El
siguiente análisis se basa en el peligro de que estalle una guerra entre Rusia
y EE.UU. por Siria, conflicto que bien pudo haberse iniciado y escalado en una
III Guerra Mundial nuclear.
Esto,
ante la intervención del régimen del Presidente Obama en Siria, aliada de
Moscú, a través de grupos terroristas radicales patrocinados por Washington y sus aliados, incluyendo al Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá, Turquía,
Arabia Saudita,
Australia, Israel, Qatar, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, la Libia
post-Gadafi pro-occidental, Rumanía, Bulgaria, Croacia, República Checa y Eslovaquia. Otros países junto a varios de los mencionados han
participado realmente contra Siria e Irak (otro amigo de Rusia), bombardeando infraestructura de ambos países de manera selectiva so
pretexto de atacar desde el aire al grupo terrorista radical Daesh, pero en
realidad llevando a cabo el deseo de EE.UU. de destruir la infraestructura
siria e iraquí hasta el punto que les cause serias pérdidas económicas que los
lleve al borde de ser Estados fallidos y al menos Estados débiles y atrasados, en beneficio de Israel.
El
siguiente escenario considera la posibilidad de que, de estallar dicha guerra
nuclear, Rusia buscará de forma asimétrica la manera de asestar un golpe
devastador a EE.UU. Una forma de hacerlo sería desplegando un submarino de
propulsión nuclear y de ataque en el Golfo de México, armado de misiles crucero
con ojivas nucleares. Dicho escenario no es meramente hipotético o ficticio,
porque según un informe, un submarino ruso de la clase Akula operó sin ser detectado en el Golfo de
México en 2012.
De
acuerdo a Eric Wertheim en la publicación del Instituto Naval de EE.UU. (USNI) The
Naval Institute Guide to Combat Fleets of the World, 16th Edition,
los submarinos de las clases Akula I y Akula II pueden ir armados de 28 misiles
crucero estratégicos armados con ojivas nucleares, teniendo la capacidad cada
submarino de llevar 40 torpedos, misiles crucero y misiles antisubmarinos
lanzados desde sus tubos lanzatorpedos. Los submarinos de la clase Akula pueden operar según Wertheim a 520
metros de profundidad bajo el mar, siendo 900 metros la profundidad en la que
colapsaría su casco de presión.
El
misil crucero de ataque a tierra (LACM) Kalibr (Calibre) 3M14, identificado
por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como el misil SS-N-30,
como se ha dicho previamente tendría un alcance de hasta 3,800 km,
volando, según datos de Duncan Lennox en el libro de referencia británico IHS
Jane’s Weapons: Strategic 2012-2013, a una altura de más de 10 km –
que podrían ser de 12 km como el misil crucero de lanzamiento aéreo (ALCM)
Kh-55 (AS-15A según la denominación de la OTAN) - y a una velocidad de crucero
de Mach 0.8.
Con
un alcance menor el misil Kalibr puede volar bajo a una altura de 60 metros a
150 metros sobre la tierra, de acuerdo a datos de Lennox, ó 30 metros sobre la superficie de la tierra según Sputnik.
Para ataques contra blancos estratégicos el misil Kalibr 3M14 LACM podría ir
armado de una ojiva nuclear de 200 kilotones a 250 kilotones, atribuyéndosele
al misil crucero una precisión de 3 metros de error circular de probabilidad (CEP).
Un
submarino ruso de la clase Akula o de la nueva clase Yasen operando en el Golfo de México no
estaría allí meramente para hundir barcos enemigos, de guerra y mercantes, con
torpedos sino para amenazar con misiles crucero dotados de ojivas nucleares el
territorio continental de EE.UU. a lo largo del arco que representa el Golfo de
México, contra blancos de importancia estratégica en la costa u cerca de ésta,
y potencialmente contra objetivos estratégicos a lo largo y ancho de EE.UU.,
tanto en el interior y centro del país siguiendo un eje más o menos paralelo al
Río Misisipi como contra objetivos en las costas este y oeste y contra blancos
entre ambas costas. Un submarino podría lanzar misiles crucero desde el Golfo
de México, por ejemplo, contra blancos estratégicos desde el este hasta el
oeste de EE.UU., lanzando las salvas de misiles en una forma como si se tratara
de un abanico de mano extendido, siguiendo la forma del arco de la costa
continental del Golfo de México.
Las
aparentes pocas defensas o la ausencia de defensas antiaéreas – los misiles
crucero vuelan dentro de la atmósfera como los aviones – y de defensas
antimisiles basadas en tierra, junto con la merma de los números de aviones
caza de la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF) dedicados a la defensa del espacio
aéreo estadounidense, hacen de la región del Golfo de México, y del interior o
hinterland de EE.UU. al que se accede desde el Golfo de México, una “panza
vulnerable”, que se podría considerar indefensa y expuesta a ataques con ojivas
nucleares portadas por misiles crucero.
A
esto hay que añadir que partiendo de la premisa que un submarino de propulsión
nuclear y de ataque es la mejor arma de guerra antisubmarina (ASW) - lo ideal
en este sentido es interceptar y hundir un submarino enemigo antes que pueda
atacar a EE.UU. – pero la base más cercana de submarinos de ataque de la Marina
de Guerra de EE.UU. (U.S. Navy) no está en el Golfo de México sino en la costa
del Atlántico en Norfolk, Virginia, en donde hay desplegados solo unos 6. La base de
submarinos de Nueva Londres (New London) en Groton, Conecticut,
alberga unos 19 submarinos de ataque, pero está mucho más lejos del Golfo de
México, sus submarinos desplegados más para enfrentar una amenaza naval rusa
que proviniese del Mar de Barents y Mar de Noruega e intentase abrirse paso al
Atlántico a través de la brecha de Groenlandia-Islandia y de
Islandia-Reino Unido (GIUK
gap).
De
un submarino de ataque de propulsión nuclear ruso, de la clase Akula
II ó de la clase Akula
I Mejorado, lanzar 28 misiles crucero Kalibr 3M14, armados con
ojivas nucleares de 250 kilotones, desde un punto en el Golfo de México, podría llegar un
misil a la sede del Mando Sur de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en Doral, la Florida, a unos 977 km de
distancia. Si la velocidad de crucero a altura del misil Kalibr 3M14 es de Mach
0.8 ó unos 980 km por hora, le tomaría al misil llegar a su objetivo en alrededor de 60 minutos, dependiendo
también de la distancia de lanzamiento sumergido del misil. Una explosión aérea
sobre el objetivo en Doral podría provocar inicialmente según un método
de cálculo hasta 99,000 muertos y 357,000 heridos.
Otro
misil crucero Kalibr 3M14 lanzado desde el Golfo de México a una distancia de
unos 983 km podría impactar al Aeropuerto Internacional de Miami en unos 60 minutos volando a Mach 0.8,
para destruir este importante punto de comunicaciones aéreas regionales,
causando una ojiva de 250 kilotones un estimado inicial de 114,000 muertos y
450,000 heridos. Éste podría ser un objetivo estratégico número 2 a atacar por
un submarino de la clase Akula.
Un
misil Kalibr 3M14 lanzado a una distancia de 805 km desde el Golfo de México
podría impactar la sede del Mando Central de las Fuerzas Armadas de EE.UU., en la Base Aérea de MacDill en la ciudad de Tampa,
la Florida, en unos 49 minutos volando a Mach 0.8, causando inicialmente 20,000
muertos y unos 77,000 heridos. Éste podría ser un objetivo número 3 a atacar
por un submarino. Otro misil Kalibr 3M14 con una ojiva de 250 kilotones podría
atacar a Cabo Cañaveral, la estación de la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF) y base de
lanzamiento de cohetes espaciales de la agencia espacial civil estadounidense NASA, a unos 1,000 km de distancia,
tomándole unos 61 minutos llegar al objetivo. Éste podría ser el número 4 a ser
atacado por un submarino.
La Base Aérea de Tyndall en la Florida, que alberga a unos 53 aviones caza F-22A invisibles al radar, quizás actualmente
el caza de superioridad aérea más poderoso de Occidente, podría ser atacada por
un misil Kalibr 3M14 con una ojiva de 250 kilotones, lanzado a unos 690 km de
distancia desde el Golfo de México, tomándole al misil unos 42 minutos para
llegar al objetivo a una velocidad de crucero de Mach 0.8. La detonación nuclear
aérea sobre la base de Tyndall causaría unos 2,830 muertos – de una población
en la base reportada en 2010 de 2,994 - y cerca de 19,000 heridos.
El
propósito de un ataque a la Base Aérea de Tyndall - potencialmente el
objetivo número 5 a ser atacado por un submarino de la clase Akula - sería el destruir a la fuerza de
aviones caza F-22A allí basada, cazas cuya producción cesó en 2011,
para reducir los números de por sí limitados – unos 186 recibidos - de este avión caza y así
además impedir que se utilicen como parte de la defensa aérea de EE.UU. para
interceptar misiles crucero, lanzados desde submarinos y bombarderos estratégicos rusos. La Florida podría así recibir
unos 5 ataques de misiles crucero armados con ojivas nucleares lanzados desde
el Golfo de México.
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