martes, 9 de agosto de 2016

Realismo del Arzobispo


Realismo del Arzobispo

En el número del mes pasado de Te Recusant (www. The Recusant.com) aparece una traducción al inglés de la última entrevista al Arzobispo Lefebvre publicada en francés ( Fideliter #79 ) poco antes de su muerte en marzo de 1991. El es siempre refrescante al leerlo. El es claro porque él piensa a partir de principios católicos básicos. El es transparente porque no tiene nada que ocultar. El no es ambiguo porque él no está tratando de comprometer la Iglesia de Nuestro Señor con el Vaticano II de Satanás. Pero noten como las preguntas del entrevistador indican que los lectores de Fideliter ya inclinábanse a tomar la dirección que la Fraternidad San Pío X empezaría a tomar unos pocos años después de la muerte del Arzobispo. He aquí una selección de las preguntas y respuestas, algo abreviadas:—

P: ¿Por qué no puede usted hacer un último acercamiento a Roma? Escuchamos que el Papa está “listo para recibirlo”.

R: Eso es absolutamente imposible porque los principios que ahora guían a la iglesia Conciliar son más y más abiertamente contrarios a la doctrina católica. Por ejemplo, el Cardenal Ratzinger dijo recientemente que los grandes documentos anti-modernistas de los Papas de los siglos XIX y  XX prestaron un gran servicio en su día, pero ahora son obsoletos. Y Juan Pablo II es más ecuménico que nunca (1990). “Es absolutamente inconcebible que nosotros podamos estar de acuerdo para trabajar con una tal jerarquía”.

P: ¿Se ha deteriorado la situación en Roma aún desde las negociaciones de 1988?

R: ¡Oh, sí! “Tendremos que esperar un tiempo antes de considerar la perspectiva de hacer un acuerdo. Por mi parte yo creo que Dios solo puede salvar la situación ya que humanamente no vemos ninguna posibilidad que Roma enderece las cosas”.

P: Pero hay Tradicionalistas que han hecho un acuerdo con Roma sin conceder nada.

R: Eso es falso. Ellos han renunciado a su posibilidad de oponerse a Roma. Ellos deben permanecer silenciosos debido a los favores que se les han otorgado. Entonces, ellos comienzan a deslizarse siempre tan lentamente hasta que terminan admitiendo los errores del Vaticano II. “Es una situación muy peligrosa”. Tales concesiones de Roma tienen como único objetivo conseguir que los Tradicionalistas rompan con la FSSPX  se sometan a Roma.

P: Usted dice que tales Tradicionalistas han “traicionado”. ¿No es eso un poco duro?

R: ¡Para nada! Por ejemplo, Dom Gérard me usó a mí, a la FSSPX y a sus capillas y benefactores, y ahora repentinamente nos abandona y se une con los destructores de la Fe. Ellos han abandonado la lucha por la Fe. Ellos no pueden atacar más a Roma. Ellos no han comprendido nada de la cuestión doctrinal. Es horrible pensar en los jóvenes que se les habían unido por causa de la Tradición y que ahora los están siguiendo hacia la Roma Conciliar.

P: ¿Existe un peligro en permanecer amigos con Tradicionalistas que se han pasado a Roma, y en asistir a sus Misas?

R: Sí, porque en la Misa no solamente está la Misa sino que también está el sermón, la atmósfera, los entornos, las conversaciones antes y después de Misa y así sucesivamente. Todas estas cosas hacen que usted poco a poco cambie sus ideas. Hay un clima de ambigüedad. Uno está en una atmósfera sumisa al Vaticano, sujeto en esencia al Concilio, así es que uno termina deviniendo ecuménico.

P: Juan Pablo II es muy popular. El quiere unir a todos los cristianos.

R: ¿Pero en qué unidad? Ya no más en la de la Fe que un alma debe aceptar, y que exige la conversión. La Iglesia ha sido distorsionada, de ser una sociedad jerárquica pasó a ser una “comunión”. ¿Comunión en qué? No en la Fe. No es de extrañar se uno escucha que los Católicos están abandonando la Fe en masa.

(Continuará) 

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