, poner de manifiesto la santidad de uno de sus siervos, testificar la sobrenatulalidad de una aparición (la Virgen de Lourdes o Fátima.) y otras cosas semejantes.

COLOFON.

Al elaborar el presente estudio sobre los milagros según la teología católica, mi intención es el tratar de ser lo más objetivamente posible para el beneficio general de quienes nos hacen el favor de seguir este blog, no es nuestra intención hacer polémica sobre este asunto. Mas también es inevitable no abordar los temas de actualidad dado que ellos han generado indignación en unos y perturbación en otros, como ya lo dije al principio de este escrito. Más concretamente sobre los milagros de la nueva misa o novus ordo, sobre este tema hay unas cosas por aclarar, siguiendo siempre a Santo Tomas de Aquino, partiendo de las conclusiones sacadas por el doctor angélico en las cuales, a modo de resumen, quedo claro que:

En general

a) Solo Dios es el único que puede realizar milagros absolutamente en el orden sobrenatural, dejando el orden preternatural a los ángeles y los hombres

b) Los demonios no pueden obrar milagros en absoluto en cuanto al orden sobrenatural, pero si actúan en el plano u orden natural acción que se conoce como preternatural

c) tanto los santos como los ángeles que quedaron confirmados en gracia si pueden obrar milagros. No por si mismos sino como instrumentos de Dios, como dice santo Tomas, ya sea para exaltar a tal o cual santo y dar gloria a Dios o hacer ver sus maravillas a los hombres por medio de los ángeles como lo dice San Rafael Arcángel: “Bendecid al Dios de los cielos y glorificadle delante de todos los vivientes, pues ha mostrado en vosotros su misericordia” (Tob. XII, 6)

d) Los malos no pueden obrar milagros para fundamentar sus doctrinas erróneas, según dice Santo Tomas, y, entran en este apartado; los herejes de todos los tiempos, cismáticos etc. Pero Dios si puede obrar milagros por medio de ellos y a pesar de ellos.
En particular.

Se trata de saber si en la “nueva misa”, aplicando los principios que rigen los milagros según Santo Tomas, se pueden dar milagros en sentido más estricto de la palabra y en el orden sobrenatural. Absoluto. La respuesta es no, por múltiples razones que las podemos resumir a dos si nos apegamos a lo expuesto en este articulo:

1) dice un dicho latino: “Nadie da lo que no tiene”. El rito moderno o “nueva misa” ha sido modificado desde la raíz de tal manera que no tiene en absoluto la santidad del venerable rito latino (rito canonizado por San Pio V) para no dar la gracia del sacramento propiamente asignada al mismo. Ahora bien, en virtud, de estos cambios radicales, no pueden darse milagros en este rito que, además NO TIENE INTENCION DE CONSAGRAR, según se desprende del comentario acertado de los cardenales Otaviani y Bacchi (breve examen crítico y Mons. Lefebvre sermón de ordenaciones del 30 de noviembre de 1986, en la Reja Argentina) y su origen es herético según lo señala san Pio X en su encíclica Pcendi Gregis al hablar del modernismo señalándolo como la CLOACA DE TODAS LAS HEREJIAS, modernismo que ya, en su tiempo, estaba destruyendo a la Iglesia como el salitre lo hace con las casas. Por lo tanto no puede haber milagros dentro de la “nueva misa” y si tales motivos dados más arriba NO son insuficientes recordemos que en el orden sobrenatural en virtud de su imposibilidad física dado que la forma ha sido cambiada no por Dios sino por los hombres (Concilio Vaticano II) quienes le negaron su fin último que es la gloria y alabanza de Dios.

Por lo tanto queda claro que, “Un árbol malo no puede dar frutos buenos”




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