jueves, 16 de marzo de 2017

MOSEÑOR LEFEBVRE Y LA SEDE ROMANA


Esperamos de parte de todos la misma franqueza y honestidad intelectual.


16/01/79
'Mientras no tenga la evidencia de que el Papa no sea Papa, tengo la presunción por él. "No digo que no haya argumentos que puedan poner una cierta duda. Pero es necesario tener la evidencia: no es suficiente una duda, incluso si es válida. Si el argumento es dudoso, no hay derecho a sacar conclusiones que tienen consecuencias enormes. No se puede partir de un principio dudoso. Prefiero partir del principio de que hay que defender nuestra fe. Este es nuestro deber. Aquí no hay lugar a duda alguna. Conocemos nuestra fe. Si alguien ataca nuestra fe, decimos ¡no! Pero de aquí a decir enseguida que porque alguien ataca nuestra fe es herético, luego no es más autoridad, luego sus actos no tienen ningún valor... Atención, atención, atención... No nos metamos en un círculo infernal del cual no sabremos cómo salir. En esta actitud existe un verdadero peligro de cisma.
"No pretendo ser infalible; intento combatir en las circunstancias actuales con toda la fe posible, con la oración y con el auxilio de la gracia. Pero pienso que hay una línea de realismo, seguida por la Fraternidad, de la cual no hay que salir o alejarse demasiado bajo pena de dividir la Fraternidad".
25/01/79
"Quisiera responder a las objeciones que nos hacen actualmente de una manera más viva y más penosa que nunca respecto de los dos problemas que preocupan a todos, problemas graves: el de la validez del Novus Ordo y el del Papa. (Fruto de estas conferencias será el artículo aparecido en noviembre de 1979. Ver más abajo). No es la primera vez que me hacen estas preguntas, ni la primera que respondo: ya les hablé el 10/12/72, el 24102177 y el 20/01/78. (Resúmenes de estas conferencias fueron repartidos a los seminaristas en su momento. No poseemos ni las conferencias ni los extractos). Estas tres respuestas son prácticamente idénticas. No creo poder decir que he tenido que cambiar de opinión, de actitud; la actitud que debemos tener frente a estos problemas.
"Esto me confirma. Se puede reformar el propio pensamiento. Si se constata que uno se ha equivocado, no hay que dudar en cambiar; no hay que empecinarse en un punto de vista, si se está persuadido de que uno cometió un error. Es la simple ley del buen sentido y de la fe. El error debe corregirse cuando es advertido. Cuando uno se persuade de que ha cometido un error, debe corregirse. Gracias a Dios, pienso haber juzgado de una manera tal que debo perseverar en esa forma de pensar, a pesar de las objeciones que me hacen; incluso si son penosas y provienen de nuestros amigos y de aquellos que fueron cofrades y que creen tener el deber de atacarnos personalmente en revistas, folletos, etc. Esas objeciones provienen de aquellos que podríamos llamar "ultras"; y creen un deber el criticarnos y llamarnos liberales porque queremos conservar esta manera de pensar respecto de estos problemas".

08/11/79
Posición de Monseñor Lefebvre sobre la Nueva Misa y el Papa, publicado en Roma N°- 67. En la parte referida al Papa dice así:
"Pasemos a la segunda parte no menos importante: ¿Tenemos realmente un Papa ó un intruso en la Sede de Pedro?
"¡Dichosos los que han vivido y muerto antes de hacerse esta pregunta! Hay que reconocer que el Papa Paulo VI ha causado y ocasionado un serio problema a la conciencia de los católicos. Sin indagar ni conocer su culpabilidad en la terrible demolición de la Iglesia bajo su Pontificado, no se puede dejar de reconocer que aceleró las causas en todos los órdenes. Uno se pregunta ¿cómo un sucesor de Pedro ha podido en tan poco tiempo causar más males a la Iglesia que la revolución de 1789?
"Hechos precisos como las firmas estampadas en el artículo VII de la Instrucción concerniente al Novus Ordo Missae, como también el documento de la `Libertad Religiosa son escandalosos y dan ocasión para que algunos afirmen que ese Papa era herético y que por su herejía dejó de ser Papa.
"La consecuencia de este hecho sería que la mayoría de los cardenales actuales no lo serían, siendo además ineptos para la elección de otro Papa. Los Papas Juan Pablo 1 y Juan Pablo 11 no habrían sido entonces elegidos legítimamente.
"Es entonces inadmisible rezar por un Papa que no lo es y llevar tratativas con aquél que no tiene ningún título para sentarse en la silla de Pedro. Como ante el problema de la invalidez de la nueva misa, aquellos que afirman que no hay Papa, simplifican demasiado los problemas. La realidad es más compleja.
"Si uno se pregunta si un Papa puede ser herético, descubre que el problema no es tan simple como puede creerse. Sobre este tema; el muy objetivo estudio de Xavier da Silveira muestra que un buen número de teólogos piensa que el Papa puede ser hereje como doctor privado, pero no como doctor de la Iglesia Universal. Es necesario, entonces, examinar en qué medida el Papa Paulo VI ha querido empeñar su infalibilidad en esos casos diversos donde él ha firmado textos cercanos a la herejía, si no heréticos.
"Hemos pues podido observar en esos dos casos, como en otros muchos, que el Papa Paulo VI ha actuado mucho más como liberal que adhiriéndose a la herejía, ya que, cuando se le señalaba el peligro que corría; entregaba un texto contradictorio, agregando una fórmula contraria a lo que él afirmaba en el anterior, o redactando una fórmula equívoca, lo que es propio del liberal, el cual es incoherente por naturaleza.
"El liberalismo de Paulo VI, reconocido por su amigo el cardenal Danielou, es suficiente `para explicar los desastres de su Pontificado. El Papa Pío IX, particularmente, habló mucho sobre el católico liberal, que él consideraba como destructor de la Iglesia. El católico liberal es una persona de doble faz, en continua contradicción. Quiere mantenerse católico y al mismo tiempo tiene el afán de agradar al mundo. Afirma su fe con miedo de parecer demasiado dogmático y actúa de hecho como los enemigos de la fe católica.
"Un Papa, ¿puede ser liberal y permanecer Papa? La Iglesia siempre ha amonestado severamente a los católicos liberales. No los ha excomulgado a todos. También aquí debemos permanecer dentro del espíritu de la Iglesia. Debemos rechazar el liberalismo, venga de donde venga, porque la Iglesia siempre lo ha condenado con severidad por ser contrario al Reinado de Nuestro Señor y en particular al Reinado Social.
"El alejamiento de los cardenales de más de 80 años y los conciliábulos que prepararon los dos últimos Cónclaves no tornan inválida la elección de esos Papas: inválida es mucho afirmar, pero sí eventualmente dudosa. Mas la aceptación unánime del hecho, posterior a la elección por parte de los cardenales y del clero romano, basta para convalidarla elección. Esta es la opinión de los teólogos.
"La cuestión de la visibilidad de la Iglesia es demasiado importante para su existencia, como para que Dios pueda omitirla durante décadas.
"El argumento de los que afirman la inexistencia del Papa pone a la Iglesia en situación confusa. ¿Quién nos dirá dónde está el futuro Papa? ¿Cómo podría ser designado un Papa donde no hubiera más cardenales? Este espíritu es un espíritu cismático, al menos para la mayoría de los fieles, que se afiliarán a sectas verdaderamente cismáticas como la del Palmar de Troya, la de la Iglesia Latina de Toulouse, etc.
"Nuestra Fraternidad rechaza absolutamente compartir estos razonamientos. Queremos permanecer adheridos a Roma, al sucesor de Pedro, pero rechazamos su liberalismo por fidelidad a sus Antecesores. No tenemos miedo de decirlo respetuosa pero firmemente, como San Pablo frente a San Pedro. Por eso, lejos de rechazarlas oraciones por el Papa, aumentamos nuestros rezos y suplicamos para que el Espíritu Santo lo ilumine y lo fortalezca en el sostén y defensa de la fe.
"Por eso jamás he rechazado ir a Roma a su llamado o al llamado de sus representantes. La Verdad debe afianzarse en Roma más que en cualquier otro lugar. Pertenece a Dios, quien la hará triunfar.
En consecuencia, no se puede tolerar en los miembros, sacerdotes, hermanos, hermanas, oblatas de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X que rehúsen rezar por el Papa y que afirmen que todas las Misas del Novus Ordo Missae son inválidas.
"Ciertamente sufrimos por esta incoherencia continua, que consiste en elogiar todas las orientaciones liberales del Vaticano l1 y al mismo tiempo tratar de atenuar sus efectos. Pero esto nos debe incitar a rogar y a mantener firmemente la Tradición, pero no por eso afirmar que el Papa no es Papa.
Para terminar, debemos tener el espíritu misionero que es el verdadero espíritu de la Iglesia, hacer todo por el Reino de Nuestro Señor Jesucristo según la divisa de nuestro Santo Patrono San Pío X, 'Instaurare omnia in Christo', "instaurar todo en Cristo", y sufrir como Nuestro Señor en su Pasión para la salvación de las almas, para el triunfo de la Verdad.

"In hoc natus sum, dijo Nuestro Señor a Pilatos, ut testimonium perhibeam veritati". "Yo he nacido para dar testimonio de la Verdad".

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