martes, 2 de octubre de 2018

LA ENTREVISTA PROHIBIDA AL ARZOBISPO MARCEL LEFEBVRE




Catholic Press: ¿Por qué le da tanta importancia a la Misa latina en lugar de la Misa en vernáculo aprobada por el Concilio Vaticano II?
Mons. Lefebvre: Por un lado, esta pregunta sobre el latín en la Misa es una cuestión secundaria, bajo algunos puntos de vista.
Pero por otro lado es una pregunta sumamente importante. Es importante porque es un modo de fijar el lenguaje de nuestra Fe, el dogma católico y la doctrina. Es un modo para no cambiar nuestra Fe, porque en las traducciones que afectan las palabras latinas, no se encuentran exactamente las verdades de nuestra Fe como han sido expresadas y encarnadas en el latín. Esto es ciertamente muy peligroso, porque poco a poco se puede perder la misma Fe. Estas traducciones no reflejan las palabras exactas de la Consagración. Estas palabras son cambiadas en el vernáculo.
Catholic Press: ¿Podría darme un ejemplo?
Mons. Lefebvre: Sí. Por ejemplo, en lengua vernácula se dice que la Preciosísima Sangre ha sido derramada “por todos”, cuando en el texto latino (incluso en la última versión latina revisada) se dice que la Preciosísima Sangre es “por muchos” y no “por todos”. Todos es ciertamente diferente a muchos. Esto es solo un pequeño ejemplo que demuestra las imprecisiones de las traducciones actuales.
Catholic Press: ¿Podría citar una traducción que contradiga efectivamente el dogma católico?
Mons. Lefebvre: Sí. Por ejemplo, en el texto latino la Virgen María es llamada “Semper Virgo”, “Siempre Virgen”. En todas las traducciones modernas la palabra “siempre” ha sido eliminada. Esto es muy grave, porque hay una grande diferencia entre “Virgen” y “Siempre Virgen”. Es muy peligroso admitir traducciones de este tipo. El latín es también importante para mantener la unidad de la Iglesia, porque cuando se viaja (y las personas viajan más y más al extranjero cada día), es importante para ellos encontrar el mismo eco que ellos han oído de un sacerdote en casa, sea en los Estados Unidos, Suramérica, Europa, o cualquiera otra parte del mundo. Ellos están en casa en cualquier iglesia (católica). Es su Misa Católica la que se está celebrando. Ellos han siembre escuchado las palabras latinas desde su infancia, sus padres antes de ellos, y sus abuelos antes de ellos. Se trata de un signo que identifica su Fe. Ahora, cuando vamos a una iglesia extranjera, ellos no entienden ni una sola palabra. Los extranjeros que vienen aquí no entienden ni una palabra. ¿Cuál es la ventaja de ir a una Misa en inglés, italiano o español si ninguno puede entender ni una palabra?
Catholic Press: ¡Pero la mayor parte de estas personas no entienden mucho menos el latín? ¿Cuál es la diferencia?
Mons. Lefebvre: La diferencia es que el latín de la Misa Católica siempre ha sido enseñado a través de la instrucción religiosa desde la infancia. Hay escritos varios libros sobre el tema. Ha sido enseñado en el transcurso de los siglos; no es difícil de recordar. El latín es una expresión exacta que ha sido familiar a generaciones de católicos. Cada vez que se encuentra el latín en una iglesia, inmediatamente se crea la atmósfera correcta para la adoración de Dios. Esa es la lengua distintiva de la Fe Católica, que une a todos los católicos del mundo a pesar de su lengua nacional. Ellos no están desorientados o confusos. Dicen: “Esta es la mía Misa, es la Misa de mis padres, es la Misa que hay que seguir, es la Misa de Nuestro Señor Jesucristo, es la Misa eterna e inmutable”. Por tanto, desde el punto de vista de la unidad, es un lazo simbólico muy importante; es un signo de identidad para todos los católicos. Pero se trata de algo de más profundo que un simple cambio de lengua. En el espíritu del ecumenismo, es una tentativa de crear un reacercamiento con los protestantes.
Catholic Press: ¿Qué pruebas tiene de esto?
Mons. Lefebvre: Es muy evidente, porque habían cinco protestantes (efectivamente seis ministros) que asistieron en la reforma de nuestra Liturgia. El Arzobispo de Cincinnati, que estaba presente durante estos trabajos, ha dicho que no solo estos cinco protestantes estaban presentes, sino también que ellos tomaron una parte muy activa en los debates y participaron directamente en la reforma de nuestra Liturgia.
Catholic Press: ¿Quiénes eran estos protestantes?
Mons. Lefebvre: Eran ministros protestantes representantes de distintas sectas protestantes (específicamente las iglesias Anglicana y Luterana, el Consejo Mundial de Iglesias y la Comunidad de Taizé), los cuales fueron llamados por Roma para participar en la reforma de nuestra Liturgia, lo que demuestra claramente que había una intención voluntaria en todo esto. Ellos eran el Dr. A. R. George, el canónigo (Ronald) Jasper, el Dr. (Massey) Sheperd, el Dr. (George) Smith, el Dr. (Frederick) Koneth y el hermano (Max) Thurian. Mons. Bugnini (el principal autor de la nueva Misa) no escondió este intento. Él lo expresó muy claramente. Dijo: “Nosotros haremos una Misa ecuménica, así como habíamos hecho una Biblia Ecuménica”. Todo esto es muy peligroso porque es nuestra Fe la que es atacada. Cuando un protestante celebra la misma Misa como la hacemos nosotros, él interpreta el texto en un modo diverso, porque su fe es diversa.
Consecuentemente, es una Misa ambigua. Es una Misa equívoca. No es más una Misa Católica.
Catholic Press: ¿A cuál Biblia ecuménica se está refiriendo?
Mons. Lefebvre: Hay una Biblia ecuménica hecha hace dos o tres años que ha sido reconocida por muchos obispos. Yo no sé si el Vaticano la había aprobado públicamente, pero ciertamente no le sorprendería, porque se usa en muchas diócesis. Por ejemplo, hace dos semanas el obispo de Friburgo, en Suiza, ha tenido pastores protestantes que han explicado esta Biblia ecuménica a todos los niños de las escuelas católicas. Estas lecciones eran las mismas para católicos y protestantes. ¿Qué tiene que ver esta Biblia ecuménica con la Palabra de Dios?. La Palabra de Dios no puede ser cambiada, todo esto conduce siempre más a confusión.
Cuando pienso que el arzobispo de Houston, Texas, no admite los niños católicos a la confirmación si no van con los padres a seguir un curso de instrucción de 15 días dictado por el rabino local y por el ministro protestante… Si los padres se rehúsan a enviar a sus niños a tales instrucciones, ellos (los niños) no pueden ser confirmados. Ellos deben exhibir un certificado firmado por el rabino y por el ministro protestante que ambos padres y los niños han asistido debidamente a la instrucción, y solo entonces (los niños) pueden ser confirmados por el obispo.
Estas son las absurdidades a las que se llega cuando se sigue la senda liberal. No solo ellos, sino que ahora se recurre también a budistas y musulmanes. Muchos obispos están sorprendidos cuando el representante papal fue recientemente recibido en manera vergonzosa por los musulmanes.
Estas son las absurdidades a las que se llega cuando se sigue la senda liberal.
Estas son las absurdidades a las que se llega cuando se sigue la senda liberal.
Catholic Press: ¿Qué sucedió?
Mons. Lefebvre: No recuerdo todos los detalles específicos, pero este incidente sucedió en Trípoli, en Libia, donde el representante del Papa (Sergio Pignedoli, Presidente de la Secretaría para los no cristianos) ha querido orar con los musulmanes. Los musulmanes rechazaron esto y se fueron a otro lado a rezar a su manera, dejando al representante solo, no sabiendo qué hacer. Esto demuestra la ingenuidad de estos “católicos liberales” que piensan que es suficiente ir a hablar con estos musulmanes para inmediatamente aceptar de ellos un compromiso de la propia religión. El solo hecho de querer tener para tal fin una estrecha relación con los musulmanes atrae el desprecio de ellos hacia nosotros. Es una realidad que los musulmanes no cambiarán nada de la su religión; es absolutamente fuera de discusión. Si los católicos van a equiparar nuestra religión con la de ellos, ellos obtendrán solo confusión y desprecio de parte suya, que interpretan esto como un atentado de desacreditar a su religión y no preocuparse de nuestra religión. Ellos son de lejos más respetuosos con aquellos que dicen: “Soy un Católico; no puedo rezar contigo porque no tenemos las mismas creencias”. Esta persona es más respetada por los musulmanes en comparación a quien sostiene que todas las religiones son iguales, que todos creemos en lo mismo, que todos tenemos la misma fe. Ellos se sienten insultados por esto no puedo rezar contigo porque no tenemos las mismas creencias”. Esta persona es más respetada por los musulmanes en comparación a quien sostiene que todas las religiones son iguales, que todos creemos en lo mismo, que todos tenemos la misma fe. Ellos se sienten insultados por esto. No puedo rezar contigo porque no tenemos las mismas creencias”.




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