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miércoles, 27 de abril de 2016

NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT

27 de Abril
NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT

En muchas iglesias de España se celebra hoy la fiesta de Nuestra Señora de Montserrat, patrona de Cataluña. No sólo en España, sino en muchas otras partes del orbe católico, también la "Moreneta" tiene grandiosos y hasta espléndidos santuarios dedicados a su nombre, tal ha sido desde muchos siglos el encanto ejercido por la dulce Reina de Montserrat en el ánimo de los cristianos, y ella desde el majestuoso trono que se escogió en las encumbradas montañas de Cataluña que le dan su nombre, ejerce su dulce imperio de amor y misericordia y atracción sobre todos los devotos y menesterosos. El culto de la Virgen de Montserrat es antiquísimo, pues se remonta hasta más allá de la invasión de España por los árabes. Al acercarse los ejércitos agarenos, la Sagrada Imagen fue ocultada, no llegando a descubrirse de nuevo hasta el siglo IX. Para darle culto se edificó entonces una capillita, a la cual el conde Wifrido el Velloso, agregó más tarde un monasterio de monjes benedictinos, procedentes de San Pedro de las Puellas. Este monasterio más tarde se convirtió en el actual de monjes benedictinos, uno de los más famosos con que cuenta la Orden Benedictina. El alma y la vida del monasterio ha sido siempre la Virgen Morena en quien toda Cataluña tiene puestos todos sus amores y entusiasmos. Durante la Edad Media los reyes y magnates se disputaron la preferencia de dotar el monasterio y el santuario de la Virgen con toda clase de privilegios y donaciones. Esta prodigalidad no ha cesado todavía, siendo Montserrat uno de los centros marianos más concurridos por los fieles, no sólo en Cataluña sino en toda España y varios países de lengua española. Vivo y perenne permanece el recuerdo de personajes célebres que se llegaron a Montserrat para honrar a la celestial Reina de aquellos fantásticos picachos, que semejan gigantescos chapiteles de catedral, o descomunales tubos de órgano. Allí veló una noche las armas del noble Ignacio de Loyola, en loor de Nuestra Señora, al ensayar un nuevo género de milicia, "a lo divino" bajo la tutela de Nuestra Señora de Montserrat. Célebres santuarios de la Virgen hay en el mundo católico; muchos confiados a religiosos de diversas órdenes y congregaciones, aun a la orden de San Benito, como por ejemplo los milenarios de Einsielden en Suiza, y Valvanera en Logroño, pero ninguno puede rivalizar en esplendidez del culto como el de Montserrat. Una escolanía de niños cantores de la Virgen Morena se perpetúa en el monasterio y los niños llegan, por regla general, a ser monjes capellanes benitos de la Virgen en el santuario donde se ensayaron a ser "trovadores" de la Reina de los cielos. Quiera la divina Madre de Dios multiplicar tan simpáticos cantores, que al cambiar de voz, perseveren en su servicio bajo el suave yugo de la disciplina monástica y sean maestros experimentados de reclutas infantiles.

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN A NUESTRA SENORA DE MONTSERRAT
Oh Madre Santa, Corazón de amor, Corazón de misericordia, que siempre nos escuchas y consuelas, atiende a nuestras súplicas. Como hijos tuyos, imploramos tu intercesión ante tu Hijo Jesús. Recibe con comprensión y compasión las peticiones que hoy te presentamos, especialmente [se hace la petición) ¡Qué consuelo saber que tu Corazón está siempre abierto para quienes recurren a ti!. Confiamos a tu tierno cuidado e intercesión a nuestros seres queridos y a todos los que se sienten enfermos, solos o heridos. Ayúdanos, Santa Madre, a llevar nuestras cargas en esta vida hasta que lleguemos a participar de la gloria eterna y la paz con Dios. Amén.
¡Nuestra Señora de Monserrat, Ruega por nosotros!

ACTO DE CONTRICCIÓN (Hacerlo cada día)
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Creador, Padre y Redentor mío: por ser vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas: a mí me pesa de todo corazón haberte ofendido porque eres infinitamente bueno y digno de ser amado. Firmemente resuelvo con la ayuda de tu gracia, confesar mis pecados: hacer penitencia y enmendar mi vida. AMÉN

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh, María, Madre mía amabilísima! Yo me ofrezco hoy a Tí y te consagro para siempre todo lo que me resta de vida; mi cuerpo con todas mis miserias; mi alma con todas sus flaquezas, mi corazón con todos sus afectos y deseos; todas mis oraciones, trabajos, amores, sufrimientos y combates; en especial mi muerte con todo lo que la acompaña, mis últimos dolores y mi última agonía. Y todo esto ¡Oh María! Y cada una de estas cosas en particular las uno para siempre y irrevocablemente a tu amor, a tus lágrimas, a tus sufrimientos. ¡Dulcísima Madre de Monserrat! Acuérdate de mí y de la consagración que de mi persona te hago. Y si yo, vencido por el desaliento o la tristeza, por la perturbación o el desvarío, llegara alguna vez a olvidarme de Tí… Entonces ¡Madre Mía! Te pido y te suplico insistentemente por el amor que tienes a Jesús, que me protejas como Madre, que me vuelvas a convertir en fiel discípulo de tu Hijo y que a ejemplo tuyo le sirva y adore a Él que es nuestro único Salvador y Redentor. ASÍ SEA.
(Ahora se rezan las oraciones del día correspondiente)

ORACIÓN PARA EL DÍA PRIMERO
Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de Monserrate por ser la Madre de Dios, ya que por obra y gracia del Espíritu Santo se encarnó el Verbo Divino en vuestras purísimas entrañas. Os pido para mi alma, fidelidad y constancia en el servicio a mi Dios y Señor Jesucristo.

Se repite al terminar la oración correspondiente de cada día:
"Escucha benignamente mi petición e intercede por mí ante el trono de tu Hijo,si es que lo que pido conviene a mi eterna salvación. ASÍ SEA."
(Hágase en silencio la petición que desee alcanzar)

Jaculatoria: “Favoréceme Divina Señora de la Monserrat”

(Se rezan 3 Ave Marías, luego la Oración Final)


ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Acordaos, Oh Piadosa Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han recurrido a vuestra protección, implorado vuestro auxilio, reclamado vuestro socorro, haya sido desamparado de vos. Animado en esta confianza, a vos acudo oh Madre, Virgen de las vírgenes; a vos vengo; en vuestra presencia me pongo arrepentido pecador. No desprecies mis súplicas, ¡Oh Madre del Verbo Divino!, antes bien escuchadlas, propicia y atendedlas. ASÍ SEA.





ORACIÓN PARA EL DÍA SEGUNDO
Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Ángeles por haber sido redimida de modo eminente, en previsión de los méritos de tu Hijo, y unida a Él con un vínculo estrecho e indisoluble. Os pido para mi alma la gracia de nunca más pecar ni abandonar a mi Dios y Señor Jesucristo.

ORACIÓN PARA EL DÍA TERCERO
Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Patriarcas, pues estas enriquecida con la suma prerrogativa y dignidad de ser Madre de Dios Hijo, y por eso, eres hija predilecta del Padre y Sagrario del Espíritu Santo. Os pido para mi alma ser siempre hijo fiel de la Iglesia Católica que predica el único Evangelio de Cristo y te venera como Madre de Dios.

ORACIÓN PARA EL DÍA CUARTO
Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Profetas, que aunque hija de Adán, fuiste hallada llena de gracia ante los ojos del Padre Celestial y eres verdaderamente madre de todos nosotros los hermanos de Cristo. Os pido para mi alma amar siempre a mi prójimo como a mí mismo, según nos enseñó mi Dios y Señor Jesucristo.

ORACIÓN PARA EL DÍA QUINTO
Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Apóstoles, porque así como la desobediencia e incredulidad de Eva nos encadenaron al pecado y a la muerte, tu obediencia y tu fe se ofrecieron al Padre para que Jesucristo nos liberara de las cadenas de pecado y de la muerte. Os pido para mi alma que en la gloriosa mañana de la resurrección final pueda estar junto a ti gozando de la eterna visión de la Santísima Trinidad.

ORACIÓN PARA EL DÍA SEXTO
Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Mártires por los siete dolores que atravesaron tu inmaculado corazón y que aceptaste humildemente por amor a Dios y a los hombres. Os pido para mi alma aceptar con resignación cristiana las pruebas y sufrimientos que el Señor permita que reciba y así unirme a su dolorosísima pasión y muerte.

ORACIÓN PARA EL DÍA SÉPTIMO
Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de los Confesores por el ejemplo tan perfecto de entrega total a Cristo que nos habéis dado, siguiendo siempre sus pasos desde Belén hasta el Calvario. Os pido para mi alma las gracias de ser siempre fiel imitador de mi Dios y Señor Jesucristo.

ORACIÓN PARA EL DÍA OCTAVO
Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de la Vírgenes porque el Padre Celestial os creó llena de gracia desde el primer instante y por eso os llamarán bienaventurada todas las generaciones. Os pido para mi alma, ya que perdí la inocencia por el pecado, recuperar la gracia que Cristo nos mereció con Su Sacrificio de la Cruz.

ORACIÓN PARA EL DÍA NOVENO
Os alabo, bendigo y glorifico, soberana Reina de la Paz porque fuiste madre de la única fuente de paz y amor que hay en el universo y en cuyas aguas que manan hasta la eternidad, bebiste Tú, Madre y Señora Nuestra. Os pido para mi alma ser un ser de verdadero hijo de la paz y para que también reine en mí como reina en Tí, mi Dios y Señor Jesucristo.


Himno a la Virgen de Montserrat

Rosa de abril, morena de la sierra
Virgen de Monserrat;
Ilumina acuesta vuestra tierra,
al cielo nos guiad.
Alba feliz de estrellas coronada,
ciudad de Dios en que David soñó;
A vuestros pies la luna colocada,
la luz del sol vestido ofreció.
De Puerto Rico sois la princesa
de Borinquén luz que ampara la nación;
Del alma fiel pilar sed de firmeza,
del pecador puerto de salvación.
Consuelo sed de quien la patria añora
Sin ver jamás el bello Monserrat;
En tierra y mar oíd al que os implora
Y el corazón del malo a Dios tornad.
Tu nombre de principio a nuestra historia,
Que Monserrat es nuestro Sinaí:
Seamos pues, las gradas de la gloria
Ese peñón creado para ti.

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